Antes de comenzar, quiero decir que he hecho un trailer. Es mi primera vez haciendo algo así, por lo que pido perdón si hay fallas o no llama la atención. ❤️

https://youtu.be/bh-McXIvyYE

A dos días de la desaparición. 

Doyoung frena frente a la casa que le describió Chenle y de la cual tenía referencias. Casualmente algunos vecinos habían hecho quejas por los disturbios ocasionados en la noche de Año Nuevo, haciéndoles saber que, efectivamente, se llevó una fiesta a cabo.

—¿Aquí es?— Johnny pregunta a su lado, a lo que Kim solo asiente—. Bien, supongo que es hora de hacer lo nuestro.

— Tengo un mal presentimiento ahora mismo, John— Doyoung murmura y aferra su agarre al volante—. Hay algo que me está jodiendo.

—¿Mal presentimiento dices?— Seo solo puede soltar una pequeña risa amarga y decir:— Pues yo lo tengo desde que comenzamos a investigar este caso, Doyoung.

—¿Tú...— Si bien le costaba decirlo, Doyoung traga con fuerzas y mira a Johnny por unos cuantos segundos antes de preguntarle:— Tú crees que estén vivos?

El rostro de Johnny se transforma y sus facciones se descomponen pero no deja que eso se vea mucho, pues odia demostrar lo que siente y prefiere mantenerse neutro ante tales situaciones, a lo largo de los años de su carrera, vivió muchas cosas que lo mandaron directamente a convertirse en una piedra para no sufrir cuando la verdad sale a la luz.

Pero ahora... ¡Maldición! Si Sion no hubiese dado ese ejemplo tan delicado, él podría responder algo que dejara a Doyoung callado para que no preguntara más.

— Espero que sí— Solo eso responde con un tono bajo—. Vamos, son casi las ocho de la noche y anunciaron una tormenta de nieve en poco tiempo, prefiero que nos agarre en la comisaría y no en la ruta.

Sin darle tiempo a Doyoung para decir algo, él baja primero del coche y suelta un suspiro largo y pesado. Lleva sus manos hasta los bolsillos de su campera y remoja sus labios creandole una sensación de frío intenso por unos cuantos segundos.

— Ven, John— Doyoung se encuentra ya fuera del coche y lo llama—. Hagamos esto rápido. Quizás estén en casa y no debamos volver más.

Asintiendo a sus palabras, Johnny se dedica a caminar con rapidez para ponerse al lado de su compañero, el cual mantenía un silencio sepulcral, metido en sus pensamientos.

—¿Es cierto que la madre de Nakamoto tuvo que ser asistida?— De repente, Doyoung le da una mirada de soslayo y traga con fuerzas dejando notar como su nuez de Adán se movía.

— Sí, tuvo una crisis mientras estábamos hablando con ellos— Johnny recuerda sus lágrimas, sus gritos y luego como comenzó a temblar repentinamente—. Yuta tenía planes de irse de Busan a mediados de año y volver a Osaka, pues extrañaba mucho a su familia.

« Le dije a Yuta que podía pasar Año Nuevo con nosotros, pero él se negó ya que nos dijo que sería el último que pasaría con sus amigos, pues tenía más que pensado y decidido volver al país a mediados de año, acepté que no viniera, pero ahora me arrepiento tanto. ¿Y sabe por qué, Oficial Seo? Porque no sé si volveré a ver a mi hijo con vida ».

Cada palabra está tatuada en su mente y por mucho que quiera borrarlas, estás no se van con facilidad.

Doyoung carraspea por sentir un pequeño nudo en su garganta y maldice en voz baja, inspirando con fuerzas, se dirige a la entrada de dicha casa— que más bien parecía ser una mansión— y sigue su camino hasta llegar a la puerta principal. Chenle tenía razón, es bastante llamativa a comparación de los otros hogares que la rodeaban. Un barrio bastante lujoso, algo alejado de la ciudad, pero acogedor.

— Vamos, toca.

Haciéndole caso a John, el hombre toca la puerta tres veces de forma leve pero lo suficientemente como para ser escuchado. Sus manos rápidamente buscan su credencial que mostrará quién era y el porqué de su llegada tan repentina.

Por otro lado, John mantiene su vista fija en la carretera que lleva hacía la salida directa de Busan. A lo lejos, se encuentra  un bosque turístico que conecta con el precioso lago que da una vista bonita si recorres las calles de la avenida principal y más allá.

—¿Hola...?— Una voz fémina llama la atención suya y de Doyoung, por lo cual se obliga a mirarle.

La mujer es una muy bonita castaña, de piel blanca y unos labios finos, su cabello está atado en una perfecta coleta y lleva una ropa, medianamente fina como para estar entre casa.

— Hola señora, lamento la interrupción, pero somos los Oficiales Kim Doyoung y John Seo— Ambos muestran sus placas mientras Kim sigue hablando—. Estamos aquí ya que nos encontramos investigando la desaparición de nueves jóvenes, que casualmente, asistieron a una fiesta hecha aquí el pasado treinta y uno de Diciembre.

Dicha fémina parpadea varias veces y parece procesar la información con rapidez.

— Oh, Oficiales. Buenas tardes— Haciendo una reverencia, se hace a un lado mientras dice:—. Por favor, pasen, pasen.

Dándole el lugar, deja que ambos hombres pasen no sin antes sacarse sus zapatos y claro está, agradecer en voz baja las pantuflas negras que la mujer les da.

—¿En qué puedo ayudarles?

— Sabemos que  se organizó una fiesta de despedida de año, nosotros estamos investigando un caso  y por algún que otro testigo, tenemos entendido  que los jóvenes desaparecidos asistieron aquí, por lo que nos gustaría hablar con su organizador— John toma la palabra observando directamente a la mujer.

Ella parece un poco atemorizada, quizás por el simple hecho de tener a dos policías en su hogar sin saber muy bien que hacer.

— Síganme, Oficiales— Murmura y se da la vuelta para comenzar a caminar en dirección, a lo que parece ser, la sala de estar—. Por cierto, mi nombre es Byun Sohye.

— Un gusto— Doyoung y John responden al mismo tiempo, los dos se dan una vista rápida e incluso, aguantan una sonrisa.

John se encargó de observar todo con lujo y detalles. Había algunas marcas en las blanquecinas paredes, pueden ser requechos de la fiesta dada.

— Siéntense, Señores...— Algo dudosa, voltea a verlos esperando a que digan nuevamente sus apellidos.

— Kim.

— Seo.

— Señores Kim y Seo, por favor, esperenme aquí, iré en busca de mi hijo— Dándoles una sonrisa cálida, los invita a sentarse en el gran y cómodo sofá—. No tardaré mucho.

Los dos masculinos se sientan a gusto y observan en silencio como Byun Sohye sale en busca de su hijo, el cual, seguramente, se encuentra por allí en algún lugar de la gigantesca casa.

— Es una casa lo suficientemente grande como para que aquí entren decenas y decenas de personas— John habla en voz baja siguiendo con su observación—. Y por lo visto, no hay cámaras.

—¿No hay cámaras?— Doyoung voltea a ver hacia los lugares comunes que suelen hallarse y no, no hay ni una sola cámara.

Oh. Genial.

— No. Así que si ellos estuvieron aquí, será imposible confirmarlo del todo, Doyoung.

— Pero Zhong Chenle afirmó haber hablado con Na Jaemin y Jung Jaehyun.

John está a punto de decir algo pero el ruido de dos personas bajando las escaleras los hacen volver a su órbita de trabajo. Y cuando madre e hijo pisan planta baja, allí se encuentran con un muchacho de apariencia totalmente inocente.

De complexión delgada pero se notaba que tenía horas en el gimnasio, alto y con una pequeña sonrisa parecida a la de su madre, hace que este gesto se traspase a sus ojos volviéndolos unas bonitas media lunas.

— Oficiales, aquí está mi hijo— Sohye lo presenta—. Por favor, habla.

— Buenas tardes, Oficiales. Soy Lee Jeno— Haciendo una reverencia, habla y muestra su tono algo ronco—. Lamento mi ropa, estaba durmiendo.

— Un gusto, Jeno. Soy Kim Doyoung.

— Jeno, soy John Seo.

El chico asiente y se acerca lentamente hasta quedar parado frente a ellos, por lo que, señala un de los sofás a juego que tienen en aquella grande sala de estar y se sienta allí cuando Doyoung asiente.

— Bien, Jeno...¿Así que aquí se dió una fiesta, no?— El chico asiente y junta sus manos mientras se pone cómodo.

— Sí, de hecho es la tercera vez que hago una fiesta desde que estoy en la Universidad— Comenta tranquilamente—. Solo que está vez, tuvo más alcance y fue un caos.

—¿Por qué un caos?— John alza una de sus cejas y lo mira fijamente, sin embargo, no causa nada en Jeno.

Este solo sonríe y explica:—. Porque mucha gente llegó, no creí que tuviera tanta repercusión. De hecho, no fue hasta casi las once de la noche que comenzó a llegar más y más personas. Para eso de las doce, cuando anuncian el Año Nuevo, la mayoría se encontraba bailando y admirando el cielo afuera, ya que aquí no cabía ni un alfiler.

— Jeno, ¿sabes por qué estamos aquí, no?— Ahora es el turno de Doyoung para preguntar.

—¿Por esos chicos desaparecidos? Mi madre me lo comentó— Devuelve y cuando ambos Oficiales asienten, él suelta un suspiro dolido—¿Que quieren saber?

— Si los has visto aquí, si tuviste alguna interacción con ellos o algo por el estilo— Seo habla rápidamente, sentía que estaba comenzando a colocarse más nervioso de lo usual—. Algo, una pista, algo que hayas notado confuso o raro.

— Si has visto algo, debes decirlo hijo— Sohye toma la palabra suya luego un largo silencio, acercándose a Jeno, posiciona su mano en su hombro para apretarlo levemente—. Me pongo en el lugar de sus padres y no es bonito que algo así suceda. En lo que puedas ayudar, hazlo.

