
Capítulo 22: La morada de los corruptos
Abro los ojos y lo primero que veo es a los chicos alrededor mío, observándome fijamente sin parpadear.
—Raros.
—Cállate Peter Pan—. Se burla Alonso—. Ahora no dejaré de decirte así nunca.
Kendra me ayuda a sentarme y me recuesta en el tronco de un árbol.
—Consíguete tu propio apodo—. Se queja el chico cara de perro, amarrado con una especie de lazo de hojas y ramas, junto con los otros dos—. Ese me lo inventé yo.
—Cierra la boca, los prisioneros no hablan. Y para que sepas yo le dije así primero en un entrenamiento, sucio copión sinvergüenza.
La rama le cubre la boca como una mordaza.
—¿Estás mejor?—. Me pregunta Kendra, y yo llevo la mano a mi cabeza bucando algún golpe que haya sangrado—. Solo fue un corte, nada grave—. Me explica.
—¿De dónde sacaron la cuerda?—. Pregunto.
A Kendra no le agradó nada mi pregunta, rueda los ojos y se queda callada. La respuesta viene a mí de parte de alguien más.
—Cortesía mía—. Dice alguien desde arriba del árbol, volteo a ver y está Rose sentada con las piernas cruzadas sobre un rama—. Fue divertido.
—¿Qué haces aquí?—. Pregunto.
—Encantada de verte también—. Rueda los ojos y baja del árbol de un salto.
—Sabes a lo que me refiero.
Sonríe.
—Digamos que hemos desarrollado una especie de conexión involuntaria—. Comienza a explicar, una ramita baja y se pone al lado de su mejilla, como dándole un beso—. A mis plantas les agradas, me avisaron que estabas en peligro y vine.
Kendra aprieta mi brazo.
—Tinimis ini cinixiín—. Murmura, tan bajito que apenas puedo escucharla estando a mi lado—. Apareció de la nada y amarró a los tres, es sospechoso, no confío en ella.
—Por favor—. Vuelve a rodar los ojos—. No veas con los celos, así cualquiera te parece sospechosa.
—¿Celos? ¿De qué diablos hablas?
—No es que quiera interrumpir—. Simón da un paso al frente, y casi me tiro a besarle los pies por haberse metido—. Pero mientras más tiempo estemos aquí más fácil de encontrar somos, y Samira no tardará en darse cuenta de que algo malo pasa y aparecerá aquí con los demás.
—¿Aún quieres hacerlo?—. Me pregunta Jake—. Te seguiré en lo que decidas.
Es impresionante como consigue darme una sorpresa tras otra sin siquiera esforzarse, porque la sinceridad le sale por cada poro. Él realmente intenta redimirse y ganarse la confianza de todos, parece que le interesa mucho la mía ó simplemente sintió lo mismo que yo y cree que debemos ser amigos después de pasar tanto juntos, y es que los dos estamos vivos de alguna manera gracias al otro. Como sea, creo que de verdad se merece una oportunidad, y ahora se la daré completa y como se merece.
—Me uno también—. Dice Rose.
—Tú no—. Kendra se pone de pie—. Repito que no confío en ti, algo traes entre manos.
—Ya me estás cansando.
—¿Te gusta Luke?—. Los mechones de cabello rojos se encienden en llamas—. ¿Ó solo quieres llevarlo con los corruptos para que se deshagan de él?
—Estás hablando disparates.
—¿Enserio? Porque si resultas ser una traidora y algo le pasa por tu culpa yo misma me encargaré de quemar todas tus plantitas hasta que no quede ni una.
—Con eso no juegues, no sabes lo que estás diciendo.
—Yo no estoy jugando.
Me pongo de pie, decidido a acabar con esto antes de que empiece una pelea aquí. Sería épica pero desastrosa, no me conviene.
—Ven si quieres—. Digo, sosteniendo todo mi peso en el árbol. Recibo una mirada asesina de Kendra, pero continúo—. Aún tengo que hacerle una visita a Jackson, y mientras más seamos mejor.
—No digas que no te lo advertí—. Se hace invisible.
—Estamos contigo entonces—. Me dice Axel—. ¿Cuál es el plan?
Volteo a ver a los tres chicos amarrados y veo que tienen puesta una ropa distintiva, como un unifome.
—¿Qué talla son?—. Les pregunto, acercándome despacio.
Entiendo porque Jake hace esto de acercarse acechando lentamente, es divertido ver como se ponen nerviosos con cada paso que doy.
—Van a tener que matarnos—. Dice saltitos.
—Olvídalo idiota—. Elástico se retuerce—. Tengo una hermanita en casa—. Me mira—. Eres como de mi talla, te la daré voluntariamente.
Sus palabras me erizan la piel. La forma en la que lo dice es triste, me hace pensar en las cosas que debe haber visto ó hecho para que crea que haremos lo mismo que ellos, que seremos capaces de lastimarlos por algo tan estúpido como una chaqueta. Y que el otro prefiera la muerte antes que entregar su uniforme por las buenas tampoco es buena señal, seguro los castigarán si se enteran. No tiene sentido, ¿por qué están con personas tan malas si les tienen miedo?
Tal vez es eso, el miedo que les tienen les hace creer que es mucho mejor pelear a su lado que estar en su contra, sobretodo el chico que tiene una hermanita que proteger, yo mismo estoy en esa situación y sé lo difícil que es. Me siento como un tonto, no sé que me hizo pensar que se respetaban como una familia, ellos no tienen esa suerte.
Rose lo libera y él se quita la chaqueta de uniforme negra y verde, me la pasa y después retrocede lentamente con las manos en alto para que ella pueda volver a sujetarlo sin hacer mayor alboroto.
La tomo y me la pongo. Jake y Alonso se la quitan a la fuerza a cara de perro y saltitos. Luego Rose los vuelve a amarrar y los sube a un árbol.
—Serán libres cuando nos hayamos ido—. Les dice.
—No me vayan a dejar aquí, Kira me espera para la cena—. Dice elástico, hablando de la que supongo es su hermanita.
—Nosotros no somos como ustedes, irás con tu hermanita pronto.
Nos alejamos un poco y hacemos una rueda para planear. Kendra se para a mi lado y se asegura de que Jake se ponga al otro para que Rose se vaya un poco más lejos.
¿Está celosa ó me está cuidando? Como sea se siente bien, me encanta.
—Nosotros tres entraremos a la casa—. Señalo a los que tenemos las chaquetas de uniforme—. Ustedes esperen afuera hasta que demos la señal.
—Aburrido—. Se queja Simón—. ¿Al menos puedo golpear tipos malos?
—Si están cerca sí.
—Es suficiente para mí.
Todos asienten y van a esconderse. Lo más sorprendente es que a Rose la absorve el tronco de un árbol y desaparece.
Nos quedamos Jake, Alonso y yo. Hasta que una ramita cruje de nuevo. Me estoy dando cuenta de que ella no es tan buena manteniéndose oculta como creí, ya la descubrí varias veces y ni siquiera tengo que pensar en ello. Me preocupa un poco.
—Kendra no vas a ir con nosotros—. Digo, y ella se queja.
Se hace visible.
—Vamos cabeza de camarón, me necesitas.
—Espera la señal.
—Puedo ayudar Luke.
—Espera la señal.
—¿Por qué no me dejas ir?
—¡Porque no te quiero perder!—. Exploto, causando una escena bastante incómoda para los chicos.
—Los esperamos por allá—. Dice Alonso, y él y Jake se alejan un poco.
—No tengo miedo Luke—. Me dice, cuando estamos solos—. Sé que este mundo es nuevo para ti pero yo ya estoy acostumbrada.
—Sé que no tienes miedo, pero yo sí. Si algo te pasa nunca me lo voy a perdonar.
—Luke...
—Kendra confía en mí, es mejor así. Espera la señal y podrás entrar y hacer lo que sea que quieras, pero por favor quédate aquí.
Lo piensa unos momentos, con la cabeza agachada. Su respiración cambia, y sé que está llorando.
—Tengo esperanza de encontrarlos—. Su voz suena cortada—. Me dijeron que nunca encontraron sus cuerpos, pero tenían tanto tiempo desaparecidos que era más fácil darlos por muertos.
—¿Hablas de tus padres?
Asiente.
—Ayala ha sido bueno conmigo, me ha cuidado como un padre, pero no es lo mismo. Ellos no me abandonaron porque quisieran, y si los tienen encerrados aún...
La tomo de los hombros.
—Si siguen vivos los vamos a encontrar—. Prometo—. No voy a descansar hasta que sepamos que les pasó.
Levanta la cabeza y me observa a través del cabello pegado en su cara por las lagrimas. Lo aparto con suavidad y ella asiente, alejándose un poco.
Me siento un poco mal porque se alejó, pero al menos accedió a quedarse aquí. Le doy una última mirada y comienzo a caminar a donde están los chicos esperándome.
—¡Luke!—. Volteo a verla—. Cuídate por favor.
Sonrío y corro hacia los chicos.
Llegamos a la entrada y procuramos caminar con toda la seguridad que podamos. Jake va al frente, la mayoría debe conocerlo como un traidor así que espero que tenga un buen plan. A Alonso y a mí no nos conocen mucho, he notado que a muchos les cuesta trabajo identificarme como el sobrino de Jackson, así que podemos decir que capturamos a Jake ó algo parecido.
