one
Manos temblorosas, ojos derramando lágrimas a la vez que el eco del llanto se escuchaba tan alto que hasta las paredes retumbaban. El pálido omega lloraba sin piedad ante la noticia de sus padres, ya aquellos le habían dicho cual sería su destino y el no pudo reaccionar más que llorando en desconsuelo.
Yoongi siempre supo que sus padres no le querían por el hecho de ser omega. Ellos decían que ser omega era de débiles, que era un engendro y que ser alfa siempre era mejor en los chicos, sí, parecía que vivían en otra época pues en esta ya nadie criticaba a nadie, tanto como los chicos podían ser omegas y las chicas alfas.
–¡No me podéis hacer esto! ¡Joder no es justo! -Dice soltándose del agarre de su madre, su hermano mayor le ayudaba pues el si quería a Yoongi y mucho. Su hermano pequeño era como su bebé gruñón y Jin odiaba que se lo llevasen.
La subasta empezaba a las 22:00 de la noche por lo que solo tenían una hora para poder arrastrar a Yoongi al coche para poder llegar a tiempo, era difícil pues entre que Yoongi se resistía y Jin, el hermano mayor de el omega lo impedía, para los padres de aquellos se les estaba haciendo casi imposible llevárselo.
–Es hora de irnos Yoongi y sin quejas. -Dice Woo Ji-Ho el padre, quien es obligado a usar la voz de mando ya que aquellos se resistían bastante. Yoongi sumiso por culpa de aquella voz usada por su padre agacha la cabeza y entre sollozos se despide de su hermano mayor quien también llora, caminando fuera de la casa hasta adentrarse en la parte trasera del coche.
Mientras tanto el alfa Jimin estaba en su coche. Su mejor amigo le habia aconsejado ir a la nueva apertura de la subasta a la que siempre iba y feliz comenzó a ir hacia ella al segundo de enterarse. Al llegar después de unos veinte minutos de trayecto estacionó su coche y se encaminó hacia el interior de aquel inmenso edificio.
Se sentó en uno de los primeros asientos con su cartel que contenía un número para cuando quiera pujar por alguien que le guste. Sabemos que las subastas de personas o más bien 'omegas y betas' estaban prohibidas por eso este edificio se hacia pasar por una empresa enorme de restaurantes, algo así.
La sala de aquel lugar olía de manera inmensa a alfa. Por lo que a Jimin le causó náuseas tapando su nariz sin una pizca de disimulo, realmente le asqueaba el olor a alfas que no fuera él mismo o que no fueran cercanos a él.
–Asco -Dice mientras mira a el escenario viendo como por fin se postra en él un presentador beta, justo a la hora indicada en aquella página de Internet, siempre eran de ser puntuales, a Jimin le encantaba eso.
Aquel comenzó a explicar todo, de cuantos omegas u betas iban a haber hoy y todo eso. Mientras que detrás estaba un Yoongi siendo arrastrado por un guardia ya que los padres de este fueron a ver la subasta desde aquellos asientos para saber quien era el que compraba a su 'querido' hijo; realmente estaban eufóricos por deshacerse de el.
¿Cómo puede ser que aquellos fueran tan crueles? Con sus acciones hacian que la sonrisa de el pálido omega se vaya apagando, su aroma a 'fresas y hierbas' apenas se note por como estaba de deprimido, por estar ahí, siendo obligado a ser subastado por unas estúpidas deudas. La noticia le había caído tan de sorpresa, siempre tuvo la esperanza de agradarle a sus padres algún día pero no es así, ellos le odiaban a tal punto de subastarlo.
–¡Y atentos señores y señoras! Aquí tenemos a los seis omegas, tres hombres y tres mujeres ¿primero en ser subastado...? ¡Jackson será el primero! - Gritaba el presentador empujando a ese tal Jackson para que diera un paso al frente y las luces de los focos le apunten a él.
Manos con carteles en ellas se levantan eufóricas mostrando su número y diciendo cifras; peleando entre ellos por quien se lo quedaba. En esta, Jimin no pujó, ese omega no le llamaba la atención para nada.
Y después de ese Jackson llegó su turno. Min Yoongi miró aterrado al público cuando escuchó su nombre, le obligaron también a dar un paso al frente donde comenzó a llorar escuchando risas y gritos de gente queriendo comprarle.
'¿Esto es nada más que una pesadilla verdad?' Pensaba el pálido esperanzado, pero al abrir sus ojos y mirar al frente supo que estaba atrapado en esa horrible realidad, donde pronto estaría viviendo al merced de algún alfa que puede que le torture, le viole y haga lo que quiera con él.
Jimin rápidamente alzó su vista cuando dijeron el segundo nombre, ese nombre que le pareció hermoso ya de por si, un nombre tan delicado. Sus ojos se agrandaron al ver al pálido, dios, era como un ángel, aquel parecía que brillaba ante los ojos de Jimin, tenía un cuerpo delicado y definitivamente Jimin sabía que ese chico parecido a un muñeco de porcelana debía ser suyo, ese omega definitivamente debía ser suyo.
Se levantó haciendo chirriar la silla en la que estaba, alzó su mano y todos le miraron ya por ser quien era, muchos le temían, otros le odiaban y hasta envidiaban; además de que era poco común que puje a la segunda.
–¡Cinco millones de dólares! - Gritó un hombre alto al fondo haciendo reír a Jimin.
–¡Veinte millones de dólares! - Y todos se quedaron pasmados ante tal cantidad de dinero, todos se callaron y el presentador con un par de palabras hizo que Jimin ganara la puja y que Yoongi finalmente fuera suyo.
Jimin miró a el Omega con seriedad guiñandole el ojo. Yoongi en todo momento estuvo en shock sin saber que hacer hasta que se quejó cuando unos guardias lo llevaron hasta la parte trasera del escenario y lo dejaron sentado en una silla para que ahí después se encuentre con su ahora 'dueño'
Y Park Jimin fue a ver a ese hermoso Omega.
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