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El Terrible Efecto De La Pócima 😱

El precavido de Ranma tuvo la idea de llevarse a Ryoga, a un terreno donde habían dejado, un gran container. Lo arrojó hacia adentro y aseguró las puertas con la cadenas de Mousse.

- será mejor, qué me quedé a vigilarlo -,no vaya hacer, qué el idiota se despierte y regresé a la casa –dijo Ranma preocupado.

Saltó encima del container y se sentó cruzando los brazos. Aunque le costará un poco, tendría qué vigilar a Ryoga, durante toda la noche.

- ¿vaya qué será lo qué le ocurre al idiota de Ryoga? -se preguntaba Ranma.

Poco a poco empezó a cerrar los ojos de sueño y cansancio. Las pestañas le pesaban mucho, hasta qué finalmente se durmió sentado. Pero para su mala suerte, empezó a llover fuertemente. Inmediatamente se despertó, al sentir la lluvia cayendo en su cuerpo. Pero a pesar de estar mojada, empezó a sentir mucho calor, en todo su cuerpo. Sobre todo en su entrepierna.

-qué mal momento, para qué llueva -dijo Ranma quejándose.

Empezó a jadear sin saber porqué, sentía su cuerpo arder. Sus senos empezaron a endurecerse y sentía qué le ardían las mejillas.

-¿qué me está pasando? -preguntó en voz entrecortada.

De pronto Ryoga se despertó y pateó la puerta abriéndola. Por tal acción Ranma cayó hacia el suelo. Volteó asustada, al ver a su rival parado mirándola fijamente.

-¡Ryoga! -gritó Ranma con voz temblorosa.

-vaya tú eres la más hermosa de todas -dijo Ryoga, mirándola con lujuria.

Al ver a Ryoga le temblaron las piernas y se levantó con dificultad. Sabía qué tenía ventaja sobre Ryoga, pues si salía se convertiría en cerdo. Sentía fuertes cosquilleos, en su zona genital, al sentir la intensa mirada de Ryoga.

-¿Ryoga por qué no sales de ahí? -dijo Ranma, respirando con dificultad.

Él chico la miraba, lamiendose los labios. Cómo si mirará un apetitoso banquete. Podía apreciar bien sus atributos, pues toda su ropa estaba apegada a su cuerpo, por causa de la lluvia. Ranma también miraba de diferente manera a Ryoga, sus ojos se posaban en sus fuertes brazos.

-¿qué pasa Ranma, nunca habías visto a un hombre? -preguntó Ryoga burlón.

Aunque Ranma trató de desviar la mirada, por el comentario de Ryoga. Le era imposible, era como si Ryoga fuera un imán para ella. Qué le atraía en contra de su propia voluntad. Ryoga se daba cuenta de qué Ranma, lo miraba también con intenso anhelo.

- si quieres puedes tocarme -dijo Ryoga con voz seductora.

Ranma cerró los ojos avergonzada, tratando de romper el encantó. Pero en su mente se dibujaba, el fuerte pecho de Ryoga. Sacudió su cabeza tratando de borrar tal imagen.

-qué hermosa vista me estás dando Ranma -dijo Ryoga con voz burlona.

Al sentir la intensa mirada de Ryoga en su cuerpo, sin darse cuenta su interior empezaba a mojarse.

-«¿porqué estoy sintiéndome así, frente a Ryoga?» -pensaba Ranma extrañada.

Sus ojos bajaron hacia abajo y pudo ver la gran ereccion de Ryoga. Sintiendo el peligro, decide irse de ahí rápidamente. Sin decir nada, se da la vuelta para marcharse, se sentía medio mareada. Ryoga al ver qué la pelirroja se le escapaba, la atrapa con la cadena.

-¡aaaa! -grita Ranma, al sentirse envuelta por las cadenas.

Ranma cayó fuertemente al piso, para su consternación. Totalmente inmovilizada, era jalada de las cadenas por Ryoga, hacía el container.

-¿por qué te vas Ranma, si la fiesta todavía no termina? -preguntó Ryoga riendo.

-¡suéltame Ryoga, déjame ir! -gritó Ranma nerviosa.

Pataleaba pero todo era en vano, pues la cadena la aprisionaba. Al meterla en el container, le quitó las cadenas. Ranma al sentirse libre, se sobo sus adoloridos brazos.

-¡eres un animal Ryoga, me duele mucho los brazos! -dijo Ranma quejándose.

-lo siento damisela -sonrió burlón Ryoga.

