Tras tantas horas de orgullo, con el objetivo de distraerme de lo mal que me sentía, una vez en casa fue inevitable ponerme a llorar, con algo de culpa porque no tuve la voluntad de insistir en el tema para solucionar algo, me dejé ganar así de fácil.

Por cierto, aunque mi madre haya firmado que obligatoriamente debía quedarme en los castigos de matemáticas que hace el profe Levi, acabé exhausta de los estúpidos de la otra clase y de mis propios compañeros, no, no iba a quedarme horas extra-curriculares para pasarla mal, sin poder concentrarme en la labor de aprender. Tampoco es que tuviera la gran voluntad ahora de querer algo positivo en mi vida, estaba en la mierda; harta de tener esa rutina de malas rachas.

Algo de positividad requería en mi vida, por ende, ir al famoso evento el día sábado donde tocaría Metallica (la banda de Kirk) y otras más para pasar el rato junto a Ayleen.

Llegué bien tempranito junto a Selena y mi madre, donde en compañía un par de apoderados más nos dedicamos a colocar el puesto de comida, encendimos los micro-hornitos y nos repartimos labores. Yo fui haciendo las compras, así que iba de aquí para allá por todo el perímetro comprando y guardando dinero ajeno. En el camino saludé a Kirk que con su grupo iban instalando los instrumentos...

Creo que ya habíamos comenzado a vender cuando llegó Ayleen, muerta de sueño porque era una mañana algo helada.

- ¿Y tú? ¿Sabes qué hora es?

- Aún no empiezan a toc... ¡Uhhh, mira esos minos! -señaló a unos tipos que eran todos unos galanes, para ser honesta, era imposible no mirarlos.

- Damn son -murmuré, distrayéndome de mi rabia fingida-. Yo ya ayudé en la cocina y en hacer carteles, no sé... Podemos ir a hacer la última compra, ya llegaron hartos del curso y están "ayudando", y no sé... Podemos ver los grupos.

- ¡Wenaa! -ella aceptó.

Salimos del colegio para cometer la compra, entregué el paquete junto a todo el dinero que no me pertenecía. Aún no se presentaba ningún grupo, decidimos desperdiciar el tiempo. Caminamos a pasos lentos en dirección a la cancha con pasto sintético... Nos echamos boca abajo sobre éste, entretanto nos movíamos como si de hacer ángeles de nieve se tratara. Correteamos en círculos. Nadie estaba allí, de hecho, no teníamos permiso para ir, aún así nadie nos detuvo ni nos pilló.

Al cansarnos, dijimos que iríamos frente al escenario. No había tanta gente allí, porque la fila para comprar comida chatarra era larguísima. Tomamos asiento en el suelo, justo a tiempo para que se presentara un grupo de chicos de como nuestra edad. Ellos se presentaron como grupo y explicaron que harían varios covers de Linkin Park, me pareció bien.

Nada mal como grupo, la verdad.

Ayleen no dejaba de echarle el ojo a los integrantes guapos de otro conjunto musical, sí, los mismos otros galanes que me distrajeron hace un rato. No pude evitar reírme un poco por ello.

- Oye, ¿y si llamo a Armin? -consultó, sacando su celular. La detuve asustada.

- ¡¿Qué?! -exclamé- ¿Y para qué?

- ¿A él no le gustaban estos grupos? -comenzó a marcar su número.

- Sí, sí, pero él no es sólo Rock, también le gusta la música electrónica y...

- ¡Hola! -saludó en casi un grito- Sí, Armin, soy yo, ¡Ayleen!

- ¿Estaba durmiendo? -consulté en voz baja, asintió, aguantándose la risa.

- ¿Puedes venir al colegio? -se quedó callada por un rato- ¡No, no! No es para que ayudes en el tema del evento, ya tenemos todo listo... -escuchó en la línea lo que él debía decir y ahí siguió explicando- ¡Están bandas así rockeras, como te gustan! -y movió el celular para que se oyera de fondo el cover de In the End de Linkin Park- Por fa... ¿puedes venir? -un par de segundos más tarde...- ¡Okay, de ahí nos vemos, chao!

Y cortó la llamada.

- ¿Dijo que "sí"? -abrí los ojos como platos cuando obtuve una respuesta positiva.

- Seguro andaba raja de dormido que apenas modulaba -dijo ahora reventando en risa.

- No me sorprende -rodé los ojos.

- En una media hora demás que llega -levantó el pulgar y sonrió, enseñando los dientes.

- Ah, justo cuando quería fichar a los wachos de allá -señalé a los tipos que ella no dejaba de mirar, reímos a unísono.

- No, no... ¡Si te gusta el rubio, déjame los wachos de allá pa'mí!

- Ya, dale -controlé un poco la risa, fijándome ahora en la banda que tocaba.