Tan pronto ponemos un pie en el interior de la casa dos chicos nos tapan el paso.
—¿El perro vuelve con la cola entre las patas?—. Ríe, mirando a Jake con más satisfacción de la necesaria—. Estás muerto.
—Ó tú lo estás—. Contesta, sin pizca de duda—. Soy un reclutador, conseguí que dos de Ayala se pasaran con nosotros.
El chico parece fijarse en nosotros, nos observa de pies a cabeza y ruego porque no me reconozca.
—Tú traicionaste a Jackson en el bosque—. Dice el otro—. No debiste poner un pie aquí nunca.
—Se llama actuación—. Rueda los ojos—. Necesitaba que Ayala me dejara entrar de nuevo, todo estaba planeado.
—¿Y por qué no sabíamos nada?—. Vuelve a preguntar.
—¿Acaso Jackson les cuenta todo?—. Se cruza de brazos—. ¿Creen que me habría dado la chaqueta de nuevo de no ser así?
Los demás parecen dudar, pero Jake se mantiene firme en lo que dice.
—De acuerdo, tiene sentido—. Los chicos se apartan—. Pero al mínimo movimiento te mato.
—Si claro como digas—. Comienza a caminar a una puerta—. Síganme—. Nos habla a nosotros—. Les presentaré a Jackson.
Asentimos tratando de lucir emocionados. Me cuesta esconder las ganas de vomitar que me provoca solo escuchar ese nombre.
—Oigan—. Nos llama otro. Lo volteamos a ver esperando que haga algo en nuestra contra—. Bienvenidos a la evolución—. Se sienta en el sofá, despreocupado.
Alonso y yo nos volteamos a ver.
—Gracias—. Dice él.
—Rápido tontos—. Nos habla Jake, con la puerta ya abierta—. El proceso de iniciación es largo.
Finalmente logramos pasar de la puerta. Del otro lado hay un pasillo que conduce a un elevador.
—Es algo copión—. Acepta Jake.
—Eres excelente, hasta yo te la creí—. Halaga Alonso.
—Tengo práctica.
—¿Haz considerado convertirte en actor?
La casa es realmente normal para ser de poderosos, todos se ven agusto con la presencia del otro, son como nosotros pero con un nivel de locura más alto.
—A esta hora duerme—. Informa Jake—. Estará solo allá abajo, deben evitar que presione algún botón, si lo hace llamará a los demás. No tendremos mejor oportunidad.
—Entiendo perfectamente, pero solo para asegurarme, ¿qué pasará si llama a los demás?—. Pregunta Alonso. Comenzamos a caminar al ascensor.
—Estaremos muertos en menos de cinco minutos.
—Deben tener cuidado conmigo—. Aviso—. Y si algo sucede no me esperen, quemaré hasta las cenizas de este lugar.
No me agrada la idea, aunque estoy bastante decidido. Espero no tener que llegar a tanto porque no sé si podré hacerlo sin llevarme algunas víctimas con los pies. Y eso me asusta, pero me asusta más el hecho de saber que eso no va a detenerme si tengo que proteger a mis amigos. Ya bastante sangre me deben, no voy a dejar que me arrebaten a nadie más.
Entramos al ascensor. Jake presiona el único botón que tiene y se pone en marcha hacia abajo.
Durante los pocos segundos que se lleva en bajar voy pensando en Kendra y en lo que me dijo, sus palabras van a quedarse en mi cabeza hasta que consiga una respuesta para ella. ¿Sus padres estarán vivos?
El ascensor se detiene.
—¿Listos?—. Pregunta Jake.
—Hermano yo nací listo—. Alonso se ve demasiado emocionado, como cuando eres niño y te regalan un auto de juguete.
—Acabemos con esto—. Asiento.
Las puertas del acensor se abren. Estamos en un enorme salón de entrenamiento de color blanco, y en el centro hay un sofá rojo con alguien durmiendo en el.
Jackson puede pasar como un hombre perfectamente normal en ese estado, si me concentro casi puedo imaginarlo como el tío cariñoso y buen amigo que solía ser, ó que al menos lo parecía. Es verdad, su traición me duele mucho, era una persona importante para mí cuando era niño, y hubiera preferido mil veces nunca darme cuenta de quien es en verdad, era más bonito vivir con la memoria de alguien que no existía que esta realidad tan horrible. Pero no tengo tiempo para el sentimentalismo ni para sentirme mal, hoy finalmente empezará a pagarme un poco de lo que me debe, me aseguraré de que se retuerza y se lamente de todo lo que hizo hasta que logre saciar mi deseo de justicia.
Mi tío Jackson falleció junto a mi padre, ese hombre en el sofá es un completo desconocido que los asesinó, y yo voy por él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro