Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5

CASY

—Hola —se acerca a mi mesa y me saluda un hombre que jamás había visto en mi vida.

—Hola —respondo dubitativa, mientras bebo un sorbo de café negro. Está asqueroso, pero es lo que hay. Desafortunadamente no hay ningún Starbucks en San Pedro, por lo que tengo que conformarme con este café quemado y rancio que ofrecen los bares de este lugar. A veces desearía estar en Edimburgo y volver a sostener un vaso de café de Starbucks...

—¿Puedo sentarme con vos? —pregunta el hombre. Su cabello es de color rubio ceniza, teñido con algunas canas. Alrededor de sus ojos se pueden observar algunas arrugas, pero eso no hace que sus ojos celestes resalten menos. Sus labios son bastantes gruesos y su nariz... es ancha, pero al mismo tiempo perfecta, ya que encaja a la perfección con el resto de su rostro. Lo miro detenidamente y el color casi transparente de sus ojos me hacen acordar a... Hannah.

Observo su rostro y noto que... este hombre tiene un gran parecido a Hannah. Son prácticamente iguales. Mismos ojos, mismo color de pelo, misma piel blanca nieve, mismos labios...

Sacudo mi cabeza. Debo estar alucinando. Si, seguro es eso. Extraño tanto a Hannah que ahora cada pequeña cosa me recuerda a ella. Solo es mi mente intentando llenar el vacío que me produjo perder a la persona que me enseñó que volver a amar luego de que te hayan destruido el corazón es posible.

—Claro que sí —contesto, mientras sostengo la taza de café entre mis manos. El hombre toma asiento y me sonríe débilmente. Yo hago lo mismo y luego se instala entre nosotros un silencio sumamente incómodo, hasta que él decide romperlo:

—Te noté un poco... alterada cuando entraste al bar, ¿va todo bien? —pregunta el señor y su tono de voz y sus ojos me demuestran que está genuinamente preocupado por mí. Algo que me inquieta ya que no recuerdo haber visto a este hombre en mi vida antes. ¿Por qué está preocupado por mí un completo extraño?

—Em —si tan solo supiera como van mis cosas...

Se queda mirándome un rato, esperando mi respuesta, mientras yo medito si ser sincera o no con él. Escuché muchas veces que dicen que contarle tu vida y tus problemas a un completo extraño puede ser de gran ayuda. Sus consejos pueden ayudarte más que los de las personas que están a tu alrededor.

Tomo aire y me armo de valor, decidiendo seguir mi instinto y confiarle mi vida a este hombre del que ni siquiera sé su nombre. No me pregunten por qué, pero por alguna razón me da confianza, puede que sea su parecido a la persona que más amo en este mundo o puede que sea la calma que transmite... sea lo que sea, este hombre hace que por los próximos sesenta minutos le cuente todo lo que está ocurriendo en mi vida. Le cuento desde el accidente de mis padres hasta mi situación con Leo y mi amor por Hannah. Le cuento el miedo que tengo de mostrar mi verdadera sexualidad y la horrible persona que fui con la chica de la que estoy enamorada. Le cuento del contrato y de mis encuentros sexuales con Leo y el daño que estos me causaron, mientras él simplemente me escucha, mirándome fijamente y tomando pequeños sorbos de su té.

Cuando por fin termino mi extenso monólogo, este deja su taza sobre el plato y abre la boca para hablar.

—Esos son bastantes problemas para una chica tan joven como vos —es lo único que dice, a lo que le sigue una leve sonrisa.

Sonrío y, la verdad, que se siente bien. Hacía semanas que no sonreía así.

—Sí que lo son. No esperaba tener tantos problemas a los dieciséis años —me río.

—¿Dieciséis? ¡Sí que sos joven!. Yo a tu edad apenas sabía lo que era estar de novio con alguien, mucho menos estar enamorado —sonríe melancólicamente y mira hacia el costado, como si estuviera recordando un momento triste de su adolescencia.

Le sonrío y una parte de mi lo siente por él. Espero que de adulto haya cambiado esa situación y haya podido conocer lo que es el amor de verdad.

—Como sea, ¿querés que te diga mi opinión respecto a lo que me contaste? —pregunta, volviendo a mirarme y bebiendo otro sorbo de té.

—Adelante, por favor.

Traga saliva y sin previo aviso dice:

—Sos una estúpida.

En lugar de sentirme agredida por su elección de palabras, me largo a reír, sorprendida por su brutalidad y al mismo tiempo agradecida por esta. Quizás este tipo de honestidad era justo lo que necesitaba.

