Sangre Vieja, Almas Jóvenes.
En una gruta junto al mar, vemos aterrizar a un joven marinero, quien vuelve a levantarse, desenvainando su espada frente a un pirata enorme y de barba desalineada.
-¡Niño estúpido!- grito el pirata agitando su espada -¡voy a partirte en dos!
-No te confíes tanto Barba Sucia, yo soy El Gran Marino Red Rogers, adalid de la justicia... ¡Ahora comete esto, tonto!- grito mientas se abalanzaba contra Barba Sucia y le clavaba su espada en el pecho.
-¡No!, lo único que puede matarme, ¡Metal!- gritaba Barba Sucia mientras caía muerto.
El cambiar la escena vemos como lo anterior era parte de la narración de un pionero sentado en las escaleras del recién construido ayuntamiento, una tranquila y típica mañana de verano del año 1655.
-Y ese es el final- termino de narrar mientras cerraba su libro frente a un grupo de niños que le aplaudían entusiasmados.
-Léelo otra vez, léelo otra vez- pedían los niños al unisono.
-Bueno, tal vez solo una vez mas- dijo el joven mientras volvía a abrir el libro.
-Caleb- dijo otro pionero parecido a él, pero con una mirada mas severa, llamando su atención.
-Oh-oh, parece que estoy en problemas- dijo Caleb, tratando de bromear para alegrar a los niños que se habían asustado, haciéndolos reír -terminaremos la lectura por hoy, ahora vallan a sus casas- dijo mientras se levantaba de las escaleras, poniéndose de vuelta su abrigo y recogiendo su libro.
Los niños obedecieron y entre risas y gritos alegres se dispersaron para volver a sus casas, mientras que Caleb comenzó a caminar al lado de su hermano rumbo al bosque de las afueras del pueblo.
Mientras caminaban los ciudadanos del humilde pueblo de Gravesfield los veían con gran respeto y pleitesía al reconocerlos como los hermanos Wittbane, cazadores de brujas y los héroes locales.
-Vamos Phillip, no puedes estar molesto por un poco de lectura- dijo Caleb tratando de romper la tensión.
-Faltaste a tu turno en la guardia- le respondió Phillip molesto.
-En realidad se lo cambie a Edwing, él me debía un favor porque el otro día yo...
-Ese no es el punto- lo interrumpió Phillip con severidad -tuve que cubrirte con el general caza-brujas, últimamente has estado descuidando tus obligaciones, y ¿por que?, ¿por un libro que le compraste a un viajero?
-Es un buen libro- respondido Caleb con una sonrisa, pero recupero la seriedad al ver el rostro de su hermano -y no es tan malo, no es diferente al libro de brujas que solemos leerle a los niños en la escuela.
-Es muy diferente- reclamo Phillip -nosotros tratamos de prevenir a los niños del peligro de las brujas y la magia, pero tu historia de ese Regenio...
-Red Rogers...- corrigió Caleb.
-... Claro... ese libro, esta comenzando a causar problemas- concluyo Phillip.
-¿Problemas?, ¿por un libro?- cuestiono Caleb.
-Algunos padres han comenzado a hablar sobre como sus hijos descuidan sus tareas por fantasías de barcos, tesoros y tierras lejanas, ¿eso no te suena familiar?- dijo Phillip con la mirada fija en el libro de su hermano.
-Tal vez eso no sea tan malo- respondió Caleb con la mirada en el mismo libro -pensar que es posible llegar a lugares diferentes, fundar nuevos pueblos, nuevas familias, sin dejar que el miedo los detenga, ¿es eso es tan malo?
Phillip permaneció en silencio ante las palabras de su hermano, por un segundo estuvo a punto de arrebatarle ese libro de sus manos, gritarle y golpearlo por cuestionar las normas de su comunidad, pero en lugar se eso respiro profundamente, lo miro a los ojos con una mirada llena de serenidad, y con una voz calmada comenzó a hablar.
-Claro que no, eso suena maravilloso, y tal vez algún día pueda volverse realidad- dijo Phillip ante la nueva mirada alegre de su hermano -pero no hoy- el rostro de Caleb volvió a ser sombrío, y Phillip continuo hablando mientras caminaba colocando su mano en el hombro de Caleb -claro que seria maravilloso que ellos viajaran y exploraran, pero justo ahora son solo unas pequeñas y frágiles criaturas, míralos Caleb- dijo mientras pasaban junto a un grupo de niños que trabajaban en un jardín -tu y yo sabemos mejor que nadie lo cruel que este mundo puede ser cuando no tienes a alguien quien te cuide, e incluso así, muchas cosas peligrosas pueden llegar del exterior... varios de ellos no llegaran a ser adultos, pero mientras estén aquí, siguiendo las indicaciones de sus padres y ellos siguiendo las nuestras, estarán seguros y felices... algún día podrán convertirse en héroes como Red Rogers, pero justo ahora eso es una tentación demasiado grande para sus pequeñas mentes, ¿no lo crees hermano?
-...Puede... puede que tengas razón- respondió Caleb, reflexionando en las palabras de su hermano.
-A todos nos gusta imaginar, pero si no pueden diferenciar entre la fantasía y la realidad, ¿como podríamos protegerlos?, los necesitamos aquí hermano, yo te necesito aquí.
Caleb continua escuchando a su hermano, mientras se acercaba a una caja llena de basura con su libro en las manos.
-Ellos tienen la oportunidad de ser mejores ciudadanos, pero solo si nosotros cumplimos con nuestra parte, lo entiendes, ¿verdad Caleb?
-Si, lo entiendo- dijo mientras colocaba su libro en la basura y regresaba junto a Phillip, quien lo felicito por su decisión.
Justo en ese momento se escucho la campana de la iglesia, anunciando las doce de la tarde.
-Bueno, me toca ir a mi turno en la guardia- dijo Phillip mientras se arreglaba el abrigo -y tu deberías volver a casa, come, toma un baño, piensa en una disculpa para el general, y nos veremos en la noche-
-O podrías saltarte tu turno, y acompañarme al bar por un par de tragos- sugirió Caleb recuperando el buen animo ante la mirada inquisitiva de su hermano -solo bromeo, por supuesto que iré a casa, necesito ese baño, cielos Phillip, a veces olvido que eres mi hermanito.
Ambos hermanos se rieron y se despidieron aparentemente satisfechos por sus decisiones, pero cuando Phillip se perdió de vista, Caleb regreso, se aseguro de que nadie lo viera y trato de recuperar su libro de la basura.
-¿Donde?, ¿donde esta?- cuestionaba mientras buscaba entre los desechos, hasta que el trinar de un ave llamo su atención.
Frente a él se encontraba un extraño cardenal rojo que arrastraba un costal con el pico, Caleb se dio cuenta que su libro estaba en el costal, y al ser descubierto, el cardenal comenzó a escapar dando pequeños saltos hacia el bosque.
-Ladrón de basura- declaro antes de comenzar a perseguir al cardenal.
Sin saber a donde iba, Caleb persiguió al ave durante un largo trecho del bosque, hacia una parte que nunca había visto antes, asta que finalmente lo vio entrar a una pequeña y hermosa cabaña.
Estaba extrañado por aquella inusual vivienda, pero continuo persiguiendo al cardenal y atravesó la puerta que se cerro detrás de él mientras un resplandor dorado lo envolvió.
-Detente, adorable criatura saltarina...-
De repente, Caleb se detuvo maravillado por lo que veía, pues de repente se vio rodeado por anaqueles llenos de figuras de animales tallados en madera.
-Wow, pensaba que yo era bueno tallando, pero esto, esto me impresiona, casi parecen vivas- decía mientras sostenía uno de los animales de madera entre sus manos.
-Al fin regresaste- se escucho una voz femenina desde la otra habitación del lugar.
Al escuchar esto, Caleb trato de esconderse al mismo tiempo que buscaba el origen de aquella voz, con cuidado movió una cortina y vio a una chica de piel pálida con orejas puntiagudas y cabello naranja, quien se encontraba parada detrás de un aparador en medio de lo que parecía ser una tienda de objetos de madera.
-Bien, a ver que tenemos aquí- decía la chica mientras el cardenal que Caleb perseguía se paraba cobre un bastón y se convertía en madera ante la mirada temerosa de Caleb.
Entendiendo al instante que se encontraba frente a una bruja, Caleb pensó en irse y volver con refuerzos, pero su curiosidad fue mas grande y se quedo unos segundos mas.
-Basura, basura, basura- decía la bruja mientras escudriñaba entre los objetos del costal -pero esto- dijo mientras sacaba una brújula rota y jugaba con la aguja -esto me hará rica... ¿y esto?- exclamo al ver el libro de Caleb -puede ser para una fogata- concluyo antes de intentar quemar el libro con una vela ante la mirada asustada de su dueño.
-Disculpa, lo siento, es mio gracias- exclamo Caleb saliendo intempestivamente de su escondite, quitándole su libro a la bruja, y luego regresando a la trastienda.
Rápidamente, Caleb trato de salir por donde había entrado, pero la puerta desapareció ante sus ojos.
-Tu no iras a ningún lado?- dijo la bruja a sus espaldas con una llave en su mano y un evidente enfado.
Al verse acorralado y sin ningún armas ni defensas contra los maleficios, Caleb salto sobre los estantes y escapo por una ventana abierta, pero una vez afuera solo pudo correr unos pocos pasos antes de detenerse maravillado.
A lo lejos en el horizonte se lograba ver un craneo gigante con cuernos, y a su alrededor caminaban criaturas de diferentes formas y tamaños, seres que solo reconocía por libros de mitos y leyendas antiguas y otros que no habría imaginado ni en sus mas bizarras pesadillas, todos caminando y hablando entre ellos de forma amena y casual e incluso lo saludaban con gran cortesía mientras creaban círculos de luz que provocaban fenómenos extraordinarios.
-Oh, no, no, no, no, no, ¿que esta pasando?- exclamaba para si mismo tratando de entender, hasta que vio a una pequeña criatura humanoide volando a su lado -hola pequeña hada, ¿me dirás que todo esto es una especie de sueño extraño?- pregunto con un poco de esperanza, pero cuando el hada se abalanzo contra él reclamando su piel, Caleb la golpeo y regreso a la incertidumbre -¿donde estoy?, ¿acaso estoy muerto?, ¿estoy en el lado malo?- se cuestionaba cuando sintió el toque de una mano sobre su hombro.
-Ya quisieras- le respondió la misma bruja de antes, aun molesta.
Antes de darse cuenta, Caleb fue arrastrado de regreso a la tienda de madera, rápidamente recobro la compostura y se levanto para mostrar que no estaba asustado.
-No se que quien eres o a donde me has traído, pero si vas a comerme te advierto que no sera sin pelear- exclamo Caleb mientras agarraba un perchero y se colocaba en posición de pelea.
-¿Comerte?- cuestiono la bruja mientras se colgaba su capa y se colocaba detrás del aparador -¿por que comería a un potencial cliente?- termino con una sonrisa.
Sin entender lo que pasaba, Caleb bajo la guardia un momento y escucho lo que la bruja tenia que decir.
