Prólogo
Hanako
Y aquí llegó su patrona, animales.
Mi nombre es Hanako y voy comenzando la escuela secundaria, estoy gorda como puerco, me falta poco para graduarme de pelota; inteligente, talvez un poco, eh eh cerebro ahí, soy una genio, que decirles, ser buena es algo natural en mí y por último soy una otaku, kpoper, rara y algo antisocial, pero eso es vida carnales, con las justas y cargo con la mía y salgo de mi cuarto para que mi familia no se olvide de mi cara.
Vivo enamorada a mis chinos, ¡Ya sé que no todos son chinos pero a mí me gusta llamarlos así déjenme ser!
Entré al aula en pose triunfal esperando a por los alavos y la gente tirada en el piso respirando por donde camino...
Pero no había nada, de hecho me encontré con un chico que, ¡A la verga amigos!
Me gustaba un chingo.
Me acerqué en mi faceta diva sentandome a su costado, que en vez a diva parecía que se me hubiera metido algo al poto porque un de costado con cara de pujo.
Pero como soy un fracaso de autoestima en el piso no le dije nada y se me pasó la gracia minutos después, me volví su amiga, hasta ahí todo chido, ¡La webada estuvo en que a mitad de año el concha de su madre se consiguió enamorada! ¡Mierda!
Y yo era su amiga, seré pendeja pero no perra, los calzones bien ajustados ahí, ¡Y carajo que se les pase a alguno de ustedes lectores!
La cuestión es que después siguió hablandome normal, la chica le rompió en toda su que le gusta otro man.
Que esto parece telenovela mexicana.
La cuestión es que yo un día de los más normal estaba metida en el baño porque, ¿No les ha pasado que botan moco hasta por adelante?
Además k acababa de hacer un trabajo y tenía escarcha por todos lado (una estrella merece brillar).
Y pues me enteré amigos, el wey se le había declarado. Otra chica, quise salir absorbiendo aire como si me quisiera tragar al mundo y gritar ¡¿Qué haces besando a la lisiada?!
Pero no dije nada.
Me salí del baño y me fui a lamentarme en una esquinita.
Es decir quien se iba a fijar en una gorda como yo, es más comencé a bajar de peso hace un par de meses que tengo un peso, pues razonable.
Ya el pediatra de asustaba cada que me veía entrar.
Bueno regresando a lo triste tristón, mi autoestima es una basura amigos.
Por una historia de cuando iba en primaria, pero ese es otro tema.
Si quieren saberla para el primer capítulo comenten.
Se las voy a contar aunque nadie comenten.
La cosa estuvo en que me puse a hacer karate, así es amigos hago karate, no soy la mejor, pero algo hago.
¡Y bajé a la verga!
Sigo un poco gorda pero bajé.
Y ahí comienza la historia...
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