Sonríe al ver mi reacción y continúa:

—Es la verdad. Desde mi punto de vista lo único que hacés es arruinar todo lo bueno que te pasa. Parece que inconscientemente pensás que no sos merecedora de cosas buenas y menos de amor. Quizás me equivoco, pero, por lo que me contaste, esta chica de la que estás enamorada, lo único que quería era conocerte más y que fueras honesta con ella. Quería tener una relación seria con vos... nada del otro mundo. Quizás te haya resultado un poco insistente, pero, desde mi perspectiva, solo quería saber más de vos y eso no tiene nada de malo —hace una pausa, se remoja los labios con la lengua y continúa—. Creo que vos cometiste el error de no abrirte con ella y alejarla cuando lo único que quería era acercarse a vos. Y, con respecto a tu acuerdo con este chico, creo que sos la persona más idiota del planeta por hacer un contrato para dejarte maltratar por ese psicópata. Si en serio tenías ganas de descubrir lo que les pasó a tus padres, hubieras ido vos sola a Edimburgo y hubieras investigado por tu cuenta ¡y a la mierda! No necesitás a este chico a tu lado —vuelve a hacer una pausa y suspira—. Tampoco necesitas a ese grupo de "amigos" —hace comillas en el aire— como vos decís. Si en verdad fueran tus amigos, confiarías lo suficiente en ellos como para contarles esto que ocurrió con tu familia y sabrías que, por más que hayas arruinado tu relación con este chico en el pasado, ellos te van a seguir queriendo y te van a ayudar a que no te castigues por algo que ocurrió hace años. Pero si algo te dice que van a hacer exactamente lo contrario, entonces lamento decirte que no son tus verdaderos amigos y que entonces no vale la pena el sufrimiento por el que estás pasando —vuelve a detenerse y esta vez se acerca más a mí y envuelve mis manos con las suyas—. Parecés una gran chica, ni siquiera sé tu nombre, solo toda tu vida y tu edad —se ríe ante la situación y luego continúa—, pero parecés una excelente persona. Quiero que dejes de hacerte problema por todo. Tenés una tía que te cuida como si fueras su propia hija. Estás por viajar de vuelta a tu ciudad natal y poner fin a este misterio. Pero, sobre todo, tenés a alguien que te ama y que está tan enamorada de vos como vos estás de ella. Por favor no seas idiota y dejes pasar esta oportunidad. Muchas veces no vuelve a cruzarse en nuestro camino la misma persona dos veces. A veces sólo tenemos cerca a las personas que queremos un microsegundo, y está en nosotros aprovechar al máximo ese corto tiempo o desperdiciarlo. Hasta ahora lo único que vos hiciste fue desperdiciar tu oportunidad con esta chica y creeme que te vas a arrepentir. Te lo dice alguien que perdió la oportunidad de estar con la persona que más ama en este mundo y que está haciendo lo imposible por tener una segunda oportunidad con ella... —sus ojos comienzan a humedecerse y suelta mis manos para poder agarrar un pañuelo de su bolsillo.

Suspiro. Intentando procesar todo lo que acabo de escuchar. Este hombre acaba de decirme exactamente lo que necesitaba escuchar. Es increíble lo sabio que resultan ser los extraños.

—Si me permitís preguntar... ¿Quién es «ella»?

Me mira y luego cierra los ojos, como si recordarla le doliera más de lo que me duele a mí recordar a Hannah.

—Mi hija.

Me inclino un poco hacia atrás y dejo la taza de vuelta apoyada sobre la mesa.

Guau, jamás pensé que fuera a mencionar a su hija. Creí que se refería a una mujer, a su esposa, o a una ex novia. Sin embargo, me parece hermoso que la persona que más ama en este mundo sea su hija. Me recuerda a mi papá en cierta forma; mi hermano y yo éramos lo más importante de su vida. O al menos eso solía decirnos.

Un sentimiento de nostalgia me invade inmediatamente al recordar a mi padre. «Cuanto te extraño papá».

—Ou —es todo lo que se me ocurre decir.

—Hace unos meses tomé una decisión que nunca debería haber tomado —continúa el hombre que tengo enfrente— y eso hizo que la pierda... que pierda a mi niña para siempre —agacha la cabeza y se suena la nariz con un pañuelo descartable.

—Lo siento mucho, debe haber sido muy duro —digo y le ofrezco una sonrisa reconfortante.

Él me sonríe y luego se limpia las lágrimas de sus ojos.

—Lamento haberte molestado, sólo que... —para y me mira detenidamente un buen rato— me recordás mucho a ella y... no sé... cuando te vi sola y angustiada... quise acercarme —confiesa.

Abro un poco los ojos y luego frunzo el ceño, sorprendida por lo que acabo de escuchar y, a su vez, alagada.

—Oh

—Sí, perdón, yo—

—No tenés que disculparte. Sólo me sorprendió. Gracias por preocuparte por mí —le regalo una cálida sonrisa y apoyo una mano sobre su antebrazo y lo acaricio.

Me mira y me sonríe también y, por alguna extraña razón, este resulta ser el momento más lindo de mi día.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro