Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20


**ohh, #4 en violencia, eso no me lo esperaba, no sabía que mi historia era tan violenta. JA JA. mentira si**

Despierto asustada con el corazón a mil, el sonido de la alarma me ha asustado, me quedé dormida en la ventana. Me levanto triste al recordar lo que pasó. ¿Cómo es posible que el chico del que estoy enamorada sea la persona que me secuestró, golpeó y violó? La vida no para de pisotearme y hacerme sufrir, ¿será que yo no puedo ser feliz?

Me echo kilos de maquillaje para cubrir el tremendo moretón que tengo en el pómulo, y tomé muchos medicamentos para el dolor de cabeza. El golpe que me dio contra el espejo me dejó una herida abierta, pero nada que yo misma no pudiera curar.

Voy a la universidad porque no pienso quedarme sola en mi casa para que a él se le ocurra hacerme algo, es mejor estar rodeada de personas. Aunque en realidad deseo que la tierra me trague.

Camino por los alrededores, ya que aún no empiezan las clases, y de inmediato Sooho me recibe y me entrega mi bolso, el cual olvidé ayer en el salón. No puedo evitar saltar sobre él y llorar en su pecho como una niña pequeña. Él no me hace preguntas y lo agradezco, porque no sé qué decirle, solo me brinda su pecho para que me desahogue...

He estado callada y triste todo el día, no tengo hambre, no tengo ganas de hacer nada, solo quiero ver a Yuntae. Sí, soy demasiado masoquista para querer verlo después de todo, pero no puedo evitarlo, lo amo demasiado, pero él actúa distante, ya ni siquiera me mira. Perfecto, ahora estoy normalizando el que él me haya vuelto la vida una completa mierda. Terminan las clases y regreso a casa.

¡Ya no puedo más! Tienes demasiadas cicatrices, no sé cuánto tiempo más podré aguantar esto. Ya no tengo más lágrimas para seguir llorando...

Siento que estoy muriendo, ya que el único infierno que conozco es estar sin ti. Pero ni todas mis vendas puede detener tu sangrado. ¿Cómo se supone que mi dolor te complete?

—¡Deja esto morir, Eunji! ¡Corre! Aléjate de mí.

—¡Te odio!

Despierto en la oscuridad de mi cuarto, ni siquiera en mis sueños puedo dejar de pensar en él. Aún sigue su huella en mi almohada y todo el tiempo imagino su rostro frente al mío, imagino que aún está aquí, diciéndome que también me ama. Todo mi cuerpo lo extraña.


***

—¿Dónde deberíamos reunirnos? ¿En tu casa o en la mía? —me pregunta Sooho, ya que el profesor nos dejó un trabajo en parejas.

—Hmm, supongo que en la mía —le respondo sin ánimos.

Después de las clases nos vamos juntos a mi casa. Llegamos y nos sentamos en el comedor. Hacemos el trabajo y luego de un rato me levanto de la mesa. Me dirijo a la cocina para traer unos vasos con jugo. Regreso y le doy uno a Sooho.

—Toma. —Él lo recibe sonriéndome, bebe un sorbo y continúa haciendo el trabajo.

Observo con detalle a Sooho. Él tiene un lindo rostro, sus ojos son grandes y cuando sonríe su nariz se arruga tiernamente, parece un conejito. Siempre está tratando de hacerme sonreír. Hablar con Sooho me trae demasiada paz, me calma y hace que olvide mis preocupaciones, sin embargo, aunque ahora tiene un tatuaje en su pelvis que lo hacen lucir muy masculino, nada que ver con mi perverso favorito.

Otro día más en la universidad, mi ánimo es el mismo, es como si no tuviera sentido vivir y lo único que quiero hacer es salir corriendo tras él cada vez que lo veo irse de la universidad, pero me contengo.

—¿Por qué no vamos hoy al cine? —sugiere Yoona tratando de animarme.

—Sí, por mi está bien —digo sin aliento y Sooho sonríe.

—Perfecto, ¿qué genero deberíamos ver? A mí me gusta la acción —murmura él.

—No, yo pienso que deberíamos ver una de romance —masculla ella ante lo que propuso Sooho, así que comienzan una pequeña batalla para decidir qué género ver.

—Quiero ver una de terror —interrumpo seria, ellos se sorprenden, pero aceptan para que no me desanime.

