O13. hold me tight.
—HyunJin... ¡HyunJin, detente!
La mano de SeungMin rodeó su brazo y lo hizo voltear, el joven Dios usó todos sus esfuerzos para esconder sus lágrimas, aunque no funcionó.
—HyunJinnie... ¿Qué pasa? —los brazos de Seung rodearon su cintura, atrayendo su cuerpo hacia el de él, el castaño tenía la cabeza baja, las manos del otro Dios acunaron su rostro con suavidad, para llevarlo a su pecho y abrazarlo, dejando que la suave mejilla del menor reposará sobre los latidos de su corazón—. ¿Qué ha dicho MinHo?
HyunJin dudó en responder, seguía dolido por todo.
—Que no puede hacer nada... Que debo arreglarlo yo.
SeungMin permaneció en silencio, HyunJin temblaba ligeramente del esfuerzo que hacía para no llorar.
—¿A dónde ibas? —preguntó Seung finalmente, pero el Dios de Todo lo Bello no habló, abrazando a Jiniret más cerca de si para mantener el control—. HyunJin, ¿A dónde estabas yendo? —volvió a preguntar, su voz era tan grave y suave y tranquila que el menor quiso abrigarse en ella por siempre.
—A-al Mundo de Arriba... Dónde debería estar. —respondió, su labio dolía de haberlo mordido tanto.
—No, escúchame, no debes ir allí —SeungMin alzó su rostro para mirarlo, aquellos ojitos tan alegres y cargados de brillos que había conocido ahora estaban muy lejos de aquel par llenos de lágrimas y tristes que veía, parecía que aquella alegría había desaparecido, y un amargo sentimiento apareció en su pecho, junto con un apretón sobre su corazón—. No volverás a ese lugar, ¿Sí? Podemos resolverlo de otra forma, podemos pensar en algo más.
—Pero... Tus humanos, y JiSung y C-ChangBin y-y tú... Y MinHo también... —habló entre llanto y balbuceos—. Y y-yo... Desde que llegué aquí solo fueron desgracias, solo han pasado cosas malas... En todos lados, y yo no puedo ser feliz sabiendo que otros están sufriendo... ¿No ves? —ladeó su cabeza, su largo cabello medio rizado se pegaba a sus mejillas, a sus lágrimas, y a SeungMin le rompía por dentro verlo llorar—. Y cada vez que estamos juntos tú no sientes dolor de los humanos, pero eso no significa que no estén sufriendo también... ¿No crees que está mal? Sólo... Esconderte conmigo siendo que yo soy la causa de todo esto, m-me hace sentir c-culpable —añadió, se tomó un momento para respirar mejor—. Al final sería igual que Christopher... Hago que otros sufran para que yo no lo haga, y eso es egoísta y malo... Y-Yo no quiero ser así. —negó suavemente.
—No eres así, Hyun, no eres malo ni egoísta —murmuró SeungMin—. No eres como Christopher, por todo los Dioses, no-...
—¿Entonces por qué todo lo que hago parece ser así? —cuestionó—. ¿Por qué todo me hace sentir que lo soy?
El otro Dios no tenía qué responder, limpió con sus pulgares esos ríos de lágrimas que recorrían las rosadas mejillas del menor, quien no paraba de llorar, por más que se esforzara, su labio inferior lucía maltratado y muy rojo debido a morderlo tanto de los nervios, SeungMin no pudo evitar mirarlo, ni tampoco contenerse cuando acortó la distancia entre aquellos dulces labios y los propios, besando suavemente en movimientos pequeños y delicados, sin querer lastimarlo más, cerrando sus ojos para sumierse en las cosquillas de su estómago y embriagarse en el vértigo que le provocaba aquel contacto con tan hermoso Dios.
HyunJin estaba sorprendido por el beso pero no podría apartarlo, nunca, se dejó caer en las sensaciones igual que su compañero, hasta sus lágrimas pararon debido a esa cálida sensación en su estómago, y aquella electricidad que recorría su cuerpo, adormeciendo todo solo para sentir los labios de SeungMin sobre los suyos.
Al separarse del beso suspiró de forma enamorada y sus ojitos, de nuevo brillantes y dignos de admirar vieron a aquellos oscuros orbes del mayor, los brazos de SeungMin lo abrazaba con firmeza y rogaba que no lo soltara nunca.
—Prométeme que no te irás —susurró Seung—. No volverás allí, podemos pensar en otra cosa.
HyunJin asintió solo por reflejo.
—Prométemelo. —volvió a repetir SeungMin, mirando a aquellos lindos ojitos.
—Lo prometo. —murmuró, y SeungMin asintió para alejarse de él un poco más, vieron a Jiniret, que seguía en los brazos del castaño, saltar hacia el suelo y comenzar a correr en círculos alrededor de ambos, haciéndolos reír.
