Lisa fue empujada de golpe hacia el interior del templo personal de JooHyun, recuperó el equilibrio para no caer directo al suelo, mientras la Diosa mayor cerraba la puerta sobre sus espaldas.

—¿Estuvo linda tu escapada, cielo? —preguntó JooHyun con ironía, Lisa no respondió—. Espero que estés contenta con lo que lograste, ¿Estás feliz de haber destruido toda la humanidad por un paseo estúpido?

—No fuí yo... Tú hiciste eso —replicó Lisa, en voz baja—. Tú los lastimaste, tú mataste miles de Humanos, tú destruirte el mundo que deberías cuidar... No fui yo, me me culpes por tus acciones.

JooHyun apretó la mandíbula ante sus palabras, notó como presionaba su lengua contra su mejilla, en un gesto que daba bastante miedo, pero Lisa no se iba a dejar intimidar.

—Si, yo lo hice, ¿Y qué? —la mayor se encogió de hombros—. Puedo hacerlo, puedo crear y destruir todo lo que quiera, porque soy la que hizo todo esto, ¿Recuerdas?

—No lo hiciste todo, JiSoo me lo dijo —dijo, estaba enojada y su tono de voz comenzaba a elevarse —. Solo eres una egoísta, una enfermera del poder... JiSoo es justa y buena y humilde, es mucho mejor que tú.

>> Y-y ella podría destruirte si quisiera. —añadió, JooHyun se acercó a ella, intentó con todas sus fuerzas no retroceder, no debía mostrarse intimidada, porque estaba cansada de todo aquello, estaba cansada de ser la débil, de no poder hacer nada.

JooHyun era la mala en todo esto y debía pagar de alguna manera, creía que si se mostraba sin miedo podría tener una mínima oportunidad de lastimarla.

—Ah, ¿Si? —preguntó—. ¿Qué más aprendiste, Lalisa?

—No eres nadie para hacer sufrir a otros —Lisa la miraba con el ceño fruncido, apenas a centímetros de su rostro, ignorando la altura de la Diosa Creadora, quien apretaba su mandíbula—. Ya sé toda la verdad, el como usas el Mundo de Abajo como algo horrible, como una amenaza, ¿Qué va a pasar cuando el resto de los Dioses se entere que es un Mundo mucho mejor que este? Principalmente porque no estás tú... Eres una pésima líder, te van a abandonar y vas a quedar sola pa-... —sus palabras fueron interrumpidas cuando un golpe en el estómago la dejó sin aire.

Rápidamente fue empujada con fuerza por la Diosa Mayor, haciendo que terminara en el suelo, y JooHyun la viera con desdén desde arriba mientras intentaba respirar a bocanadas.

—¿Quién te crees, Lalisa? —dijo, con aquella voz grabe que no pudo intimidarla, sino que solo le generó más odio—. Sólo eres una cara bonita, sólo has ocasionado un desastre en los tres Mundos y aún así... ¿Sigues creyendo que puedes hacer algo contra mí?

—E-Eres una mala líder... —continuó—. Eres una pésima Diosa, eres mala, eres un asco de-... —JooHyun no tuvo piedad ni interés en escucharla, aprovechando su postura en el suelo, propinó una patada a las costillas de la linda y joven Diosa, haciéndola gritar.

—Voy a preguntar de nuevo, Lalisa... ¿Quién te crees?

Lisa no respondió, unas lágrimas de dolor aparecieron en sus ojitos.

—Eres solo una Diosa bonita, ni siquiera eso en realidad, te creíste tan fácil que eras una Diosa, eres una joven ignorante... Te cree solo para ser bonita, y solo para tenerte conmigo, solo para hacerme compañía porque estaba aburrida... ¿Sabes lo que es eso?

—Soy más que eso... —murmuró, JooHyun sostuvo sus mejillas con mucha fuerza, alzando su cabeza del suelo ligeramente para que la mirara, haciendo que su rostro doliera.

—¿No entiendes aún?

Lisa no sabía qué tenía que entender.

—Te dije que eras la Diosa de Todo lo Bello... Pero tal cosa no existe, lo Bello ni siquiera existe, es una concepción creada por los humanos y nada de lo que ellos crean es real, porque no tiene el poder de crear algo como yo ¿Nunca pensaste en eso?

>> No hay nada que sea Bello, las cosas no son bellas, son cosas y punto... Igual que tú.

—N-No me interesa ser la Diosa de nada, así que no me importa si lo Bello existe o no. —dijo, se notaba el enojo en sus ojitos, aquellas estrellas temblaban de furia.

JooHyun soltó sus mejillas para abofetearla, haciendo que un ligero sollozo escapara de sus labios.

—Te creé solo para que seas una cara bonita, y solo para hacerte mía, porque me perteneces, Lalisa, te dije desde el primer momento que yo era tú Diosa... No eres una Diosa, no puedes ser una Diosa de algo que no existe, tonta... Es tan fácil mentirte, caes tan inocentemente en todo que es encantador, Lalisa.

—P-Pero yo... —temblaba, sin poder entender, ella era la Diosa de Todo lo Bello, y todos le decían lo mismo—. Las luciérnagas y los atardeceres...

—¿Pero qué? ¿Solo porque te dí el poder de hacer animalitos con luces crees que te hace ser la Diosa de algo? Podías ser la Diosa de las Luciérnagas en ese caso, pero ¿Para qué quiero yo una de esas? Solo quería algo bonito para divertirme, algo bonito para follar... —JooHyun soltó una carcajada, vió a la joven Diosa temblar y las lágrimas que escapaban de sus ojos y sonrió—. ¿Vas entendiendo, niña bonita?

JooHyun se colocó a horcadas sobre ella, para acariciar su mejilla, aquella que había golpeado y estaba de un fuerte color rojo, un río de lágrimas la surcaba.

—No me toques —Lisa la apartó de un empujón, JooHyun tomó rápidamente sus muñecas y las sostuvo con fuerza sobre la cabeza de la castaña, pegándolas al suelo, la castaña pateó para que la soltara, cansada de ella soltó a la menor para volver a golpearla en su estómago varias veces, hasta que Lisa no pudo moverse del dolor y la falta de aire, hasta quedar hecho una bolita en el suelo mientras lloraba.

JooHyun se apartó de ella con un suspiro pesado, estaba agitada, sus brazos estaban agotados y sus puños adoloridos por aquello.

La escuchó murmurar algo, y se acercó a ella para entender mejor, al sentir su presencia Lisa comenzó a temblar aún más, cerrando sus ojitos con fuerza mientras decía:

—R-Rosie, Rosé... Hazlo por Rose-anne... —susurraba, como un aliento para sí misma.

—Oh... —JooHyun recordaba ese nombre—. ¿Así que conociste a una Diosa Muerta? No me sorprende... Ese lugar esta lleno de basura.

Lisa sabía qué no había ninguna basura allí, pero no tenía energía para responder.

—¿Es ella quien te ha usado antes que yo, verdad?

Lisa no habló, negó ligeramente, porque Rosé nunca jamás en todos los tiempos la podría haber usado.

—¿Crees que no ví esas marcas en tu cuello? ¿Crees que no me iba a dar cuenta?

>> Conozco tu cuerpo, Lalisa, y debía ser la única en conocerlo, pero ahora estás usada y corrompida de mil formas, no solo en cuerpo, tus pensamientos están tan mal que son horribles, y has incumplido mis órdenes... —negó chasqueando su lengua, haciendo un ruido molesto, se alejó de su cuerpo con lentitud, mientras caminaba en círculos alrededor de ella—. ¿Crees que me sirve algo así? Es vergonzoso, debería darte vergüenza tu estado.

Lisa seguía sin responder, solo permaneció allí abrazando su estómago y escondiendo el rostro en sus rodillas.

—Primero huyes, me desobedeces, causas la muerte y sufrimiento de millones de humanos, un desastre en todos los mundos, te usan, te tocan y te estrenan, y luego vuelves con el descaro de desafiarme... Y a demás de que me culpas de muchas cosas —JooHyun se paseaba caminando en círculos frente a ella—. No sé qué hacer contigo... No puedo desterrarte porque es lo que más deseas, y no puedo verte aquí porque ya no me sirves para nada, podría torturarte por la eternidad pero tenerte aquí es una amenaza constante.

La miró solo para encontrar los fríos ojos de la Creadora.

—No me dejas otra opción —JooHyun hablaba con un falso tono de pena—. Nunca tuvo que hacer esto con ningún Dios antes... Tendré que destruirte.

Lisa no sabía cómo reaccionar, pero por segunda vez y última en su existencia la vió alzar su mano frente a su pecho, hasta que aquellos hilos de luz surgieron y bailaron frente a sus ojos, los vio con pánico mientras sentía como si aquellos tiraran su corazón hacia afuera, quitaran su aire y cada vez sintió más frío y cansancio, su mirada se nublaba mientras su alma, su esencia, huía de sí en ondas de luz que se perdían por la habitación.

‹‹Ve con Rosé... Ve lejos...›› pudo pensar, como su último esfuerzo, aquellas ondas de luz se rompieron en pequeños puntitos luminosos, como luciérnagas, y fue lo último que vio del universo antes de deshacerse en aquellas pequeñas criaturas.

¡Gracias por leer!

—🌷