Champs-Elysées

Coloque una mano en  mi cintura y la otra la pase por mi cabello; antes de que alguna de nosotras dijera algo Camille tiro de mi

-Lo lamentamos Anne ¡ya nos íbamos! –la voz le temblaba y por millonésima vez me pregunte que le habían hecho para temerles de esa manera.

-yo no pienso irme a ningún lado –dije mientras me zafaba de la mano  temblorosa y sudorosa de Camille.

-tu si que eres un caso especial –comenzó Anne me miraba de arriba abajo mientras tamborileaba sus dedos sobre su muslo – ¡escúchame muy bien! no lo voy a repetir olvida tus inútiles intentos por pertenecer a mi circulo, jamás serás bienvenida así que tienes dos opciones una –alzo el dedo para contar y todos la vieran lucirse –das media vuelta y fingimos que nada ocurrió y te dejo tranquila por el momento o dos sigue retándome y te destruiré poco a poco, tu sabes que puedo hacerlo –eso ultimo fue dirigida a Camille esta en respuesta bajo la cabeza y dio un paso hacia atrás ya ni me sorprendí por su reacción.

Mire a Anne y abrí la boca pare decirle todo lo que pensaba de ella pues había terminado con mi paciencia y el sentido común siempre me abandona en estos casos, afortunadamente alguien se metió en la discusión.

-¡chicas vamos! –la voz era tan seductora como un violín al cual todas cautivo incluso a mi  que no es tan sencillo pero el con una sola frase me hechizo –es una fiesta, dejen de molestarse y diviértanse –continuo y Anne se deshizo del encanto antes que cualquiera.

-¿estas loco? Si dejamos que permanezcan aquí los demás comenzaran a creer que cualquier chusma puede entrar a la fiesta y tendremos a mas como esas –nos señalo –metidos aquí.

-Anne hermosa, ¿a ti que mas te da quien asista esta noche? Si hoy estarás conmigo –le ofreció su mano, todas abrieron los ojos como platos y Anne sin dudarlo la tomo y el en respuesta le beso su mano, se dieron la vuelta y se fueron hasta el otro extremo llevándose con ella a su sequito de arpías

Cuando comenzaban a perderse entra la multitud Ulrich  volteo y me dirigió una mirada en la que claramente venia implícito el mensaje de “te busco luego” yo le lance mi mejor mirada seductora y con eso quedo satisfecho me sonrió y se perdió entre la multitud.

-¿podemos irnos ahora? –olvide a Camille por completo.

-relájate Camille, Anne era nuestro único obstáculo por si no lo notaste todos observaron la discusión y ahora que ella nos ha dejado tranquilas nadie se atreverá a echarnos así que vamos –la agarre del brazo y juntas caminamos hasta donde se encontraba Johnny.

El chico no noto que nos acercábamos a él y ya que  me han regresado las fuerzas puedo intentar influir en sus emociones.

Le tome el hombro y el volteo cuando nos vio el rechazo se hizo presente, me concentre lo mas que pude.

-Hola Johnny –le decía mientras lograba cambiar su rechazo por interés –soy Liz y ella es mi amiga Camille –me moví para que pudiera verla sin dejar de tocarlo, ella agito la mano como boba para saludarlo… lo siento Camille uno a la vez no puedo quitarte los nervios. –me preguntaba si ¿quisieras bailar con ella?

-ammm… yo… -me concentre mas di que si, ¡di que si! ¡Vamos Johnny di que si apúrate! –Este bien –deje salir el aire de alivio y yo que tontamente creí que seria tan sencillo  -¿vamos?

Camille y él se fueron a la pista no sin antes darme una mirada de agradecimiento así que a Camille también le gusta el.

-tu ¿quieres bailar? –el tipo con el que Johnny hablaba me toco la espalda, su tacto me tomo por sorpresa, todos sus sentimientos los absorbí robándome el aliento.

-si claro ¿Por qué no? –logre decirle después de una enorme bocanada de aire

AL principio tenia mis dudas ¿Quién iba a decir que este chico (se llama Gabriel por cierto) seria tan buen bailarín? Me estoy divirtiendo cosa que no espere sucedería y de Camille se puede decir lo mismo y ella que no quería venir.

Debo admitir que los nervios me invadieron cuando Johnny dejo de tener contacto conmigo pensé que se arrepentiría pero no fue así, esta noche se sintió atraído por ella desde el principio no la desprecio.