Y camino lentamente hacia ella, Ranma quería escapar, pero su cuerpo no respondía. Se sentía muy agitada como si hubiera corrido.

-¡no te acerques a mí cerdo! -gritó Ranma.

-¿por qué tu voz suena tan temblorosa Ranma? -preguntó Ryoga con malicia.

Ranma retrocedía lentamente hacia una esquina, pues estaba un poco oscuro. Ryoga caminaba guiado, por el sonido de la agitada respiración de Ranma. Al llegar a ella la voltea de espaldas, aprisionandola con sus fuertes brazos, por la cintura. Ranma sintió estremecerse todo su cuerpo, por la cercanía de Ryoga. Le empieza a besar su delicado cuello, hasta llegar hasta su oreja. La abrasaba fuerte y posesivamente. Ranma sin poder evitarlo emite un fuerte gemido.  Avivando así la latente lujuria de Ryoga.

-hueles exquisito Ranma-dijo Ryoga en un tono ronco,en su sensible oído.

-¡ahh! -gimió Ranma.

Ella no entendía qué pasaba con su cuerpo, qué se derritia con los besos de Ryoga. Sentía qué se le iban las fuerzas, para librarse de su fuerte agarré. Ryoga sonría satisfecho, al sentir el cuerpo de Ranma temblar con sus besos.

-te cuento un secreto, a mi me encantan las pelirrojas -dijo Ryoga, haciendo ahínco en la palabra pelirroja.

Ranma se puso colorada al escucharlo, pues le estaba dando a entender qué ella le gustaba. Sabía qué debía sentir infinito asco, al ser abrazada por su eterno rival. Pero al contrario sentía un cierto placer, al tenerlo tan cerca de sí. Ryoga sonreía satisfecho, al sentir su cuerpo junto al de Ranma. Ardía de deseos por acariciarla por todas partes. Deslizó ansioso sus manos hacía sus senos. Los apretaba con cierta brusquedad, disfrutando de su suavidad.

-vaya tus pezones están duros -dijo Ryoga apretando sus pezones.

-¡aaah! -gritó Ranma quejándose.

-trataré de ser más dócil contigo -dijo Ryoga burlón.

-¡no me toques los senos! -regaño Ranma.

-son tan suaves como la seda -halago Ryoga fascinado.

-¡suéltame cerdo! -dijo Ranma con dificultad.

Se sentía ardorosa al sentir las manos de Ryoga, en sus sensibles senos. Estaba disfrutando los masajes de Ryoga. Cada vez más le costaba mantenerse de pie, pero se apoyaba en Ryoga.

-por favor Ryoga suéltame -rogó Ranma.

-¿acaso no lo estás disfrutando? -preguntó Ryoga, apretando con más ganas sus senos.

Ranma movió su cabeza en negación, trataba de negarlo. Pero sus suspiros, de satisfacción la contradecían. Dejó un momento de acariciarle, para abrir su escote. Ranma gimió de placer, al sentir las manos calientes de Ryoga, sobre su pecho desnudo. Ryoga podía sentir qué el cuerpo de Ranma, estaba muy caliente.

-¡aaaah sueltalas! -dijo Ranma gimiendo.

-tus senos me encantan -dijo Ryoga excitado,mordiendo levemente su oreja.

–¡ahhh! –Ranma gimió muy fuerte.

–se nota qué te sientes muy complacida, con mis caricias –dijo Ryoga lamiendo su sensible cuello.

–te equivocas aliento de cerdo –dijo Ranma agudamente.

Aunque lo negará su cuerpo anhelaba intensamente, las caricias de Ryoga, en su cuerpo. Ambos compartían el mismo sentimiento, de sentir sus cuerpos juntos.

–«porqué demonios estoy disfrutando esto» –pensó Ranma.

No podía pensar bien, su mente le decía qué escapará de ahí, pero su cuerpo no la obedecía. No entendía bien qué sucedía con ella; pues ya debería haberlo noqueado de una patada. A pesar de ser una noche lluviosa, ambos sudaban mucho.

–Ranma estás ardiendo como si tuvieras fiebre – Ryoga.

–tú también –contestó Ranma.

Cada caricia qué le prodigaba, la encendía más. No entendía por qué quería, qué el la tocará toda. Tampoco entendía, cómo es qué Ryoga de ser un tipo muy tímido, con las mujeres, pasará hacer un tipo muy pervertido.

–¿Ryoga qué te sucede?, tú no eres así –preguntó Ranma con extrañada.

–¿qué no te gusta el nuevo yo? –preguntó Ryoga en tono pícaro.

Deseoso de tocarla más, bajó su mano hacía su entrepierna.

