❇️«Parte Uno»❇️
—Se cuenta que, en la época de los Incas, existía una hermosa mujer que era conocida como Huacca-China.
Esta mujer, encantaba por su increíble belleza, su rubia cabellera y su extraordinaria voz, se dice que un día, ella estaba a punto de casarse con su amado, pero la desgracia vino en dicho momento, pues él nunca llegó a la boda por lo que se trataba de un guerrero. Es así que, fue capturado y fue ahogado por los españoles, desde ese momento su corazón quedo destrozado y lleno de ira, algo que la hizo convertirse en una mujer con rencor.
Este hecho dio inicio a una rutina nocturna que le hacía salir de su hogar y hacía un hueco en el arenal desolado donde gritaba con todas sus fuerzas el nombre de su amado, hasta que un día, al realizar un hoyo vio que había agua que emanaba del subsuelo, introdujo sus labios en dicho líquido y gritaba el nombre de su amado, cada día que pasaba el hoyo se hacía más y más grande, hasta que logró meter todo su cuerpo y desapareció.
Agarro el control y apago la televisión, me paró y me dirijo a servirme un ADVOCAAT lo traje desde Holanda ya que al probarlo me encantó, esta hecho en base de ginebra. Me dirijo a la ventana de suite y observo las luces de la ciudad, eso me impide ver las estrellas del cielo, con lo que me encantan. Llevo la copa a mi boca y saboreo el sabor del licor.
Todo lo que cuenta tiene algo de cierto, se pasan las décadas, años y sigue la misma leyenda.
Voy a salir, quiero divertirme, me dirijo a mi cuarto y agarro un vestido negro, tiene tirantes y me llega más arriba de mi rodilla que seguro si me inclino se puede ver todo, me pongo unos tacones altos. Me amarro el cabello en una coleta. Me miro en el espejo y no me reconozco, no soy igual a ella, yo soy Cora.
Cuando bajo a la recepción, saludo al portero quien me abre la puerta del taxi. Le indicó que me lleve al Pub Crawl. Cuando llegamos le pagó un billete grande ya que no tengo sencillos, además no lo necesito.
Miro en su rostro alegría, lo cual significa que jamás recibió un monto igual sólo por dos cuadras.
—Gracias señorita.
Le sonrío y me dirijo al Pub, entro y encuentro a personas divirtiéndose, siento la mirada de los hombres, me desean, pero no cualquiera acaba en mi cama.
Me dirijo al bar y pido un Cosmopolitan me gusta que tenga jugo de arándano y jugo de limón. Me da con una rodaja de limón para decorar. Le sonrío ya que no está mal, volteo hacia la pista y veo que hay parejas bailando, tengo la sensación de un par de ojos busco la mirada de esa persona y me encuentro a un chico alto, tiene un buen cuerpo me gusta lo que veo. Le guiño un ojo y empieza a venir luego de sonreírle a su grupito de amigos. Creo que esta noche tampoco va ser diferente a los demás.
— ¿Qué hace una preciosa chica como tú por aquí?
Agarra mi mano y me da un beso, adulador, me imagino que todas las chicas caerán en sus redes al ver ese tipo de acción que tiene.
—Mmm...Puede ser que esté con la misma intención por la estás tú, a divertirme y quien sabe a algo más.
Le sonrío por encima de copa y no le quitó la mirada, al ver que él sólo está atento a mis labios.
—Mi nombre es Daniel, un gusto de estar a tus servicios.
—Cora, así me llamo. —Pongo la copa en la mesa y le agarro de las manos para ir a la pista a bailar, cuando llegamos la música está en sensual mejor para mí. Me muevo lentamente pegando mi espalda a su pecho, siento su paquete agrandarse, me gusta lo que le provoco.
—Me gusta verte así, dispuesta a mí.
Sonrío de lado, si supiera que siempre en el cuarto soy yo quien manda no diría eso. Pero siempre dejó que piensen que estoy a los pies de ellos.
—Te imaginas conmigo entre tus rodillas, con mi boca en tu polla lamiendo de arriba hacia abajo, mientras que con mis manos agarro tus testículos y también los ponga en mi boca. —Susurro en su oído lentamente las palabras, cuando termino me agarra de la cintura y me da vuelta y se abalanza a mis labios. Su lengua se adentra y yo no me quedo atrás. Uno de mis brazos se agarra de su cuello, mientras que el otro se adentra dentro de sus pantalones, él lo siente, pero no suelto su boca y le sigo besando. Cuando mi mano llega a su polla la agarro y la empiezo a frotar.
— ¿Puedes bailar así mientras masturbo tu polla en medio de tanta gente?
Lo veo cerrar sus ojos y echa la cabeza hacia atrás y aprovecho en besarle el cuello.
—Mu-muñeca será mejor que termines no quiero... Ahhh.
Aprieto la cabeza de su polla, apoya su cabeza en mi cuello mientras me suplica que pare, hago caso omiso y sigo bombeando su polla. Esta resbaladiza por el pre-senen que sale de la cabeza de su polla. Cuando siento que se va a correr saco la mano.
—Lo siento Daniel, pero la música termino.
Me mira con los ojos dilatados de deseo, agarra mi mano y me arrastra por toda la pista, pasa por sus amigos, pero no les saluda, yo sólo les guiño un ojo y ellos voltean la mirada.
Cuando salimos me doy cuenta que poca gente transitando. Me agarra de cintura y alza mi falda, pasa sus manos por mi trasero y me alza a lo que envuelve mis piernas envuelven su cintura, ataca mi boca y sumerge su lengua, pero yo no me quedo atrás y empezamos una batalla. Una de sus manos se adentra dentro de mis bragas y toca mi coño.
—Estas mojada y eso me encanta.
En medio de la lucha por querer tomar el control del beso escucho un ruido. No. Más bien es un sollozo y golpes. Separo mi boca de él para dirigir mi vista por encima de su hombro y buscar el sonido con mi vista. La persona que está conmigo besa y muerde mi cuello, amasando mi busto por encima del vestido.
Trato de alejarlo con mis manos, pero él está empeñado en besarme.
—Hey, hey. Un rato, escuché un ruido por allá.
Señaló a lo que él se aparta a regañadientes para ver a donde señalé y nos quedamos en silencio y no escuchamos nada.
—Vez, no es nada. ¿Por qué no seguimos en lo estábamos?
Trata de besarme de nuevo, pero escucho un poco más fuerte el lamento. Me aparto y me bajo de él cuando estoy por seguir el sonido, me agarra de la muñeca de mano y me detiene.
— ¿Me vas a dejar así? Seguro es un perro o animal rastrero. Mejor vamos a seguir con lo nuestro.
Sea quien sea ya sea un animal o una persona quiero ver. Además, ese lamento es de una persona así que lo del animal está descartado.
—Puedes esperarme aquí, voy a ver y si no es nada nos vamos. —Le guiño el ojo y me dirijo al callejón que está un poco lejos del pub. Volteo y miro que Daniel sigue en la misma posición que le dejé, me mira para luego sacar de su bolsillo un cigarro. Pobre. Va morir más temprano de lo que imaginé.
Estoy llegando y escucho un poco más fuerte el ruido seguido con maldiciones. Volteo a la derecha y veo a cinco personas golpeando a un joven. Y en vez de pedir ayuda hago lo primero que se me viene a la mente.
—Ustedes, ¡Dejen al chico! —Grito sólo espero que Daniel me haya escuchado y venga a ayudarme. El joven está sin moverse y tengo miedo que esté muerto.
—Lárgate de aquí zorra. No queremos interferencia, menos de ti.
— ¿Será mejor que no me vuelvas a decir ese adjetivo por qué no sabes con quien te estas metiendo? Que lo escuché una vez más se van a ahogar en sus palabras.
No hacen caso a mis palabras y agarran al joven que al verlo no moverse aprietan su cuello. Me asusto y hago lo que prometí no usar.
Levanto una sola mano y agua inmediatamente se junta en ellos, formo cinco círculos de agua, en tamaño de una pelota de tenis. Con mi mano los aviento a ellos justo en sus respectivas cabezas que inmediatamente caen como bolsas de saco.
—Por no hacerme caso eso recibieron. Qué pena que después no recuerden nada.
Que bien se sintió utilizarlo de nuevo, me acerco rápidamente y veo al joven con bastante sangre en su cabeza y su boca. Levanto su polo, cuando toco con mi dedo índice su barriga escucho un quejido. Levanto mi dedo índice y paso por el lugar del dolor. Se forma agua en mi dedo en forma de Cruz. Sé que se está curando, así que paso casi todo su cuerpo con mis manos para quitarle el dolor y curarle lo más grave.
—Escucha voy a tener que llevarte al hotel por qué si te llevo al hospital van a ver agua en tus sistemas y van a querer sacarlo. No puedo permitir eso.
Le hablo y cuando miro su cara veo que sus ojos están cerrados, espero que me haya escuchado. Me levanto y cuando llego a la avenida ya no veo a Daniel. Me abandonó el desgraciado, espero que no me lo cruce. Justo pasa un taxi y hago parar.
—Señor hay un joven ahí puede ayudarme a llevarlo. Le juro que le voy a pagar un buen dinero.
Dinero es lo que me sobra, así que no tengo problema en esa parte.
Cuando el señor ve al joven se asusta y sin decir nada me ayuda a llevarlo al taxi y lo tiende ahí, me siento junto a él. Le indico que tiene que dirigirse al hotel. Lo veo quejándose y sin que el conductor se dé cuenta pasó mi mano por donde siente dolor y él se calma. Cuando llegamos le pido al portero que me ayude y él sin decir ninguna palabra hace caso. Pagó al conductor sacando un buen fajo de dinero y se lo doy no sin antes de agradecerle.
Los demás trabajadores al verme que trato de ayudar al portero vienen y me dicen que no me preocupe y que le dirija a mi suite. Lo escucho quejarse al verlo con los brazos entre dos personas. El ascensor está subiendo, no sé por qué me inquieto, quiero llegar lo más rápido que pueda. Cada vez que el ascensor se para en cada piso no les hago pasar a los huéspedes. Ellos también cooperan que al ver al joven así que no entran.
Cuando llegamos paso la tarjeta y la puerta hace un clic antes de abrirse. Les indico que lo dejen en mi habitación, ellos sin decir una palabra lo tienden y pido que me traigan agua con trapo. Cuando salen de mi suite. Le quito su polo y pantalón, menos su ropa interior. Paso por todo su cuerpo el trapo y veo que el agua desaparece.
Muevo su cuerpo para meterle dentro de la cama para que pueda descansar. Cuando veo su cara tiene los ojos cerrados, quiero ver sus ojos debe ser hermoso como él. Cuando le saqué su ropa vi que estaba en buena forma. ¿Qué habrá echo para que enoje a cinco personas?
Sacudiendo mi cabeza me dirijo al closet para sacar mi camisón de tirantes, este modelo lleva un escote decorado con encajes, es más arriba de mis rodillas que cada vez que despierto aparece por mi cintura. Veo que mis pies están rojos, me saco mis tacones y pasó la mano por ahí y el dolor desaparece. Antes de quitarme el vestido miro hacia la cama y veo que él sigue en la misma posición que le dejé. Me saco el vestido y estoy desnuda con sólo unas bragas. Me pongo mi camisón y por debajo saco mi braga e inmediatamente me voy al baño para quitarme el maquillaje y desatar mi cabello y poner mi braga en el tacho de ropa sucia.
Agarro una manta para taparme cuando voy a dormir en el sofá cama. Agarro mi celular y cuando lo enciendo veo que es las dos de la mañana. Hoy al amanecer recompensaré a las personas que me ayudaron a traer el joven. Con eso en mente me echo y el sueño me gana.
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