Lo recordé, ahora sé por qué no quería alejarme de él. Pensar en ese niño que ahora es un adulto y es mío. Siento su respiración en mi cuello, quiero que se quede ahí. No quiero perderlo, no quiero que se vaya de mi lado. Sé que eso no va suceder porque ahora es mi esposo ante los demás seres que viven como nosotros, pero ante los mortales no.

- ¿Primera guerra mundial? Ese tiempo nadie de aquí existía. -Se ríe Rosa. Kale aún está en la misma posición.

-Kale, cariño. Ven vamos a sentarnos quiero contarte. -Mi cuello vibra ante su respuesta. Me rio y nos sentamos en la sala de estar, teniendo una buena vista del cielo. Yo me siento a su lado, él quiso que me sentará en sus piernas. Pero ante sus quejidos me senté a su lado. Owen cómo un buen amigo se sienta solo y se acomoda cerrando los ojos. La única que no sabe qué hacer es Rosa, pero le indico que se siente en el sofá restante.

-En ese tiempo no eras como ahora, ¿Sabes que vestía con túnica? -Se ríe y sé que Kale se lo está imaginando. Le golpeo de modo juego. -No que decir de los varones, ahora que lo pienso ¿Así de feo nos vestíamos? Eso que compramos de marca, lo que estaba de moda. -Abre los ojos y cruza sus piernas en cuatro.

-Cora ¿Estas seguras de que ella puede escuchar?, no quiero que cuente a nadie. -Le sonrío y asiento. La veo perdida, pero también tiene curiosidad.

-No te preocupes le puedo borrar la memoria.

-O lo puedo hacer yo. -Mira sus dedos para luego mirar a Rosa, conozco su medio para que lo pueda hacer. Hace sufrir a una persona hasta que lo vuelva loco. Pero eso ya no lo hace y siempre me llama para que lo haga.

-A inicios de 1914.... Por febrero viaje a Alemania. Pará encontrarme con él y unos amigos más. Pero concuerdo con Owen, la ropa era muy diferente a lo que es ahora. Faldas largas, sombreros con grandes y con plumas y siempre llevaba un paraguas...

-Ahora que recuerdo tengo una foto de ella. Si ahora la vez hermosa sin maquillaje, ese tiempo la ropa le quedaba magnífico, aunque la ropa era un asco, al menos para esta época. -Besa sus dedos como si fuera una comida. -Hey, Kale. No te enojes, siempre veré a Cora como una hermana.

Muevo mi cabeza para mirarle y veo su frente fruncido. Pongo mis dedos ahí y empiezo a suavizarlo, Rosa se aclara la garganta y alza la mano.

- ¿Es cierto lo que estas contando? ¿Por qué no creo que sigas de la misma forma de ese tiempo hasta ahora? -Cuando estoy por hablar Owen se acerca a ella y le muestra fuego entre sus dedos. Ella grita al ver tal acción.

- ¡¿Owen que mierda estás haciendo?! La asustas y lo que no quiero es tener un cadáver en mi suite. -La oigo gritar más, Kale se acerca y le tapa la boca.

-Rosa será mejor que dejes de gritar nadie te va hacer daño, eso es lo último que van hacer ellos. -Le dice, ella asiente lentamente. Kale aleja su mano de su boca y sus ojos emiten miedo, miedo de nosotros.

-Linda Rosa, eso es la respuesta del por qué seguimos así. -Owen abre los brazos para dar vuelta en su propio eje.

-Rosa, lo siento por el modo que Owen te mostró. Pero eso es lo que somos y Kale lo sabe. Así me eligió. -Su mirada va de miedo a una de diversión.

-Tú vas a seguir viviendo, pero Kale no. Así dices que le quieres, pero le vas a ver morir. No eres más que una persona egoísta. -Agarra a Kale del brazo y se apoya. -Él va ser más feliz conmigo.

-Mierda, aquí va arder troya. -Escucho que Owen se sienta y se acomoda, miro a Rosa con furia en mis ojos, el brazo de Kale es retenido por ella. Sus ojos muestran que me ha ganado.

- ¿Enserio? ¿Piensas que mirándome de esa forma y estando al lado de Kale no te vas a salvar? -Mis dedos se mueven, atrás de ella se forman agua. Sonrío y le miro, Kale me ve y disimuladamente se voltea y mira las formas de agua. Kale asiente pidiéndome ayuda, Rosa sigue con su sonrisa. Pero lentamente se va muriendo como su fuerza. -Por fin, menos mal que no exploté porque no sé lo que le hubiera hecho.

-Pensé que iba a ser emocionante, pero veo que no. -Le miro y nuevamente me siento. Kale se pone a mi lado y cruza los brazos.

-Pensé que iba a sacarme la piel con esas uñas. Será mejor que le dejemos en el sofá, no quiero oírla por ahora.

-Sí, la memoria la perdió y espero que se quede así hasta mañana. -Dice, pero me acerco para susurrarle en el oído las siguientes palabras. -La noche es de nosotros te voy a dar la sorpresa muy grata en el balcón.

Cuando le digo eso, veo que sus ojos muestran lujuria. Su mano se dirige a su polla y la cubre. Sonrío al notar que se lo está imaginando.

-Chicos sea lo que sea que estén pensando no quiero saberlo, más al notar la llama que se enciende en Kale. -Owen mira hacia otro lado, sonrío al ver que el rostro de Kale está rojo al escuchar lo que Owen dijo. Owen puede ver el interior de una persona.

-Mejor cuenta de cómo conociste Kale cuando era niño. -Habla Owen mirando hacia la ventana con sus piernas reposando en el brazo del sofá.

-Cuando inició la guerra no sabíamos que hacer, éramos extranjeros en esa tierra. -Kale me mira atento a las palabras que digo. - Owen, Katrina, Aldair y yo nos encargamos de curar a las personas que venían heridos. Estábamos por las trincheras, esos lugares eran peligrosos así era hasta que vimos a un pequeño ahí tirado, yo pensé que estaba muerto...

-...Yo observé que todavía tenía pulso, me acerqué a él y vi que estaba vivo. Le avise a Cora y ella inmediatamente le dio agua. Yo cargué al niño y le llevamos a un mejor lugar, Katrina y Aldair tuvieron que separarse para poder curar a otras personas. Nos quedamos cerca de esas trincheras hasta que pueda recuperarse. -Owen habla despacio. Sé que está recordando lo que pasaron la gente ahí. Me mira y entiendo que yo siga contando.

-... Cuando recuperó empezó a llorar, el niño tenía doce a trece años. Cuando le mostré lo que podía hacer, pensé que se iba a asustarse, pero lo que sintió fue una curiosidad en ello. Me encariñe con él, quería que estuviera a mi lado y lo estuvo un buen tiempo. Me llamaron mis otros amigos y tuve que ir, le prometí que volvería y le dejé con Owen. Cuando volví lo encontré sin vida, me quedé sin vida al verlo ahí sin abrir sus ojos. Tuve un resentimiento con Owen por no cuidarlo bien. -Kale se queda con la cara seria. No entiendo por qué está con esa cara. -Lo mataron mientras Owen buscaba alimentos, le enterré ahí junto a sus padres.

- ¿Te hubiera gustado estar con él cuando sea grande? -Ahora entiendo por qué está así.

-No sé, puede que lo hubiera tenido un cariño de madre quizás.

-Esto se está saliendo de control. -Escucho la voz de Owen. Los dos nos volteamos para verlo pararse y arreglarse. -Será mejor que me vaya, no quiero ser testigo de su pelea. -Se dirige a la salida, pero se detiene. -Si quieren saber de mí, que por seguro no lo harán, estoy en la otra suite. Dicho esto, me despido. -Me quedo viendo cómo se va. Kale dirige su mirada hacia mí y se levanta.

-Será mejor que no me respondas, puede qué tal vez hubieras estado con él.

- ¿Se puede saber que estás diciendo? -Me paro y me acerco a su lado. -Yo te quiero, te quise desde hace tiempo, ellos te trajeron a mí. Ese niño eras tú. ¿No lo entiendes?

-Lo siento. Lo siente sirena, no sé qué estoy pensando. -Me agarra de la cara y ahí veo unas lágrimas. -Tengo miedo, miedo de que si hubieras estado con él no hubieras estado conmigo.

-Eso jamás. Por qué hubiera estado contigo y solo tú. No te hubieran mandado a mí si no hubieras sido especial. Yo te amo Kale ya deberías saberlo y no ponerte celoso de ti mismo.

Me alejo de él y me dirijo hacia la habitación, lo comprendo yo misma me hubiera sentido así. Solo quiero que piense un poco y que pueda aclarar su mente. Me echo en la cama luego de un tiempo ciento el cuerpo de Kale al lado mío, su brazo se coloca en mi cintura y apega su pecho en mi espalda.

-Lo siento Cora, debí estar impresionado de que me conocieras de pequeño y no reclamándote por eso. -Me volteo y le abrazo pongo mi cara en su pecho.

-Lo sé mi amor, lo sé. -Murmuró entre sueño. Siento que me besa la cabeza. El sueño rápidamente me gana en los brazos de él.

Me despierto al escuchar voces, me levanto y ahí veo que no está Kale a mi lado. Y ahí entiendo que puede que ellos dos estén hablando. Me acerco lentamente para poder escuchar.

-Dime la verdad. ¿Estas con ella por el dinero? -La veo cerca de Kale, pero él se queda con los brazos cruzados mirándola.

-Por favor, tú eres la única que piensa en eso. Y si quieres saber la respuesta te lo daré. -Se acerca a su rostro y sonríe. -No, no lo estoy. Ella es una mujer que tiene el cuerpo de una sirena y no sabes lo que puede hacer con su boca. Pero eso tampoco es la respuesta, yo la amo y la seguiré amando por la eternidad.

-Puedes estar con ella, pero también puedes estarlo conmigo, mientras ella no lo sepa. Sé que me amas y también de que puedes hablar así porque vives aquí. -Escucho que Kale se ríe y mueve la cabeza negativamente.

-Contigo no se puede, piensa lo que quieras yo se la verdad dentro mío. Será mejor que hables tú con la verdad sobre el embarazo, porque sé que no es mi hijo.

-Ella está mintiendo con eso. Como puedes creerle con algo que solo puede saber un...

-La creo más a ella que a ti. No sé qué te está llevando para que hagas eso, pero será mejor que te detengas no... -Dejo de escuchar porque me vuelvo con una sonrisa y sacó del closet algo que le va gustar a Kale.

Cuando estoy lista, veo por la ventana que es de noche. Salgo de la habitación y cuando Kale me ve se calla. Rosa se voltea al verme de pies a cabeza.

-Hola, buenas noches. ¿No vino el abogado? -Eso es lo primero que pregunto. Kale niega y se acerca.

- ¿Dormiste bien? -Asiento a lo que dice y él me da un beso. -Llamó y por eso me levanté, no quise despertarte y respondí. Me dijo que sabía de nosotros y me felicitó y que también dijo estaba en camino y que mañana va estar aquí a las primeras horas de la mañana.

Asiento y ahí veo a Rosa que me mira con una cara de envidia. Obvio que sí ya que estoy con una bata de seda larga con mangas largas, por la forma que me mira Kale, tengo en mente de que sabe lo que hay debajo de ella.

- ¿Ya han pedido una cena o todavía no? -Pregunto dirigiéndome hacia el teléfono.

-No. En el refrigerador hay algo que quiero comer. -Kale habla, miro a Rosa y espero a que me diga que pedir y solo se encoge los hombros. Así que pido una torta de leche. Ella al escuchar eso sus ojos brillan, a pesar de todo ella es madre y sé que tiene necesidades por el bebé. Prendo la televisión y lo primero que sale es publicidad, Rosa se sienta a mi lado, Kale se va a la cocina.

-Déjalo ir, él es una persona joven que tiene que conocer a gente nueva, estando contigo va estar...

-Lo sé, si alguna vez se siente presionado tendré que darle espacio...

-Y ten por segura que no va pasar. -Kale se acerca y trae un helado y se sienta a mi lado izquierdo. - ¿Quieres?

Asiento y veo que está derritiéndose, él se da cuenta y agarra el bote e inmediatamente se empieza a helar. Agarro la cuchara que estaba a ahí y cuando jalo no sale. Nos miramos y empezamos a reír.

-Lo siento por eso, no me di cuenta. -Agarro la cuchara y empiezo a que posiblemente el agua pueda derretirlo, pero lo empeoro. Rosa nos mira, pero inmediatamente presta atención a la televisión. Él empieza a mover la cuchara y cuando sale se alegra. Agarra una cucharada y me lo da en la boca, lo pruebo mientras siento el sabor helado pasar por mi cuerpo.

-Te gustaría que te lo pusiera por el cuerpo para luego lamerlo. -Le miro a él para luego mirar a Rosa, ella no presta atención a lo que hacemos. -Te quiero en la noche en el balcón con esa ropa, quiero que cumplas la fantasía que me prometiste.

Mierda, en tan solo pensar en eso hace que mi cuerpo se encienda ante sus palabras y en las imágenes que tengo en mente, él se da cuenta y por el costado abre la bata y mete la mano. Maldice en voz baja para luego pararse y dirigirse hacia la puerta. Ahí me doy cuenta de que estaban tocando. Entra con una torta. Le entrega a Rosa quien lo recibe y nos agradece. Pasamos un buen tiempo comiendo el helado y a Rosa la veo dormitando.

-Kale será mejor que la lleves a la cama. -La carga para luego venir a mi lado. Trae consigo su celular cuando me muestra la hora me sorprendo.

- ¿Tan tarde es? -Asiente todo inocente, ahí me doy cuenta del por qué lo hizo. -Kale, mi amado. ¿Apurado? -Mueve su cabeza y se dirige hacia la habitación. Me paro y me acerco hacia el balcón, abro primero la puerta corrediza. Siento el viento en mi cuerpo que hace que mi cuerpo sienta estremecido. Pongo las manos en el barandal y veo las estrellas con el sonido de las bocinas de los autos. Siento unas manos en mi cintura.

-Ella nos va mirar, ¿Por qué no le enseñamos lo que vamos hacer? -Sale un gemido de mi boca, el que quiera hacerle saber que soy suya hace que me excite más. -Se despertó cuando salí del baño pensé que estaba durmiendo, pero no. Sé que lo quieres porque no empezamos mi sirena. -Me volteo y sí ahí veo a Rosa viéndonos escondida. Sonrío de lado e inmediatamente me lanzo a su boca mientras estoy de puntitas y mis manos acarician su pecho.

Va ser una larga noche y amarga para alguien, pero para mí va ser excitante.