capítulo 69
—Su majestad— dijeron todas y Atike sonrió viendo a sus nietas
—Son unas niñas hermosas Esmehan— dijo Ahmed y miró de reojo a sokollu— tu nombre será Ísmihan, tu nombre será Ísmihan, Ísmihan— le susurró a la pequeña de cabello rubio y luego cargo a la castaña— tu nombre es Rukiye, tu nombre es Rukiye, Rukiye— le pasó ambas niñas a Esmehan
—Allah las bendiga —dijo Ayşe feliz
—Gracias —sonrió sokollu y Ahmed vio a su madre
—Esmehan descansa, Sokollu ven conmigo— dijo Ahmed serio y todos salieron se los aposentos de Esmehan
—Desea algo su majestad— dijo el paşa
—Será condenado a muerte sokollu, por traición, usaste a mi hermana, a la hermana del sultán para conspirar con Safiye sultán—dijo viéndolo— solo espere a que conocieras a tus hijos por mi hermana pero mañana al amanecer perderás la cabeza.
—No su majestad, piedad— grito
—Lo hubieras pensado antes, usaste a una sultana de sangre, a mi hermana, para conspirar con Safiye— apretó su cuello- mereces morir pero antes vas a confesar, Mehmet llevatelo- todas sus hermanas vieron con horror al paşa y Ayşe fue corriendo a contarle a su hermana
—Allah haz que Esmehan entienda— dijo Atike yendo detrás de Ayşe
—Dilaşud, Dilruba— sonrió Şah sultán llegando al jardín
—Sultana— hicieron reverencia
—¿Como están sus hijos?
—Desean verla —sonrió— a Kösem le gustó pasar con usted—dijo Dilaşud
—Cuando quieras llevala, ya mis hijas se fueron — dijo triste
—Le prometo que Kösem pasará tiempo con usted — sonrió
—¿Como las trata Halime?
—Se cree la madre Sultana algo muy común en esos casos—Dilruba sonrió
—Así era Safiye, y miren donde acabó, sin hijos y sola tratando de atentar contra la vida de su majestad y la de Atike
—No lo logrará, el mal jamás gana
—Así es, por eso me gusta que ambas permanezcan juntas, así ambas son fuertes—las miró— se avecina la guerra y solo una va a ganar, cuida de tu hijo Dilaşud
—Lo haré sultana— susurró
—Ambas lo haremos, ese niño es la esperanza—dijo Dilruba
—Por que quien quiere un imperio con una madre sultana tonta como Humaşah o hueca como Halime o con la ambición de joyas como Handan— las miró— ambas son humildes y inteligentes, se que el imperio quedará en buenas manos, Atike confía en ambas.
—Por allah que no les fallaremos— dijo Dilruba sonriendo
—¿Que es todo ese alboroto Ayşe?— dijo Esmehan tratando de levantarse
—No es nada —susurró abrazandola— Esmehan
—¿Que pasa Ayşe?— la miró directo a los ojos
—¿Confías es sokollu?—apretó su mano
—Si, ¿por que preguntas? El me ama yo lo amo
—El— tomo aire— el trabaja para Safiye sultán— Esmehan la miró incrédula.
—¿Que dices? No mientas Ayşe
—Es la verdad, Safiye le ordenó matar a Ahmed y a nuestra madre— susurró—matar a nuestros hermanos
—No mientas Ayşe— grito— vete de aquí, largo- grito empujandola
—¿Que harás Ahmed?— dijo Atike viendo a su hijo
—Le daré unos días a Esmehan, pero su ejecución es inevitable— dijo serio— Esmehan irá unos días con Kasim y después de un año se casará de nuevo
—Deja que ella decida— suspiró
—Ella decidió y mira que gran error
—¡Ahmed!— lo reprendió
—Ya veremos— suspiró—en cuanto a mis demas hermanas, ve buscando candidatos para casarlas, los investigaremos y listo— la miró y Atike asintió
—Esta bien — suspiró y salió de ahí
—Madre — Ayşe la interceptó en el camino— Esmehan no quiere abrirnos
—Allah paciencia—suspiró y aceleró su paso hasta los aposentos de su hija— Esmehan abre ya
—No quiero—grito—quieren matar a sokollu eso es falso no me quieren ver feliz— grito
—Llama a Ahmed— dijo Atike— tus hijas te necesitan —toco la puerta- por favor Esmehan Baharnaz sal de ahí— dijo Atike con poca paciencia y Ahmed llego
—Yo lo hago, vayan todas a sus aposentos— abrió la puerta y se encontró a su hermana con las rodillas en el pecho y los ojos inchados— Esmehan mi pequeña
—¿Por que lo quieres hacer?— susurró— ¿que hizo?
—Ha estado llevándo le información a Safiye, ha intentado matarnos, destronarme y sacar del camino a los Şehzades— tomo su mano y la abrazo— yo quiero tu bien Esmehan
—No lo mates, castigalo pero no hagas eso—sollozo— por favor
—No puedo Esmehan, su destino es morir y nada lo cambiará
—¿Ni si quiera tu hermana?— dijo viendolo
—Ni si quiera mi madre —se levantó— después de la ejecución iras unos meses con Kasim junto a tus hijas— la miró y Esmehan lo maldito a lo bajo
—Vete de aquí —grito—eres cruel
—Trato de protegerlas —gruño
—¿A quien? A tu imperio eso es lo que importa ¿No?
—Primero estan ustedes y si no quieres entender que bien— salió de ahí dando un portazo
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