Jiniret sentía las emociones de HyunJin, y todo el beso había sido demasiado para él, su cuerpecito no aguantaba la emoción.
SeungMin tomó su mano con suavidad, para volver caminando juntos hacia donde estaban.
—JiSung me estaba hablando de ChangBin, y de lo que pasó con Christopher... Una persona como él no debería reinar en ninguno de los Mundos. —dijo, por su tono de voz, sonaba enojado.
—Pero no pueden hacer nada contra él. —murmuró HyunJin por lo bajo.
—No estando solo —dijo SeungMin—. Pero si son muchos... Ganarían por cantidad, es una técnica que los humanos han usado durante miles de años y es lo que siempre los ha ayudado a sobrevivir.
>> Sabes que los Dioses somos solitarios —añadió—, tenemos que aprender de ellos y trabajar juntos.
HyunJin alzó sus cejas sorprendido, en verdad no tenía idea de cómo podría lograr sacar a Christopher de la posición de gobernante en la que él mismo se había puesto.
Por primera vez desde su llegada, JiSung lo miró a los ojos y le sonrió, se notaba más calmado, aún así, el castaño no pudo evitar apretar la mano de SeungMin con más fuerza.
—En los últimos milenios, Christopher se ha debilitado —dijo JiSung—. Lo conozco desde hace mucho, y fuí su primer Dios, lo he visto cambiar desde entonces, en estos últimos años él se cansa muy rápido, incluso cuando creó a HyunJin, su último Dios, terminó agotado.
—¿En serio? —preguntó el menor.
—No dejaría nunca que lo vieran así, pero conmigo tiene otro tipo de confianza —dijo, negando levemente—. Tuvo que recargar energías tanto del Sol como de la Luna, y luego de que unos humanos enviaran ofrendas y él las aceptara todas se sintió mejor —contó—. Pero ahora, luego de hacer tantas catástrofes... Debe estar exhausto, y no ha descansado nada, ChangBin no puede ayudarlo tampoco, está débil y es algo que deberíamos usar a nuestro favor.
—¿Cuál es tu idea? —preguntó SeungMin—. ¿A dónde lo quieres llevar? ¿Qué hay que hacer?
—Primero... Hay que conseguir que los demás Dioses ayuden, no creo que tengan muchas razones para no hacerlo —dijo, suspiró pesadamente—. Y luego ... Podríamos traerlo hasta el Inframundo, pero eso sería casi imposible, tiene la entrada prohibida aquí, lo mismo pasa con MinHo al Mundo de Arriba.
Suspiró pesadamente, acomodó su cabello hacia atrás.
—Sólo sé que hay que sacarlo del Mundo de Arriba... Si lo traemos al Mundo de los Humanos, MinHo tiene control allí también, él debería ayudarnos, él debería volver a tomar el control de todos los mundos.
—MinHo me dijo que no quiere tener nada que ver con hacer una guerra contra su hermano —dijo HyunJin, y notó aquel brillo en los ojos de JiSung apagarse un poco—. Lo siento.
—No, no, está bien... Solo hay que pensarlo un poco más —dijo aquel Dios del Sol, sonrió de forma hermosa, luego aquella sonrisa flaqueó y se acercó un poco más al joven Dios de Todo lo Bello, para hablar con suavidad y mirarlo a los ojos—. HyunJin, quería disculparme por como te he tratado, no debí perder los estribos de esa manera.
HyunJin negó con ganas.
—No, no, no... Tenías razón.
—No, no la tengo —JiSung se encogió de hombros—. No eres un mal Dios, y entiendo por qué te fuiste, no es tu culpa, desde que llegaste Christopher ha tenido una relación algo... Especial contigo, y yo tampoco lo hubiera soportado mucho tiempo —admitió—. En verdad admiro mucho tu valentía y lo inteligente que fuiste para huir, ningún Dios se ha animado a tanto.
HyunJin sonrió levemente.
—Gracias —murmuró—. Intentaré dar lo mejor de mí... Para que esto se resuelva. —añadió, y JiSung sólo asintió.
Continuaron hablando de lo que podrían hacer, SeungMin tenía muchísimas preguntas, y JiSung no tenía tantas respuestas, HyunJin tampoco podía aportar ninguna, así que se mantuvo callado todo el rato, con Jiniret muy cerca de él, porque aún estaba sensible y el conejo lo sabía por más que él quisiera disimularlo.
Con cada caricia de SeungMin sobre su mano recordaba el beso, y su corazón se aceleraba, como si mil pajaros volaran sobre su pecho hacia su estómago, dandole cosquillas, agitando sus latidos y haciendo que sus mejillas se coloreen de rojo, ya no se creía capaz de mirarlo a los ojos de nuevo sin tener la necesidad de volver a besarlo.