Terminan las clases y llegamos al cine. Escogemos una película de miedo y entramos. En toda la película solo pude pensar en Yuntae, en que lo extraño mucho...

*

Salimos del cine y tomamos un autobús. Me despido de Yoona y Sooho para luego bajarme en la parada que está cerca a mi casa. Bajo y el autobús continúa su recorrido, comienzo a caminar y de repente, en la carretera, veo pasar un auto deportivo muy parecido al de Yuntae. Pasa a toda velocidad y desaparece. ¿Será él? No, no lo creo. Continúo mi camino y entro a mi casa.

Al llegar a la cocina busco una botella de vino de arroz que compré hace poco, comienzo a tomar mientras escucho música con los audífonos. Me ato el cabello en un moño flojo y me lanzo sobre el sofá, me relajo mientras sigo tomando como una loca despechada. El vino de arroz es muy fuerte, aunque solo he bebido unos tragos, ya me estoy sintiendo mareada, pero no me importa.

Levanto la cabeza y miro hacia el televisor, un sobre amarillo llama mi atención.

Me pongo de pie y voy hacia este. Tomo el sobre y lo abro muy intrigada. Unas cintas de casete, hay tres en total y me sorprende que cada una tiene grabada un nombre: Shin Hee, Choi Jae-in y el último hace que deje caer la botella de vino. Es mi nombre. Me quito los audífonos y busco mi teléfono.

No tengo ni la más mínima idea de cómo ver el contenido de estas cintas. ¿Quién hoy en día graba este tipo de vídeos?, lo único que se me ocurre es llamar a mi más confiable y discreto amigo. Marco el número de Sooho y cómo puedo, le explico que necesito que me ayude a ver estos videos.

No tengo idea de qué hora es, pero no me importa, quiero ver esos vídeos. Sooho vino lo más rápido que pudo, pobre, soy muy desconsiderada. Él trajo un reproductor de quién sabe dónde y lo conectó con el televisor.

—Listo. ¿Quieres que ponga una? —inquiere Sooho y me mira con su cabello todo despeinado y sus grandes ojos hinchados por la falta de sueño. Asiento con curiosidad.

—Pon este. —Le doy uno de los casetes con el nombre de Shin Hee. Oculté el mío, no quiero que Sooho vea lo que sea que esté en esa cinta. Él reproduce la cinta y una serie de clips muy extraños y contradictorios se muestran.

Imágenes intrigantes en blanco y negro de una chica siendo observada sin darse cuenta, mezcladas e intercaladas con otra toma de objetos, sombras, herramientas, manchas de sangre y comida podrida. La chica aparece desnuda, amarrada y amordazada. En la última imagen se ve como ella se arroja de un puente. La cinta termina y por fin ambos podemos soltar el aire que estamos reteniendo. Cruzamos miradas y veo la confusión en sus ojos.

—¿Qué clase de película es esa, Eunji? —bufa él y supongo que esos videos tan bizarros lo asustaron. Lo entiendo, yo también, lo estoy incluso tengo la piel erizada.

—No lo sé, los encontré por ahí —miento un poco nerviosa, pues sé muy bien de qué se trata.

Estas cintas pertenecen a Yuntae, él las grabó y esa chica es aquella que me pidió muy grosera que le diera un regalo a Yuntae, sí. La recuerdo con claridad. No la volví a ver después de eso, en aquel entonces no me importó, pero ahora entiendo. Aquí se ve como ella se suicidó, pero no fue así, él la manipuló, violó y torturó para que después se matara.

Supongo que los otros dos videos son iguales. Pero no puedo verlos con Sooho aquí.

—Okey, Sooho, perdóname por hacerte llegar hasta aquí, a estas horas de la noche, por un video demasiado bizarro —murmuro poniéndome de pie y le brindo la mano para ayudarlo a levantarse. Él la toma y se pone de pie, su mano está cálida, es muy agradable.

—No te preocupes, yo siempre voy a estar para ti.

—Tú siempre me haces sentir bien.

—Y espero que me dejes seguir haciéndolo.

—Por supuesto, eres mi mejor amigo. —Sonrío y le suelto la mano. No me había dado cuenta de que aún nos estábamos tomando de las manos.

Lo acompaño a la puerta y nos despedimos. Vuelvo a entrar a toda prisa y coloco las otras cintas. Primero la de la otra chica y me doy cuenta de que es la maestra de psicología; él también le hizo lo mismo a la maestra. Las imágenes son diferentes, pero igual de inquietantes que la primera, solo que ahora la maestra aparece en una bañera con las venas cortadas. Pensé que ella tenía problemas con el hombre con el que se iba a casar, pero veo que no fue así, él también la asesinó.

Por último, reproduzco el mío. Comienza similar: yo siendo perseguida y observada sin darme cuenta en diferentes lugares y sobre todo aquí en mí casa. De repente aparezco en aquel cuarto y revivo todas las cosas horribles que me hizo, cómo me golpeó, encadenó y violó. Las lágrimas salen por sí solas al ver cómo sufrí y de repente el video se termina con la imagen distorsionada de él con la máscara puesta.

¿En qué momento él grabó todas estas cosas?, ya que nunca lo vi con una cámara y, sobre todo, ¿con qué finalidad me las envió? Porque, ¿quién más pudo enviarme esto? Seguro lo hizo para recordarme que él es un monstruo y que no me desharé aún de él.


***

Han pasado ya dos semanas desde que descubrí lo que es Yuntae realmente. Y justo como me lo advertía Yoona, he enfermado, pero no es nada grave, solo tengo un resfriado.

Voy a la universidad solo para distraerme, pero me deprimo más, ya que Yuntae tiene varios días que no asiste a clases. Ahora ya ni siquiera puedo verlo de lejos, ni siquiera ver esas cintas extrañas me ayudan a olvidarme de él. Aunque a veces, cuando camino de la universidad a la casa, veo una sombra seguirme e imagino que es él.

Acabo de llegar a casa, salí con Yoona a divertirme un rato; no puedo darle el gusto a Yuntae de querer suicidarme. Aunque no quiero morirme por todo lo horrible que me hizo, sino porque me dejó. Sí, él tenía razón, estoy loca.

Necesito ayuda.

Me quito los zapatos y enciendo el televisor, pero escucho que tocan la puerta, así que dejo el control en la mesa y camino hacia la puerta. Abro y frente a mi aparece Sooho con una sonrisa de oreja a oreja. Su bello rostro iluminándose.

—Sooho, ¿por qué viniste? Pensé que ya habíamos terminado el trabajo —le pregunto un poco confundida abrazando mi cuerpo, ya que el frío de la noche se ha colado en mis desnudos brazos; la blusa que tengo puesta es muy sencilla y escotada para este clima frío.

—¿Puedo pasar? —me dice con ternura y de inmediato me aparto dejándole la entrada libre.

—Sí, claro, pasa —murmuro riendo. Él se adentra en la sala y cierro la puerta. Lo sigo.

—Vine para traerte estos apuntes, se te quedaron ayer en mi casa —me dice sacando una libreta de su bolso y luego me la da. Lo recibo sin despegar mi mirada de su rostro, es que sus mejillas tienen un leve tono rosa muy encantador.

—¿Ya comiste? —me pregunta y niego—. Hmm, ya, ¿quieres que te prepare algo delicioso? —propone contento. Su mirada recorre mi rostro y baja hasta mis piernas. Entonces capto por qué él está ruborizado, es porque mis shorts son demasiado cortos y mi escote demasiado revelador; sin embargo, no me molesta que él me vea así, es tierno.

Finjo sorpresa ante su propuesta.

—¿Qué? ¿Tú cocinarás para mí? No tenía idea de que sabías cocinar —bufo. Él frunce el ceño y cruza los brazos.

—Eunji, por supuesto que sé cocinar, de hecho, soy muy bueno —me aclara levantando una ceja y comienza a caminar hacia la cocina.

Lo sigo curiosa mientras trato de ocultar mi risa. ¿Será verdad que sí sabe cocinar? Él abre la nevera y saca varios ingredientes. Los pone sobre el mesón.

Me coloco del otro lado y me inclino sobre el mesón mientras veo como vacía toda mi nevera. Termina y busca un sartén. Lo pone en el mesón.

—¿Qué vas a cocinar? —le pregunto interesada.

—Será una sorpresa, así que no preguntes —dice mirándome, y se recoge orgulloso las mangas de la camisa, como si fuera un gran chef. Saca unos fideos que no recuerdo haberlos comprado y los deja en remojo.

Comienza a picar vegetales y luego pica trozos pequeños de carne. Cuando termina de picar todo, pone la carne y la cebolla en el sartén para sofreírlos. Luego agrega todas las verduras.

