Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

PRÓLOGO


00.



 California.

152 días antes de.


El tiempo es relativo; total y completamente imaginario ante los ojos de los soberbios, y frágil, como una dulce ilusión.

—¿Es seguro estar aquí? —preguntó el mayor cuando se acercaron a ese deplorable lugar, temeroso mientras veía sobre sus hombros a su alrededor. Su hermano ni siquiera parecía estarle prestando atención—. Taehyung, ¿estás escuchándome?

El canto tétrico de un búho, que parecía ser más un grito de advertencia que una sonata, se mezclaba entre el silencio de la noche, como intentando poner sobre aviso a la humanidad del peligro que conllevaba jugar con la realidad.

O quizá, su canto simplemente anunciaba el cambio de estación; pero a los Hermanos Kim, era poco lo que les importaba. En especial, a Taehyung, quien parecía obsesionado con atravesar aquella barrera de alambre.  

Una malla cubría todo el perímetro del bosque, estaba oscuro, tanto que ninguno de ellos pudo leer con claridad el cartel que prohibía de forma inminente la entrada. No, obviamente aquel lugar no era seguro. 

Taehyung maldijo cuando encontró la cadena que impedía el paso hacia lo que él creía era una gran conspiración. El castaño estaba convencido de que algo pasaba detrás de esa malla, y él averiguaría qué era. 

—¡Por supuesto que sí! Ahora, ayúdame con esto —pidió a su hermano. Tomó las tenazas que había traído con él y comenzó a cortar el alambre para poder atravesarlo. 

—¿Qué? ¿Me trajiste aquí para allanar una propiedad privada? 

El castaño mayor se cruzó de brazos, molesto, porque sin importar cuántas veces hablara, su hermano nunca lo escuchaba. Este se volteó a verle. 

—Seokjin —dijo con obviedad—, en realidad te traje porque mamá no me habría prestado el auto a mí. Además, cuando descubra qué pasa allá adentro, tú podrás recibir un poco de mi gloria.

—Es un lago, Taehyung. No hay nada más, ni alienígenas, ni laboratorios, ni secretos de estado. Hemos hecho esto tantas veces. Así que por favor, vámonos antes de que sea muy tarde. 

—Se trata de algo importante. Hace unos días juro que vi personas y decenas de camiones entrar por aquí. Debe ser una máquina, quizás un experimento o un monstruo. 

—Eso no te suena... no lo sé, ¿peligroso? ¿Por qué eres tan raro? —dijo viendo incrédulo al otro—. Consíguete una novia o únete al club de ajedrez, lo sea que entretenga a tu extraño ser. 

—No necesito a una novia, eso es lo tuyo. Tú eres el guapo y yo el inteligente, así es como funciona nuestra familia. 

—¿Acabas de llamarme "imbécil"?

—Sí, pero con mucho afecto.

—Como sea, no tengo tiempo para esto. Tomaré el auto y voy a marcharme, se supone que iría al cine con unos amigos hoy. 

—¿Me abandonas por una estúpida película? —Se acomodó los anteojos ofendido. 

—No es cualquier película, es el estreno de la nueva película de boxeo, será de lo que todos hablen mañana. 

—Debes estar bromeando. ¿Me dejas por Sylvester Stallone?, ¿Dejas a tu hermano por un falso boxeador? 

El cielo resplandeció con un rayo antes de que un fuerte estruendo resonara por todo el lugar. 

—Sí. Además, parece que lloverá pronto. Así que, te veré más tarde. 

Con un movimiento de despedida, SeokJin regresó al auto, se colocó su típica chaqueta de mezclilla y peinó perfectamente su frondoso cabello hacia atrás. Era un chico a la moda, totalmente lo contrario al vándalo come libros que tenía por hermano menor; lo amaba, pero no entendía ni la mitad de las cosas que decía. 

Arrancó , dejándolo solo.

—Eso es. Lárgate, traidor —masculló Taehyung mientras le veía alejarse. 

Genial, ahora estaba solo en medio del bosque. 

Suspiró con fuerza para hacer un último corte en la malla y atravesó la pequeña brecha que había creado. Sus pies crujían a cada paso que daba, encendió su linterna para alumbrar el camino.

Desde que llegó a ese país se prometió a sí mismo que sería parte de algo grande. Un gran científico, físico matemático y demás; pero hasta la fecha no era más que un vago con demasiada imaginación, según las palabras exactas de su hermano. 

