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Capítulo 50


—¿Venus?

Mis ojos pesan, intento abrirlos pero fallo. Lo mismo con mis extremidades, están entumecidas.

—Por favor despierta —oigo una voz femenina.

¿Por qué no puedo despertar?

—¡Venus!

Mi corazón salta con ese grito.

—¿Cariño? —escucho la voz más cerca—. Por favor, despierta. Tienes que despertar, no puedes dejarme solo.

Su voz se oye entrecortada, como si estuviera llorando.

Intento una vez más, mover aunque sea mis dedos. Algo hace presión en mi pecho.

—¿Amor?

Mis ojos se abren de golpe. Toso, agua sale a borbotones de mi boca. Alguien acaricia mi espalda y una vez que termino de eliminar toda el agua que había en mis pulmones unos brazos me envuelven.

—¿Cariño? —susurran a un lado de mi cabeza—. ¿Venus?

—¿Fin...nick? —mi garganta arde.

—Estoy aquí, estás bien. Estamos bien —me aparta y conecta sus ojos con los míos. Se encuentran llorosos y una lágrima cae por su mejilla—. Me asustaste —pasa sus dedos por mi rostro tratando de buscar alguna herida.

—¿Qué... qué pasó?

—Vuelves a hacer eso y te mato yo misma —asegura Johanna.

—Caíste al agua, Peeta te encontró.

Mis ojos inmediatamente buscan al rubio. Está completamente mojado y una sonrisa de alivio aparece en su rostro.

—Gracias...

Él asiente.

—Somos aliados, ¿no?

—Ya te dije que soy una gran amiga —bromeo—. Le puedes preguntar a Johanna.

—La mejor —pone los ojos en blanco—. Bueno, si estás mejor me gustaría largarme de está maldita isla.

Finnick me ayuda a levantarme, rodea un brazo por su cuello, hace que apoye mi peso contra él y caminamos así de vuelta a la playa.

Katniss también se muestra agitada, además del hecho que también está mojada de pies a cabeza, lo que me indica que probablemente cayó al agua.

—Pensé que te perdía —susurra contra mi oído.

Somos los últimos que cerramos la fila. El agarre es fuerte contra mi cintura y hay un brillo de temor en sus ojos que no desaparece.

—Ya estoy bien —murmuro.

Deja un beso en mi frente.

Cuando volvemos a la playa, Finnick y Johanna me ayudan a sentarme a pesar de repetirles que ya me encuentro bien. La castaña se sienta a mi lado mientras que el rubio queda de pie con el tridente en mano, sigue preocupado.

—¿Quiénes quedamos? —interroga Katniss—. Aparte de Brutus y Enobaria, ¿quién queda?

—Tal vez Chaff y Gloss —menciona Peeta.

—Solo Chaff —me remuevo incómoda—. Gloss está muerto.

—Bueno... entonces solo tres —afirma el panadero.

—Lo superamos en número, dudo que ataquen otra vez —Finnick se agacha a mi lado—. Esta playa es segura.

Suelto mi pelo, la coleta ya se estaba deshaciendo y varios mechones se pegan en mi frente. Trato de peinarlo con los dedos pero es inútil. Bufo cuando no lo consigo. El rubio se coloca detrás mío, deja el tridente y empieza a pasar sus dedos entre medio de mi pelo. Mi estómago da un vuelco ante ese gesto.

—¿Y qué hacemos? ¿Los cazamos? —Johanna argumenta.

La chica en llamas va a responder cuando un grito la corta. Se levanta rápidamente y se adentra en la jungla.

—¡Prim! ¡Prim!

La sigo tomando un cuchillo en mi mano, atravieso ramas y hojas, varias aves vuelan a mi alrededor hasta que lo comprendo. Katniss se encontraba gritando el nombre de Prim cuando llego a ella.

—¿Estás bien? —mi voz suena agitada—. No es...

—¡Venus! ¡Vee!

Esa voz me atraviesa como un cuchillo.

—¿Gia? ¡Gia! —grito desesperada.

Corro en dirección de dónde proviene el grito. Rápido, rápido. Es gia, es mi hermana. Le están haciendo algo, le están haciendo...

—Venus, no es ella. Es sólo un charlajo —Katniss me detiene.

—No... no. Gia, ella... ella está en peligro, tengo que salvarla, tengo que...

Las aves se alzan contra nosotros, nos persiguen y no tenemos más remedio que correr de vuelta. Trato de cerrar mis oídos, pero los gritos de Gia siguen. Su picos se encajan en mi piel, sus garras rasgan el traje.

Finnick está a unos metros de nosotros, al igual que Peeta y Johanna. ¿Por qué se queda ahí? ¿Por qué no corre?

—¡Katniss!

—¡Venus!

Los gritos se hacen cada vez más fuertes.

La postura de Finnick está tensa y mueve sus manos frenéticamente. Sigo corriendo hacia él cuando choco contra una pared invisible. Un campo de fuerza.

Estoy atrapada, es el nuevo peligro de está hora. Miro desesperada a mi novio, lágrimas caen y apoya la cabeza contra el campo de fuerza, me acurruco contra este y tapo mis oídos.

No es Gia. No es Gia. No es Gia.

—¡Venus! ¡Ayuda!

No es Gia. No es Gia. No es Gia.

—¡Katniss!

Los gritos de otra voz se entremezclan y todo se vuelve confuso. Los charlajos sobrevuelan encima de nosotras, siento cortes en mi piel pero no me importa.

Gia está bien, tiene que estar bien. Nunca harían algo contra ella. Nunca le harían lo que me hicieron a mí. Ella no está rota, ella está bien.

—¡Venus!

Grito para aplacar su voz. Mis cuerdas vocales arden, mis mejillas están mojadas y mi respiración agitada.

No es Gia. No es Gia. Mi hermana está bien.

Siento que pasaron horas cuando siento el contacto de otra persona.

—Ya pasó... estás bien.

Me aferro con fuerza al cuerpo de Finnick, su olor me invade y me concentro en los latidos de su corazón para calmarme.

—Gia... —menciona con voz temblorosa.

—Ella está bien.

Oculto mi cabeza en el hueco de su cuello, acaricia mi espalda y me acomodo mejor en su regazo. No quiero soltarlo.

Escucho como Johanna dice que nunca tocarían a Prim, que los distritos se revelarían si eso pasará, pero yo me concentro en Finn.

—¡Oye que tal suena eso Snow! —me sobresalto cuando grita—. ¡Qué tal sí quemamos tu maldita casa! ¡No van a ponerlos a todos aquí adentro!

Levanto mi cabeza un poco para enfocar a la castaña.

—¿Qué? —mira a Katniss—. No me queda nadie, no pueden hacerme ningún daño.

—Eso no es verdad —digo con la voz entrecortada—. Me tienes a mí, nos tienes a nosotros —sonrio.

—Voy a buscar agua —me ignora.

Se escuchan los pasos de Johanna que se alejan, Beetee se encamina hacia la playa, lo mismo hacen Peeta y Katniss. Esta última todavía afectada por lo que sucedió.

—¿Quieres levantarte?

Saco la cabeza de mi escondite y me enfoco en sus ojos verdes, me transmiten la paz que me falta. Asiento con la cabeza y me ayuda a levantarme cuando me tambaleo un poco.

Esta vez rodea mi cintura con un brazo, mientras paso el mío a la altura de su cuello. Siento la calidez de su cuerpo, sus dedos tiemblan un poco pero sigue caminando hasta que llegamos a la orilla. Hace que quede sentada entre sus piernas, recuesto la cabeza en su pecho y respiro profundamente.

—Estás a salvo —susurra—. No voy a dejar que nada más te pase, lo prometo.

—Finn...

—Shhh —me calla—. Estamos bien.

El agua hace que la tensión se libere, me abraza por la cintura y coloca su cabeza a la altura de mi hombro. No sé cómo se verá esto ante los ojos del Capitolio o del distrito pero en estos momentos no me importa, solo lo necesito a él.

—¡Finnick! ¡Venus!

La voz de Johanna me devuelve a la realidad, hace un gesto con la mano para que nos acerquemos. El rubio me toma entre sus brazos y me levanta, deja un beso en mi mejilla antes de caminar dónde se encuentran todos.

Al llegar Beetee se muestra confiado, Peeta y Katniss están sentados a su alrededor mientras que con Finnick y Johanna permanecemos de pie.

—¿Dónde se sienten seguros los profesionales?

—La jungla es terrible —inquiere mi amiga.

—Tal vez aquí en la playa —comenta el panadero.

—¿Y por qué no están aquí?

—Porque nosotros lo estamos —aseguro.

—Exacto. Llegamos primero —me apoya la castaña.

—Y sí nos fuéramos vendrían.

—O se esconderían en la periferia —replica Finnick.

—Lo que en unas cuatro horas la ola de las diez habrá empapado. ¿Qué pasa a medianoche?

—Caen los rayos en el árbol —afirma la chica en llamas.

Me dejo caer a un lado de Peeta cuando las piernas me tiemblan, todavía siento los estragos de los gritos de mi hermana. El panadero me sonríe y aprieta mi mano en muestra de afecto.

—Esto es lo que propongo —explica—. Dejamos la playa al anochecer, nos dirigimos al árbol de los rayos, eso los traerá de nuevo a la playa. Antes de la medianoche, colocamos este alambre —señala el carrete en la arena—. Desde el árbol hasta el agua, cualquiera que esté en el agua o la arena mojada será electrocutado.

—¿Y cómo sabemos que el alambre no se va a quemar? —interroga Johanna.

—Porque yo lo inventé, te aseguro que no se quemará.

Finnick me mira, al igual que Johanna. Saben que este es el plan, este es el momento que estábamos esperando. Si hay una oportunidad para salir de estos juegos es está.

—De acuerdo —digo sin apartar la vista de ellos.

—Yo igual —menciona mi novio.

—Apoyo a la Sirena en esto —bromea Johanna.

Peeta y Katniss se unen un poco más desconfiados.

—Muy bien —Beetee limpia los anteojos y se los vuelve a colocar un poco más entusiasmado—. Deberíamos descansar un rato.

Así da por finalizada nuestra reunión en pos de acabar con los profesionales. Peeta y Katniss son los primeros que se alejan, con Johanna y Finnick nos miramos sabiendo exactamente lo que podría estar pasando entre esos dos. Tal vez nos apoyen con el plan pero en el momento que termine se irán y así acabará nuestra oportunidad de salir de estos malditos juegos.

Bueno, no voy a dejar que eso pase. Finnick saldrá vivo de aquí.

Nos sentamos en la orilla, Johanna no deja de jugar con el hacha entre sus manos. También está nerviosa.

—El plan saldrá bien —afirma Finnick.

—Eso ya lo sé —bufa—. Pero si a la chica en llamas se le ocurre algo suicida en el último momento estamos todos jodidos.

—Bueno, asegurémonos que no se le ocurra nada suicida —dirijo mi vista hacia ellos—. Peeta la calmará, estoy segura.

—Peeta la calmará —el rubio imita mi voz.

—¿En serio? —ruedo los ojos—. Pensé que ese tema ya lo tenías superado.

—Voy a vomitar —Johanna se levanta de la arena—. Hablen lo que tengan... que hablar. No quiero estar presente —hace un gesto de una arcada y se marcha.

Suspiro.

—En realidad... ya lo tengo superado ese tema. Solo quería que se marchara.

—Le podrías haber dicho eso, ¿sabes?

—Así es más divertido. Pone una mueca graciosa cuando hablamos de esto —nos señala con el dedo.

—Esto...

—Si... —hace una mueca.

No podemos decir que tenemos una relación por miedo a lo que hará Snow, por miedo a que si esto sale mal, si el plan orquestado por el distrito trece fracasa, las represalias serán catastróficas y no quiero que a Finnick lo vinculen a mí.

Tiene que salvarse.

—Siempre dices que no te regalo nada —saca algo de su traje—. Para ti, sé que el tuyo se lo diste a Gia.

Un collar de caracola aparece frente a mis ojos, es pequeña y lo atraviesa un pedazo, de lo que asumo es liana. Doy media vuelta y el rubio entiende el gesto, con delicadeza anuda el collar detrás de mi cuello.

—Es hermoso. Gracias.

Llevo mi mano hacia su mejilla y acaricio su piel suave, algo sonrojada por el sol y el calor que hace. Él se apoya contra mi mano y cierra los ojos en gesto abatido, luego deja un pequeño beso en mi palma y entrelaza nuestros dedos a la altura de sus piernas. Nos quedamos varios minutos así hasta que nuevamente las inseguridades y el entorno de dónde estamos se hace presente.

—Vee...

—No digas nada —niego con la cabeza—. Funcionará —y no lo digo por el plan sino por nuestro rescate de los juegos—. Tiene que funcionar.

—Lo sé... —me abraza.

El viento hace cosquillas en mi piel, llevo mis dedos entre medio de sus rizos e inhalo profundamente para que su olor se quede en mi cabeza.

Tengo miedo de perderlo, miedo de nunca poder decirle lo que siento. Que lo amo, que lo amé desde el primer minuto en que lo vi aunque todavía no lo sabía. Que es lo mejor que me pudo haber pasado en esta vida y que me encantaría pasar el resto de mis días junto a su lado.

Sus ojos verdes se encuentran llorosos cuando nos separamos, una mueca que intenta ser una sonrisa invade su rostro. Mi corazón se agita y una electricidad corre por mi piel.

—Lo sé... Yo también.

Y espero que lo entienda, que yo también lo amo. 




✦✦✦

Holaa, ¿cómo están? 

Venus está bien... por ahora. Falta poco para el final. 

Ya se estrenó Daisy Jones and the six y Sam se ve hermosoooo, necesito terminar el libro para ver la serie, ¿Alguien más? 

Como siempre, me ayudan votando y dejando un comentario. 

Nos les digo nos leemos el viernes porque hay doble actualización!!! Así que nos vemos en el siguiente capítulo :) 

~Luly

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