Cuando la charla terminó ya había oscurecido, el Sol de JiSung aún tenía ese tono azulado que no era normal.
—Está cansado —dijo el rubio, con el Sol entre sus brazos—. Ha estado buscando a la Luna desde que llegué, no ha dejado de brillar para encontrarla —contó, él también sonaba cansado—. La Luna brilla por el reflejo del Sol, ¿Sabían? Entonces ha estado brillando de más para ver si la encuentra, a ver si esta brilla con él.
Notaron en seguida las lágrimas del rubio en sus mejillas, JiSung las limpió rápidamente.
—Solo espero que cuando vuelva, ChangBin siga... Despierto, ¿Saben? —murmuró, ninguno de los dos pudo responder con algo bueno, así que no dijeron nada—. SeungMin, ¿Podría ir a dormir un rato? Estoy muy cansado.
—Pero-... —HyunJin habló, para luego callarse, y pensar en cómo preguntar—. ¿No sería peligroso? —dijo, bajito.
—Si descanso ahora, no tanto —dijo JiSung, con una sonrisa leve —. Casi siempre el Sueño Eterno sucede cuando se sobreesfuerzas, por eso, ya llevo despierto mucho tiempo y ya me está agotando, si voy a dormir ahora puedo controlar mejor cuándo voy a despertar. —explicó.
SeungMin respondió a su pedido con un asentimiento y JiSung se levantó para ir hacia la cabaña, dejando a los dos solos, casi inmediatamente que la puerta se cerró, Seung abrazó la pequeña cintura de Dios menor y lo llevó hacia él suelo, para recostarse sobre el césped mientras el joven tenis una sonrisa casi tan brillante como sus ojos.
SeungMin besó la mejilla del castaño con ternura, dejando sus labios sobre la suave piel del menor por unos cuantos segundos, HyunJin quiso que no se apartara nunca.
—Nunca te lo dije... Pero aprecio mucho que estés aquí. —murmuró SeungMin, con aquella voz grabe y hermosa que hacía temblar hasta los huesos del pequeño Dios.
HyunJin se ruborizó enormemente, se volteó para ver aquellos oscuros ojitos que parecían mirarlo como la cosa más hermosa de toda la creación, sus narices de rozaron al acercarse de nuevo y entrecerró sus párpados para volver a besarlo de nuevo, pero el contacto fue interrumpido cuando escucharon pasos corriendo hacia ellos, sintieron el suelo temblar, SeungMin fue el primero en notarlo y se apartó de él bruscamente, haciendolo sentir un poco mal, pero al ver a los pocos segundos a aquel Dios de cabello casi blanco y ropas negras como la más pura oscuridad, montado sobre un caballo que parecía brillar en color plateado, un único cuerno se notaba sobre su cabeza.
HyunJin estaba confundido, conocía a los caballos porque eran criaturas que tenían los humanos que él solía ver, pero los caballos no tenían cuernos.
Debía ser alguna creatura que el Creador había rechazado, por ello estaba allí, después de todo, el Mundo de Abajo era el basurero de las otras tierras.
—Dios de Todo lo Bello, HyunJin —dijo aquel rubio platinado, su voz le dió miedo pero asintió—. MinHo solicita tu presencia, urgente.
HyunJin se tomó del brazo de SeungMin, quien al verlo tan asustado sonrió con ternura.
—Es Felix, te hablé de él, es el compañero de MinHo, si está aquí es porque es importante —el Dios de los Humanos dejó un beso en su frente, antes de levantarse y luego ayudarlo a ponerse en pie—. ¿Quieres que te acompañe?
—Por ahora solo necesitamos la presencia de HyunJin —dijo Felix, su tono era tan serio que el castaño temblaba—. Y no puedo llevar a tres en el unicornio, le rompería la columna.
SeungMin rió un poco, HyunJin murmuró en su oído para que le preguntara qué quería, no se animaba a hablar.
—HyunJin pregunta que qué quería. —dijo Seung, abrazó al menor en un intento de que se sintiera más protegido de aquel extraño para él, aunque sabía que no le haría nada, funcionó.
—El Oráculo ha despertado y solicita la presencia de HyunJin —dijo el rubio, los ojos de SeungMin de abrieron ampliamente—. JeongIn, despertó y lo primero que dijo es que tenía que verte, especialmente a tí, HyunJin.
>> Conociendo los poderes de JeongIn, quiere hablarte del futuro, de tu destino.
>> Si ese chico te conoce incluso recién despierto, es porque en verdad eres muy importante.
AHORA ES QUE SE VIENE LO BUENO KRAJO.
¡Gracias por leer!
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