Capítulo 4: La Revelación de las Sombras
El sol se levantaba lentamente sobre la ciudad de Saffron, iluminando las calles con una luz dorada. Sarah, con Pikachu a su lado, había pasado la noche en vela, reflexionando sobre su encuentro con Adrian. La determinación ardía en sus ojos mientras caminaba hacia el Centro Pokémon para hablar con la enfermera Joy.
"Hola, enfermera Joy," dijo Sarah, forzando una sonrisa. "Necesito hablar contigo sobre algo importante."
La enfermera Joy asintió, notando la seriedad en la voz de Sarah. "Claro, Sarah. ¿De qué se trata?"
"Se trata de Adrian Schwarz," comenzó Sarah. "Necesito saber todo lo que puedas decirme sobre él y sus actividades recientes."
La enfermera Joy suspiró y asintió lentamente. "Adrian es un nombre que ha surgido con frecuencia últimamente. Muchos entrenadores han sido derrotados por él, y algunos han abandonado sus viajes por completo. Parece que tiene un talento especial para encontrar las debilidades de sus oponentes y explotarlas sin piedad."
Sarah frunció el ceño. "Sí, lo noté. Pero, ¿por qué lo hace? ¿Qué gana con eso?"
La enfermera Joy la miró con tristeza. "Eso es algo que nadie sabe con certeza. Algunos dicen que lo hace por el simple placer de la victoria. Otros creen que hay algo más oscuro detrás de sus acciones."
Sarah asintió, agradecida por la información. "Gracias, enfermera Joy. Voy a averiguar más sobre él y detenerlo."
Salió del Centro Pokémon con una nueva resolución. Sabía que su próximo paso era encontrar a alguien que pudiera darle más información sobre Adrian. Decidió visitar el dojo de la ciudad, un lugar conocido por atraer a entrenadores expertos y luchadores de todas partes.
El dojo estaba lleno de actividad, con entrenadores practicando sus movimientos y Pokémon entrenando intensamente. Sarah se acercó al maestro del dojo, un hombre de mediana edad con una barba canosa y ojos agudos.
"Disculpe, soy Sarah. Estoy buscando información sobre un entrenador llamado Adrian Schwarz," dijo Sarah, con voz firme.
El maestro del dojo la miró detenidamente antes de hablar. "He oído hablar de él. Es un entrenador formidable, pero sus métodos son... cuestionables. Algunos dicen que tiene una habilidad especial para manipular a las personas y Pokémon, llevándolos al borde de la desesperación."
Sarah frunció el ceño. "¿Manipulación? ¿Qué quieres decir con eso?"
El maestro suspiró. "Adrian no solo gana batallas. Parece disfrutar rompiendo el espíritu de sus oponentes. Hay rumores de que usa algún tipo de técnica psíquica para influir en la mente de sus adversarios."
Sarah sintió un escalofrío. "Eso explica muchas cosas. Necesito detenerlo antes de que haga más daño."
El maestro asintió. "Si realmente quieres enfrentarlo, te sugiero que busques a Sabrina, la líder del gimnasio de Saffron. Ella es una experta en Pokémon psíquicos y puede darte más información sobre las técnicas que Adrian podría estar usando."
Sarah agradeció al maestro y se dirigió al gimnasio de Sabrina. El edificio imponente y de arquitectura moderna parecía irradiar una energía misteriosa. Fue recibida por Sabrina, una mujer de mirada penetrante y una presencia imponente.
"Bienvenida, Sarah. He oído hablar de ti," dijo Sabrina, con voz suave pero autoritaria. "¿Qué te trae aquí?"
Sarah explicó su encuentro con Adrian y lo que había aprendido sobre sus métodos. Sabrina escuchó atentamente, asintiendo de vez en cuando.
"Adrian es un nombre que he escuchado en mis visiones," dijo Sabrina finalmente. "Es cierto que tiene una habilidad especial, pero no es completamente psíquica. Es más... una intuición afilada y una habilidad para manipular las emociones de los demás."
Sarah la miró con determinación. "Necesito detenerlo. ¿Puedes ayudarme a prepararme?"
Sabrina asintió. "Te enseñaré lo que pueda. Pero debes saber que enfrentar a alguien como Adrian requerirá no solo fuerza, sino también una mente clara y firme."
Durante los siguientes días, Sarah entrenó intensamente con Sabrina, aprendiendo a controlar sus emociones y a fortalecer su vínculo con sus Pokémon. Pikachu también entrenó duramente, mejorando su velocidad y precisión.
Una noche, mientras meditaban, Sabrina tuvo una visión. "Sarah, veo que Adrian se dirigirá al Monte Plateado. Allí planea un encuentro final con los entrenadores más fuertes. Debes ir allí y enfrentarlo."
Sarah asintió, sintiendo una mezcla de miedo y emoción. "Gracias, Sabrina. Iré al Monte Plateado y lo detendré."
Con Pikachu a su lado, Sarah se dirigió al Monte Plateado, su corazón lleno de determinación. Sabía que la batalla final con Adrian sería el mayor desafío de su vida, pero estaba lista para enfrentarlo y descubrir la verdad detrás de su oscuridad.
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