Mentiras, son nuestra única escapatoria de la realidad, no mentimos para aliviar la situación, lo hacemos porque creemos que es lo correcto, aunque en el fondo sabemos que no es así.
Vivo en mi propia mentira que hasta yo mismo he creído. Día tras día solo pienso en porque lo hago... ¿porque sigo así cuando sé que está mal?
Me siento y miro a mi alrededor, arrepintiéndome de ser quien soy. Nunca supuse que terminaría así. No soy solo yo, somos todos los que mentimos, ya que nadie es perfecto.
Pero no "todos" lo hacemos de forma grotesca como lo hago yo.

"El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de ésta primera."

Esa es mi vida, mentir para evitar la verdad. Y lo peor de todo es que odio hacerlo.
Si digo que voy a cambiar, me "miento a mí mismo. Si digo que voy a seguir así, les "miento" a los demás. Haga lo que haga, diga lo que diga, es una mentira... Por esa razón "jamás" confiaron en mí, como así "jamás" confié en nadie.
Además todos vivimos en una sociedad donde mentir se volvió una rutina, traicionar en monotonía y ser hipócrita es la ropa de hoy en día. Por eso siempre hay que tener cuidado cuando confiamos en alguien. 
Podemos mentir y llegar lejos, pero nunca podremos volver.
Seré el mayor mentiroso, pero solo digo una cosa: No lo hago con los demás, lo hago conmigo mismo. Por eso mi vida es una mentira, porque solo a mi me miento, por dentro estoy llorando pero a pesar de eso sonrío aunque me duela.
Eso no significa que sea un farsante, significa que soy un inteligente que solo puede mentirse a si mismo.