Una hechicera miraba con satisfacción a un apuesto hombre de cabello alborotado beber un vaso con un brebaje que ella había preparado exclusivamente para él.

Listo, el momento de mi venganza hacia ti empezó querido Gokú, pensó la hechicera, mientras en su rostro se plasmaba una gran sonrisa que causo intriga el hombre de cabello alborotado.

¿Qué es?, no puedo reconocer el fruto que empleaste, dijo el apuesto hombre, tras dejar el vaso sobre la mesa.

Es un mixto de varios frutos del bosque, respondió Cirys, haciendo una pausa para añadir: Sentirás un poco de sueño, pero no es para asustarse.

¿Sueño?, expreso confundido Gokú.

Sí, es que este jugo está cargado de vitaminas amor, agrego con cierta ironía la hechicera, al tiempo que el hombre de cabello alborotado empezó a sentirse cansado.

Sí, es cierto, iré a acostarme un rato, me siento débil, contesto el hombre de cabello alborotado.

Claro cariño, ve, descansa, dijo la hechicera, con ironía.

En tanto:

Una peliazul de cabello largo platicaba con una hermosa mujer madura de cabello corto, que estaba junto a un joven moreno de cabello alborotado.

Y como Gokú me comento que tampoco hay mejora en Túrles, entonces pensé que tal vez sería bueno que él junto a mi Vegui sean sometidos a nuevos estudios, pero no en el pueblo si no en,....decía Bulma.

Minutos después:

No es mala idea, pero Túrles es quien debe decidir por él, decía Gine mirando a su sobrino, que esbozó una sonrisa.

Debo tomar tu sonrisa como un sí, expreso la peliazul, mientras el moreno asentía. Bien prepararé todo para que vayamos con los especialistas....

Bosque:

Una herida gatita se encontraba al borde de un acantilado miraba con cansancio hacia su alrededor.

¿Qué estará sucediendo?, ¿Por qué aún nadie viene por aquí?, pensaba la gatita, cuando escucho la voz de su hija.

Me falta el aire, decía una dulce pero a la vez entristecida voz.

Milk, hijita, expreso la gatita.

Dentro del talismán:

Me ahogo, decía Milk, mientras llevaba sus manos a su cuello.

No hija, no te ahogas, todo está un tu mente, escucho.

¿Madre?, expreso la pelinegra con voz cansina, mientras retiraba sus manos de su cuello.

No te rindas hija, sigamos luchando por vivir hasta que nos encuentren, escucho.

Mamita, no te esfuerces, tienes razón, no debemos rendirnos, decía Milk.

Claro que no hijita, claro que no, escucho.

Casa del bosque:

Un apuesto hombre de cabello alborotado llevaba sus manos a la altura de su corazón mientras hacía gestos de dolor, al tiempo que mencionaba el nombre de su supuesta esposa.

Milk, Milk, decía Gokú en tono adolorido, pero no recibió respuesta alguna.

El apuesto hombre a pesar de su dolor se sentó sobre la cama y segundos después bajo de ella, para caminar hacia la salida de la habitación, aunque con cierta dificultad.

¿Qué me está pasando?, siento cansancio extremo, más no sueño, además estás punzada en el corazón, pensaba Gokú, mientras caminaba con paso cansino.

El apuesto hombre salió de la habitación y a pesar de su cansancio busco a su supuesta esposa por cada rincón de la casa, pero no la encontró.

¿A dónde fue?, pensó, al tiempo que sintió una punzada mucho más fuerte en su corazón que le provoco incluso dolor, seguido de una debilidad extrema, que hizo que cayera al piso.

En tanto:

Lo lamento hermoso Gokú, pero tú así lo quisiste, eso te pasa por haberme rechazado nuevamente, ahora a continuar con mi plan, pensó la hechicera, mientras caminaba por una de las calles del pueblo.

Tras varios minutos de camino detuvo sus pasos frente a una escuela, al tiempo que una malévola sonrisa se plasmaba en su rostro, mientras un hombre mayor de uniforme se acercaba a la gigantesca reja de la puerta de entrada.

Minutos después:

¡Mami vino por mí! decía sorprendido Goten, tras escuchar el mensaje que había recibido su maestra hace algunos minutos.

Si, puedes guardar tus cosas y salir del aula, respondió la maestra.

Bien, contesto el niño, con una amplia sonrisa en su rostro.

2 horas después:

El sonido de un timbre anunciaba el término de clases para los niños de una escuela, quienes presurosos guardaban sus bolígrafos y cuadernos.

Nos vemos mañana, decía un niño de rostro dulce a sus compañeros, mientras salía su aula con su mochila al hombro.

El bello niño camino a paso rápido por un pasillo, hasta ubicar el aula de su hermano menor.

Si buscas a Goten, tu mamá vino por él hace 2 horas, expreso un niño de lentes.

¿Hace dos horas?, pronunció extrañado Gohan.

Sí, respondió el niño de lentes, mientras asentía.

Pero, ¿por qué?, dijo para así el niño de rostro dulce extrañado.

No lo sé, contesto el niño de lentes levantando los hombros.

Mamá vino por Goten, ¡Qué extraño! pensó el niño de rostro tierno.

Luego de algunos minutos, Gohan hecho a correr hacia la salida de la escuela.

¡Hola Gohan! expreso un niño de cabello lavanda.

Trunks, ¡hola! contesto el niño de rostro dulce.

¿Y Goten?, agrego el niño de cabello lavanda.

Me dijeron que mamá vino por él, respondió Gohan con calma.

¿Por qué?, ¿Acaso está enfermo?, expreso Trunks.

No lo sé, dijo el niño de rostro dulce.

Tras aquel cruce de palabras, él niño de rostro dulce continúo su camino, durante algunos minutos, luego de los cuales llego a su casa; para su sorpresa encontró la puerta abierta, facilitándole así su ingreso.

Dejaron la puerta abierta, decía Gohan con calidez, quien al no recibir respuesta alguna continuó su camino. ¿Qué extraño?, ¿Acaso salieron?, pensó, mientras continuaba su camino hacia su habitación, cuando noto la presencia de su padre en el piso. ¡Papá! expreso alarmado el niño, mientras se acercaba a apuesto hombre. ¡Papito! ¡Papito! agrego.

Al no recibir respuesta Gohan se puso de pie y camino hacia una mesa, donde estaba un celular. Es el celular de mamá, expreso en tono confundido, mientras buscaba en el directorio del mismo el número de celular de casa de sus abuelos.

Casa Ox:

Un gigantesco hombre platicaba con una pareja de esposos, en la sala de la casa, cuando de repente el sonido del teléfono interrumpió la plática.

¡Disculpen! expreso el señor Ox, mientras caminaba a tomar el fono del teléfono.

No te preocupes, respondieron Gine y Bardock.

Abuelito, escucho.

Gohan, dijo el gigantesco hombre, haciendo que Gine y Bardock posen su mirada en este.

Abuelito, papá esta como muerto, escucho seguido de un sollozo.

Gohan tranquilízate, ahora mismo voy para allá, dile a Milk que....

Mamá no está en casa, escucho.

¿Qué pasa?, expreso con preocupación Gine, mientras se acercaba con Bardock al gigantesco hombre.

Gohan cálmate, ahora vamos Gine, Bardock y yo, respondió el señor Ox; luego de ello dio por culminada la llamada y poso su mirada en los señores Son.

Milk no está en casa, y parece que Gokú sufrió una descompensación, pronunció el señor Ox.

¿Qué?, Mi hijo, decía Gine.

Tranquilízate mujer, ¡Vamos a casa de nuestros hijos! expreso Bardock abrazando a la mujer de cabello corto.

Sí, en el camino llamamos a un médico, contesto el señor Ox.

Casa del bosque:

Papito, papito, háblame, decía Gohan, colocando sus manitos sobre el cuerpo de su padre para tratar de moverlo.

Hi...jo, contestaba con voz cansina Gokú, mientras abría con dificultad sus ojos.

Papito, despertaste, agregaba el niño con voz entrecortada, mientras el hombre de cabello alborotado intentaba sentarse.

No llo...res, decía el apuesto hombre, mientras se sentaba con dificultad, al tiempo que sentía un profundo dolor en su corazón.

Llame a los abuelitos, ya deben estar por llegar, añadía el niño.

¿Y tu mamá?, dijo con dificultad Gokú, mientras llevaba una de sus manos a su corazón.

No lo sé, cuando llegue no estaba, tal vez fue con Goten de compras, respondió el niño, al tiempo que la puerta empezó a sonar. Deben ser los abuelos, agrego.

Gohan se acercó a abrir la puerta, y tras saludar a sus abuelos camino junto a ellos hacia el lugar donde estaba su padre.

¿Qué tienes hijo?, pronunció Gine, mientras tomaba la mano de su hijo.

No lo sé mamá, de repente me sentí muy débil y de allí no recuerdo más, supongo que me desmaye, decía un pálido Gokú con voz cansina.

No hables hijo, mejor te ayudo a ponerte de pie para que te recuestes en el sofá, el médico no demorará en llegar, expreso Bardock.

¿Y mi hija?, dijo Ox.

No está, respondió Gohan.

¿A dónde fue?, añadió Gine.

No lo sé, cuando llegue no estaba, yo pensé que estaba aquí, pues ella fue por Goten a la escuela hace más de dos horas, contesto Gohan.

¿Fue por Goten hace dos horas?, decía un adolorido Gokú, al tiempo que la puerta empezó a sonar.

Debe ser el doctor, expreso el señor Ox.

Minutos después:

Un hombre maduro de mandil blanco tras hacerle la revisión respectiva al hombre de cabello alborotado daba su diagnóstico.

Todo hace indicar un problema cardiaco, decía el médico.

¿Problema cardiaco?, expresaron los presentes.

Sí, contesto el médico.

Pero yo siempre he sido una persona sana, pronunció Gokú, con cansancio, al tiempo que añadía: Yo estaba bien hasta que bebí el jugo que preparo Milk...

El apuesto hombre guardo silencio, mientras un recuerdo vino a su mente.

-.Recuerdo.-

¿Qué es?, no puedo reconocer el fruto que empleaste, decía un apuesto hombre de cabello alborotado, tras dejar un vaso vacío sobre la mesa.

Es un mixto de varios frutos del bosque, respondía una mujer de cabello negro y mirada profunda, haciendo una pausa para añadir: Sentirás un poco de sueño, pero no es para asustarse.

-.Fin de recuerdo: Tiempo actual.-

¿Podría analizar el jugo que bebí?, expreso Gokú con voz cansina.

Por supuesto, pero no puedo hacerlo en este momento, llevare el vaso al laboratorio para estudiar los restos del mismo, respondió el médico, haciendo una pausa para agregar: Por el momento tomate estás pastillas.

El medico saco unas pastillas de su bolsillo y se las entregó a Gokú, luego de ello salió de la casa, quedando en avisar en cuanto tenga los resultados del análisis de los residuos de contenido del vaso.

Gokú con apoyo de su padre y el señor Ox, fue llevado a su habitación, en donde Gine le dio la pastilla que le había dejado el médico, mientras Gohan permanecía a su lado.

6 horas después:

¿Estás más tranquilo papá?, decía Gohan.

Sí hijo, contesto Gokú para no preocupar a su hijo, a pesar de que aún se sentía mal, al tiempo que agregaba: Tu madre, ¿Ya llego?

No, respondió el niño, haciendo una pausa para agregar: El abuelo dice que a lo mejor llevo Goten con el médico, por ello lo saco de la escuela y está demorando tanto.

Claro, respondió Gokú.

Lo peor de todo es que no podemos contactarla porque se le olvido el celular, añadía Gohan, haciendo que el apuesto hombre de cabello alborotado empiece a sentir intriga.

Sala de la casa:

En tanto, el señor Ox recibía una llamada del médico que había atendido a su yerno.

Ya tiene los resultados, decía el gigantesco hombre.

Sí, escucho.

¿Cuál es?, agrego el señor Ox, mientras activaba el altavoz del teléfono, para que los padres de Gokú que estaban junto a él escuchen lo que el médico le decía.

El jugo vitaminado no era precisamente ello, ya que no está preparado de frutas, salvo una, aunque esta fruta más que fortalecer al organismo le causa daño, y más si se emplea con hierbas que son perjudiciales para la salud...

Ante lo que decía el médico Gine, Bardock y Ox Satán se miraron entre sí preocupados.

Minutos después:

El señor Ox, junto a sus suegros entró a la habitación de Gokú y le pusieron al tanto de lo que el médico le dijo.

No comprendo como mi hija pudo darte un jugo así, salvo que lo haya comprado y por error le dieron...., decía el señor Ox.

¡Vamos a su casa señor Ox! expreso Gokú, bajando de la cama.

Hijo, no puedes aún ponerte de pie, estás convaleciente, decía Gine, mientras Bardock asentía.

Necesito comprobar algo, respondió desesperado Gokú.

Pero hijo...

Vamos a su casa, expreso desesperado Gokú mientras pensaba: ¿Cómo hizo para salir del talismán?, ¿Cómo lo hizo?, además que hizo con Milk, que hizo con mi princesa y a mi hijo a Goten, ¿Dónde lo tiene?

¿Qué te pasa hijo?, pronunció con firmeza Bardock.

Esto es obra de Cirys, dijo Gokú con rabia.

¿Qué?, expresaron Ox, Gine y Bardock, mientras Gohan los escuchaba sin comprender.

Ella salió del talismán estoy seguro de ello, aunque no entiendo como, sé que ella salió del talismán, decía Gokú, bajo la mirada preocupada de los presentes.