Sus experimentos siempre salían mal, ya había incendiado la escuela, dejado sin electricidad a todo el vecindario, acusado al gobernador de ser un extraterrestre y boicoteado el concierto de Madonna, dos veces. Aunque lo último fue pura coincidencia. 

Él sabía que si encontraba algo lo suficientemente importante quizá resolvería todas sus dudas y reduciría su número de fracasos a cero. 

Continuó caminando entre los árboles hasta que llegó cerca del lago. En el otro extremo de este, logró ver una construcción que parecía ser más una casa que un edificio por lo compacta que era, había antenas con luces en ella y pararrayos en su exterior, además de los vidrios oscuros que no dejaban demasiado a la vista. 

Quiso acercarse, podía ver personas discutiendo y un objeto metálico peligrosamente cerca de la orilla. ¿Qué estaban esperando? ¿Por qué cuando parecía que la lluvia estaba cerca? Taehyung realmente necesitaba escuchar qué decían. 

Las primeras gotas brotaron del cielo una a una mojando al castaño, y empañando sus anteojos. Siguió avanzando pero le era imposible ver con claridad mientras el agua le atacaba y hacía tropezar contra las rocas. 

Un destello lo cegó por un par de segundos cuando iluminó completamente el cielo nocturno, siendo demasiado abrumador para él, cayó al suelo aturdido. 

Intentó ponerse de pie pero todo estaba oscuro de pronto. Fijó su vista al frente, ya no había más luces allí, y las personas que vio habían corrido para refugiarse de la tormenta que se desataba a su alrededor cuando las ramas de los árboles revoloteaban con rudeza.

Era malo, tenía que irse de allí ahora si no quería terminar consumido por un rayo.  

Las ondas de sonido de los truenos parecían rebotar en el centro del lago, sonaba como si estuviera lleno de ira cuando golpeaba en el agua expandiendo el ruido más y más. Se arrastró por el suelo recargando el peso sobre sus rodillas para avanzar, gateando entre la tierra hasta que chocó con otro cuerpo completamente mojado. 

La lluvia caía incesante, su campo de visión era limitado y lo único de lo que tenía certeza era que había una persona inconsciente frente a él. No supo reaccionar, estaba demasiado cerca de la orilla y lo más seguro era que se tratara de otro chico curioso como él. 

La situación era estúpida, por no decir espeluznante, y estaba seguro de que se arrepentiría más tarde; pero no era lo suficiente desalmado para dejarlo así. 

Taehyung lo tomó del torso y se aferró a él para levantarlo, trastabillando entre las ramas y golpeándose contra los árboles que le era difícil distinguir hasta llevarlo lejos del bosque. La tempestad se había desatado con tal fuerza que le resultaba una tortura  caminar por la carretera con un cuerpo mucho más pesado que el suyo en la espalda. 

Un inicio en donde el agua, resbalando por las puntas de su cabello, y ese profundo sentimiento de asedio al avanzar, le estremecieron ante la sensación de que sus pasos entre el fango eran algo que ya había vivido.

Después de mucho maldecir a su hermano por abandonarlo y moverse con esmero bajo la lluvia, finalmente llegó a casa. Tenía la vocación de solidarizarse con otros, por algo él mismo se había ofrecido como voluntario en la estación, pero esto superaba sus propios límites.

Entró por la puerta trasera, esperando no encontrarse a nadie cuando por poco lo deja caer. Joder que si su hermano lo veía con un extraño moribundo en medio de la sala el próximo moribundo sería Taehyung.

Como si llevar un desconocido a casa no fuera lo suficientemente extraño por sí solo, se dio cuenta que temblaba demasiado y no pudo evitar pensar en que nunca debió haber salido esa noche, porque ahora tenía un gran problema.

En un intento de esconderlo, lo arrastró por las escaleras con dificultad hasta llegar a su habitación, en donde los encerró, preso del pánico.

Quería ayudarlo, sí, sin embargo, la persona inconsciente en su habitación evidenciaba que estuvo en el área restringida del condado. ¿Qué se supone que debía hacer ahora? ¿Debió dejarlo allí en medio del bosque? ¿Llevarlo al hospital que estaba el doble de lejos que su casa en medio de la tormenta? 

