Capítulo 2: Libre - Sorpresa
Un pequeño niño de cabello alborotado caminaba descalzo por un pasillo llevando consigo una bolsita de tela, mientras dentro de la misma, un talismán brillaba con intensidad.
Al fin seré libre, libre, libre, y todo gracias a este niño, lo lamento pequeño, pero es mi libertad, espere tanto que alguien me encontrará para poder liberarme de mi propio hechizo y al fin llego ese día, y no pudo ser mejor, el hijo de ellos será quien me ayude y se convierta en mi aliado, Goten, ese es el nombre de mi aliado, de quién me ayudará a vengarme de todos los que interfirieron en mi plan, decía Cirys, pero su voz no podía ser escuchada por el pequeño niño, pues la magia de ella impedía ello.
En tanto: "Habitación de los jóvenes esposos Son"
Una pelinegra tomaba asiento sobre una cama, al tiempo que prendía la luz de una lámpara que estaba sobre una mesa de noche.
¿Qué sucede amor?, decía un adormilado Gokú, mientras se sentaba en la cama.
Me pareció oír pasos en el pasillo, contesto Milk.
El apuesto hombre de cabello alborotado tomo su celular y vio la hora, tras algunos segundos dijo: Ya van hacer las 1 de la mañana princesa, ya todos deben estar bien dormidos, hasta los señores Kanato y Michiro ya deben haberse quedados dormidos, a lo mejor Dulce es quién estuvo caminando por el pasillo.
¿Dulce?, pronunció la pelinegra.
Sí, ya sabes que a ella le encanta venir a dormir fuera de nuestra habitación, respondió Gokú.
Sí es cierto, contesto Milk.
Mejor sigamos durmiendo cariño, expreso el apuesto hombre de cabello alborotado, abrazando a su esposa, al tiempo que depositaba un cálido beso en su mejilla.
Si, tienes razón, debe ser Dulce, dijo la pelinegra, acostándose junto a su esposo en la cama.
Fuera de la casa:
El hermoso niño de cabello alborotado detenía su andar en la parte trasera de la casa, al tiempo que expresaba: Ya estamos fuera de casa genio.
Bien, escucho, seguido de: Desata la bolsa y toma el talismán que está dentro con una de tus manos.
Ya desate la bolsa, ahora sacaré el talismán, decía Goten.
Perfecto, una vez que tengas el talismán dirígelo hacia una zona donde no haya nada y pronuncia las siguientes palabras, escucho el niño.
¿Qué palabras?, expreso el niño de cabello alborotado.
Se libre, escucho.
Solo eso, dijo Goten, mientras dirigía su mano que tenía sostenía el talismán hacia una zona vacía.
Sí, solo eso, pero dilo con todas tus fuerzas, y con el lado del talismán que tiene una imagen de espiral, dirigida hacia el vacío, escucho.
Bien, pronunció el niño, segundos después con todas sus fuerzas agrego: Se libre.
A los pocos segundos, un fuerte viento se hizo presente en el lugar, al tiempo que el talismán brillo mucho más, y salió disparado de las manos del niño, quién miraba sorprendido salir de este a una mujer. Luego de aproximadamente 1 minuto, el talismán cayó al piso, y la mujer lo recogió, mientras el niño miraba sorprendido lo acontecido.
¿Tú?, ¿tú eres la genio?, pronunció el niño pestañando, en tono confundido, mirando a la mujer de cabellos rojizos y vestido negro que había salido del talismán.
Cirys, al oír la pregunta del niño, poso su mirada en este y quedó paralizada al verlo.
Es su vivo retrato, pensó la peliroja, mientras miraba al niño.
Me cumplirás muchos deseos, acoto Goten, con inocencia, haciendo reaccionar a la peliroja.
Claro, claro que te cumpliré muchos deseos, dijo Cirys, empezando a caminar hacia el niño.
Quiero una pista gigante de autos como la que tiene Trunks...., expresaba Goten, mientras la peliroja se acercaba más a él.
Eres un mini Gokú, pronunció Cirys, mientras una amplia sonrisa se plasmó en su rostro, al tiempo que colocaba una de sus manos sobre la cabeza del niño, para segundos después añadir: A dormir.
¿Qué?, fue lo último que el pequeño niño pronunció, antes de que su cuerpecito cayera al piso.
Si, que eres bello como tu padre, expreso Cirys, haciendo un movimiento con sus manos para elevar el cuerpo del niño en el aire, al tiempo que añadía: A partir de hoy, yo controlaré tu mente pequeño, tú me ayudarás a vengarme de todos los que truncaron mis planes, y cuando hayamos terminado con mi venganza, tu vendrás conmigo, pero por ahora, volverás a tu habitación, nadie debe sospechar aún que soy libre.
Yo volveré a mi habitación, decía con voz adormilada el pequeño Goten, que tenía los ojos cerrados, y ya estaba de pie frente a la peliroja.
Pero antes, dame unos segundos, necesito crear un talismán falso para colocarlo en lugar de este, pronunció Cirys, lanzado uno de sus conjuros hacia una pequeña piedra, tras algunos segundos, esta se convirtió en un talismán idéntico al que estaba dentro de la bolsa. Ya está, ahora a guardarlo, agrego, mientras depositaba el talismán dentro de la bolsa. Déjalo, donde lo encontraste, añadió, colocando la bolsa en la mano del niño de cabello alborotado, segundos después, le dio un beso en la mejilla, y acoto: No te preocupes por tener la llave para abrir la puerta del lugar donde encontraste el talismán, este se abrirá sola ante el contacto de tus manos, pues te he pasado a través de mi beso en tu mejilla un poco de mi poder, así mismo, si encuentras a alguien en el lugar donde debes dejar la bolsa, solo extiende tu mano hacia esta o estas personas y di: Sueño, ello bastará para que ellos caigan en un profundo sueño por algunas horas.
Entendido, dijo Goten.
Nos veremos pronto mini Gokú, agrego Cirys.
Hasta pronto genio, respondió el niño, antes de girar sus pasos, y cual sonámbulo regresar al interior de la casa.
Goten ingreso a la casa, y camino con cautela por el pasillo, hasta llegar al lugar donde había encontrado el talismán, este como siempre, era vigilado por Kanato y Michiro, quienes se encontraban sentados en unas cómodas sillas junto a la puerta, el niño hizo lo que la supuesta genio le indico y ellos a los pocos segundos se quedaron profundamente dormidos permitiéndole a él dejar el talismán en el lugar donde lo había encontrado.
En tanto Cirys llego al lugar que ella había decidido usar como escondite, hasta que sea el día en que ella de su rostro.
Es increíble su parecido, ¿Su otro hijo será también idéntico a él?, hasta donde pude escuchar Goten es el menor, y el otro oí que lo llamaban Gohan, ¿Cómo serás Gohan?, tengo curiosidad por saber si eres tan apuesto como tu hermanito menor o como tu bello padre, pronunció la peliroja, mientras tomaba asiento en una silla.
Al día siguiente:
Dormí como roca, decía Kanato, mientras se frotaba los ojos.
Yo también, respondió Michiro.
Por suerte, no pasó nada, agrego Kanato.
Si, por suerte, dijo el Michiro, poniéndose de pie, voy a desayunar primero.
Bien, respondió el otro hombre.
En tanto:
Goten, Goten, decía una apuesto niño de rostro tierno, que estaba fuera de la habitación de su hermano menor.
¿Qué sucede hijo?, escucho.
Goten, que no responde, dijo Gohan.
Debió de haberse cansado mucho ayer, ya que estuvo jugando mucho con Trunks y Marrón, pronunció Gokú, mientras se acercaba a su hijo mayor.
Sí, es cierto, pero..., añadía el niño de rostro tierno.
Déjalo descansar hijo, iremos más tarde a la casa del bosque, mejor vamos ya a desayunar, tu mamá ya debe haber servido todo, y tus abuelos, al igual que ella, nos deben estar esperando, agrego el apuesto hombre de cabello alborotado con calma.
Bien, ¡vamos a desayunar!, respondió Gohan.
Dentro de la habitación:
Como digas genio, como digas, decía entre sueños el pequeño Goten, abriendo lentamente sus ojos, al tiempo que agregaba con voz adormilada: Debo ir a la montaña.
El pequeño niño, se sentó sobre su cama, al tiempo que llevaba sus manitos a su cabeza, mientras miraba a todos lados, pues oyó una voz hablarle: Escúchame Goten a las 11 de la mañana te espero en la parte baja de la montaña, cerca del lago, tienes que venir solo, ¿entiendes?
Sí, debo ir solo, pronunció como autómata el niño.
Bien, ahora despierta, escucho.
El niño de cabello alborotado miro aturdido a su alrededor, al tiempo que pensaba, mientras sonreía: Debió ser un sueño, si un sueño, mejor voy a lavarme mi carita.
En una oscura habitación:
Tengo que saber a través de ti, todos los movimientos de mis enemigos, para así poder crear mi plan de venganza, y también debo darte este brebaje al pequeño Goten, así podre manipularte a mi antojo, pensaba Cirys, mientras echaba a reír a carcajadas.
Minutos después:
¡Buenos días a todos! decía Goten, mientras tomaba asiento en la mesa.
¡Buenos días cielo! ahora te sirvo tu desayuno, pronunció Milk.
Debiste cansarte mucho jugando con tus amiguitos, expreso Gokú.
Sí, papá, dijo Goten, con calma.
Por la tarde iremos a la casa del bosque, agrego Gohan.
¡Qué bueno! porque quiero ir a la montaña, pronunció el niño de cabello alborotado.
Yo no podré acompañarte, tengo que estudiar para mis exámenes de esta semana, expreso Gohan.
Tu madre y yo, tampoco podemos acompañarte, pues iremos al pueblo con tus abuelos para ver...., decía Gokú.
Solo voy a la laguna, no demorare, respondió el niño sonriendo.
Dígamele a Kanato para que lo acompañe, expreso el señor Ox.
Si, expresaron Bardock y Gine.
¿De qué hablan?, pronunció Milk, al llegar a la mesa.
Goten quiere ir a la laguna que esta al pie de la montaña, dijo Gokú.
Pero no te preocupes hija, Kanato lo acompañará, expreso el señor Ox.
Horas después:
Era de esperarse que no vendría solo, después de todo es un niño, y de hecho ellos no lo dejarían venir solo a un lugar tan peligroso, bueno, tendré que hacer uso de uno de mis conjuros para librarme de ese estorbo, pero que conjuro debo usar, para no levantar sospechas. Ah, ya sé, esto es algo que nunca falla, solo tengo que encontrar a la persona que me apoyará, pensaba Cirys, mientras trataba de sentir la presencia de otra persona en el lugar. La encontré, pronunció tras algunos segundos.
Cirys con ayuda de su magia, manipulo la mente de una joven que estaba cerca del lugar donde estaba Goten y Kanato, e hizo que esta se acerque a ellos para solicitar ayuda.
¿Me podrías esperar aquí pequeño?, ¿o nos acompañas al pueblo?, decía Kanato.
Ya estoy cerca de la laguna, la espero en ella, contesto el niño.
Bien, pero no vayas a ir a ningún otro lugar, añadió el hombre maduro.
No, no se preocupe señor Kanato, respondió Goten, con una cálida sonrisa.
Bien señorita, no se preocupe, yo la llevo a un hospital, decía el hombre.
¡Gracias! respondía la joven, que era manipulada psíquicamente por la peliroja.
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