- Hija mía, príncipe- dijo mi madre sentada en el suelo con una mesa y se llevó un vaso a los labios- Kösem, sientaté con tu hermano

(Imaginarla más joven)

Me fije en el hermoso y perfecto rostro de ojos y cabellos castaños de mi amada madre. Una de las cosas que ponía orgulloso a mi padre de ella era que siempre trataba bien a sus demás hijos.

- Si, madre- dije y me senté dejando al pequeño Bayaceto en mi regazo y llevandome un pequeño pedazo de pan a la boca- ¿Qué dirá su madre?

-Ella no puede decir nada- afirmó-  Parece que tu hermano tiene hambre

- Si- dije y llamé a Rana- Rana, que traigan sopa de carne y verdura para el príncipe

Mientras esperavamos la sopa yo y mi madre comimos un poco de carne

- Madre...¿Quién crees que se llevará Manisa?- pregunté indecisa aunque deducía la respuesta

- Mehmet- dijo mi madre- ya sabes que es el que más obedece a tu padre a parte de ser un gran estadista, guerrero..etc, resumiendo esta repleto de virtudes

- Lo sé- dije con una sonrisa mientras Rana ordenaba a las criada que acababan de llegar servir la sopa- Quiero mucho a Mehmet pero me da mala espina

- ¿Porque?-preguntó mi madre extrañada mientras yo le daba de comer con la sopa a Bayaceto

- Creo que cada vez esta más impaciente por el trono y por como mira a mis hermanos parece que quiero matarlos- dije divertida pero recordé que eso era lo seguro en la dinastía

- Bueno, al fin y al cabo es la decisión de su majestad- dijo mi madre y después de un rato más de charla nos informaron que la reunión había acabado y nos impacientamos por saber cual seria el afortunado príncipe que ocuparía la provincia de Manisa

-   Ahmed Aga- dijo mi madre dirijiendose a un eunuco del harén- ¿Cuales han sido las provincias?

- Orhan a Amasya- al decir eso yo sentí una punzada en el corazón- Ahmed a Koutaya- sentí otra punzada, quería Amasya para el, Manisa para Orhan y Koutaya para Mehmet. Ahora  mi padre había anunciado claramente su herdero

- Entonces...Mehmet a Manisa- exclamé

-No, sultana- corrigió Ahmed - Edirne es para Mehmet  

-Ningún príncipe tiene Manisa- dijo pensativa con la cabeza bajada mi madre