Unas cuantas canciones después Gabriel inútilmente traba convencerme de “ir a un lugar mas tranquilo” la típica frase que en realidad quiere decir “ven vamos a tener sexo”

-tengo sed-le dije para quitármelo de encima –tráeme algo de beber y después nos vamos.

Asintió, la mirada se le ilumino y se fue en busca de mi bebida yo aproveche ese momento para mezclarme entre la gente, adelante encontré a Camille me sentí tentada a que me ayudara a salir del embrollo cuando los vi.

Ulrich y Alec se dirigían a la salida, como Ulrich se fue con Anne ya no estuvo dentro de mi radar y mientras bailaba con Gabriel busque por todos lados a Alec… ¡estuvo todo el tiempo aquí y no lo vi!

Alec y Ulrich se dirigían a la salida  ambos tenían un Halo misterioso alrededor y sin pensarlo decidí seguirlos

Llegue hasta la puerta, asome la cabeza para ver que dirección tomaban.

-¡Liz! –Camille grito a mis espaldas de inmediato me gire y me lleve el dedo índice a mis labios para indicarle que guardara silencio y con un movimiento de cabeza le pedí que me siguiera.

Alec y Ulrich ya estaban dando vuelta al gimnasio, corrí para no perderlos de vista, me detuve antes de dar la vuelta, ellos caminaban y volvieron a girar para caminar por la parte de atrás del gimnasio

Detrás del gimnasio había una especie de sendero que llevaba a una especie de Jardín o algo

Mire a Camille para preguntarle que había ahí ella solo levanto los hombros no tenia ni idea.

Lo seguimos escondiéndonos entre los arbustos cortados en figuras que había por ahí, caminamos como diez minutos más hasta que ellos encontraron una pared cubierta de enredaderas.

Escondidas vimos como Ulrich hacia a un lado la cortina de enredadera y tomaba de la mano a Alec lo colocaba delante de él, colocaba una mano en la pared y después dio un paso al frente, Alec se vio aprisionado entre la pared y su cuerpo por un segundo y entonces desaparecieron.

Camine hasta la pared, retire las enredaderas imitando a Ulrich y no encontré nada, ni una puerta, una entrada o una brecha no había nada por donde ellos pudieran pasar.

-¡Imposible! –le dije a Camille –acaban de desaparecer por aquí.

Camille toco la pared y no encontró nada de pura frustración golpee la pared pero solo golpee el aire. Al no tener nada solido a lo cual sostenerme caí, poniendo las manos para no golpearme la cara.

Al levantar la vista lo que vi me dejo sin aliento.

El hecho de acercarse al punto ciego a Ulrich le emocionaba, por dentro estaba volando y cantando y por fuera se mostraba arrogante y aburrido como siempre.

Durante la fiesta Alexander se acercó a él diciendo que ya era hora, por supuesto que Ulrich no tuvo ni que dudar un segundo se deshizo de la molesta de Anne y se fueron juntos, mientras caminaban a la salida observo la pista de baile, Liz ya no bailaba quería deshacerse de ese mocoso tan fastidioso que en lo único que piensa es en sexo Ulrich aun no se puede creer que lo soportara por tanto tiempo, Liz no es de ese tipo de chicas pero eso no es de su incumbencia por el momento así que caminaron hasta la salida, caminaron hasta la parte de atrás del gimnasio y tomaron el sendero del jardín privado de la directora, si es que eso se le puede llamar jardín ¡jardines los del castillo!

Su mente estaba eufórica y su cuerpo anhelaba llegar al punto ciego el único lugar donde podía ser el realmente.

Miro de reojo a Alexander, se veía pensativo cosa que no es tan común en el pero eso no le importaba mientras se mantuviera callado y no lo bombardeara con preguntas podía pensar lo que se le diera la gana.

Después de lo que a Ulrich le pareció una eternidad llegaron a la pared se sintió tentado atravesar el portal solo y dejarlo a él sin el privilegio de cruzar pero después su madre lo obligaría a ir por él, se molestia con el por haber dejado al humano fuera así que tomo las enredaderas y coloco a Alexander delante ya que es la única forma de engañar al portal, lo obligo a avanzar, por un momento lo estaba apachurrando contra la roca y finalmente el portal se abrió. Dejándolos entrar a lo que se conoce como punto ciego.

Del otro lado Ulrich cerro los ojos un instante y absorbió el dulce aroma del viento, cuando sus ojos se abrieron eran de un color naranja intenso, se quito la playera y la boto cerca del arco su torso estaba completamente desnudo y sus marcas de los brazos comenzaban verse.

-¡Espera! No estarás pensando en… ¿verdad? –Alec le pregunto angustiado –se supone que no puedes hacer nada de eso porque te encontrarían.

El buen humor de Ulrich desapareció ante semejante pregunta.

-por eso se llama punto ciego ¡idiota! Es el intervalo entre el mundo humano y Avalon mientras no me acerque a la laguna –señalo a su derecha –nadie puede detectarme.

Ulrich dejo salir sus alas de color rojo y emprendió el camino sendero abajo dejando a Alexander ahí maldiciéndolo por lo bajo, no le dio mucha importancia al asunto, se sentía libre y eso es lo único que le importaba de verdad la libertad algo que perdió desde que su madre y él se vieron obligados a huir.

Gozaba del aire, dejaba que el aroma de las flores lo llenara al igual que la pureza y la magia del lugar los absorbiera su cuerpo; su mente estaba tan distraída gozando de la magnificencia del lugar que no noto al centinela sin embargo el centinela no lo dejo desapercibido y ya que todos y cada uno conocían el rostro de Ulrich lo reconoció de inmediato y su deber era llevarlo ante el príncipe Caleb.

El centinela un hada de agua llamado Leky lo ataco.

La primer bola de agua le dio de lleno a Ulrich esta lo mojo y sus alas quedaron inservibles, cayo al  piso y vio como el centinela se le acercaba cayendo sobre el un nuevo ataque.

Ulrich cerró los ojos esperando el primer golpe.

Frente a mi se levanta un enorme arco mostrando la entrada al país de los sueños si los campos elíseos existen estos tienen que ser.

Frente a  mi el arco estaba cubierto de todo tipo de flores en medio lo cruzaba el sendero parecía la continuación por el que había llegado a la izquierda del sendero se extendía una gran cantidad de arboles frutales el pasto era completamente verde y extrañamente cubierto por roció del lado derecho del sendero se encontraba una laguna tan cristalina que parecían dos cielos solo se distinguía el agua por las flores de loto que flotaban en ella; el viento a mi alrededor era fresco pero no me hacia temblar de frio y además tenia un aroma dulce y no se si era mi imaginación o algo pero en el viento se escuchaba una melodía muy tenue pero ahí estaba.

Me levante y me pellizque el brazo para asegurarme de que no se trataba de un seño y confirme que era real.

Me gire, a mi espalda se encontraba la pared por la que entre ¿Por qué Camille no me siguió? Di un paso al frente y Salí, encontrando a una Camille histérica.

-¿Qué ocurrió?

-¡la pared es una ilusión! ¡Ven, tienes que ver esto!

-¡es Real! –le dio un golpecito a la pared si era real pero ¿Cómo la atravesé entonces?

Me acerque, toque la pared y mi mano una vez mas la atravesó, Camille ahogo un grito llevándose las manos a la boca

-¿Por qué tu no la puedes cruzar?

-No lo se ¡Liz vámonos! ¡Por favor!

-No, tengo que seguirlos.

Sin mas palabras atravesé de nuevo: me quede indecisa un momento después seguí el sendero; en algún momento dejo de ser recto y se inclino hacia abajo para después subir una colina fue por aquí donde había una cuantas señales de peleas ¿Qué paso? Al llegar a la cima de la colina distinguí el final de la laguna cerca de la orilla tres personas permanecían de pie  reconocí tanto a Ulrich como a Alec  con ellos estaba una mujer.

Salí del sendero y me escondí entre los arboles como hice anteriormente.

Antes creí que la naturaleza siempre estaba en mi contra porque cuando me esforzaba por ser silenciosa mas ruido de lo normal hacia temí que en esta ocasión fuera igual  pero en este lugar las cosas parecían diferentes, el paso del tiempo, las emociones, la paz todo; cuando camino es como si me deslizara con el viento en un leve susurro y por ello logre llegar cerca de ellos, permanecí oculta en unos matorrales.

Me costó mucho trabajo escucharlos y unos segundos después lo hice, los escuchaba con claridad y sus emociones llegaron a mi.

-Estamos al borde de la guerra –decía la mujer  que tenia una combinación de ira y angustia –no puedo hacerlo todo yo se suponía que cuidarían el uno del otro y mantendría un perfil bajo ¿se imaginan si los llegan a descubrir?

La voz de la mujer no me ayuda a descubrir su edad tiene el timbre de una mujer joven pero algo en ella daba a entender lo sabia que era gracias al paso del tiempo, no era joven pero tampoco vieja.

-Madre –Ulrich tenía el torso desnudo y tenia unos cuantos rasguños en  los brazos que mantenía cruzados sobre su pecho y en los brazos se distinguían unos… tatuajes supongo. En su voz se notaba claramente el fastidio y aburrimiento y mi sexto o séptimo sentido (lo que sea) me lo confirmo. –cuidarse, bla bla bla, la guerra bla bla bla el centinela bla bla bla ya lo se, no he venido a eso ¿recuerdas? Quiero saber que haremos con nuestra encantadora flor –eso último lo dijo en tono de burla y miro a Alec y este le devolvió una mirada furiosa.

-Ulrich hay veces que tu tono y actitud me fastidian demasiado pero esta bien ¿Qué se sabe de ella?

-no lo sabemos –Alec hablo por primera vez, su voz no tenia ningún matiz  pero sus sentimientos eran confusos con algo de preocupación y miedo y algo de alegría y euforia. –pero ella es…

-¡no te pregunte a ti! –La mujer grito estruendosamente que me hizo pegar un brinco –Ulrich cariño.

-ha cambiado –permaneció un momento en silencio para dramatizar un poco –en esta ocasión tiene algo de carácter, no es la niña inocente, dulce, tierna, cursi, boba y aburrida de siempre tiene… espíritu una chispa eso y agrégale que fue la  que llego a nosotros y no fuiste tu la que la encontró como en las ocasiones anteriores.

La mujer cambio de estado de humor ahora estaba Feliz y esperanzada.

-¿será posible? ¿La siguiente es la última?

Mientras ella decía eso Ulrich se lleno de tristeza e ira ¿Por qué?

-debo ir a preparar las cosas, en cuanto su pequeña niña desaparezca Titus y toda la familia real lo sabrán y será el momento de atacar, vigílenla en lo que regreso, Ulrich sabes que hacer.

¡Anjana no! –las palabras de Alec flotaron en el aire nadie dijo nada y no me atreví a mirarlos  de nuevo para no descubrirme –sabes lo que siento déjame acercarme.

Al unísono Anjana y Ulrich se soltaron a reír  era cruel y burlona a tal grado que me hizo enojar y me contuve cerrando  los puños con fuerza y sentí como se me clavaban las uñas en la palma dejando salir hilitos de sangre.

-¡por favor Alexander! Las ultimas tres veces me ha preferido a mi ¿Qué te hace pensar que ahora que se parece tanto a mi te elegirá a ti? –me asome y los mira, Ulrich lo desafiaba con esa mirada típica en el Alec trataba de contener la ira y su respiración era agitada, sus cejas se juntaban pareciendo una sola y apretaba la mandíbula con fuerza pensé que se quebraría los dientes  y cuando eso ocurre es mejor no acercarse… espera ¿Cómo se eso?

-de acuerdo Alexander, solo recuerda que te ocurrió la ultima vez que me traicionaste.

Al término de su frase Anjana desapareció en el aire  ¡se evaporo! ¿Cómo es eso posible?

Alec y Ulrich regresaban por el sendero hablando entre ellos como si nada raro hubiera ocurrido.

Al perderlos de vista Salí de mi escondite me acerque al lugar donde ella estaba de pie, no había indicio de que si quiera estuviera parada ahí. No quise buscar la respuesta.

Me acerque a la laguna para lavarme las manos y quitarme la tierra y el rastro de sangre que mis uñas dejaron y ocurrió algo extraño. En el agua vi mi reflejo, y de pronto ya no era el mio una chica pelirroja se reflejaba en el agua, me gire para buscara la chica pero yo me encontraba completamente sola. Mire el agua de nuevo y ahí estaba mi rostro.

Me levante y emprendí el camino de regreso para encontrar a Camille.

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finalmente termne este capi!! espero les guste! jeje :D y bueno el siguiente ahora si es la segunda parte de el de Caleb :D

un beso y un abrazo para todos ustedes que leen y votan y comentan!! grx!!