Junto a la puerta de una habitación que hace 11 años había sido clausurada, se encontraba una hermosa gatita de color blanco, caminando de un lado a otro maullando, cuando de repente un hombre uniformado llego tras de ella y la tomo en sus manos mientras decía: ¡Vamos a la cocina Dulce! ¡Vamos por tu ración de comida! No creo que nadie venga por acá, todos están entretenidos en el jardín por la fiesta.

Miau, respondió la gata.

¿Ya tienes hambre verdad?, yo la verdad también, ¡Vamos por algo para comer linda Dulce!, dijo Michiro, mientras empezaba a caminar por el pasadizo, sin notar debido a la música que llegaba hasta el lugar, unos acelerados pasos que parecían acercarse.

A los pocos minutos que el hombre se alejó, llegaron al pasadizo un par de niños, de miradas cristalinas.

Oye Goten, ¿Por qué tu abuelo cuida tanto este cuarto?, si se ve como abandonado, decía el niño de cabello lavanda mientras detenía su carrera frente a la habitación.

No lo sé Trunks, solo sé que él abuelo dice que no se puede entrar a esta habitación, respondió Goten deteniendo también sus pasos.

¡Es extraño! ¿A poco allí dentro hay un tesoro?, dijo el niño de cabello lavanda.

¿Un tesoro?, respondió el niño pelinegro sonriendo.

Si, dijo Trunks.

¿Cómo los de los cuentos?, decía Goten emocionado.

¿Cuentos?, respondió el niño de cabello lavanda.

Si, mamá me cuenta cuentos de búsquedas de tesoros, dijo el niño pelinegro, con una amplia sonrisa en su rostro.

¡Ah¡ si, si así, respondió Trunks, haciendo una pausa para decir: ¿Y si entramos?

¿Qué?, dijo Goten creyendo haber escuchado mal.

Si entramos, en este momento no hay esos señores que están paradotes en la puerta, agrego el niño de cabello lavanda, haciendo una pausa para agregar — ¿A poco no sientes curiosidad por saber que hay dentro?

Pues la verdad sí, pero mi abuelito siempre dice que no se puede entrar aquí, y mis padres también, dijo el niño pelinegro.

Cobarde, respondió Trunks.

Yo no soy ningún cobarde, expreso Goten.

Entonces entremos, respondió el niño de cabello lavanda.

Es que...., decía el niño pelinegro.

Si, eres un cobarde Goten, acoto Trunks.

No, claro que no, para que veas que digo la verdad, entremos, dijo con firmeza el niño pelinegro.

Bien, respondió el niño de cabello lavanda girando la perilla.

¿Qué pasa?, pregunto Goten, al ver la cara de intriga de su amigo.

No se puede, está cerrado, pero se me está ocurriendo una idea, dijo Trunks al ver la pequeña ventana que estaba sobre la puerta abierta.

¿Qué idea?, pregunto el niño pelinegro intrigado.

Entremos por allí, justo traigo algo para que nos ayude a entrar a ese lugar, dijo el niño de cabello lavanda, arrojando una capsula al piso.

Wau, Trunks, dentro de la cápsula había una escalera, decía Goten al ver la escalera.

Sí, siempre traigo las capsulas que mi abuelo me regalo en mi cumpleaños, pues uno nunca sabe cuándo se pueden usar, así dice mi mamá, respondió el niño de cabello lavanda, mientras colocaba la escalera en la pared.

Una vez que la escalera estuvo ubicada el par de niños subieron por ella a la habitación, Trunks, guardo la escalera y luego salto a la superficie de la habitación, mientras Goten que había entrado antes que él caminaba por el lugar.

Hay puras cajas y estantes muy sucios, decía Goten quedándose callado repentinamente tras ver un extraño baúl que tenía un brillo especial.

Dentro del baúl:

Voces de niños, si, no puedo estar confundida, son voces de niños, está es la oportunidad que estaba esperando para poder salir de este maldito lugar solo es cuestión de hacer que ellos me saquen de aquí, decía una voz que provenía de un talismán el cual irradia aún más brillo, al tiempo que escuchaba la voz de un niño decir: ¿Qué sucede Goten?

