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Medidas Desesperadas

Medidas desesperadas.

 

Avalon

Isla del Rey Caído.

 

Merlín observaba como la barca se acercaba llevando consigo una figura encapuchada, demasiado menudita para ser un hombre y demasiado pura para llegar con malas intenciones, así que se hizo una idea de quien podría tratarse. Dejo que se acercara a la orilla para después ayudar a la mujer a bajar de ella, le tomo la suave mano y la dirigió al interior de la isla, al santuario que había creado para Arturo, un lugar de protección en donde podrían hablar sin temer ser escuchados o atacados.

Al a llegar a su cabaña Merlín le ofreció asiento y ella no tardó en hacerlo, una vez sentada, se deshizo de su capucha, dejando al descubierto su hermoso rostro y su larga cabellera dorada.

-majestad –Merlín dijo e inclino la cabeza como muestra de respeto, se sentó frente a ella y permaneció en silencio en espera de que ella hablara aunque ya sabía que era lo que venía a tratar con él y aparentemente tenía una solución, una al menos temporal.

Vanya le tomo las manos, no venía a hablarle como reina sino como madre, una lagrima se le escapó de los ojos.

-Maestro Merlín –se escuchó su voz débil y chillona por querer aguantarse las ganas de llorar.  –he venido a solicitar su ayuda, a suplicarle que me ayude a encontrar a mi hijo, los rebeldes se lo han llevado y los rastreadores no han podido dar con él.

Entonces Merlín se dio a la tarea de relatarle los hechos de la noche anterior, le conto que Caleb había entrado al portal del lago; ese portal no es conocido por nadie y solo hasta ahora se lo ha rebelado a ella y que no estaba seguro de adonde lo había mandado, ya que este portal no permanece abierto en la misma área del mundo humano, no, este la transporta a donde sea que su mente piense y obviamente no sabía dónde Caleb había caído.

-puedo ir a buscarlo, si el portal me lleva a donde yo quiera entonces le pediré que me lleve a donde se encuentre Caleb, debo recuperarlo antes de que los rebeldes aprovechen la oportunidad además, Titus no sabe nada del asunto, ya perdió una hija, no puedo decirle que ahora ha perdido a nuestro hijo, no sé qué hacer –esta vez rompió a llorar

-tranquila –le ofreció un pañuelo para que se limpiara esas lagrimas –yo enviare a buscarlo, Caleb aparecerá y de momento tengo una solución, no sé si sea la mejor opción pero es la única que viene a mi mente para evitar que los rebeldes aprovechen la ausencia del príncipe.

-¿Cuál?

-Stellan puede ocupar su lugar.

-¿Stellan? ¿Su gemelo oscuro? ¡Es una locura! –se puso de pie.

-Stellan y Caleb por alguna extraña e incomprensible razón tienen cosas en común ¿no cree que eso existe por alguna razón?

-Stellan podría robarnos el trono, no creo que…

-es eso o que Titus sufra a manos de los rebeldes, cuando las demás regiones se enteren de la desaparición del príncipe, estallaran en pánico ¿no cree que entonces los rebeldes conseguirán más apoyo?

Vanya sopeso todas las alternativas, Merlín era capaz de admirar esa batalla interior con su mente y su corazón, contra lo que es correcto y lo que se debe hacer, contra sus miedos y las dudas entonces tal como Merlín esperaba llego a la decisión que de momento era la correcta.

-está bien, llame a Stellan pero Merlín adviértale que no se pase de listo, porque si perdemos el trono, lo hare responsable a  usted de las consecuencias ¿me entendió?

-entiendo que esto es mi responsabilidad.

Vanya se recorrió el camino a la puerta, antes de salir se colocó su capucha de nuevo y se giró para mirar a Merlín una vez más

-encontrara a mi hijo ¿verdad?

-le doy mi palabra.

Pronunciado ese juramento Vanya se fue, con más dudas y más pesar que con  el que llego.

 

 

 

 

 

Liz

 

Tocamos a la puerta millones de veces, ya me había desesperado y cansado, el chico este sí que esta pesadito, Camille y yo sosteníamos su peso y Clare no dejaba de tocar la puerta

-¡abre Jude soy yo Camille! –al tener contacto con él me alteraba de verdad, en primer lugar porque la fiebre traspasaba su ropa desgarrada y comenzaba a llenarme a mí de calor y cansancio y en segunda porque al tener contacto y sentirme débil él me transmitía todo lo que sentía, si, a pesar de que estaba desmayado, su interior era un revoltijo de sentimientos que comenzaba a afectarme de sobremanera, él tenía un dolor y un pesar enorme, un anhelo y tristeza y al mismo tiempo un coraje y una feroz decisión que realmente lo hacían extraño e interesante al mismo tiempo.

-¡Jude, abre o tiro a puerta! –le  grite, a pesar de que no lo conocía pero las amenazas siempre funcionan… o no.

-Jude, sé que no nos conoces pero ¿podrías abrir? ¿Por favor? -intento mi hermana y al poco tiempo, la puerta se abrió ¡santo dios! Mi hermanita es un genio.

Apareció un chico, de estatura media, de cabello pelirrojo (natural) y unos ojos que no pude distinguir si eran Verdes o azules, su cara era de preocupación y nerviosismo ¿Qué diablos le ocurre a este chico? Observo a mi hermanita con ternura y ella le dio la mano, presentándose, él le correspondió al saludo amable y con dulzura. Después nos miró a Camille y a mí y fue cuando reparo en la presencia del chico.

-¿Qué es eso? –pregunto, su voz tenía un sexy acento británico ¡oh!

- ¿Qué más va a ser Jude? –Camille contesto con fastidio. –necesitamos tu ayuda.

-no, no creo que…

Lo interrumpí, obligue a Camille a caminar al interior, el solo es uno y nosotras somos tres, lo lleve hasta el interior, asegurándome de golpear al tal Jude mientras entraba para que tardara en reaccionar. Deposite al pesado en la cama destendida de Jude y para mi sorpresa lo hice con cuidado y me senté junto a él y le acaricie el cabello con ternura, cuando me di cuenta de eso, cerré los puños y preferí sentarme en el piso. Cuando Jude vio la herida en la espalda, ya no se negó a ayudarnos, al contrario se preocupó.

-¿Qué le ha ocurrido? –Camille permaneció en silencio al parecer no le había pasado por la cabeza que a él también tendríamos que darle explicaciones.

-no lo sabemos –conteste de inmediato –lo encontramos así –alce los hombros para aparentar que era todo lo que sabía y en realidad no estaba mintiendo, ya que si preguntaba en donde lo encontramos entonces si tendría que mentir.

-¿puedes revisarlo? –Camille pregunto dudosa ¡vamos Camille esta fue tu idea!

El tal Jude se acercó a él miro con detenimiento y frunció el ceño tanto que creí que sus cejas se unirían, entonces se dirigió al baño de su habitación para lavarse las manos y por primera vez me fije en ella, ¡dios mío! Esto era un palacio a comparación de la diminuta pocilga que tengo yo como cuarto ¿de qué privilegios goza este individuo?  Además de que  no compartía la habitación con nadie. Mis pensamientos vagaron un momento hacia esa dirección ¿Cómo era eso posible? Solo hasta que Jude regreso y se dispuso a revisar la herida fue que regrese a la realidad y enfoque mi atención a lo importante.

Descubrí que Jude poseía unas hábiles manos, examinaba la herida sin lastimarlo, pensé eso porque no se quejaba y claro ¿Cómo se iba a quejar si estaba desmayado? ¡Bravo Lissette que inteligente eres!

Recosté mi brazo en la cama y lo utilice de apoyo para colocar mi cara en la cama y poder mirar con más atención, Jude parecía más grande en edad que cualquiera que asistía al internado y Camille había mencionado que estudio algo de medicina pero no dio más detalles sobre él así que mi cabeza loca comenzó a imaginar cosas con respecto a él y ninguna eran muy favorables para su reputación que digamos.

-está infectada –dijo –necesitare algunos antibióticos  y otras cosas más.

Se dirigió a su escritorio y busco rápidamente algo en donde apuntar, de la bolsa de su chaqueta saco un pequeño bolígrafo, apunto rápidamente; Camille y Clare permanecían sentadas en un sofá ¡tiene sofá! ¡Esto parece más bien un departamento de soltero que un asqueroso cuarto de internado! quise levantarme y sentarme con ellas pero me lo impidieron, la mano del chico se aferraba a la mía, había recobrado el conocimiento o eso parecía, sostenía mi mano y me miraba con curiosidad, me quede mirándolo como una boba, algo me decía que debía averiguar el misterio que el significaba.

-alguien tiene que ir  por estas cosas a la enfermería y robarlas por mí.

-¿robarlas? -Camille se alteró y no entiendo porque se asusta de todo.

-dame yo voy –le dije e intente levantarme nuevamente pero el chico me lo seguía impidiendo.

-no me dejes Satry –dijo con voz cansada, muy débil y aun así clara.

-yo voy –dijo mi hermanita bastante animada.

-¡no! –grite exaltada, no quería que mi hermanita anduviera sola por ahí con la bruja de Anne suelta en su escoba y su sequito de cucarachas. –Voy yo –volví a decir y esta vez me libre del apretón del chico.

-Satry –dijo nuevamente y de verdad ya comenzaba a irritarme.

Jude me entrego la lista,  y le di un rápido vistazo ¡santa madre! Era larguísima, le pedí que me prestara una mochila o algo en donde meter las cosas, en cuanto me la entrego Salí disparada hacia la enfermería y en cuanto Salí del dormitorio de los chicos y comencé a recorrer las canchas me surgió una duda ¿Dónde está la enfermería? Decidí dirigir mis pasos hacia el edificio principal seguramente ahí debía estar a menos de que tuviera un espacio especial como una covacha o algo por el estilo y entonces sí que estaría en problemas, me pregunte si sería bueno marcarle a Camille para pedirle la ubicación de la enfermería pero decidí que no Lissette West no puede quedar como una tonta extraviada, por favor ¿qué tan difícil podría ser encontrarla?

Llegue al edificio principal y me adentre en el sin ser vista, pareciera que la suerte estaba de mi lado, ya que en el momento que gire a mi derecha encontré la dichosa enfermería ¡ja! Sabía que no sería difícil, toque a la puerta primero para asegurarme de que no había nadie y no obtuve respuesta, toque una vez más para confirmar y entonces gire el pomo de la puerta, afortunadamente no tenía la llave así que pude entrar.

Rápidamente saque la lista y comencé a buscar lo que necesitaba, el material fue sencillo de conseguir, gasas, alcohol, guantes, desinfectante, etc, y al momento de llagar al antibiótico me encontré con un problema, al parecer los medicamentos que necesitaban receta se encontraban en un pequeño estante con puertas de vidrio y bajo llave, mi primer pensamiento fue romperlo y tomar lo que necesitaba pero entonces estaría echándome la soga al cuello así que de mi cabello tome un pasador y lo extendí, ya lo había hecho una vez.

Metí el pasador en la cerradura, comencé a darle vueltas, a tratar de encontrar la manera de abrir y por más que lo intentaba, simplemente no podía, ya comenzaba a desesperarme y realmente la idea de romper el vidrio se estaba convirtiendo en un fuerte pensamiento.

De repente no sé qué rayos hice que sentí un pequeño clic y la cerradura se abrió ¡ja! ¡Una cerradura no puede más que yo! Busque velozmente el medicamento que me había apuntado en la lista y cuando lo encontré me levante con mucha prisa, quería cerrar el vidrio y cuando estaba haciéndolo escuche como la puerta se abría a mi espalda y la luz inundaba la habitación y por mi cabeza solo paso un pensamiento <<mierda>>

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Chic@s nuevo capitulo!!! espero les guste! ;) 

 

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