Jeno observa a su madre y esta acaricia su lacio cabello dándole un incentivo más al chico.

« Ojalá a quiénes estamos buscando pudieran recibir una caricia así por parte de sus padres ».

Doyoung apretó fuertemente su mandíbula por lo cual, intentó calmarse dándose una bofetada mental. Joder, que mal le traía este caso.

—¿Me puede decir el nombre de los chicos desaparecidos? — Jeno pide.

— Qian Kun, Liu YangYang, Huang Guanheng, Nakamoto Yuta, Jung Jaehyun, Kim JungWoo, Na Jaemin, Huang Renjun y Park Jisung— Doyoung enumera. Pero sus ojos ven algo que lo dejan pensando, así que rápidamente, pregunta—¿Qué?

Al escuchar todos los nombres, Jeno se mostró apacible hasta que «Huang Renjun» resonó. Su rostro palideció y sus facciones se volvieron preocupantes.

— Yo estudio en la Universidad Arts College, misma dónde asiste Huang Renjun. Solo que voy unos años más adelantado que él— Murmura y su mirada se pierde—. Y ahora que lo pienso, él sí... A él lo ví junto a su amigo que conozco de vista pero no sé su nombre.

—¿Que clase de relación tenías  con Renjun?— John mantiene su firmeza y se dispone a escucharlo.

— Todos los años, la Universidad organiza una presentación ya que se trata de Arte, un arte muy variado. Yo estoy en el área de Arte visual y Renjun en el musical, una vez nos encontramos en un mismo salón para terminar de preparar todo lo necesario y mostrarlo a las personas que nos visitan— Comenta totalmente apacible—. Compartimos varias horas juntos, era un poco tímido al principio pero luego llegó a darse conmigo y puedo decir que éramos buenos compañeros, más nunca entablamos una amistad.

—¿Y que más?

— Recuerdo haberle dicho de la fiesta, pero no pensé que vendría ya que me dijo que no era de salir, sin embargo, cuando lo ví, me acerqué a saludarlo y desearle un feliz año nuevo—La vista de Jeno baja por completo—. Luego de allí, no lo ví más. Era mucha gente.

—¿Y por qué te toma de sorpresa el hecho de que sea Renjun el desaparecido? ¿No has visto las noticias?— Doyoung indaga— El caso está siendo muy comentado, de hecho, la foto de Renjun aparece en varios portales.

—¿Quiere que le sea sincero, Oficial?— Con un rostro de pena, Jeno musita suavemente— Hoy volví a casa, estuve internado por haber tomado demás. Y solo me dediqué a dormir.

Johnny y Doyoung se miran entre sí al notar como Jeno se apena de ello y Sohye le da una mirada de reproche.

—¿Que hay de tu móvil?

— Roto, mire.

Y lo próximo que hace Jeno es sacar el móvil de su bolsillo para mostrarlo. El aprieta la pantalla dejando ver cómo más de la mitad se encuentra negra y apenas se alcanza a notar la hora, además de tenerlo hecho trizas.

—¿Necesitan verificar si Jeno realmente estuvo en el Hospital?

— Sí— Sin duda alguna, John responde—. Simple protocolo, para saber que dice la verdad.

— Ya vuelvo entonces— Sohye nuevamente se va de allí dejando a su hijo con los dos policías.

—¿Jeno?— Doyoung lo llama una vez que se quedan a solas.

El chico conecta su mirada con la suya y espera a que hable.

—¿Realmente no has visto nada más? ¿Ni siquiera a los otros?

— Si me muestra alguna foto, quizás reconozca a alguno, pues recuerdo todo antes de comenzar a beber como un loco.

Doyoung asiente y saca su celular dispuesto a buscar lo que el joven le pide.

John por otra parte, se levanta de repente y explica:— Espero que entiendas que tendremos que hacer una revisión de tu casa en estos días, Jeno.

— Claro, si eso ayuda. Por mí y mi madre está bien.

El mayor asiente al verlo tan predispuesto.

— Iré afuera, necesito fumar.

Sin más que decir, sale de allí lo más rápido que puede. Se sentía atascado, cansado y malhumorado.

Necesitaba llegar a casa y estar con sus hijos y Stella. Despejarse un poco.

Una vez que se encuentra en el pasillo, a Seo lo invade una imagen fugaz pero que se siente muy real.

Los nueve chicos entrando a la fiesta, sonriendo y riendo a carcajadas, dispuestos a pasar una noche inolvidable.

Maldita sea.

— Voy a volverme loco— Susurra antes de salir a la calle—. Muy loco.

Ya estaba siendo de noche, los copos de Nieve comenzaron a caer y hacía más frío de lo usual, pero eso no le importaba a John. Necesitaba un poco de aire fresco, así que sacando la cajetilla de cigarros, lleva uno hasta su boca y vuelve a observar al gran bosque que llama tanto su atención.

De día parecía una cosa, pero de noche, joder, que puto miedo daba.

Soltando un gruñido bajo, patea una roca que termina por quién sabe dónde.

Estaba siendo todo tan jodido.