capítulo 4
Atike había regresado a su trono, de nuevo era la más querida por todos en el palacio, daba oro y vestidos a las criadas, las ayudaba en lo que pedían y era amable con todos.
Aquello había sido un gran punto a su favor, su embarazo había sido una gran ayuda para que ella volviera a ser la mujer más poderosa de aquel lugar.
—Sultana Atike- Esma hatun se acercó a ella.
— ¿Dime?—acomodo su velo
—El sultán la espera— la sultana le tendió unos papeles
— ¿Está listo todo? Tenemos que ganarnos al sultán y al pueblo —le sonrió
—Usted se ganó hace mucho al sultán— sonrió una de sus criadas más fieles
—Lo sé pero cada intento cuenta—le guiño un ojo y le indico al guardia que la anunciara
—El sultán esta con la sultana Safiye— dijo el guardia y Atike suspiró indignada
—Él me había mandado a llamar— lo miro sería—dile que estoy aquí ya— exigió
—Tranquila Sultana—dijo Esma
—Pase—el guardia le hizo la seña y ella entro
—Su majestad—ignoró la presencia de Safiye— tengo algo que decirle
—Safiye ya terminamos —le dijo para que los dejara solos y esta bufo para después salir —dime mi luz —le indico para que se sentará
—Tengo un pedido mi señor, quiero formar una fundación para ayudar a todos los necesitados y carentes de amor— lo miro—a todas esas personas que la vida les dio la espalda, quiero darles un propósito para seguir sirviéndole a Allah
—Es muy bonito de tu parte Atike —le tomo las manos —claro que se hará, hoy mismo hablaré con Süleyman efendi y le dire tu idea.
—Gracias su majestad—sonrió feliz
—¿Dime como va el bebé y tu—? acerco sus manos al vientre inchado de Atike—se ve que comes mucho
—Estamos bien Orhan,y si el me hace comer mucho y no entiendo por que— sonrió y el Sultán beso sufrente con ternura
Atike sabia que tenia a Orhan en sus manos, cada dia le enviaba regalos y le enviaba sus comidas favoritas, aveces iba de visira y pasaba su tiempo con sus hijos o aveces los llevaba al jardin y estaba junto a su familia oficial.
Atike no podía estar mas feliz pero sabia que Safiye haría algo para perjudicarla, así que debía de estar pendiente siempre y debía de fijarse en comía, bebía o incluso en que y con quien hablaba, aquella mujer era capaz de todo y Atike sabia que por el trono se podían hacer cosas realmente crueles.
Hasta matar a niños inocentes...
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