-Bienvenido a "Muebles y Novedades Clawthorne" donde la madera regresa a la vida, soy Evelyn y el día de hoy tenemos descuentos en sillas y percheros ideales para descansar después de un largo día de trabajo, pero como eres humano, seguro que buscas otra clase de novedades- dijo con tono enigmático antes de crear un circulo de luz y hacer que una caja volara hacia ella -¿te interesan unas hombreras de piel? (zapatos sin la suela), ¿dulces amargos de burbujas? (jabones rotos), ¿o que tal este trozo de piedra plana que solo refleja tristesa? (un trozo de espejo roto).
-... tu no sabes para que sirven estas cosas, ¿verdad?- cuestiono Caleb extrañado al ver como la bruja que lo había asustado ahora trataba de venderle basura de una forma tan entusiasta.
-¡Solo es basura!- exclamo desde la entrada un enorme monstruo de un solo ojo y un colmillo azul que sobresalía de su boca, Evelyn le dio la bienvenida con un tono apagado y el continuo con su reclamo -hace unos días le compre un garrote de metal y destruyo al primer golpe- dijo mientras colocó en el escaparate los restos de un telescopio.
-No hay devoluciones, los clientes son responsables de la mercancía una vez que sale de la tienda- respondió Evelyn con molestia.
Insatisfechos con sus mutuas palabras, ambos se miraron enfadados durante un largo rato, parecía que estaban dispuestos a pelear, cuando Caleb interrumpió.
Tan rápido como le fue posible, tomo los pedazos del telescopio y usando, el cuero de los zapatos, la maleabilidad de los jabones, el cristal del espejo roto, cuerda y otros objetos de la caja, Caleb logro rearmar el telescopio de manera torpe, le explico rápidamente su uso y funcionamiento a Colmillo Azul y este se marcho del lugar aun molesto, pero sin causar problemas, y habiendo evitado la pelea, Caleb respiro aliviado por un momento, hasta que la bruja le extendió la mano frente a la cara.
-Serian 100 caracoles por favor- dijo con una sonrisa malvada.
Caleb se rio un poco ante ese comentario, pero después de un corto silencio se dio cuenta de que la bruja no bromeaba y le estaba cobrando por los objetos que utilizo para reparar el telescopio.
Caleb reclamo argumentando que lo había hecho para evitar una pelea, pero la bruja solo se rio argumentando que Colmillo Azul solo era un hablador al que podía vencer con facilidad en cualquier momento, e insistió que le pagara por los artículos que tomo sin permiso, algo que Caleb no podía hacer, pues ya fuera de humanos o brujos, él no tenia ni una sola moneda consigo.
Al escuchar esto, la bruja comenzó a reír, algo que Calep imito por nervios, pero con forme la risa de la bruja aumentaba, él se ponía cada vez mas nervioso, y cuando dejo de reír el miedo regreso a él.
Con tono severo, la bruja comenzó a reclamarle por haber entrado a su tienda sin permiso, romper un estante al intentar escapar y después haber tomado y regalado sus artículos solo para que al final no le pagara nada, y temeroso y sin saber que esperar, Caleb dijo lo primero que se le ocurrió y prometió que haría lo que fuera para pagarle, una propuesta que intereso y calmo a Evelyn, quien tras pensarlo un momento decidió aceptar su oferta.
Inmediatamente, Evelyn invoco su bastón, vacío la caja de dinero en su bolso y ambos salieron de la tienda, ella cerro la puerta con un extraño candado con forma de búho, y sin darle tiempo a Caleb para hablar, ella subió a su bastón y lo recogió del suelo para comenzar el vuelo.
Aun con miedo, Caleb se atrevió a abrir sus ojos para asombrarse con el paisaje que ahora yacía a sus pies, una tierra de plantas rojas y cielos morados, con huesos gigantes que parecían salir del suelo.
-¿Que es este lugar?- dijo rompiendo el silencio del cielo con evidente miedo y emoción.
-Estas son Las Islas Hirvientes- respondió Evelyn con dramatismo -cada leyenda humana es producto de un poco de nuestro mundo que cruza al suyo, grifos, vampiros, jirafas...
-¿Que es una jirafa?
La pregunta de Caleb quedo sin respuesta al comenzar el descenso al suelo, hacia la cima un risco junto al mar y frente a una extraña torre de piedra adornada con un vitral en forma de ojo.
Evelyn camino hacia la puerta de la torre, donde abrió otro candado con forma de búho y con un ademan invito a pasar Caleb, él no sabia si entrar o no, pero considerando que seria mas seguro estar adentro que quedarse afuera, se armo de valor y entro a la torre de la bruja.
-Bienvenido a la Torre Garra Espina- exclamo Evelyn mientras chasqueaba los dedos.
Al instante varias velas se encendieron iluminando el cuarto, la chimenea también se encendió, la escoba comenzó a barrer por si misma y los libros regados por todo el suelo comenzaron a acomodarse en los estantes, todo mientras la figura de un ave gigante brillaba decorando el techo, pero lo que mas llamo la atención de Caleb fue una mesa cubierta por una sabana, rodeada por trozos de madera y herramientas de carpintería, lo único del cuarto que no parecía ser movido por magia.
-Impresionante, ¿verdad?- dijo Evelyn mientras admiraba su propio hogar con orgullo -es un buen lugar para trabajar y descansar, fuerte, amplio, seguro, lejano, aislado... solitario... -dijo esto ultimo con tono entristecido.
-¿Vives tu sola aqui?- cuestiono Caleb.
-Bueno, ya sabes como es, cuando creces el nido te queda pequeño y tienes arriesgarte a saltar y volar solo, no puedes quedarte en el mismo lugar toda la vida, ¿cierto?- dijo recuperando el buen animo.
-Si... cierto- respondió Caleb a la vez que escuchaba atentamente sus propias palabras.
-Bueno, volvamos a los negocios- grito Evelyn, sacando a Caleb de su trance -tengo algo muy importante que hacer el día de hoy y tu vas a ayudarme- decía mientras se movía sin parar por toda la torre, recolectando frascos, botellas, libros, capas y herramientas.
-¿Y que es lo que tendría que hacer?- finalmente cuestiono Caleb sin dejar de seguirla con la mirada.
-Detendremos una diligencia- respondió Evelyn emocionada.
-¡¿Que?!, ¡no!, ¡olvídalo!- grito Caleb molesto -dije que haría lo que fuera, pero no te ayudare a robarle a alguien mas- decía tratando de aferrarse a los principios de toda su vida busco formar.
-¿Es "robar" cuando tratas de recuperar algo que es tuyo en primer lugar?- Evelyn recupero la atención de Caleb -déjame que te lo esplique- dijo mientras realizaba un circulo con sus dedos, mostrando lo que parecían pinturas medievales que se movían ante sus ojos.
"Hace un par de años, comerciantes de mala reputación se unieron para formar algo a lo que llamaron "El Mercado Nocturno", bajo la protección de la noche se reúnen para hacer sus negocios fraudulentos, comprando y vendiendo artículos extraños, peligrosos y/o robados, y el mas funesto de ellos es un demonio cerdo llamado Grimm Hammer... un viejo amigo- Caleb se impresionó por la imagen de lo que parecía ser un jabalí con dimensiones humanas -lo único mas grande que su codicia es su amor por la comodidad, por lo que ocasionalmente llama para comprar muebles hechos a la medida, pero digamos que mi ultima silla no contemplo los 9 pasteles extras de su almuerzo- Caleb vio una imagen de Grimm Hammer sentado y comiendo antes de que su silla se rompiera por el peso -enfadado, Grimm allano mi tienda y se llevo algunos de mis muebles como retribución, dada nuestra historia y que esos vejestorios estaban en liquidación, decidí pasarlo por alto, hasta que descubrí que se había llevado algo mas- la imagen cambio para mostrar una extraña caja hexagonal escondida en el interior de un cajón, terminando la exposición de Evelyn."
-Esta noche El Mercado Nocturno realizara una subasta de bines robados, la caja incluida- continuo explicando -por si sola no vale nada, pero su contenido es invaluable, por eso se que Grimm no la a abierto, o no la tendría rodeada de tantos delincuentes, menos venderla por pocos caracoles.
-¿Entonces tu plan es irrumpir en el mercado?- cuestiono Caleb, entendiendo las intensiones de Evelyn, pero poniendo en duda su razonamiento.
-¿Que?, ¿estas loco?, eso seria un suicidio- respondió Evelyn entre risas y enojo -la mejor oportunidad sera recuperar la caja antes de que llegue al mercado, mientras es transportada- dijo mientras quitaba la sabana de su mesa, mostrando figuritas de madera talladas con gran detalle -Grimm dejara su castillo y transportara su mercancía a través del barranco Costra Seca- hablaba mientras movía sus figuras en la maqueta para mostrar su plan -en cuanto lleguen al fondo los detendré con una e mis espectaculares actuaciones, y mientras estén distraídos, tu te escabullirás para extraer mi caja- mostraba la parte de Caleb con un pedazo amorfo e madera -en cuanto la tengas saldremos corriendo, y sera todo.
Caleb no sabia mucho sobre planes de robos, pero ese le parecía uno bueno, aun así no pudo evitar preocuparse.
-Parece que ya lo tienes todo planeado- dijo Caleb mientras veía a Evelyn inflar su pecho de orgullo -pero entonces, ¿porque me necesitas?
-Hay una ultima parte que no había logrado resolver- explico Evelyn -las carretas estarán cerradas con un candado mágico que adsorbe la magia de quienes tiene enfrente, volviéndolo mas fuerte a la vez que debilita a los ladrones, la única forma de abrirlo sin resultar dañado es usando la llave... o si el ladrón no tiene magia que perder- dijo de manera insinuante ante la mirada desconcertada de Caleb, quien finalmente había comprendido su papel en ese plan -en cuanto la misión este completa, borrare tu deuda y te enviare de vuelta a tu reino, ¿entonces que dices?... ademas, ¿quien puede negarse a esta carita tan dulce?- dijo mientras ponía ojos de cachorrito -bueno, no es como si tuvieras otra forma de volver de todos modos.
-Entonces supongo que no tengo opción, ¿verdad?- dijo Caleb con tono de resignación.
-No, y no hay tiempo que perder- le respondió Evelyn mientras lo tomaba de la mano para salir rápidamente de la torre y volar hacia el barranco Costra Seca.
Despues de un corto viaje, finalmente llegaron a su destino.
-Admira el barranco Costra Seca- exclamaba Evelyn con orgullo -habías visto alguna vez algo tan magnifico en tu vida.
-Definitivamente nunca he visto algo parecido- respondio Caleb sin saber como reaccionar ante el conjunto de rocas destrozadas que conformaban lo que a su parecer era un agujero en el suelo.
-Alguna vez fue la entrada de una mina llena de riquezas- Evelyn continuo su presentación, ignorando la incomodidad de Caleb -pero segados por su codicia y deseo de poder los antiguos brujos drenaron sus venas hasta que no quedo nada y finalmente colapso por su propio peso, ahora es solo una ruta utilizada por criminales, esas rocas reaccionan de maneras extrañas e impredecibles con la magia, se recomienda no usarla estando adentro, y en enfrentamientos cuerpo a cuerpo las espadas tienen la ventaja.