Nuestro profesor jefe se sentó detrás nuestro para charlar de temas de contingencia -ejem, sobre que debíamos estar ayudando, aunque él sabía que al menos yo hice harto cuando llegué en la mañana-, sobre cómo estábamos, calificaciones... Romero que vino a sólo desperdiciar el tiempo, se unió a la conversación con el profesor, este último se retiró y nos quedamos charlando con el pesado ese.

Otros dos grupos más se presentaron y Armin no llegaba... de la vergüenza, comencé a mirar a todas partes y cuando menos me lo esperaba, él ya me había saludado con un beso en la mejilla. Mis mejillas agarraron un fuerte color rosa y me limité a sonreírle.

Él se unió a la conversación e íbamos muy bien los cuatro en una charla, bueno, yo no tanto por los nervios y porque la banda de Lars comenzó a tocar, por tanto, Romero comenzó a reírse de mí. Qué incómodo, ¿no?

Ayleen pedía, este, "consejos" para poder acercarse a charlar con los guapetones que provenían de otra ciudad más encima, si no aprovechaba ahora... Tuve una idea fantástica. Aprovechando de que Romero no hizo nada, me puse un poco gruñona y le dije que mínimo ayudara a Selena en la caja que llevaba desde muy temprano trabajando. Por las malas se fue, de ahí fui dándole ánimos a Ayleen para que se acercara a la banda de chicos lindos y así, finalmente, me dejó a solas con Armin.

Costó su buen tiempo, pero sirvió bastante.

Armin me hizo uno que otro comentario sobre Metallica, que eran muy buenos. Le di la razón. Aunque no evitó hacer una pequeña bromita acerca de mi relación con Lars. Luego se puso serio y me dijo que debía ser una persona o muy madura para poder oír al grupo a pesar de que mi relación fue algo mala o era muy obsesiva con mi exnovio. Reí nerviosamente, le expliqué que no había problemas mayores y que no iba interesada en una relación con Lars de nuevo.

A lo que me dice que se siente igual de cierta forma con su actual novia, que quiere dejarla.

Paré oído y aproveché que andaba despechado para oír todo lo que tuviera que decir; no mucho. Sólo a grandes rasgos el problema. Sugerí que lo dejara y que busque algo mejor, que muy cerca tenía a ALGUIEN que lo quería mucho.

Al parecer, no lo captó del todo y me cambió de tema, no sin antes comentar "ojalá fuera así".

Retomamos el tema de la música con algo de... mierda, que ya ni hallo las palabras adecuadas para definir el momento. De hecho, apenas hablé tras eso. Nos quedamos callados y a la distancia vi a mi madre haciéndome señas, miré al rubio y luego a mi madre. Me puse roja como tomate.

Le devolví los gestos, yo diciéndole que nos vayamos más tarde que estaba ocupada y ella insistía en que nos fuéramos porque ya no había que hacer nada más. Exageré mis gestos y miré de reojo a Armin para que comprendiera la importancia del asunto.

Mi miró con una cara curiosa, perversa. Y aceptó.

- ¿Ocurre algo? -preguntó él.

- Oh, nada, nada... -forcé una risa.

- ¿Y de qué me perdí? -dijo Ayleen, sentándose con nosotros.

- No de mucho -respondí con naturalidad.

- ¿Jugamos a los retos?

Nos miramos entre los tres, por mero aburrimiento, aceptamos.

Tampoco es que hiciéramos cosas tan emocionantes. El único reto que me hizo cagar de la risa, que cabe mencionar sí o sí, fue un reto impuesto por Ayleen donde Armin debía abuchear a la banda de Lars. Dios, que risas me eché por la cara con que ellos se quedaron.

Cuando Metallica dejó de tocar, todo el espectáculo había terminado. La venta cesó... ya debía irme a casa con mi madre. De mala gana me despedí de ellos dos para dirigirme donde mi madre, cuando nos alejamos de la masa, en una calle más solitaria en el camino a casa, ella me preguntó...

- ¿El rubio ese era mi yerno o qué? -movió ambas cejas de forma juguetona, rodé los ojos, tratando de no ruborizarme.

- Algún día -bromeé.

- ¿Me dirás algo más acerca de él, ya que no lo conozco...?

- Es inglés, le gusta la lectura. Fan de bandas de Alternativo y un poco de Hard Rock, además de la música electrónica. Adora leer, um, es inteligente, amable... -sonreí como drogada.

- Ah, buen partido, entonces -sonrió de lado-. ¿Están en algo?

- Ojalá -suspiré en agobio.

- Umm, ya veo -hizo una mueca.

No quise hablarle más del tema porque me daba vergüenza.

En mi habitación, me tumbé en mi cama para suspirar enamorada. Fue un gran día.

Mierda, no charlé con Kirk como me pidió en la mañana cuando yo iba de aquí para allá en las compras. Bueno, en otra ocasión será.