Definitivamente no se le ocurrió nada mejor para ayudarlo. Al menos ahora no moriría de frío, y él esperaba no quedar como un tipo raro y espeluznante por haberlo salvado, porque ese altruismo que con frecuencia buscaba esconder tras su seriedad siempre lo metía en problemas. 

Le quitó la camiseta que traía, y secó su abdomen para colocarle una nueva, pues la hipotermia podía matarlo, pensó. Después de todo, parecía haber sido escupido por el lago. 

Su aspecto era extraño. Tenía una perforación en la oreja y zapatos de tela que nunca había visto, tampoco reconocía su rostro. Así que supuso que ese chico no era de la ciudad. 

Lo dejó reposar sobre su cama y se movió hasta el armario mientras él mismo se cambiaba de ropa. Soltó un fuerte estornudo. Maldición, lo único que le faltaba era despertar en la mañana con gripe. 

Continuó secándose el cabello con una toalla, los resortes de su cama rechinaron ante el movimiento. Volteó a ver precipitado a avanzar y analizar al chico que había despertado.

—¿En dónde estoy? —preguntó consternado. Le dolía la cabeza, era notoriamente visible y se sentía como si hubiera tragado un litro de agua. 

—Hola —se acercó a él—, estabas inconsciente a la orilla del lago. Yo te traje a mi casa, llovía demasiado. ¿Cómo te sientes?

¿Lluvia? Estaban a la mitad del verano, ¿Por qué llovería? —¿Dónde está mi familia? ¿Quién eres tú? 

Despertar en la casa de un extraño con otra ropa era demasiado escalofriante, en efecto, Taehyung no lo culparía por darle esa mirada de temor que tenía. El chico se tocó el abdomen para asegurarse de que sus dos riñones estuvieran en su lugar. Y pareció respirar un poco más tranquilo al notar él se veía igual de asustado. 

—Soy Taehyung, Kim Taehyung. —Su expresión asustada lo preocupó—. ¿No recuerdas nada?, ¿Sabes cuál es tu nombre? 

Parpadeaba constantemente. La habitación estaba llena de pósteres que parecían antiguos para el pelinegro, además de los casetes que estaban regados cerca de la cama. 

—Mi nombre es Jungkook —declaró—. Fui a pescar con mi padrastro al lago, recuerdo que me resbalé, caí del bote y luego...

Su voz se cortó, un escalofrío recorrió su cuerpo con un cosquilleo perenne, como si de una descarga eléctrica se tratase. 

—¿Luego...? 

—Luego desperté aquí. —Jungkook intentó levantarse—. Tengo que irme, deben de estar buscándome en el hotel. 

Taehyung ladeó la cabeza. La entrada a ese lago había estado prohibida desde que tenía memoria. ¿En qué momento había cambiado eso? ¿Por qué los habían dejado entrar?

—¿Cómo rayos te dejaron entrar a pescar? No hay ningún hotel en kilómetros, ¿De qué estás hablando?

—Un hotel grande y lujoso a diez minutos del lago. —Taehyung lo veía confundido—. Tienen barra libre y WiFi gratis, ¿Cómo es posible que no sepas que existe?

—¿Qué es WiFi

Jungkook se puso de pie, pero en cuanto su piel descalza tocó el piso sintió que la energía recorría todo su cuerpo, lo había ayudado a materializarse. 

—¿A qué te refieres con eso? —Jungkook se fijó por primera vez en el chico que lo había salvado. Tenía una camisa de tela fina, anteojos y los pantalones arriba de la cintura, o al menos eso pensó—. ¿Internet? ¿Nada? —Negó con la cabeza, esto era demasiado extraño. 

—Ten cuidado, podrías lastimarte —dijo el chico, mientras le veía acercarse a la ventana. 

Jungkook la abrió, y señaló hacia afuera. —¿Lo ves? Es un gran edificio que puede verse a kiló...metros. —Parecía un sueño, lo único que podía ver eran árboles y pequeñas casas antiguas—. No puede ser...

—Te lo dije, no hay nada así aquí. 

Histérico comenzó a buscar entre sus bolsillos. —Mi celular —sacó el aparato—, mierda, mierda, mierda —dijo frustrado y volvió a sentarse en la cama—. Está arruinado.

—¿Qué demonios es eso? —Era un objeto negro, delgado y rectangular que jamás había visto.

—¿Un celular? ¿Acaso no tienes uno? —El chico negó. Y él quería llorar, iba a hacerlo—. Ya sabes, un teléfono, lo usas para hacer llamadas.

—Te-tengo un teléfono —tartamudeó señalando hacia el grande y plástico aparato con botones grandes y cordón rizado. 

Jungkook caminó veloz hacia el teléfono, marcando los números en un intento desesperado de llamar a su padrastro. 

—Vamos, vamos, contesta...—La línea sonaba muerta, y comenzó a hiperventilar. 

Había una prehistórica televisión en una esquina de la habitación, parecía un cajón viejo y de no ser porque tenía suficiente conocimiento general ni habría notado que se trataba de ese tipo de electrodoméstico. 

—¿Jungkook, estás bien? Creo que debería revisarte un médico, pudiste morir ahogado. 

Las paredes viejas, los focos colgantes, ese jodido teléfono y el castaño que no parecía tener idea de lo que él le decía hicieron que se le revolviera el estómago. 

No, no, no. Debía estar muerto y esto no era real. Era impensable, algo que Hollywood y los científicos habían estado explotando por años no podía estar pasándole a él. 

Vio un periódico sobre el escritorio de Taehyung, lo tomó como si temiera la respuesta. En la contraportada, el anuncio del estreno de una película que él conocía demasiado bien se exhibía, una que se estrenó hace más de treinta años. 

Revisó la fecha, esto no podía ser verdad, maldita sea. 

—No contesta su teléfono... porque ese número no existe, no aún —se dijo a sí mismo—. El hotel tampoco existe, allá será verano treinta y cuatro años adelante, pero aquí hay una tormenta esta noche y yo... no sé cómo mierda llegué aquí. 

—Nada de eso tiene sentido.

—¡Si esto es real, ni siquiera yo debería de existir!

—¡No entiendo nada de lo que dices! —El chico que Taehyung había salvado parecía estar a punto de tener un ataque de nervios. 

—¡¿Ese periódico, es real?! —preguntó el pelinegro mientras veía asustado a su alrededor, esto era imposible, debía serlo—. ¿Esa es la fecha de hoy?  

—Es real, sí. 1 de agosto de 1986 —dijo confundido—. ¿Cuál es el problema?

—¿¡1986!? Escucha, tienes que ayudarme. Sé que suena loco pero no pertenezco aquí. Yo —respiró profundamente—, vengo del futuro. 

Taehyung intentó contenerse cuanto pudo; pero terminó soltando una gran carcajada en su cara. No más "Star Wars" para el tal Jungkook.

—Te diste un fuerte golpe en la cabeza. ¿Realmente esperas que crea que vienes del futuro?

—¿Piensas que miento?

—Pienso que es imposible.

—¡Todo lo que digo es verdad! —Lo tomó de los hombros acercándose a él—. ¡Tienes que creerme! Taehyung, te lo suplico, por favor. 

Tragó saliva cuando lo tuvo de frente.  No era la primera vez que rescataba gente de la calle; pero esto era extraño. Como sea, el "teléfono" le daba puntos a su favor para hacerlo lucir creíble. Y bueno, él había entrado al bosque buscando un monstruo, así que... 

—Te creo —declaró para tranquilizarlo. 

No tenía sentido, pero si este chico decía la verdad, Taehyung se había cruzado con el descubrimiento del siglo o bueno, quizá con un drogadicto más. 

Maldición, Taehyung había dejado entrar a un lunático en su casa. 






Mayoritariamente ficción.

Contenido homosexual.

Si te ha gustado la idea tanto como a mí cuando me animé a escribirla déjamelo en un comentario y gracias por leer. 

NO HAGAS SPOILER EN LOS COMENTARIOS. Disfrutemos todos de la historia.

Este manuscrito se encuentra en constante edición, limpieza de errores de typing, o narración para su disfrute y mejora.  También le hace mucha sátira a elementos clásicos del cine estadounidense.

Sé objetivo, hice este libro con la intensión de ejercitar mi escritura. El texto es muy largo, no está "desordenado" usa mucha anacronía ya que se trata de viajes/líneas temporales mezcladas con psicología, y una comedia romántica juvenil cliché.

Reitero, puede contener errores.  

Os ruego ya no mencionen otras historias, respeten mi trabajo y mi espacio. 

ig/  @jayspace.x

twitter/@incompletelyrcs

Manténgase con vida. J.S. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro