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Campo de Batalla

Campo de batalla

Alexander.

Tuve pesadillas esta noche, mi mente repetía los acontecimientos de mi estancia en el punto ciego, el momento donde fuimos atacados y el cual aún no podía sacar de mi cabeza, a pesar de que hace horas mi rostro fue rociado por los polvos de sueño pareciera que aún estoy despierto y vivo nuevamente el ataque.

Ulrich como cada vez que visitamos esas tierras prohibidas se comportó como un niño de cinco años y aunque yo le comuniqué mis dudas él simplemente hizo caso omiso de ellas, se quitó su playera y la arrojo cerca del arco, se echo a correr y después a volar y a explorar dejándome ahí parado como idiota sin impórtale si lo seguía o no.

Molesto recogí la playera de Ulrich para evitar que a Anjana se le ocurra obligarme a regresar por ella y con playera en mano emprendí mi camino hacia la laguna.

Refunfuñaba para mis adentros caminando y vigilando a Ulrich para que no se le ocurriera lanzarme una bola de fuego como suele hacer cada que vez que estamos aquí y estoy distraído para demostrar y presumir que es dueño de unos increíbles dones, yo no le quitaba los ojos de encima por lo que fui testigo de lo que ocurrió.

Un chorro de agua lo mojo por completo (si soy consciente de como sonó eso pero por dios mi mente no procesaba bien el asunto) ese chorro de agua lo tumbo y cayó al piso dándose un terrible golpe que hasta la tierra tembló del impacto, espere lo que me pareció un minuto a que se levantara en vuelo nuevamente, algo que no ocurrió.

En el fondo no quería preocuparme por ese abusador engreído y pospuesto no lo logre, baje corriendo la pendiente hasta que fui capaz de verlo, permanecía  tendido en el piso atrapado dentro de una red, si no supiera que Ulrich corre peligro me hubiera atacado de la risa <<la mariposa atrapada en una red>>  está bien lo confieso me reí por un segundo después fui a ayudarlo.

Y también debo confesar que por mi cabeza cruzo el pensamiento típico de un cobarde <<abandonarlo ahí y salvar mi vida>> sin embargo no lo hice porque en primera no soy un cobarde y en segunda porque necesito de él para salir de aquí, sin un criatura mágica el portal no se abrirá así que no me queda de otra más que salvarlo ya que es el único ser mágico con el que tengo contacto.

Con la decisión tomada me acerque a ellos más rápido, el guardia arrastraba sin delicadeza a Ulrich hacia la laguna; una vez me dijo que en Avalon tanto a él como  Anjana los están vigilando constantemente, si él o su madre llegaran a usar magia o cruzar un portal excepto por el que acabamos de cruzar las alarmas se encenderían y en menos de un abrir y cerrar de ojos todos los guardias de Avalon les caerían encima y los llevarían ante el rey y el príncipe calen… o calyn o … como se llame así que no podía dejar que ni un solo pelo de él tocara el agua.

Cuando estaba cerca me di cuenta de que no tenía ningún plan, ellos tienen magia y yo… nada, busque a mi alrededor, encontré unas rocas las cuales tome, arroje la primera para llamar su atención y evitar el avance, di gracias por tener la mejor de las punterías y desee con toda mi alma poder tener un arco entre mis manos pero no era así, arroje otra roca y golpeo acertadamente en su cabeza por supuesto, que no fue un golpe lo suficientemente fuerte como para dejarlo inconsciente, lo único que logre fue que notara mi presencia, lo que fue el plan desde el principio, así no avanzaría más.

Soltó su carga y lo único que yo quería es que el pedazo de tarado llamado Ulrich despertara y pateara el mariposon trasero del guardia que justo ahora viene hacia a mí y ese idiota aun no despierta.

Una vez más busque algo con que defenderme esta vez sin éxito, el guardia noto mi vulnerabilidad y se acercó a mi sonriendo.

En sus manos aparecieron dos cosas una bola de agua y lo que parecía un sable  igual hecho de agua por lo que mi tensión desapareció y por poco se me escapa una carcajada ¿en verdad me está amenazando con agua?  A menos de que un tsunami surja de la laguna no creo que me ocurra nada sin embargo se veía tan seguro que me hizo dudar.

Arrojo primero la bola, no alcance a reaccionar a tiempo y me golpeo de lleno en el pecho fue como si un mazo me hubiese golpeado, caí de sentón y me ardía y dolía el pecho incluso me dificultaba un poco moverme y respirar.

El sujeto se abalanzo hacia mí con su sable y esta vez no dude del daño que me causaría por lo que rodee en el suelo, libré el primer golpe mientras que con el segundo no tuve tanta suerte, levante el bazo para protegerme, me hizo un corte que espere no fuera tan profundo y el cual apenas sentí por la adrenalina del momento, le di una patada en el estómago el tipo se tambaleo y esto me dio tiempo para levantarme.

Seguía desarmado y maldije interiormente por no querer aprender a defenderme tal y como Ulrich se ofreció a enseñarme las pocas veces que estaba de buen humor.

Una nueva bola de agua se formó en su mano, esta vez el tipo dijo algunas palabras las cuales no pude descifrar y cuando termino de hablar su bola de agua se llenó de electricidad y rememorando algunas clases de física supe que eso no sería nada placentero para mi… ¡oh! ¿a quién engaño? Con solo verlo se sabe que no puede ser bueno.

Mis ojos se abrieron por la sorpresa di unos pasos hacia atrás, me tropecé y caí y supe en ese momento que el mundo se me acababa no quise comprobar que era verdad que veías pasar tu vida frente a tus ojos porque en realidad he vivido muchas como para verlas pasar todas en este momento.

Fue entonces que una luz ilumino todo, literalmente hablando, detrás de mí verdugo una luz o más bien una flama se encendió, fui el único que lo noto; nunca antes me había sentido tan feliz de ver a Ulrich, finalmente se había despertado y valla que ya era hora, lucia bastante cabreado, solo en ciertas circunstancias sus ojos se volvían azul anaranjados y esta fue una de  ellas, sus ojos relucían llenos de ira y su cabello parecía una llama danzante, sus brazos se llenaban de fuego hasta la altura de los codos, Ulrich lanzo el primer ataque antes de que el enemigo notara su presencia.

Volví a rodar en el piso a tiempo de lo contrario a mí también me hubiera tocado chamuscarme, me aleje del campo de batalla y mire lo que ocasionaba la fuerza de ambos, contemplaba una autentica pelea de magia parecía que frente a mi tenia a Merlín y a Morgana, realmente esperaba que Ulrich fuera Merlín y salvara nuestras vidas.

En una distracción del guardia Ulrich creo un sable de fuego, me lo arrojo, yo evite que me tocara, lo deje caer en la tierra ¡está loco pudo quemarme!

-¡tómala inútil! –me grito yo me rehusé.

Ulrich perdía fuerza, mucha fuerza velozmente, para él existía un límite de magia, no podía rebasarlo y ante mis ojos se notaba débil; como no tenía más remedio hice lo que me ordeno, armándome de valor tome el sable al tener contacto con el arma sentí calor bastante debo decir pero, fue soportable, la sostuve y me pregunte ¿Qué debo hacer ahora? La respuesta, me la dieron mis recuerdos:

<< Como animales, las hadas nos estamos extinguiendo y es por eso que está prohibido aniquilar a alguien de nuestra propia especie, aquel que lo haga pierde su propia magia por siempre. >>

Esas fueron las palabras que Anjana, madre de Ulrich me confeso una vez y esa fue una de las razones por las que les soy útil.

Supe lo que debía hacer, Ulrich evidentemente  no lo haría, preferiría permanecer encerrado en la peor de las mazmorras o incluso morir antes que perder su magia.

Al mirarnos a los ojos le comunique mi decisión, Ulrich dejo de atacar al guardia con magia inicio un combate cuerpo a cuerpo, la corta distancia que existía entre ellos inutilizo la magia del guardia, sin la distancia adecuada podría lastimarse él mismo.

Ulrich le aplico una llave dejando expuesto el pecho del centinela, esa fue mi oportunidad, me acerque con una velocidad y una agilidad que no sé de dónde saque; empuñe  la espada y la clave directo en el corazón del enemigo, Ulrich lo soltó y dio unos pasos hacia atrás para evitar que lo empalara a él también, hundí la espada  todo lo que pude, erróneamente lo mire a los ojos y fui testigo de cómo la vida escapaba de sus ojos y cuerpo.

El cuerpo del guardia ardió en llamas cuando estas se extinguieron quedo hecho de cristal y Ulrich le dio una patada, lo que antes era el guardia se rompió en mil pedazos y se convirtió en polvo y el viento lo arrastro sin dejar huella de su existencia.

Abrí los ojos de golpe y me incorpore en la cama; mi habitación se encontraba sumergida en la oscuridad y el silencio era sepulcral, fui capaz de escuchar el frenético golpeteo de mi corazón desbocado. Me tome el brazo ahí donde me hirió el guardia para descubrir una fina línea apenas notable y sensible al tacto. Ulrich curo mi herida por haberlo salvado

Deje que mi corazón se tranquilizara y mi respiración volviera a la normalidad, note mi camiseta pegada a mi espalda por el sudor.

Con lentitud salí de la cama y me dirigí al baño, me mire en el espejo para  encontrar a un sujeto parecido a mí y digo eso porque no reconocí mi rostro, la palidez de mi piel y lo signos de cansancio delataban mi mala noche.

Tome mi maleta donde guardaba todo lo necesario para darme una ducha cogí la ropa que usaría hoy y Salí de mi habitación, me dirigí a las duchas a pesar de que aún era demasiado temprano pero prefiero hacerlo ahora que no hay nadie que hacerlo después y tener que escuchar a los demás presumiendo donde se irán de paseo ya que hoy es sábado es el día que los padres recogen a sus hijos conviven con ellos y visitan quien sabe que lugares, unos regresan por la tarde y otros hasta el lunes justo a tiempo para comenzar las clases, algo de lo que yo no puedo gozar, tengo que pasarme encerrado todo el tiempo en este lugar

Cuando termine de ducharme y comenzaba a vestirme  los chicos comenzaban a llegar, me saludaban y yo les contestaba amablemente y como predije comenzaron con sus parloteos, no sé porque se quejan de las mujeres si ellos son igual o más chismosos que ellas.

Termine de vestirme rápido, regrese a mi habitación a dejar mis cosas y tome mi guion de la obra, me fui directo al auditorio a ensayar un rato mientras esperaba a que los que tuvieran que irse se fueran y después pudiera almorzar en paz.

Me subí al escenario  y comencé a ensayar mis líneas.

-un mismo césped servirá a los dos de almohada. Un corazón, un lecho, dos pechos y una fe. –imagine las líneas de Hermia y continúe con mi dialogo.

-¡Oh! Comprende vida mía el sentido inocente de mis palabras. Las pláticas de amor deben interpretarse amorosamente. Quiero decir que mi corazón esta enlazado al tuyo de manera que los dos solo forman uno: dos pechos unidos por un mismo juramento; que es tanto como decir  dos almas en una simple fe. Así que no me niegues lecho a tu lado Hermia pues no ofenderé tu lecho con mis acciones.

Iba a continuar con mi dialogo cuando la escuche.

-Lisandro juega el vocablo ingeniosamente –busque con la mirada en todo el auditorio y la encontré sentada en una de las butacas de la cuarta fila –Hermia hubiera ofendido su educación y orgullo de haber pensado mal de Lisandro –Liz se puso de pie, se dirigió a los escalones para subir al escenario conmigo –pero, querido amigo, por cariño y cortesía acuéstate un poco más lejos. El pudor exige esta separación que también cuadra a un honrado soltero y a una doncella por tanto, aléjate y buenas noches, dulce amigo ¡que tu amor no se entibie hasta el fin de tu estimada vida!

Era mi turno estaba consciente de ello pero tenía a Liz de frente y no podía reaccionar, mi cuerpo y mente no se conectaban y al mismo tiempo trataba con todas las fuerzas de mi alma no sentir absolutamente nada, a estas alturas Liz, ya sería capaz de percibir los sentimientos de los demás y yo no quería que ella leyera los míos así que abrí la boca y dije lo primero que se me ocurrió.

-no creí que de verdad te interesara el teatro –al salir esas palabras me sentí un reverendo estúpido.

Creí que se ofendería con ello sin embargo ella me sonrió y dejo escapar una risita, con ello mi corazón se volvió cálido y mi espíritu se llenó de alegría contemplar a Liz sonreír ilumina todo mi ser.

-Por supuesto que me interesa –me dijo en tono juguetón.

Se llevó una mano al cabello y se lo echo para atrás permitiéndome olor su fragancia a lirios, su preferida.

-con tu actuación de hace un momento te conseguiré un papel

-no, no –me dijo acercándose peligrosamente a mí –esperare a la próxima, Elena y Hermia ya están asignados.

-entonces, ¿no te interesa ser el reemplazo de alguna? –ella solo se rio, no supe cómo interpretar aquello. –Dime –tenía curiosidad por saber -¿ya habías interpretado a Hermia anteriormente?

-No, pero sí que me interesa la actuación, me sé de memoria todas las obras de Shakespeare.

-No te creo –le rebatí

Sonrió y se alejó un poco de mí, eso no me gusto quería seguir teniéndola cerca.

-te lo entregue antes que tú lo pidieras –comenzó e identifique la obra de inmediato –y aun, te lo daría otra vez. –me acerque a ella sin pronunciar la línea que me tocaba –solo para mostrarme generosa y dártelo otra vez. Mi generosidad es tan grande como el mar; y mi amor tan profundo. Es lo más que puedo darte es todo lo que tengo y ambos son infinitos.

Sin adarme cuenta me acerque demasiado a ella, más de lo que pretendía; que cuando se quedó en silencio ella me miro a los ojos y término por eliminar la poca distancia que nos separaba, coloco sus manos en mi pecho y entreabrió los labios, me moría por besarlos y por la manera en que ella miraba los míos supe que ella quería lo mismo pero decidí esperar a que Liz tomara la iniciativa

Se acercó a mí, me moría por probar esos rosados y aterciopelados labios, se acercó a mí un poco más, nuestros labios apenas se rozaron cuando su celular sonó.

Inevitable y dolorosamente nos separamos, se llevó la mano a la bolsa trasera de sus jeans, tomo el infernal aparato, miro quien la llamaba y frunció el ceño, preocupada contesto.

Del otro lado de la línea se escucharon gritos creí que Liz no había entendido nada pero lo hizo y ella también grito.

-¿Clare?

Con prisa y sin despedirse de mí, salto del escenario pisando primero el brazo de una butaca para después aterrizar con gracia felina en el piso, subió las escaleras hasta la puerta y mientras yo la veía marcharse algo raro ocurrió: de pronto ya no veía a Liz correr  sino veía a una chica pelirroja; parpadee y ahí estaba de nuevo Liz abriendo la puerta para salir

Me quede ahí de pie completamente solo creyendo que estaba volviéndome loco y un segundo después decidí seguirla.

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cuanto me he tardado en actualizar! lo se lo se! y espero me perdonen pro cuando no llega la inspiracion no es posible escribir :( 

bno espero que sea de su agrado, si es asi espero sus votos y comentarios y si no ps igualmente espero las criticas :D un abrazote enorme!!! 

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