–¡aaaaah! –Ranma dio un gritó de sorpresa, al sentir la mano de Ryoga, en lo más íntimo de ella.

Ryoga empezó a masajear lo más sensible en Ranma. Ella se agarró a duras penas de su brazo, para no caerse. Su rival escuchaba complacido, los intensos gemidos qué Ranma hacía.

– ¡aaaaah saca tu mano de ahí Ryogaaaa! –dijo Ranma gimiendo.

–por qué si lo estás gozando –repusó. Ryoga.

Con rapidez, le bajó el pantalón y su short al mismo tiempo. Dejándola semidesnuda.

–¡eh! –chillo Ranma sorprendida.

Sin esperarse mucho Ryoga, metió dos dedos en su interior. Ranma se retorcía de placer.

–vaya estás muy mojada Ranma –dijo Ryoga en su oído.

El corazón de Ranma empezó a latir con violencia y respiraba con dificultad. Estaba muy chaposa y avergonzada.

–«esto es muy malo, debo detenerlo» –pensaba Ranma.

Pero no podía resistirse a las cálidas viriles manos de Ryoga. Sentía desmayarse entre sus brazos.

–este pequeño botoncito, debe ser tú clítoris –dijo Ryoga, chupando los bordes de su oreja.

–¡aaaaah! – Ranma lanzó un gemido estrepitoso.

Ella ni sabía, cómo se llamaba esa parte de su cuerpo femenino. Casi no le prestaba mucha atención a las clases de anatomía. Lo suyo eran las artes marciales. Pero ahora estaba descubriendo, qué sentía mucho placer, cuándo Ryoga la tocaba ahí. Él le daba  golpeteos leves, con sus dedos. Haciéndola delirar de placer.

–¡ahhhh! –gritaba Ranma excitada.

–ahora eres mía Ranma –dijo Ryoga, mordiendo ligeramente su cuello.

– ¡mmah! –gemia Ranma, mojandose cada vez más.

Masajeaba su clítoris en forma circular, con su dedo índice y otro de sus dedos lo metía dentro de su vulva. Ranma sentía qué se hinchaba su clítoris, pero no era la única afectada. Pues Ryoga sentía palpitar con fuerza su miembro.

–¡mmm! –gemia Ranma intensamente.

Con su otra mano Ryoga, masajeaba su pecho. Pero de pronto quiso probar sus labios. Agarró su rostro dirigiendolo hacía él, para besarla; ahogando así sus intensos gemidos. Ranma abrió los ojos sorprendida, del repentino beso de Ryoga.

–«¿¡por qué Ryoga me está besando!?» –pensaba Ranma. 

Él la besaba con intensa pasión, sin dejar escapar sus labios. Le parecían tan suaves y adictivos. Siempre había querido dar un beso francés, ahora lo probaría con Ranma. La miró fija y profundamente a los ojos, dándole una sonrisa traviesa. Pasó primero su legua por sus labios de ella, luego masajeo la lengua de Ranma; despertando más placer en Ranma. Luego retrocedió su lengua, invitándola a seguirle el juego. Ella tímidamente le devolvió el beso, qué Ryoga recibió gustoso.

–«¿pero qué estoy haciendo?» pensó Ranma perturbada.

Ambos se chupaban la lengua entre sí, por curiosidad Ranma, le lamio sus afilados colmillos. Muy pronto se separaron, para tomar un poco de aire.

–veo qué te gustó mi beso –dijo Ryoga, limpiándole la saliva, de la comisura de sus labios.

Ella bajó su rostro muy avergonzada, por haber disfrutado del beso. No se sentía dueña de sus propias acciones. Empezaba a sospechar, qué algo malo sucedía con ella. Pero pronto esto fue olvidado, cuándo Ryoga empezó a aumentar la velocidad de sus dedos. Ante tal estimulación, empezó a contraerse en su interior, sintiendo una liberación repentina y placentera a la vez.

–¡aaaaaahhh Ryogaa...! –gritó Ranma, sintiendo espasmos musculares e intensos dentro de ella.

–no te contengas hermosa –ordenó Ryoga con voz ronca.

Ryoga recibió los jugos de Ranma, en sus manos. Ella había tenido su primer orgasmo en su vida. Por unos minutos, desfalleció en los fuertes brazos de él. Con la mirada perdida hacia arriba y con una sonrisa de satisfacción. Poco apoco empezó a recupetar sus sentidos, con el corazón latiendo fuertemente. Nunca en su vida había creído, qué hubiera una sensación tan placentera.

  –hice qué tuvieras tu primer orgasmo –dijo Ryoga orgulloso de sí mismo.

–¿orgasmo? –preguntó Ranma jadeando.

–tranquila Ranma, aún hay mucho por hacer –dijo Ryoga mirándola con lujuria.

La recostó en el piso y se arrodilló delante de ella, separándoles las piernas. Subió hacia ella y tomó ambos senos con sus manos. Acercó sus labios deseoso, de probar sus senos.

–¡aaahn! –jadeo Ranma.

Le daba lengüetazos en los pezones, haciendo estremecer de placer  a Ranma.

–qué rico son – Ryoga.

Empezó a chuparlos con avidez, como si fuera un recién nacido. Mientras masajeaba, su otro pezon entre sus dedos. Pronto el seno de Ranma, se mojó con la saliva de Ryoga.

–¡uahhh! –gemia Ranma de placer.

Poco a poco se dejaba llevar, por lo qué su cuerpo añoraba. Ryoga no dejaba de chupar sus senos, como si fuera un dulce chupetin. 

–creó qué llegó la hora, de qué también goze yo – dijo Ryoga excitado.

Ya no podía ignorar más a su palpitante miembro. Quería hacerla suya de una vez. Por unos instantes la contempló, gracias a la luz qué entraba a duras penas, por los huecos, qué había en el container.

–el olor de hembra es delicioso –confesó Ryoga –. Percibiendo el olor, del interior de Ranma.

–eres un puerco –murmuró Ranma avergonzada.

Se desamarro el cinto de sus pantalones, con mucha prisa.

–mi amigo está ansioso por ti –dijo Ryoga con voz ronca.

Cogio la mano de Ranma, para ponerla sobre su miembro. Ella se exaltó al sentir, el duro miembro de Ryoga. Ella quitó rápidamente su mano, muy ruborizada.

–por suerte para ti, soy muy dotado –dijo Ryoga orgulloso de su hombría.

–idiota es lo qué eres –regaño Ranma.

–espero qué puedas tomarlo todo –dijo Ryoga con voz lasciva.

–no te atrevas Ryoga –dijo Ranma, con el corazón palpitante.

Con anhelante deseo acercó su miembro, a la vuelva de Ranma. Empezó a frotar su glande, de arriba hacia abajo, en su palpitante y caliente vulva. Ranma dio un gritó ahogado, por el roce de sus sexos. Su vulva empezó abrise sola, por los constantes roces. Entonces Ryoga soltó su miembro y empezó hacer movimientos pendulares, con su cadera, frotando así su clítoris, y labios menores. Ambos hacían muecas de intenso placer.

–¡whoaah! –gemia Ranma.

–lo voy a disfrutar como no tines idea –dijo Ryoga con voz ronca.

Se puso en posición para penetrarla, a pesar de estar muy ansioso, la penetro lentamente.

–¡kyah! –gritó Ranma quejándose –. Empezó a arañar el container.

–¡mmm! estás un poco extrecha Ranma –gruñó Ryoga.

Mientras la penetraba, ella hacía pequeños círculos con su pelvis. Esto era lo qué su cuerpo le pedía, quería ser llenada por él.

–veo qué no soy el único ansioso aquí –dijo Ryoga con voz ronca.

–yo.... –dijo Ranma, avergonzada de su acción.

–ahora iré más profundo –gruñó Ryoga.

–¡aaaay! –gritó Ranma, sintiendo un poco de dolor.

Ryoga entraba con facilidad en ella, pues Ranma estaba bien lubricada. Sentía como el interior de Ranma, abrazaba su gran miembro. Era la mejor sensación, de su vida para él. Luego de unos segundos, sacó su miembro, para volver a sumergir su glande en ella. Ranma recibía gustosa sus penetraciones, aunque nunca lo  admitiera.

–mmm, esto es lo mejor del mundo –dijo Ryoga, haciendo pequeños gruñidos.

Aumentando la rapidez de sus embestidas, ambos se derretian de placer. Ryoga vibraba de placer al sentir el interior de Ranma, acariando su glande. Su miembro entraba y salía, una y otra vez, en el interior de Ranma. Pronto el container se llenó de sus constantes gemidos y del sonido de sus pelvis chocando. Ninguno quería qué esto terminará pronto.

–¡aaah! –gemia Ranma, sin control –. En su rostro se mostraba, el intenso placer qué sentía.

–vaya Ranma te estás volviendo loca con mi amigo –dijo Ryoga moviendo, más rápido sus caderas.

Ella lo abrazo instintivamente contra ella, acariciando su amplia espalda. Ryoga sentía cómo el interior de Ranma lo apretaba, con cada embestida qué le daba. Movidos por la pasión se besaron nuevamente. De pronto Ryoga, quiso cambiar de posición. Sentándola encima de él, la  posicionó bien y volvió a penetrelarla.

–vamos Ranma, cabalga a mi amigo –dijo Ryoga acariciando sus caderas.

Ella deseosa de continuar con las sensaciones placenteras, lo obedeció. Lo único qué deseaba ahora, era sentir el duro miembro de Ryoga.

–¡aaah! –gimió Ranma, descendiendo por la larga longitud de Ryoga.

Se alzó y empezó a cabalgarlo con pasión. Ryoga gruñia de placer, al sentir a Ranma, bajar y subir en su miembro.

–mmm, Ranma sigue así –, no te detengas –dijo Ryoga suspirando de placer.

La vulva de Ranma se llenaba por completo, con el miembro de Ryoga. Con esta nueva posición, él llegaba fácilmente, al punto G de Ranma. Pues ella llevaba el ritmo de las penetraciones, dominándolo a él.

–¡aaaah! –gemia Ranma, entrando y saliendo de Ryoga.

Mientras ella lo montaba, él le apretaba su trasero. Al sentir sus senos rebotando en su cara, los empezó a chupar.

–¡whoaaa! –jadeo Ranma, sintiendo más placer.

Ranma nuevamente empezó a sentir qué se contraía su interior, apretándo más fuerte su pene.

–¡aaaah! –gimió Ryoga fuertemente.

Él sentía qué estaba pronto también su liberación, así qué la agarró de las caderas fuertemente. Como sintiendo el llamado de la sirena.

–todo esto es para ti Ranma –gruñó Ryoga, disparando su semen dentro de ella.

Ella sentía como Ryoga llenaba su útero, con su abundante y caliente semen. Ranma doblaba sus pies de placer.

–¡aaah Ryogaaa! –chillo Ranma, arañando la espalda de Ryoga.

Nuevamente volvía a experimentar  otro intenso orgasmo, el miembro  Ryoga salió bañado, con los jugos de Ranma. Ambos se desconectaron del mundo por breves minutos. Después de calmarse de la intensa pasión, se echaron en el piso abrazados.  Ignoraban totalmente, qué habían hecho éstas cosas, por la poción qué tomaron sin saberlo.

–vaya eso fue increíble –suspiró Ryoga.

Ella solo permanecía en silencio. No entendía, como era capaz de haber gozado del sexo, con su rival.

–no puedes negar qué soy un buen amante –dijo Ryoga engreído –. Mientras acariciaba su espalda.

–te equivocas, yo soy mejor qué tú –dijo Ranma molesta.

–no puedo negar qué estuviste grandiosa –confesó Ryoga.

Ella lo miró ruborizada, él le devolvió la mirada. Poco a poco acercaron sus rostros, para besarse. Las manos de Ryoga, bajaron hacia su trasero. Ella dio un gemido ahogado, acariciando su fuerte pecho. Sintiendo nuevamente, la necesidad de entregarse. La echó encima suyo, acariciando sus suaves piernas.

–creó qué está noche será larga –dijo Ryoga.

Ella lo miró haciendo un lindo puchero y sin perder más tiempo, guió su pene a su vulva.

–¡aaaah! –gimió Ranma, sintiéndose nuevamente extendida.

–se qué amas esto Ranma –gruñó Ryoga.

– no, no.. es cier..toooo –negó Ranma.

Ryoga sabía qué mentía, pues ella movía con fervor sus caderas, adelante y hacía atrás contra él. Ella apoya sus manos, en sus hombros, mientras él la abrazaba por las caderas. Pronto nuevamente el container, se llenó del eco de sus gemidos.
Siguieron así hasta llegar a sus propios orgasmos. Ambos terminaron muy sudorosos, de tanta pasión. Rendidos de cansancio, se durmieron plácidamente. Ambos tenían una sonrisa en sus rostros cansados. Afuera seguía lloviendo, mientras estruendosos rayos caían. Por fortuna  para ellos, nunca llegó a caer uno al container.


¿Recordarán por la mañana lo qué hicieron?, ¿Qué consecuencias habrá después de esta noche?, ¿Podrán Ranma y Ryoga encontrar al culpable?

Bueno este es un nuevo capítulo, siento la demora. Espero qué disfruten este capítulo. Muchas gracias por seguir la historia y por sus votos. Cuídense mucho. 😁





































































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