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Parte 14: Misión de amor


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Era un nuevo día, una nueva semana escolar iniciaba.

Los pájaros cantaban y el sol comenzaba a levantarse en el cielo azul, mientras que Tao caminaba apresuradamente porque de otra forma, seguramente su primo iba a dejarlo.

—Maldición... — exclamó cuando salió apresurado del complejo departamental y se dio cuenta de que su primo se había ido sin él.

YiXing prometió esperarlo, estaba cansado de irse solo y más en ese momento que necesitaba poner todo de sí mismo. Fue su tía la que habló con su padre para decirle que ZiTao estaba experimentando un cambio, cuando su padre decidió que era hora de regresar a casa.

Por supuesto que Tao lo pensó mucho y no había pegado el ojo en toda la noche del viernes y el sábado... porque tenía demasiadas cosas que pensar. Le gustaba la casa de su tía pese a que fuera tan sencilla. Le gustaba la calidez que sentía en ella.

La manera en que todos se llevaban entre sí y se apoyaban, el veía a su padre una vez a la semana y eso era darse por bien sentado, porque su padre era un hombre muy ocupado y no tenía tiempo para las cosas de familia, mucho menos para las cosas de ZiTao.

Tao extrañaba a su madre que estaba en el cielo y le parecía un poco deprimente volver a aquel lugar que se la recordaba tanto. Eso sin mencionar que nunca tuvo muchos amigos. Era demasiado selectivo después de todo.

Y allí tenía a YiXing, pese a que él siempre anduviera en las nubes, seguramente pensando en su noviecito que no quería presentar. Y todos se habían portado muy bien con él pese a que él se hubiese comportado como un idiota al principio.

Incluso SeHun...

El rubio se detuvo de repente, sus pies se incrustaron sin más sobre la acera al observar al chico que si bien no le alcanzaba en estatura, era alto. Tragó saliva y las manos le comenzaron a temblar, Tao creía que no sabía a qué se debía aquella sensación, pero las palmas de sus manos amenazaban con ponerse a sudar.

Respiró profundamente y decidió relajarse, fue entonces cuando SeHun se percató de que se aproximaba y se giró para recibirlo, esbozando lo más parecido a una sonrisa que Tao pudo observar antes en esa cara pálida.

Tao se detuvo a un par de pasos frente suyo y sus mejillas se arrebolaron inconscientemente, desvió la mirada de su cuerpo porque de pronto parecía que tenía un rayo en los ojos que lo escaneaba bajo la ropa. Recordaba el espléndido cuerpo del muchacho cuando estuvo en su casa, en su cuarto.

Y sus manos temblaron más de tan solo recordar como tuvo que untar la crema sobre su piel, tan delicadamente que se le secó la boca con un par de roces. Se aclaró la garganta para salir de su ensimismamiento, para dejar de pensar estupideces.

—Estás aquí... — SeHun exclamó con una mueca en los labios, con los ojos brillándole un poco más de lo normal, al menos eso era lo que Tao pensaba.

—¿Qué haces aquí? — murmuró el chino mientras fruncía un poco el ceño, solo un poquito porque no quería parecer rudo con Oh, ya no.

—Pues... esperaba. — SeHun respondió mientras se balanceaba sobre las plantas de sus pies, adelante y hacia atrás... lentamente, con las manos en los bolsillos cual niño pequeño.

—Vas a llegar tarde...— Tao comenzó a caminar a sabiendas de que lo seguiría.

—No importa... ¿Sabes? Escuché que podrías irte...

Tao no se detuvo, quizá estuvo propenso a hacerlo, pero únicamente se dedicó a disminuir la velocidad un poco, esperando que el chico lo alcanzara para poder caminar codo a codo con él.

—Podría... — exclamó el chino, YiXing era un completo chismoso.

Sehun asintió lentamente y dejó escapar el aire que no sabía estaba reteniendo, era una montaña rusa de emociones desde que se enteró. Le hubiese gustado que fuera una broma... pero Lay nunca bromeaba, era pésimo haciéndolo, así que lo descartó desde el principio. Luego se resistió a ir a su casa para encararlo... porque ¿Qué le diría?

