El universo no es solo uno, sino varios, demasiados... Cada acción, cada decisión no tomada conforma un universo paralelo y a su vez cada decisión no tomada se combina con otras decisiones no tomadas creando aún más y más variables...

Cada cierto tiempo las personas sufren los llamados "Saltos" en donde su conciencia viaja a otro universo por un tiempo indeterminado, mí padre creó un sistema para diferenciar los mundos:

El IP Watch

Un reloj que a través de elementos nos indica en que universo estamos... El 0 indica el universo del que provenimos, el 1 uno con un solo cambio y por así decirlo "a un universo" de distancia... Pero ese número puede llegar hasta el infinito.

En un caso extremo se podría llegar a un universo en donde el viajero no exista... Y muera, eso provocaría un efecto en cadena que lo borraría de la existencia en todos los universos. Pero es solo una suposición.

Mí primera elección fue luego del divorcio de mis padres... ¿Con quién de los dos debía ir?

Con mí padre el científico del multiverso en el laboratorio de números imaginarios o con mí madre quién era una persona normal...

En ese entonces solo quería jugar al fútbol con mis amigos, vivir una vida normal... Eso con mí padre no iba a poder ser así que la elección fue evidente.

Decidí ir con mamá, a casa de los abuelos.

Acababa de cumplir 8 años y mí papá me había enviado por correo una pistola de juguete, al verla mí madre simplemente suspiró.

—Está bien, puedes usarla — ella dijo —Pero con cuidado, Gyro. 

—¡SII!! — abrí el paquete y noté que el arma era de balines así que la cargué.

Salí al jardín en la entrada de mí casa y me puse a dispararle al aire hasta que ví a una persona salir de la casa de al lado, era mí vecina y su madre, una chica rubia de ojos morados de mí misma edad que como siempre estaba por pasar delante de mí casa para ir a hacer unos mandados.

—¡Oye ELISAAA!! — me le acerqué emocionado.

—Ah ¡Gyro! — ella me sonrió —Feliz cumpleaños, justo estaba por ir a comprarte un regalo.

—¿De verdad? Bueno es que... — me quedé en blanco, miré avergonzado hacia el suelo lo primero que ví fue la pistola entonces se me ocurrió una idea —¡MANOS ARRIBA!!!

Le apunté con el arma haciendo que su madre se escandalizara y ella se asustara.

—¡Gyro! — en ese momento mí abuelo tomó el juguete con fuerza —¡No debes apuntarle a la gente, eres muy pequeño para jugar con esto!!

—¡Pe-pero abuelo!! — lo miré enojado, era mí regalo de cumpleaños y quería usarlo.

—Lamento la molestia, señorita Marqués — mí abuelo miró a la madre de Elisa —Espero que mí nieto no las haya molestado.

—Solo nos asustamos un poco, no fue nada — la señora rió incómoda —Vamos Elisa — tomó a su hija de la mano y empezaron a caminar.

—¡Gyro! — Elisa se volteó —¡Al rato jugamos!!

—Mh, no volverás a ver esto en mucho tiempo, jovencito — el abuelo escondió mí juguete detrás de su espalda.

—NGH por favor abuelo, devuelvemela — le supliqué pero se negó entonces hice lo que un niño podía hacer para "negociar" en estás circunstancias —¡ENTONCES NO TE VOY A HABLAR NUNCA MÁS, OÍSTE!!!

Al no recibir respuesta me fui corriendo enojado y triste...

Pasaron un par de días en los que cumplí mí promesa y no le hablé al abuelo hasta que una tarde estaba jugando con Elisa en el jardín.

—¡Ahora me tenés que atrapar!!! — ella sonrió.

La perseguí un buen tiempo, no pude atraparla, ella era ágil, inteligente, sabía que hacer para evitarme en cada momento.

Aún así me estaba divirtiendo, al menos hasta que mí madre salió al jardín.

—Elisa, ¿me das un momento con Gyro?

—Claro, señorita Kaiser — Elisa se sentó en un banquito.

Mí madre me llevó a un lugar apartado y me miró con tristeza...

—Gyro, tu abuelo ha.... pasado mejor vida....

Sentí como si me dieran un golpe en el estómago... Cerré mis ojos de incredulidad, incluso sentí que me desmayaba pero al abrir los ojos....

Lo único que había era una cúpula de cristal a mí alrededor.

Miré a un lado, notando a una chica pelirroja que abrió la cúpula con una cara inexpresiva.

—¿Quién…? — no pude terminar de hablar pues se escapó corriendo.

Salí de aquel lugar donde desperté, notando que era una especie de cápsula extraña...

Caminé por extraños pasillos hasta que un hombre de seguridad me llevó a la puerta del lugar. Allí pude ver el nombre del establecimiento "Laboratorio de elementos imaginarios" el lugar donde trabaja mí padre.

¿Cómo llegué hasta aquí?

Luego me lo preguntaría, así que llamé a mí madre... No contestó.
La volví a llamar y nada, incluso noté que la voz que me avisaba que la llamada fue rechazada dijo "Esta línea no existe o está fuera de servicio"

Llamé a mí abuela, quién pasó por mí en auto... Tenía una expresión sombría y no mencionó nada en el viaje.

Al llegar a la casa fui recibido por... ¿Mí abuelo?

Poco tiempo después estábamos cenando y mí abuelo suspiró.

—Escucha Gyaba... Si quieres puedes quedarte aquí hoy, sé que lo de tu madre es muy reciente pero siempre serás bienvenido aquí — mí abuelo me sonrió —Yo le avisaré a tu padre que te quedas, no te preocupes.

Simplemente asentí... Me extrañó el nombre que mencionó, pero al poco tiempo lo entendí...

Realicé un salto a un universo donde mí abuelo no murió... En su lugar lo hizo mí madre. Este es el universo en el que decidí vivir con mí padre.

Pero eso aún no respondía mí primera duda...

¿Quién es Gyaba?

Me recosté sobre la cama de mí abuelo, en este universo no tenía habitación propia, el se acostó a mí lado.

—Abuelo... — susurré —Perdón....

—¿Mh? — mí abuelo me miró, una lágrima se me escapó —¿Perdón por qué?

—Perdón por no hablarte, hacerte enojar y... — en ese momento mí abuelo me abrazó, mis lágrimas empezaron a brotar más fuerte.

—Nunca me enojaría contigo ¿Oíste?

Luego de eso pude dormirme... Esas fueron las disculpas que nunca pude pedirle al abuelo de mí universo 0.

Al abrir los ojos me encontré acostado sobre el pecho de mí madre... Mí abuelo estaba muerto de nuevo... Había vuelto a mí universo.

Luego de eso nos mudamos y el tiempo pasó y pasó...

Yo que quería una vida tranquila... Aún no sabía lo que se me iba a venir encima...

Continuará...