Fahriye y yo ya teníamos 6 meses y a la vez que una especie de pacto de cordialidad no hablado para tener un embarazo tranquilo.

Ella decidió dejar atrás su idea de abortar y me contó que también dejó atrás a su amante.

Mis hermanos y sus acompañantes seguían aquí.

Cada mujer medianamente ambiciosa había dejado de darle tanta importancia al sultán para centrarse en intentar entrar el los harenes de los príncipes.

Cada vez que pasaba por escondidas en las áreas de concubinas por los pequeños ratos libres de las esclavas, oía pequeños debates sobre que príncipe triunfaría y sería más rentable. Mientras tanto notaba como crecía algo de tensión entre los hermanos y también las dudas sobre el por que de el hecho de que Mehmet no utilizara su harén.

En resumen, la tensión en el harén se podía cortar con unas tijeras y yo me paseaba arriba, abajo con mi barriga dirigiendo alguno que otro asunto de palacio y del harén.

- Mi Sultana- Fatma se me acercó saliendo discretamente junto a una bella rubia de su clase de música mientras yo caminaba por delante de ese lugar- Quería presentarle a mi amiga, Sadika Hatun.

- Sadika Hatun- la miré

- Sultana- hizó reverencia.

- Voy a ser directa, sultana- dijo Fatma segura de si misma- Quiero que tenga a Sadika como opción para el harén del príncipe Mehmet.

- ¿Y porque debería interceder por ella, querida?- hablé pausada

- Porque es la mejor- hizo los ojos como platos- En todo, danza, música, poesía...etc. Además es muy inteligente.

- ¿Ah sí?

- Si, mi sultana- habló aún con más determinación la llamada Sadika.

- Voy a pedir que me digan todo sobre ti a tus maestras, espero no me decepcionen- suspiré y ellas sonrieron para después reverenciarse y marcharse.

-Ay, querida- rodó los ojos mi madre suspirando cansada- Estoy harte de la tensión que hay en el harén, pero si te digo la verdad, en todos los años que he estado aquí, jamás he visto el harén en paz pero ahora yo soy la responsable de todo, a parte de mantener a raya a las consortes, nueras, tía y prima de su majestad.

- Tienes razón, madre- suspiré acabando de acomodarme en el asiento del sofá de los aposentos de la Valide mientras tenía a mi hermano Bayaceto y a mi sobrino Yaya en mi falda.

-  Casi todas las mujeres están obsesionadas con tus hermanos, especialmente con el príncipe Mehmet- aseguró mientras tocaba la mano de Yaya con cariño.

- En eso también tienes razón- me llevé un dulce a la boca- Esto es un caos y va a ir a peor cuando su majestad se haga mayor...ya sabes por que.

- Si, sé el por que, hija- advertí algo de resignación en su voz-  Mehmet no tiene favorita y es uno de los príncipes con más opciones, por no decir el que tiene más opciones de triunfo.

- Sultanas- exclamó Sha Hatun que vino hasta nosotras- Meryem Hatun quiere pasar

- Que pase- respondió a la pregunta no formulada la directora del harén.

- Sultanas- hizo reverencia cuando llego frente nosotras- No quiero sonar descarada pero olvide mi peine en Koutaya y no tengo ¿Me podrían dejar?

- ¿Por que no le pides eso a las otras consortes de príncipes?

- No tenemos muy buena relación, que digamos- sonrió

Dejé ir un gran suspiró mientras me levantaba.

- Le debo una, Sultana- exclamó mientras se ponía a peinarse sonriendo delante del espejo.

Me dije mentalmente que esa baza la podría utilizar más adelante contra ella si, ella al final resultaba ser una mujer de honor.

- Sé que he tardado mucho en pedirlo pero mi pelo es fácil de manejar y no me hacía falta.

- Bueno, ya te puedes ir

- Claro, Sultana

- ¿Así que me está diciendo que es de las mejores?- pregunté a Ayperi Kalfa

- Efectivamente- asintió con la cabeza- En todo. Quise mandarla muchas veces con su majestad pero las sultanas lo impedían.

- Maestra Nasha- hablé a la encargada de canto que le daba clases a Sadika

- Habló en nombre de todos cunado digo que ella destaca en todo- las mujeres a su lado asintieron con la cabeza

- ¿Y en capacidad de liderazgo?-alcé las cejas

- La mejor- concordaron todas

- Gracias por todo, pueden retirarse.

Cuando se fueron, concordé mi mente con un objetivo, que Sadika fuera la favorita de Mehmet

Sin darme cuenta, ya estaba entrando a los aposentos de Mehmet después de que sus sirvientes me abríeran la puerta.

Me lo encontré sentado en su escritorio con la mirada perdida en un papel a medio escribir mientras dejaba la pluma y la tinta de un lado. Noté como suspiraba con un pesar más propio de alguien más mayor mientras se levantaba de la silla con una sonrisa en el rostro.

-Hermana- abrió los brazos con cariño como cuando éramos pequeños

- Príncipe- le abrazé

- ¿A que debo esta visita?- habló mientras me soltaba

- Necesita una hermana un motivo para ir a visitar a su hermanito

El me miró fijamente con una expresión divertida.

- Vale, vale, quiero ofrecerte una mujer

- Tengo un harén- abrió mucho los ojos.

- Que no tocas

- No quiero a esa mujer

- Como quieras

¿Y ahora que debo hacer con Sadika?

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