No sé, pero creo que lo que está haciendo es algo muy fácil y sencillo. Es obvio que está haciendo japchae, supongo que es lo único que sabe hacer. Sonrío ante mis pensamientos. Él levanta la vista y de nuevo frunce el ceño.

—Señorita Eunji, ¿se está burlando de mí? —dice y hace un intento por parecer molesto, pero falla y me río aún más. Él se ríe vencido—. Está bien, tú ganas. No soy bueno cocinando —dice riendo mientras levanta las manos.

—No importa, Sooho, me gusta mucho lo que estás cocinando —le digo para reconfortarlo.

—Okey, ahora que lo descubriste, ¿por qué no me ayudas un poco? —murmura ocupado mientras trata de sacar los fideos del remojo.

—Sí, señor, ¿en qué lo ayudo? —exaspero y hago una seña militar, a la cual él solo voltea los ojos.

—Toma la salsa y espárcela en la sartén —me ordena con aire de jefe, siguiendo mi juego. Tomo la salsa y trato de abrirla.

—Ugh, no abre —murmuro, y comienzo a ejercer fuerza en la tapa para abrirla.

—¿Qué sucede? —pregunta él acercándose, y se coloca a mi lado con los fideos en su mano.

—No puedo abrirla —explico y continúo tratando de abrirla. De repente, no sé cómo, pero logro abrirla y la salsa sale disparada. Esta cae sobre la camisa blanca de Sooho.

Mi boca se abre al igual que mis ojos, la camisa tiene una gran mancha que comienza en el pecho y termina en su abdomen. Él mira la mancha y se ríe.

—Lo siento mucho, Sooho. Ahora por mi culpa tu linda camisa se echó a perder. —Lo miro avergonzada, pero sin evitar reírme, y el solo se ríe tierno.

—No te preocupes, fue un accidente.

—¿Por qué no subes al baño y la limpias? —le digo y él asiente tranquilo.

—Está bien, Eunji. —Comienza y se acerca demasiado a mí, que tengo que retroceder un poco hasta chocar con el mesón y su cuerpo queda a unos centímetros del mío, pero no me siento incómoda—. Pero antes voy a bajar la llama para que no se queme.

Él apaga la llama y nos separamos con una sonrisa estúpida en nuestros rostros. En estos últimos días me he acercado tanto a él, que se me hace de lo más normal tener este tipo de contacto físico.

—De verdad, lo siento —sigo disculpándome mientras caminamos hacia las escaleras.

—Ya te dije que no te preocupes. Ahora mi camisa tiene color —bufa y logra sacarme una carcajada; él es así, siempre mejora mi ánimo—. Ya vuelvo. —Me guiña un ojo y sube al baño. De verdad soy una tonta, pobre Sooho.

Me río a carcajadas recordando mi torpeza y la cara de Sooho. Agrego los fideos a la sartén y mezclo todos los ingredientes, le añado la bendita salsa de soja. Cuando escucho que tocan la puerta.

Apago el fuego para dirigirme hacia ella y la abro. Mis ojos se abren y dilatan al ver quién está frente a mí.

—¡Yuntae! —logro decir en medio de mi sorpresa. Él me mira con esos ojos negros que ahora están hinchados, y con un tenue color gris alrededor. Su cabello está despeinado y su ropa sucia.

Sin embargo, no se ve mal, de hecho, se ve sexy.

—¿Qué-qué haces aquí? —espeto cruzando mis brazos.

—Te extraño, más de lo que debería. Necesitaba verte o iba a morir —dice con su voz gruesa y profunda. Mi alma cae al suelo.

—¡Eunji! ¡No subas, a menos que quieras ver mi six pack! —grita Sooho desde arriba.

¡Mierda! Me había olvidado de Sooho.

      • • • • • • • • • • • • • • •
      Nota de la autora
      • • • • • • • • • • • • • • •

Esta vaina se puso buena, será que tendremos pelea, o talvez no. Quizás Yuntae solo se vuelva loco y lo mate, no sé ¿qué piensan ustedes?

Se que he andado un poco perdida pero tengo mis razones, ando acupada(viendo k-dramas) perdooon.

japchae: Se trata de un plato coreano preparado a base de batata y fideo celofán, (fideos transparentes) con un toque dulzón que le otorga la salsa de soja y el azúcar. 

Ya saben voten y comenten si no los atormento en sus sueños, ja ja no mentira,(los miro sería) pero si voten.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro