Ya habían pasado los dos meses por lo que el palacio ya estaba totalmente reformado, por eso estaba con Rana, Hatice, Sha y muchos sirvientes bajando de los carruajes llegando a los jardines del cual sería mi nuevo hogar

- ¿Su esposo esta aquí, Sultana?- me preguntó tímidamente Sha

- Supongo que si, querida- respondí dudando de mi propia afirmación

- ¡Sultana!- gritó una voz masculina a mi derecha

- Osman Pasha- exclamé con una sonrisa encantadora- ¿Cómo se encuentra?

- Bien gracias a su bendito rostro

- ¿Quién le ha dado el consejo de decirme eso? Dejeme decirle que no es un buen amigo- reí

- Ha sido idea mía- dijo haciendose el ofendido

- Pues ahora es seguro que usted no será poeta

- Eso ya lo veremos- me dijo para después extenderme el brazo- Sultana

- Por supuesto- dije cojiendole el brazo

- ¿Ya ha entrado al palacio?-me pregunto mientras atrevesabamós el umbral del palacio

- No- le respondí- Solo he visto los jardines

Cuando entre y vi el palacio puse los ojo como platos. Realmente Osman Pasha y mi padre se habían lucido tanto en la decoración como la estructura del palacio.

- ¿Le gusta, mi Sultana?- me preguntó Osman mientras yo me sentaba en un sofá

- Es muy bonito, la verdad- dije mientras comía un grano de uva que había en una pequeña mesa al lado de el sofá- Mis criadas tendrán eso aposentos especiales para ellas que pedí ¿No?

- Por supuesto, Sultana- asintió

Rana, Hatice y Sha, mis criadas favoritas iban a tener unos aposentos que yo pedí conectados a los míos para que ellas estuvieran cómodas

- ¿Dónde están mis aposentos, Pasha?- pregunté

- ¿Sus aposentos?- preguntó desconcertado- Querrá decir "Nuestros aposentos"

Lo fulminé con la mirada pero no lo rebatí porque en teoría tenía razón, era su esposa y debíamos compartir aposentos

- Lo que sea- dije desgastada mientras todos lo Agas's y Hatun's menos mis sirvientas predilectas y Cihanger Aga llevaban cofres y objetos de un lugar a otro- ¿Dónde están los aposentos?

- Sigame, mi querida Sultana- dijo y el no pudo ver mi cara de sorprendida porque se giro para guiarme hasta el lugar

Todas las veces que habíamos hablado me llamaba "Sultana" o "Mi Sultana", jamás "Mi querida Sultana". Suponí que era un avance en nuestra relación

- ¡Que bonitos!- exclamé cuando vi los que serían mis aposentos y posteriormente les dije a los sirvientes que transportaban mi pertenencias- Dejarlo todo aquí y colocarlo, por favor

- Sultana, le tengo un regalo- me anunció Osman Pasha con una sonrisa

- Ah, si- exclamé contenta

- Si- me respondió- No solo vienes a vivir a un nuevo palacio, pronto cumplirás 15 años por eso te presento a Hümasah Hatun

Señalo a una mujer hermosa con determinación que se encontraba entre otras Hatun's. "Es maléficamente hermosa" pensé

- Oh, gracias, Pasha- le dije sonriente aunque a primera vista la mujer no me había dado buena espina

- Os dejo sola, mi Sultana

- Retiraros- les ordene a los sirvientes cuando ya habían todos acabado- Hümasah Hatun, eres hermosa, espero que tu personalidan y inteligencia lo sean también

¿Cómo iba a saber que tenía delante a la mujer que más me haría sufrir?

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