-Entiendo, como en "la batalla de la gruta", cuando Red Rogers aprovecha que Barba Sucia no puede usar sus cañones por temor a un derrumbe y lo reta a un duelo a espadas para...- Caleb detiene su narración al ver el rostro confundido de Evelyn -es solo una escena del libro que tomaste, dudo que esto sea tan fácil- dijo avergonzado.
-Ese tal Red parece listo, y si tu eres la mitad de hábil esto sera muy fácil- respondio Evelyn tratando de reanimarlo.
Ambos se sonrieron mutuamente, y parecían tener la intención de continuar hablando, cuando de repente el sonido de carretas llamo su atención, desde donde estaban lograron ver una gran caravana tirada por lo que parecían ser una combinación de arañas y unicornios dirigidos por seres y criaturas de aspecto temible.
-Es el momento- Evelyn comenzó a explicar el plan -tu te escabullirás por detrás y revisaras las carretas mientras que yo me encargo de distraerlos.
-Espera, ¿cual de todas?, hay como 10 carretas- cuestiono Caleb.
-No lo se- respondio Evelyn para despues justificarse ante la mirara molesta de Caleb -bueno, no es como si Hammer hubiera puesto un letrero "Cosas de Evelyn, no robar", toma esto- le dio un frasco marcado como "levadura explosiva -increíble para el pan, malo para el metal, coloca solo una pizca en la cerradura de los candados y deja que la levadura haga el resto, busca el cajón, saca la caja y corre, en cuanto estés lejos lanza el frasco al suelo y esa sera mi señal para irme.
-¿No debería saber al menos lo que contiene esa caja?- cuestiono Caleb.
-Es mejor si no, estaras mas seguro sin información que puedan sacar de ti- le respondio Evelyn con un tono entre la broma y la seriedad.
Al terminar la explicación ambos se miraron con determinación y comenzaron el plan.
Sin saber lo que les esperaba, el grupo de malhechores continuo su camino, hasta que fueron detenidos por una escena inusual, un minero anciano que tropezó frente a ellos, tirando todas sus cosas por todos lados; no parecía una amenaza, así que algunos de ellos bajaron de sus carretas para apartarlo del camino, pero el minero, claramente asustado, rogó por su vida, diciéndoles que podían llevarse todo lo que quisieran, mas les suplicaba que lo dejaran irse con una única bolsa que se veía pesada.
Guiados por sus instintos y mala voluntad, inmediatamente le arrebataron la bolsa y la abrieron para ver que contenía una enorme piedra; extrañados por esto, todos le exigieron explicaciones al anciano, quien al instante y con voz temblorosa les confeso que esa era la mejor piedra para sopa del mundo, lo que solo confundió mas a los presentes.
Impaciente por la demora, de una de las carretas bajo un enorme ser de apariencia porcina, era Grimm Hammer, quien con gran enfado le exigió a sus hombres una explicación, y estos inmediatamente le contaron sobre el minero y su piedra para sopa.
Incrédulo por lo que oía, Grimm Hammer les ordeno a sus hombres matarlo y seguir su camino, pero el minero volvió a suplicar por su vida, pidiéndoles una oportunidad para probar que decía la verdad, a lo que Grimm accedió pensando que sin importar que fuera verdad o mentira comería una deliciosa comida minera de un modo u otro.
Inmediatamente el minero junto algunas hierbas secas del camino y encendió una fogata, despues, mientras se quejaba del dolor de su espalda, pidió ayuda para recuperar su olla de metal que había quedado tirada, algo que hicieron por ordenes de Grimm.
Ninguno se había dado cuenta de que aquel minero era Evelyn disfrazada, quien los distraía para permitir que su compañero revisara las carretas, y mientras ella les pedía prestada agua para comenzar la sopa, Caleb coloco una pizca de levadura explosiva en el primer candado, se sorprendió al ver una pequeña explosión que lo abrió enseguida y despues entro en busca de los muebles de su compañera.
Mientras Caleb se movía a toda prisa tratando de encontrar la caja, Evelyn continuo pidiendo sal, carne y verduras para ayudar a que la sopa de piedra tuviera mejor sabor que si la comieran sin condimentos, todos estaban tan ocupados mirando sorprendidos como una piedra se utilizaba para hacer sopa, que nadie se percato de que el humano, se escabullía a sus espaldas.
Finalmente, Caleb encontró la carreta donde se encontraba el mueble de Evelyn, rápidamente abrió el cajón y encontró la caja hexagonal con un logotipo dorado en forma de ave, durante un instante pensó en abrirla y ver su contenido, mas logro contenerse lo suficiente para guardarla en su abrigo y salir de la carreta, pero al bajar se encontró frente a frente con uno grupo de tres brujos y demonios quienes le apunta con espadas y hachas al mismo tiempo que usaban ademanes violentos para pedirle que avanzara.
Viéndose en desventaja, Caleb obedeció sin poner resistencia y fue llevado al frente de la caravana, donde vio como Evelyn había sido descubierta, despojada de su disfraz y atada de manos frente a Grimm Hammer quien parecía muy satisfecho con la situación.
-Bueno, parece que ahora estas a mi merced, Evelyn El Ave Sin Nido- comenzó a decir Grimm entre gruñidos -sabia que si me llevaba tus preciados muebles tallados vendrías corriendo para recuperarlos, pero que trajeras una nueva mascota si fue una sorpresa, y es un humano nada menos, perfecto para abrir candados, me pregunto a que sabrá- decía mientras sujetaba y miraba la cabeza de Caleb.
-Basta Hammer- exclamo Evelyn enfadada -¿que es lo quieres de mi?, según tus normas de comercio sucio, yo podía intentar recuperar mis cosas.
-Lo que quiero es que tu... salgas conmigo- dijo Grimm mientras se arrodillaba con una caja de dulces en sus manos.
Tanto Caleb como Evelyn lo miraron con rostros de completa sorpresa y confusión, al mismo tiempo que los secuaces de Grimm alentaban a su jefe.
-Eres una mujer inusual, fuerte, intrépida, no temes ensuciarte las manos, y eso me parece muy atractivo- continuaba diciendo Grimm con un mal intento de voz seductora.
-La forma en que lo dices me dan escalofríos- interrumpió Caleb con un rostro crispado.
-¡Tu no te metas!- grito Grimm molesto, tomando a Caleb del cuello y sosteniéndolo en el aire -bien, ¿que me dices Ave Sin Nido?, La Artesana mas talentosa y El Comerciante mas temido de las Islas Hirvientes, podríamos ser una pareja millonaria- a Evelyn no parecía gustarle la idea -bueno, tampoco es como si pudieras negarte en esta situación.
Evelyn miro como Calep luchaba por soltarse de la mano de Grimm Hammer, luego miro a sus hombres armados y consiente de su situación tomo una difícil decisión.
-Esta bien Tibbles, tu ganas, solo quisiera decirte algo primero, acercate- ante la aparente derrota de Evelyn, Grimm acerco su oído para escuchar -vamos, acercate un poco mas... solo... si ahí esta bien... ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHH!- Evelyn grito con todas sus fuerzas, provocando que Grimm soltara a Calep para poder tapar su oreja adolorida.
-¡Aaahhh!, ¡bruja loca!, ¡sabes que mis orejas son sensibles!- decía enfadado mientras acariciaba su oreja y Evelyn se reía.
-Olvídalo, robaste mis cosas y luego me acorralaste en una trampa, no tendré una cita contigo- decía con arrogancia.
-Si no aceptas, no tendré otra opción que destru...- las palabras de Grimm quedaron incompletas al recibir un golpe en la cabeza que lo hizo desmayarse.
Mientras todos estaban distraídos por la escena, Caleb se había liberado, recupero el bastón de Evelyn, y noqueo a Grimm Hammer ante la mirada de asombro de todos los presentes quienes quedaron inmóviles por unos segundos.
-Tenemos que irnos, rápido- exclamo Calep mientras tomaba Evelyn quien aun tenia las manos atadas, ambos montaron el baston, y Caleb trato de volar aun sin tener idea de como hacerlo -¡abracadabra!, ¡abretesesamo!, ¡Shazam!- gritaba todas las palabras mágicas que conocía.
-¡Vuela Flapjack!- grito Evelyn al ver como Grimm se levantaba del suelo, haciendo que su bastón los elevara a toda velocidad.
-Ave Sin Nido, no volverás a escaparte- declaro Grim antes de usar su enorme fuerza bruta para perseguir a Caleb y Evelyn a través de las rocas del barranco.
Grimm no era rápido pero la inexperiencia de Calep los hacia maniobrar de forma erradicara, finalmente Evelyn logro liberarse y se giro para realizar hechizos en contra de su perseguidor.
-Dijiste que no debias usa magia en este lugar- exclamo Calep a manera de pregunta.
-Es una sugerencia, no una regla- declaro Evelyn tratando de mantener el equilibrio -tu vuela y yo disparo.
Y así, mientras Calep luchaba por mantenerse en el aire entre trozos de rocas inestables, Evelyn usaba su magia en contra del enorme demonio cerdo que los perseguía, algunos hechizos dieron en el blanco, pero la mayoría de ellos fueron absorbidos por las rocas, provocaron que estas brillaran de nueve colores distintos y causaran nueve diferentes efectos que sirvieron de ventaja y obstáculo para ellos.
Unas rocas brillaron de rojo y de la nada comenzó a escucharse una misteriosa música que parecía cambiar al ritmo de lo que sucedía, a no ser que lo que sucedía fuera causado por el ritmo de la música, cuando brillaban de violeta o verde surgían del suelo plantas gigantes o una extraña mucosidad que trataban de atraparlos, cuando los colores eran marrón o amarillo las rocas crecían o eran disueltas por extrañas sustancias liquidas, debían tener cuidado con los colores naranja y azul claro, pues cuando aparecían eran atacados por animales salvajes o por espejismos de estos y era difícil diferenciarlos, se sorprendieron con el color azul fuerte que pareció curarlos de sus lesiones, pero el que mas los confundió fue el color morado que les mostraba extrañas imágenes de sucesos que nunca ocurrieron en lugares que nunca habían visto antes, un gran expectación para todos los que lo vieron desde lejos.
Finalmente la luz morada les mostró una imagen de ellos mismos siendo derribados por Grimm con una bola de fuego, pero al percatarse de lo similar que era ese escenario con el actual, lograron esquivar el ataque y Evelyn contraataco, derribando a Grimm y finalmente escapando de él.
Mientras finalizaba la misteriosa musica, Caleb y Evelyn se emocionaron y celebraron por un momento, hasta que fueron atrapados por unas cuerdas que los secuaces de Grimm les lanzado, pues durante la gran persecución ninguno se habían dado cuenta de que habían volado en círculos y regresado al mismo lugar del que salieron.
Cayendo al suelo, rápidamente Evelyn volvió a levantarse creando círculos mágicos con sus manos, pero al estar al ras del suelo sabia que podían ocurrir cosas malas si su magia era adsorbida por las rocas, en eso pensaba cuando de repente ruidos de pelea comenzaron a oírse desde la retaguardia, era Caleb, quien con un tridente se abría paso entre los secuaces de Grimm para llegar con ella.
Evelyn se sorprendió de que el humano supiera pelear, pero este la saco de sus pensamientos para devolverle su bastón mágico, y rodeados tanto por tierra como por aire, ambos se dispusieron a combatir.
Los secuaces de Grimm se lanzaron contra ellos con hachas y espadas, pero como si se tratara de una danza Caleb y Evelyn lograban esquivar y contraatacar los diferentes ataques, algunos se desesperaban y trataban de lanzar hechizos, pero Evelyn usaba su magia para bloquear y usar la magia en su contra a la vez que trataba de que no tocara las rocas, mas era evidente que ellos no trataban de ganar y solo querían avanzar entre secuaces para llegar a un lugar en especifico.
Nuevamente fueron rodeados cuando de repente Grimm Hammer volvió a aparecer a sus espaldas, molesto y con su ropa semi-quemada.
-Humano tonto, ¿Quien te crees que eres?, te aplastare de un solo golpe- le decía Grimm a Caleb con su voz entre cortada por el cansancio.
-No te confíes tanto Grimm Hammer, yo soy El Gran Caleb Wittebane, adalid de la justicia... ¡Ahora comete esto tonto!- grito mientas lanzaba un frasco a la cara de Grimm, pero este solo lo esquivo.
-Jaja, fallaste- Grimm se burló, pero su inquietud volvió al ver la mirada llena de confianza en los ojos de Caleb.
El frasco que Caleb había arrojado era la levadura explosiva, la cual termino cayendo en la olla hirviente de sopa de piedra, esta comenzó a burbujear de manera violenta, llamando la atención de todos los presentes, quienes anticipándose al desastre, comenzaron a correr.
Una enorme explosión de sopa lleno el barranco Costra Seca, una distracción que aprovecharon Evelyn y Caleb para poder escapar, y mientras se alejaban volando, la voz de Grimm rompió el silencio que había quedado tras el caos.
-Me vengare Evelyn, juro que me vengare, en esta vida o en la siguiente- gritaba lleno de ira.
-¿Entonces... tu primer nombre es Tibbles?- le cuestiono uno de sus secuaces para romper la tensión, arrepintiéndose al instante cuando vio la mirada llena de ira de su jefe.
Despues de otro corto viaje, ambos regresaron a la torre exhaustos y cubiertos de sopa, Evelyn estaba tan casada que solo coloco su bastón contra la pared y se acostó boca abajo en su sillón.
-Bueno, eso fue un desastre, tendré que pensar en un nuevo plan- su voz apenas y se escuchaba entre los cojines.
-Podrías hacer eso, o podrías solo tomar la caja de mis manos- dijo Caleb mientras sacaba la caja de su abrigo.
Al escuchar eso, Evelyn miro de reojo, y al ver su caja recuperó todas sus fuerzas, quitándosela a Caleb de sus manos al mismo tiempo que lo abrazaba y le agradecía con mucha alegría.
Se detuvo un instante al preguntarle si había visto su contenido, pero Caleb le aseguro que no haberlo hecho, pero tras aquella aventura que habían compartido, Evelyn decidió que era justo mostrarle la razón por la que habían arriesgado sus vidas.
"Veras humano, hace siglos, mi gente se estableció sobre los restos de un titán caído, una criatura gigantesca y de un poder tan grande que nunca se extinguió, cada parte de su cuerpo tenia el poder controlar o de alterar las fuerzas de la naturaleza, lo que se reconoce como magia, y de esta, son cinco los elementos que ayudan a este fin, Tierra, Hueso, Bilis y Aliento son las mas abundantes y en su forma pura ayudan a los brujos y demonios a mejorar y fortalecer sus propios poderes, pero el mas escaso y poderoso de todos es La Sangre, un elemento mágico con el poder de abrir huecos en la realidad y cruzar hacia otros reinos- Evelyn abre la caja y de su interior saca un tuvo de vidria con una tapa en forma de búho, el cual parecía contener un liquido de un color negro azulado -El Reino De Los Demonios, el mio y El Reino Humano, el tuyo, están uno al lado del otro, por lo que es sencillo cruzar entre ellos- Caleb escuchaba con mucha atención y sorpresa esta explicación sin apartar la vista del tubo de vidrio que Evelyn sostenía.
-¿Eso es sangre de titán?- finalmente pregunto para quitarse sus ultimas dudas.
-Si, lo poco que logre conseguir- respondió Evelyn, continuando con su narración.
"Alguna vez hubo lagos enteros en las profundidades de las minas, pero con la codicia vino la escasez, y ahora tienes suerte si encuentras unas cuantas gotas, cuando estas caen en el agua, se forman portales temporales por los que cruzan toda clase de objetos extraños y criaturas despistadas, mis ancestros fueron mas listos, y construyeron arcos de piedra para cruzar de forma segura entre nuestros mundos, un frasco como este servia para abrir un portal por cuatro minutos mas o menos, pero yo- hizo una pausa dramática -he llegado mucho mas lejos".
En ese momento, Evelyn saco de su vestido una llave con un ojo, apretó el ojo y como si hubiera sido invocada, apareció flotando una caja de madera, y acto seguido, la caja aumentó su tamaño ante la mirada de Caleb, mostrando que era la puerta por la que había llego a ese mundo.
-Impresionante, ¿verdad?- decía Evelyn con evidente orgullo -una gran combinación de magia y mecanismos, y no es por presumir, pero yo misma talle a mano todos sus decorados, tomo bastante tiempo- continuaba hablando mientras Caleb veía la puerta mas de cerca en un intento de entender como funcionaba -pero aun no esta completa, no al menos hasta que agregue su fuente de energía- Caleb se detuvo y volvió a ver a Evelyn -esta cantidad de sangre solía mantener abierto un portal de piedra por unos minutos, pero con esto- decía mientras vertía la mitad de la sangre en el interior de la llave -este portal sera capaz de funcionar durante años de manera ininterrumpida.
Al terminar su discurso, camino hacia la puerta con la llave en su mano, la introdujo en la cerradura, y al momento de girarla un gran brillo lleno la torre, la puerta se abrió mostrando un extraño mundo lleno de cubos, pero la imagen se aclaro para mostrar un inmenso bosque verde.
-¿Es el mismo bosque?- pregunto Caleb maravillado por lo que veía.
-La geografía de nuestros mundos es muy diferente entre ellos, no quería terminar en la sima de un precipicio o en fondo del mar, así que construí una cabaña en tu mundo para que sirviera de ancla... como sea, un trato es un trato, tu deuda esta saldada, así que eres libre de irte.
Al escuchar esto, Caleb estaba a punto de marcharse, cuando fue detenido por Evelyn, quien inmediatamente tiro un balde de agua sobre de él y después lo seco usando su magia.
-Ahora si ya puedes irte, olías muy mal, así que considéralo mi regalo de despedida, hasta la vista humano- se despidió a la vez que le devolvió a Caleb su libro de Las Aventuras del Gran Marino Red Rogers.
Caleb permaneció un instante frente a la puerta pensando en la aventura que había vivido, comparándola con lo que vivía en su propio mundo, y sin saber que hacer miro la portada de su libro la cual mostraba a Red Roger frente a un cofre de tesoros, y luego, como si el destino le hablara, miro de vuelta a Evelyn quien se encontraba organizando un polvoriento baúl de ropa, y dejando que las palabras brotaran de un lugar e su joven alma que nunca se había atrevido a explorar, rompió el silencio.
-Mi nombre es Caleb- dijo llamando la atención de Evelyn -mira, no se como son las cosas por aquí, pero de donde yo vengo, no te vas hasta que pagas tus deudas, y no se tu, pero una caja vieja y un frasco con sangre suena muy poco como para pagar todo lo que use de tu tienda, ¿no lo crees?- dijo esto ultimo con nerviosamente y con un evidente rubor en sus mejillas.
-Bueno, si eso es lo que crees- comenzó a responder Evelyn con el mismo rubor en su rostro -creo que aun me debes un par de caracoles- vuelve a retomar su tono de confianza y altanería -si en serio quieres pagarme, puedes venir mañana y ayudarme con un par de trabajos.
-Trato hecho- dijo Caleb con una sonrisa mientras le estiraba la mano en señal de confianza.
Evelyn le dio a Caleb una hora y le dijo que para regresar solo tenia que tocar la puerta de la cabaña 7 veces, Caleb acepto y finalmente cruzo la puerta para volver a su mundo, en cuanto Evelyn cerro, Caleb trato de entrar nuevamente, pero tal y como se lo esperaba, sin la magia del portal aquella solo era una solitaria cabaña en medio del bosque.
Durante el camino de regreso, a su pueblo y a su casa, Caleb solo podía pensar en todo lo que había visto y hecho, parecía que se encontraba en un trance mientras ignoraba a todos aquellos con los que se encontraba en su camino, y al entrar a su casa solo podía pensar en la magia, las criaturas, las brujas y en Evelyn a la vez los comparaba con cada historia y relato que les habían contado desde su infancia, y por primera vez en su vida, Caleb se cuestiono sobre la veracidad de todo aquello, y de la justicia que alguna vez se enorgullecía de profesar, en eso pensaba cuando de repente su hermano Phillip entro a la casa, asustándolo y sacándolo de sus pensamientos.
Phillip se encontraba cansado, al mismo tiempo que trataba de contarle a su hermano lo cansado que había sido su patrullaje, e incluso trato de explicarle que habían aumentado los avistamientos de sucesos paranormales en la zona, lo que hacia sospechar de la presencia de una nueva bruja, pero Phillip corto su explicación al darse cuenta de lo distraído que se encontraba su hermano, pero este solo argumento que se sentía cansado y se disculpo para poder retirarse a dormir, pero Phillip lo detuvo de manera amenazante, se paro enfrente de él y observo de cerca poniendo a Caleb nervioso, pero sus nervios desaparecieron cuando Phillip le dijo que se alegraba de que hubiera tomado el baño que le había recomendado en la mañana, agregando que incluso olia mejor.
Aliviado, Caleb le agradeció a Phillip por su consejo y se despidió para irse a dormir, pues al día siguiente, él junto con otros cazadores realizarían la guardia de la mañana y esta vez si pensaba asistir, Phillip se alegro de escuchar eso y dejo a su hermano irse a descansar sin hacerle ninguna otra pregunta.
Calep se sentía mal de guardarle secretos a su hermanito, pero lo conocía perfectamente y sabia la manera en que reaccionaria si le decía que había una bruja viviendo en una cabaña en el bosque, si Evelyn era o no una amenaza eso aun no lo sabia, pero estaba dispuesto a averiguarlo, pero para eso necesitaba tiempo.
Y mientras Caleb subía las escaleras, Phillip lo miraba con curiosidad, había algo diferente en su hermano, no podía adivinar lo que era, pero sin darle mas importancia al tema camino a su cocina y encendió un poco de fuego para calentar la sopa de la mañana, en eso estaba cuando algo mas llamo su atención.
En la entrada de la casa, colgando en el perchero estaba el abrigo de su hermano igual que como siempre, pero en esta ocasión algo resaltaba, Phillip se acerco, y con mucho cuidado tomo algo de su espalda del abrigo, un largo cabello naranja.
El Fin del Comienzo, El Comienzo del Fin.
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No se como será el verdadero inicio y final de La Cada Búho, pero esta es mi versión basada en lo que me gustaria ver, veamos que tan equivocado estaba.
Escribí esto por diversión, y no planeo darle ninguna continuación, pero si alguien quiere puede incluir mi historia en su propio fanfic, solo no olviden darme crédito, gracias.
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