La Ciudad se estaba recuperando muy bien del estado de sitio después de todo.

Desde hacía casi tres años, múltiples amenazas tenían rodeadas a La Ciudad: desde la mafia Quincunce liderada por Zeta, ya preso, hasta las hordas de pandilleros malasangre que residen en la Zona 2, o al menos lo hacían antes de la purga ocurrida hace menos de un mes.

La noche del asedio hubo muchas víctimas: los perpetradores eran simples reos liberados del reclusorio más cercano, pero las mentes maestras eran otras: sobrevivientes a la guerra entre el Quincunce y el Alba Dorada, organización que surgió en respuesta a la mafia de Zeta y responsables de su encarcelamiento y disolución del propio Quincunce. Las cabecillas eran conocidas como El Triunvirato, surgiendo de entre las cenizas de simples "daños colaterales" que quedaron atrapados entre Alba Dorada y Quincunce.

Irónico fue que el siguiente enemigo del Alba Dorada fuese casi su hijo, metafóricamente hablando. El Triunvirato orquestó la desaparición de Kai, caudillo de Alba Dorada y legalmente, un menor de edad todavía. El crescendo de dichos acontecimientos rompió en el asedio a La Ciudad: muchos policías huyeron (o lo intentaron y fueron asesinados por la fuerza conjunta de reos liberados y malasangres), mientras que unos pocos colaboraron con Alba Dorada para plantarles cara.

Cuando el asedio terminó, los líderes del Triunvirato y criminales oportunistas fueron capturados o asesinados en la pelea, el Alba Dorada se alzó sobre la ciudad. Terminaron reemplazando extraoficialmente al cuerpo de policía, asimilando a los que quedaban. En pocos días, se consolidaron como la fuerza defensora de este territorio (y de manera legal, que lo hacía todavía más impresionante).

El propio Kai entregó el mando a un miembro joven, aunque muy prometedor, de Alba Dorada: Ezra. La razón era sencilla: pronto se iría a estudiar la universidad fuera del estado y no tendría tiempo ni disposición para dirigir Alba Dorada. En sus últimos días, se dedicó a asistir a los velorios de los fallecidos durante el asedio, fueran amigos o familiares: después, unos cuantos días más con sus amigos y cuando llegó el día de partir, partió.

Sin embargo, para cuando amaneció, muchos ignoraban lo que ocurrió horas antes de que se fuera: una discusión, más bien una pelea, para describirla con más exactitud, ocurrió: tres miembros de Copa Escarlata, una pequeña división especial de Alba Dorada, traicionaron a la organización y se volvieron en contra de Kai. A la mañana siguiente, se las expulsó de Alba Dorada.

Ya habían transcurrido cinco semanas desde el asedio a La Ciudad y tres desde que se expulsó a las traidoras cuando alguien tocó a la puerta de Base Uno, el cuartel general de los Alba Dorada.