La Soledad De La Navidad
Miles y miles de personas anhelan que lleguen aquellas fechas tan mágicas donde las personas cambian y ayudan y surgen los mejores amores. Yo, sin embargo, no pienso así.
La Navidad me separó de todo, de todos. Y solo me tengo a mí. A mis recuerdos. A mis ganas de morir.
Todo el mundo ve algo nen la Navidad que yo nunca podré ver. En un principio y en mi niñez si disfrutaba de aquellas fechas, pero una vez que envejeces y te haces cada vez más y más viejo todo comienza a cambiar y nada es igual. Ni para tí, ni para nadie.
Las sirenas siguen estando en mi mente y aquel choque también. Salió en todas las noticias, por mucho que supliqué que pararan de grabar... Pero para ellos era una noticia más, algo que después de informar olvidaría. No sabía lo que para mí significaba.
Solo quedan pocas horas para llegar las felicitaciones y el dolor que eso supone en mí. ¿A quién iba a felicitar si ella ya no se encontraba conmigo?, ¿a quien le regalaría aquellas muñecas y aquellas pelotas si ellos tampoco estaba aquí?
Las redes sociales se petaban de felicitaciones y mi amigo me intentaba animar y hacerme salir de aquella celda en la que me encontraba. Pero nadie me haría cambiar mi tradición. Aún solo lo haría por ellos.
Al sonar la campaña que marcaban las 23.30 de la tarde mis ojos se llenaron de lágrimas. Ojalá hubiera frenado antes. Ojalá yo hubiera muerto con ellos. Ojalá no les hubiera dejado cambiar nuestras tradiciones.
Me volvió a escribir mi amigo de la infancia, pero lo dejé en visto.
Primera campanada, lágrima en mi cara; segunda campanada, recuerdos de amor; tercera campanada, Addison abriendo sus primeros regalos; cuarta campanada, James dandome su primer regalo hecho con sus manitas; quinta campanada, risas sin cesar; sexta campanada, charlas hasta las tantas; séptima campanada, recuerdos de dolor; octava campanada, películas en familia; novena campanada, sirenas; décima campanada, luces navideñas; undécima campanada; me informan de la desgracia; duodécima, recuerdos y muerte.
Otra Navidad en soledad, otra navidad sin ellos a mi lado. Otra Navidad queriendo ir con ellos. Otra Navidad sabiendo que las campanadas duelen más que cualquier golpe que me pudieran dar.
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