Y así fue, La valide ese día de había reunido con sus nietos, sus nueras, sus hijas y hijos, comenzó narrando su vida en Bosnia hasta su triste y dolorosa captura.

Narra valide Atike sultán: los senté a todos en unos cojines, estaban en final primero mi amor mi primera hija Hürrem, luego mi amado hijo sultán Ahmed, le seguía Beyhan, Turhan, Hanzade, Ayşe su mellizo Mahmud, Raziye  y Cihangir, luego estaban mis nueras y sus hijos, Dilruba y sus hijas Nurbanu a su derecha y Şirin al lado de su hermana mayor, le seguía Dilaşud con Kösem, Mustafa, a ellos le seguían los trillizos, Mihrimah, Mehmet y Orhan, luego de ellos estaban Muazzez y su mellizo Abdullah, luego Kaya, Huricihan, Mihrişa, Mahienver y Gülbahar, Şah, Mih y su mellizo Hasan, y los hijos adoptivos de Dilaşud, Mahidevran, Murad y Demir este último hijo de la fallecida Humaşah, luego estaba Handan y su hija Mihrünissa. Mi familia estaba casi completa.

—Madre al fin sabremos tu historia— dijo Hürrem

—Al fin sabremos sus orígenes—  dijo Cihangir

—Lo se mis amores— sonrió ella

—Comienza por favor—dijo Hanzade emocionada y sus nietos comenzaron a asentir emocionados

—Bueno —sonrió y suspiró— mi nombre era Victoria...

Vivía una vida casi feliz en Bosnia, vivía con mi papá y mi hermano, mi madre había fallecido en el parto de mi hermano menor André, se llamaba.

—Como se llamaba su padre abuela— dijo Huricihan con curiosidad

—Huricihan — le reprendió Dilaşud

—Déjala, se llamaba Alexande—r sonrió recordándole— era muy amoroso con ambos apesar de haber perdido a mi madre.

Los tres estábamos cenando cuando las campanas de la iglesia sonaron, Bosnia era parte del imperio pero en aquel tiempo los católicos estaban viviendo ahí y decidieron atacar, mi padre nos obligó a mi y a André a correr—suspiró triste—por un largo rato corrimos los tres pero nos alcanzaron y me tuve que entregar para que ambos vivieran, sus caras de horror al ver que me arrastraban aún me duelen.

Llegué a los ocho años a topkapi, le serví hasta los trece a la  entonces sultana Ayşe, ella decidió educarme y convertirme en una gran mujer para el sultán, luego de que el sultán subiera al trono,a los catorce, la valide decido prepararme y mandarme a la hasoda, ese día fue el más feliz por fin había sonreído desde que llegué al Palacio, el sultan me miró a los ojos y sentí esa conexión, sentí amor, a los meses me enteré de que estaba embarazada y nueve meses después nació Hürrem, ¿cualquiera diría no te sentiste triste al saber que era una niña y no un príncipe? Pues no, Hürrem me trajo felicidad jamás negué el hecho de que la amo, año después nacieron Nurbanu y Ahmed mis amados hijos, dos años después Beyhan, tiempo después entro otra mujer a sus aposentos, fue Şah pero lo deje pasar ya tenía un príncipe, al año fui acusada de lastimar a Safiye y fui exiliada, Safiye en aquel entonces una simple Hatun se las había arreglado para que todo le saliera bien, meses después Nurbanu cayó en una profunda tristeza y murió de tristeza, Zeynep, Esma y Nilüfer estuvieron conmigo en esos tristes días, trate de contactar al sultán o a la valide pero jamás llegaron.

Los años pasaron y logre regresar y conquistar el Imperio, pero aún queda una pequeña parte de aquella joven que alguna vez se llamo Victoria.

—Wow madre sultana, usted es muy fuerte —dijo Mihrünissa

—La admiro — dijo Handan sonriendo

—Bueno, tengo un pendiente que  hacer— dijo poniendose de pie

—¿Donde va?—dijo Ahmed

—A ver a una vieja conocida—suspiró saliendo de sus aposentos

Antiguo Palacio.

—¿A que viene?— dijo Safiye sultán en su cama

—A despedirme— dijo Atike — después de todo lo que has hecho— suspiró

—¿Por que?— dijo ella—suficiente con que mi hijo Ibrahim este lejos de mi.

— Ibrahim acepto el trato, el renunció al trono, el sabía lo que hiciste Safiye , Fatma recibió su merecido y tu también, cuando mueras verás a cada corazón que hiciste sufrir, verás cada lágrima, cada sangre, sufriras lo mismo que yo sufrí, Ibrahim hizo bien al irse de tu lado— dijo calmada

—Lo siento—susurró — Perdóname

—Ya es tarde para decirlo, perdí a muchos hijos por ti pero quiero morir en paz, te perdono safiye o mejor dijo Eleanur —miró su estado demacrado y salió de ahí con la cabeza en alto.

Palacio.

—¿Atike? —Dijo şah en su camino

—Vieja amiga —dijo ella

—Tanto tiempo —sonrió ella— gracias por todo

—No es nada, Osman hizo bien, era mejor dejar el trono

—Espero todos lo şehzades sepan escoger bien sus caminos —dijo Şah— ¿te encuentras bien?

—No şah, siento que me voy, ya siento que me reunire con mis hijos, mis padres y con el amor de mi vida

—Te voy a extrañar, ambas nos veremos en el paraíso —dijo llorando şah y ayudó a Atike a acostarse

—Şah, has sido mi amiga por muchos años—sonrió — Zeynep ven aquí

—Sultana

—No me digas sultana, dime Atike— le sonrió con cansancio- has sido mi mejor amiga desde los catorce Zeynep.

—Atike  —dijo Zeynep y tomo su mano mientras şah tomaba la otra 

—Quiero que me prometas que cuando ya no este aquí, tu seguirás tu vida, usaras una de las casas que te di y vivirás tus últimos días en paz y tranquilidad—dijo

—¿Como haré  eso? Pase toda mi vida con usted— dijo Zeynep

—Sabrás que hacer, y si No, puedes guiar a Dilaşud en su camino, pero quiero que descanses — susurró tosiendo—Şah cuida de mis hijos por favor

—Lo haré pero no te canses— sollozo y Zeynep comenzó a llorar

—Díganle a mis hijos que los amo— suspiró por última vez y sus ojos se cerraron para dejar este mundo e ir con sus seres amados al paraíso.