JongIn le había aconsejado que se declarara, le dijo que no tenía nada que perder y pese a que el moreno tuviera razón, le carcomía el hecho de ser rechazado. Pese a que Tao ya no lo repelía como antes, aún tenían esa incómoda sensación desde la escena en su cuarto, cuando su madre, por cierto... había llegado de infraganti y casi apalea al chino por con unas frases horribles.

Como "¡¿Qué está pasando aquí?!"" ¡¡Quítale las manos de encima a mi bebé!!", "¿Están teniendo sexo mientras no estoy?" Y otras más que no quería ni recordar.

—Lamento lo de mi madre... — se disculpó con un puchero en los labios, bajando la mirada mientras avanzaban. —No sabía que dejaría el chisme tan temprano.

Tao esbozó una sonrisa que a SeHun le pareció maravillosa y se dedicó a contemplarla de reojo.

—Pero si no pasa nada... no es como si lo hubiésemos hecho. — Tao se hundió de hombros para restarle importancia. Había sido muy gracioso, ahora que lo recordaba, porque bueno... casi le dan con el palo de la escoba y tuvo que salir despavorido, huyendo como un criminal.

Como si hubiese querido propasarse con un niño de verdad. Observó al menor de reojo solo para confirmar que SeHun ya no era ningún niño. Y tampoco un santo, lo había sabido desde el momento en que comenzó a emitir soniditos extraños cuando le aplicaba la pomada y lo sobaba con tranquilidad.

El estómago se le revolvió a SeHun conforme el silencio se instalaba entre ambos, observando el edificio principal de la preparatoria al final de la calle y el montón de estudiantes que avanzaban presurosos porque daría la hora de entrada demasiado pronto. Sentía unas increíbles ansias de detenerse, de pararse frente a ese bonito chino y decirle lo mucho que le gustaba. Lo mucho que quería que dijera que no, que no se iría.

Que le diera una oportunidad. Y admiró mucho el valor de JongIn para ir tras KyungSoo todos los días, invitándolo a salir solo para ser rechazado.

—Ojalá no tuvieras que irte... — dejó escapar finalmente, bajando la mirada mientras terminaba de arrastrar los pies hasta la puerta de la escuela.

—No sé, nadie se daría cuenta si el chico de las nieves se va. — El gesto tristón de Tao no pasó desapercibido para SeHun, ambos se detuvieron porque era el momento de separarse, uno hacia la cocina y otro a sus clases.

—Yo me daría cuenta... yo te extrañaría — se apresuró a decir, mientras sus mejillas se pincelaban graciosamente de carmesí y siguió hablando antes de que pudiera arrepentirse — Quizá no tienes amigos aquí, pero conozco unos chicos que congeniarían contigo y me tienes a mí... me tienes.

El mayor de los dos agachó la mirada y asintió con lentitud, con los ojos un poco brillosos ante la declaración implícita de SeHun.

—Gracias, Oh SeHun... — exclamó el rubio mientras levantaba la vista y su mano delgada se estiraba hasta alcanzar la del chico que sorprendido, abrió los ojos demasiado.

SeHun apretó el agarre y le dedicó una mirada mientras asentía con lentitud, dibujando una pequeña sonrisa entre sus labios para el chico que de buenas a primeras, se había robado su corazón, por completo.

[ x x x ]

Cuando BaekHyun cerró la puerta del baño, KyungSoo se cruzó de hombros y levantó la cabeza, se mantuvo completamente recto porque era bajito y debía de mantener una postura fuerte para verse imponente.

Observó con curiosidad y cierto desdén a las dos personas que estaban delante suyo, recargados y casi sentados contra los lavabos. BakeHyun llegó hasta donde estaba KyungSoo y rodó los ojos al observar como MinSeok y JunMyeon los observan con curiosidad.

Con esa cara de "yo no rompo ni un jodido plato", pero por supuesto que a ellos no los engañaban.

KyungSoo fingió interés en sus uñas mientras los observaba de reojo porque a final de cuentas esa era la táctica que siempre había usado para intimidarlos cuando era necesario.

A KyungSoo no le gustaba comportarse como un estúpido con sus amigos, porque eran la cosa más importante que tenía, porque estaban en su círculo personal demasiado íntimo y muy pocas personas, en verdad muy pocas... tenían acceso a ese círculo.

—¿Y bien? — BaekHyun fue quien rompió el silencio y comenzó a mover el pie izquierdo una y otra vez, haciendo que sus zapatos golpearan contra el suelo sin cesar.

—¿Qué está pasando? — Exclamó JunMyeon con el ceño fruncido porque él siempre se había portado bien y no podía creer que estuviera en ese lugar que claramente era el banco de los acusados.

¿Se volvieron locos esos dos? JunMyeon pensaba que sí, estaba más que claro... porque ambos lo miraron acusadoramente cuando estaba seguro que él no había hecho absolutamente nada y era inocente.

—Primero uno y después otro... — KyungSoo apuntó a los dos una y otra vez, mientras le daba instrucciones a BaekHyun, quien se limitó a asentir en silencio.

—Bien, como diga el jefe... — se mofó BaekHyun ante el supuesto papel que KyungSoo se empeñaba en hacer en ese momento.

—MinSeok hyung.... Tú primero — exclamó duramente mientras dejaba su pose de líder de banda y lo observaba por completo a la cara, para acusarlo, por supuesto — ¿Qué estaba haciendo JongDae en tu casa el viernes en la madrugada?

MinSeok, que había estado dejando de respirar incluso, suspiró y puso los ojos en blanco ante semejante estupidez. Después esbozó una ligera sonrisa en los labios y las mejillas se le colorearon de tan solo recordar aquella vez.

—¿Es todo este teatro por esto?

—Límitate a responder, hyung... estoy siendo bueno contigo — KyungSoo levantó una ceja para intentar intimidarlo y el mayor tragó saliva, desviando la mirada de la pesada que KyungSoo le lanzaba, atravesándolo.

—J-JongDae fue a... hacer tarea y... se quedó a ver una película — respondió Min con nerviosismo, mientras sus manos se desplazaban sobre el pantalón, en sus piernas, hasta sus rodillas y las apretaba en puños. —Quizá dos... pero no era de madrugada, KyungSoo.

El aludido levantó la barbilla y se acarició la manzana de adán sin dejar de observarlo, con un puchero en sus gruesos labios de corazón, sopesando su respuesta.

—¿Estás diciéndome mentiroso?

—N-no... — MinSeok desvió la mirada hacia el piso y BaekHyun no pudo evitar esbozar una sonrisa porque, en verdad todo aquello era graciosísimo a sus ojos. —Eran pasadas las once, JongDae ya se iba a casa cuando llamaste.

—¿Están teniendo sexo? Si es así... puedes decirnos — BaekHyun intervino, hundiéndose de hombros con una sonrisa claramente burlona en el rostro. — Aunque hyung, creo que eso sería muy precipitado para ti... pero eso no quiere decir que no puedas acostarte con él.

Fue el turno de KyungSoo para rodar los ojos ante las palabras de su amigo, esa estúpida forma suya de razonar que tenía cuando menos debía hacerlo.

A MinSeok se le colorearon no solo las mejillas... sino hasta las orejas y se apresuró a negar una y otra vez. —P-Por supuesto que no...

—Pero... ¿No quieres hacerlo, hyung? — JunMyeon intervino, girándose un poco hacia el mayor de todos con curiosidad en sus pupilas.

—¡Hey! No tienes derecho a hablar — KyungSoo frunció ambas cejas y lo observó con recelo mientras JunMyeon se sentaba derecho y bajaba la mirada como si de verdad hubiese hecho algo malo.

BaekHyun se moría de la risa.

—P-pues... —El corazón de MinSeok martilleaba en su interior y sentía que le faltaba el aire, no sabía cómo hacer para responder ni si tenía que hacerlo, así que tragó la poca saliva que tenía en la boca y asintió avergonzadamente sin siquiera verlos. — S-sí.

Apretó los ojos casi tanto como el agarre de sus manos en los pantalones y se preguntó qué tan pervertido creían ahora que era sus amigos... esperaba que no pensaran que era así, porque él no tenía la culpa de no ser ciego y darse cuenta de que JongDae estaba como quería. Pero era tímido y no era común en él decir esa clase de cosas, hacerlas públicas, reconocer algo de aquella magnitud.

Era pues, un santurrón.

—¡Tenemos un milagro! — BaekHyun levantó las manos al cielo y agradeció a San Siwon por su ayoda — ¡Gracias!... Mi hyung no morirá virgen.

KyungSoo se rio sonoramente pese a que no era el momento, pero en verdad algunas veces BaekHyun se pasaba de los límites y se ponía a decir puras tonterías. Observó el rostro de su hyung favorito colorearse más carmesí si es que eso era posible y se dio por satisfecho con eso. Estaba claro que Min aún no tenía algo que ver con JongDae de esa manera.

Por lo que su argumento de las películas le parecía verídico.

—Bien... ahora JunMyeon. — Exclamó KyungSoo, haciéndose un paso a un lado y con gesto de manos, indicándole a BaekHyun que era su turno en el interrogatorio.

BaekHyun dio un par de saltitos en su lugar y luego les sonrió macabramente a los tres, o lo que era un intento de macabro.

—Jun... eres un pésimo amigo ¿lo sabes? — Baek arqueó una ceja para darle un toque dramático a su semblante.

—¿Por qué? No he hecho nada... — JunMyeon puchereó mientras jugueteaba con los dedos de sus manos de manera un poco infantil.

—¡Exacto!... Ya ni siquiera sabemos algo de ti, te la pasas en la maldita biblioteca y después vas a casa con el chino ese... comes con él, haces todo con él... ¡Solo te falta dormir con él!

JunMyeon levantó la mirada con un gesto de sorpresa, mientras los colores se le iban del rostro.

—Espera... ¿Ya dormiste con él? — BaekHyun lo interrogó curioso, aproximándose hacia él con demasiado interés, demandando una respuesta.

—No... no, no. — Negó apresuradamente el mayor mientras fruncía el ceño — ¡Y no me hables así! Soy tu mayor, Byun BaekHyun.

—En este interrogatorio las edades no cuentan Jun. —Byun se limitó a verse las uñas de la diestra con interés, mientras le respondía con descaro y sin respeto alguno.

—Lamento si piensan que no somos amigos... ustedes siempre han sido mis mejores amigos, no es mi intención que sea diferente — JunMyeon bajó la vista un par de segundos.

Tenían razón, sus amigos tenían mucha razón, él había estado pasando demasiado tiempo con YiXing y ya no sabía gran cosa de ellos, solo que KyungSoo y MinSeok al fin tenían pareja, mientras que Baek...

—¿Y tú? — Le espetó el rubio a BaekHyun, señalándolo con el dedo índice. —¿Cuándo vas a reconocer que te gusta Park? Porque te quejabas de KyungSoo... pero tú eres igual.

BaekHyun boqueó y despegó la vista de sus perfectas uñas con manicura y después rodó los ojos para fingir demencia. — No estamos hablando de mi.

—Oh si... — intervino KyungSoo, empujando a BaekHyun con los otros dos. — Ahora te toca a ti.

El aludido se sentó entre los otros dos con una mueca de berrinche en sus labios, sonrojándose porque bueno, ya sabía lo que venía a continuación.

—Todos esos reclamos de Chan conmigo, ¿Eran celos? — Preguntó KyungSoo.

BaekHyun intentó girarse pero JunMyeon y MinSeok lo sujetaron para que no se moviera de su lugar y esperaron en silencio porque ya que estaban en el baño de las confesiones... tenían que sacar el mayor provecho.

—Pues... sí, un poco... un poquito nada más.

—¿Y qué vas a hacer? — fue MinSeok quien preguntó esta vez, con interés.

—Ya lo tengo controlado... no se preocupen, yo no soy como ustedes. — BaekHyun se levantó del lugar y se hizo a un lado para cederle el puesto a KyungSoo, quien extrañado se señaló a sí mismo sin comprender. — Ahora te toca a ti.

—¿Por qué piensas que JongIn te engaña? Soo — MinSeok se removió en su lugar, un poco incómodo por la pregunta.

—Pues porque... — KyungSoo se rascó la parte trasera de la cabeza y evitó sentarse en el banco de los acusados, comenzando a mover sus pies de un lado a otro, llevándolo por el pequeño espacio entre los lavabos y las puertas de los baños y urinales — No sé, porque se veía tan cómodo de que ella lo abrazara.

—Esa es una tontería... — JunMyeon exclamó y después se llevó la mano a la boca para cubrirla, con los ojos como platos porque no podía creer que hubiese hablado en voz alta. — ¿Lo dije en voz alta?

—Otro idiota... — se quejó BaekHyun — Pero tiene razón. Creo que JongIn se esforzó durante mucho para que le hicieras caso y a la primera desconfías de él.

—Yo no creo que Chenchen esté mintiendo, Soo... — MinSeok asintió con lentitud mientras se levantaba de su lugar.

KyungSoo se detuvo y los observó a todos con una mueca de pánico instalada en sus facciones. Porque el amor y KyungSoo no iban nunca de la mano, y él siempre terminaba regándola.

—¡Ya sé! Estuve dándole vueltas al asunto y... sí, es una tontería...

—Entonces habla con él Soo, no dejes que esas pequeñas cosas afecten su bonita relación.

—Y no seas tan celoso, por el amor de San Siwon.

KyungSoo los observó con curiosidad y esbozó una diminuta sonrisa en sus labios de corazón. Tenía unos amigos increíbles, los mejores... definitivamente.

—Ahora... hay otro problema.

—¿Cuál? — Exclamaron los tres, prácticamente al unísono.

—Papá quiere conocerlo.

[ x x x ]


—¿Van a ayudarme o no?

JongIn se levantó de su lugar y los observó con recelo.

Tanto YiXing, JongDae y SeHun se quedaron quietos, demasiado callados para el gusto del moreno, que ofendido... hizo un berrinche con los gestos de su cara.

Los tres chicos se observaron entre sí, SeHun soltó un suspiro que casi se podía escuchar hasta Japón y negó lentamente, queriéndose dar de golpes contra su mesa de estudios porque por la mañana había admirado a JongIn. Si era un completo estúpido...

JongDae sonrió nerviosamente. — ¿Estás diciendo que... quieres que vayamos los cuatro?

JongIn asintió solemne y se cruzó de brazos con la esperanza aflorando en los poros de su piel.

—Yo voy contigo...

Los cuatro muchachos se giraron hacia la puerta del salón, encontrándose con la enorme silueta de Park ChanYeol que se encaminaba hacia ellos como si fueran amigos de años.

—¿Tú? — preguntó JongIn con recelo, porque todo lo que singificara ChanYeol al lado de su precioso Soo, podría ser para que todo le saliera mal... seguramente ese gigante estaba deseando quedarse con su pequeño y para eso lo haría pasar una vergüenza. JongIn estaba seguro de que ChanYeol tenía todo planeado.

—Sí, si ellos no quieren... yo voy contigo. — El gigante se hundió de hombros y se sentó a su lado — No voy a sabotearte Kim, me gustas... ehh, bueno... no así

SeHun se echó a reír al ver el sonrojo de ChanYeol por no saberse explicar y enredarse él solo — Son un par de estúpidos.

—Habla el retrasado que no podía hablar bien en la primaria... — El gigante puso los ojos en blanco y comenzó a tartamudear para hacerle burla al menor de todos — Thon un path the ethupidoth.

Oh frunció el ceño inmediatamente y se removió en su lugar, apuntando repentinamente con el dedo índice al capitán del equipo de Basquetbol. —No me agradas.

—¿Por qué quieres ayudarme? — JongIn, que no había prestado mucha atención a la conversación porque estaba muy ocupado sopesando la propuesta del más alto.

Ya que se notaba a leguas que sus supuestos amigos no pretendían acompañarlo en su misión de amor.

—Porque los dos me agradan y los dos son felices si están juntos... — musitó ChanYeol convencido, levantando los pulgares al cielo mientras le guiñaba un ojo al moreno — Sé que Soosie te quiere, solo que es medio celoso.

—Bien... pero no vuelvas a decirle Soosie. — Repicó un enfurruñado JongIn con un puchero que a ChanYeol le pareció verdaderamente adorable.

—Está bien... — JongDae levantó las manos al cielo y dejó escapar todo el aire de sus pulmones, resoplando — Te acompañaré en tu misión de amor suicida, morenazo.

—Vamos a ir todos — exclamó Lay con cierto tono de autoridad, lanzándole una mirada de advertencia a SeHun, que ya había abierto la boca para protestar. — Porque todos somos amigos.

SeHun asintió sin muchos ánimos y prometió ayudar. Aunque la idea le parecía tan descabellada... que seguramente las cosas saldrían de la patada.

—Perfecto, entonces... ChanYeol a la guitarra, YiXing unas maracas, SeHun un tamborcillo y JongDae un pandero. — dijo JongIn con un brillo de emoción en sus bonitos ojos, mordiéndose el labio inferior porque no podía esperar más para ver al amor de su vida — Y yo, seré la voz de esta compañía.

Todos aplaudieron para darle ánimo a JongIn, aunque SeHun no podía evitar dejar de reírse, porque bueno... todo el mundo en esa ciudad y en la galaxia sabían que JongIn lo que menos sabía era cantar.

[ x x x ]


La mañana había transcurrido muy tranquila, al menos eso pensaba KyungSoo, que después de haber salido del encierro en el baño con sus mejores amigos, se dispusieron a asistir a sus respectivos salones y esperar pacientes el receso.

KyungSoo tenía un presentimiento, uno malo que no dejaba de rondar su cabeza y que se intensificó cuando la campana sonó y JongIn no se levantó de su lugar, ni lo siguió por los pasillos, casi se detuvo para regresarse, pero BaekHyun lo tomó de la mano y lo arrastró entre la multitud.

Le pareció un gesto extraño porque lo habían sermoneado entre todos para que hablara con JongIn y arreglara las cosas. Y ahora lo alejaba justamente de la oportunidad que tenía para hacerlo.

Se le hizo un nudo en la garganta cuando llegaron a la mesa vacía con sus charolas de comida y tomaron asiento, sin rastro alguno de los chicos vecinos, ni siquiera YiXing estaba de empalagoso con JunMyeon quien simplemente se hundió de hombros cuando KyungSoo le dedicó una mirada interrogatoria.

Escaneó con su mirada el lugar y lo recorrió detenidamente, para no perderse detalle por si veía una cabellera castaña oscura ondearse con el viento, como solía hacer la de JongIn... e incluso se puso demasiado tenso por unos segundos, cuando la estruendosa risa de YuRi, capitana de las porristas, entró por la puerta de la mano con un chico alto, y agradeció a San Siwon porque el tipo no era moreno ni se parecía a su JongIn en lo más mínimo.

Soltó un suspiro porque ya no sabía qué estaba ocurriendo, notó que el amigo de JongIn, SeHun... no estaba acosando al chico de las nieves, donde almorzaba desde que ese muchacho había comenzado a trabajar en la cafetería.

Bajó la mirada y sacó con un poco de dificultad el teléfono celular para revisar las notificaciones, descubriendo que no tenía ninguna de JongIn; porque eran novios y tenía que darle su número telefónico para poder platicar en las noches hasta muy tarde, cuando les era posible.

Se sobresaltó cuando escuchó la primera nota musical emitida desde una guitarra en la distancia y se le erizó la piel porque no era hora de clases, como para que los de música estuvieran de intensos practicando.

Se le erizó la piel, no podía negarlo, cuando el sonido se intensificó mezclándose armoniosamente con lo que debía ser un pandero, ocasionando que el ambiente en toda la cafetería se relajara, así que... con curiosidad levantó la mirada una vez que BaekHyun le diera un codazo en el brazo y se quedó estupefacto ante lo que vio.

Porque en medio de las mesas, estaban los amigos de JongIn con instrumentos, tocándolos como si fueran expertos y tragó saliva cuando se apresuró a echar un vistazo a un lado de ellos, exitosamente encontrando al moreno de pie, con una enorme sonrisa en el rostro.

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<Quiero agradecer porque ya pasamos los 666 lectores y adsassaadfsafd me da un ataque o algo así, muchísimas gracias, ustedes son un amor y los amo con todo mi corazón de pollo nini que tengo ;3; muaks muaks>

Dejé esa parte de la nota porque siempre será bueno agradecer 666 seguidores 💖

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