Habitación:

Este baúl, parece que tuviera luz por dentro, dijo el niño pelinegro, al llegar frente al baúl, donde estaba el talismán, en el cuál hace 11 años fue encerrada por su propio hechizo Cirys.

¿Cuál baúl?, respondió Trunks mientras se acercaba a su amigo.

Este, acoto Goten señalando el mismo.

Cierto, dijo el niño de cabello lavanda, al llegar junto a su amigo, haciendo una pausa para decir: Abrámoslo para ver lo que contiene.

Si, acoto con entusiasmo el niño de cabello alborotado.

El par de niños, bajaron las cajas que estaban sobre el baúl, luego de ello abrieron el mismo.

No hay nada, dijo el niño de cabello lavanda.

Si, si lo hay Trunks, respondió el pequeño niño de cabello alborotado mientras tomaba una bolsita de color oscuro en su mano.

¿Qué es eso?, expreso el niño de cabello lavanda en tono confundido mirando la bolsita.

No, lo sé, respondió Goten, cuando escucharon: ¡Goten¡ ¡Trunks¡, ¿Dónde están niños?.

Mamá, dijeron los pequeños niños mirándose entre sí.

Goten, cielo, ¿Dónde estás?, la hora de partir el pastel llego, decía una dulce voz.

El pastel, dijo el niño pelinegro de cabello alborotado.

Ayúdame a colocar esto Goten, expreso Trunks mientras levantaba una caja para ponerla sobre el baúl.

Sí, sí, respondió el niño de cabello alborotado, mientras guardaba la bolsita en el bolsillo de su pantalón.

Pronto, pronto, estaré libre, decía una voz que el par de niños no llegaron a escuchar.

Una vez que los niños dejaron todo en su lugar, salieron de este con ayuda de la escalera y echaron a correr por el pasillo.

¿Dónde han estado?, sus madres los están buscando, decía un moreno de cabello alborotado, que había ingresado a la casa a verificar si allí no se encontraban los niños.

Fuimos a...., decía Goten siendo interrumpido por el niño de cabello lavanda.

A la cocina, pronunció Trunks.

Bueno, vamos al jardín, sus padres están preocupados, dijo Túrles.

Si, si, respondieron los niños.

Minutos después:

Milk, abrazaba a su hijo menor, mientras decía: Me preocupaste mucho Goten, nos preocupaste a tu padre, a tu hermano y a mí.

Si hijo, nos tenías preocupados, acoto Gokú mientras Gohan asentía.

Son ellos, si son sus voces, decía una voz que provenía del talismán que se encontraba dentro de la pequeña bolsita que Goten había sacado del baúl y que guardo en el bolsillo de su pantalón.

Bueno, creo que es la hora de partir el pastel, expreso Bardock.

Si, pastel, pastel, decían los niños presentes.

Tras partir el pastel, Gokú y Milk, junto a sus hijos, observaban a sus invitados, mientras en sus rostros se plasmaban unas bellas sonrisas.

Parece que les ha gustado, expreso la pelinegra.

Como no les va a gustar, si lo hiciste tú, y está delicioso, respondió dulcemente Gokú.

Sí, el pastel esta riquísimo mami, agregaba Gohan, mientras Goten, asentía, al tiempo que llevaba una nueva porción de pastel a su boca.

Luego de algunos minutos, ya habiendo terminado de comer su porción de pastel, el apuesto hombre de cabello alborotado poso su mirada en su esposa, y tras mirarse por algunos segundos en complicidad, expreso: ¿Lo hacemos?

Si, respondió Milk con dulzura.

¿Qué harán papitos?, pregunto Gohan intrigado.

Algo que tu madre y yo hemos preparado para el cumpleaños de tu hermanito, dijo Gokú sonriendo mientras tomaba las manos de su amada esposa, al tiempo que ambos cerraban sus ojos y pensaban: Cielo.

A los pocos minutos, en el cielo unas bellas nubes que parecían copos de nieve empezaron a agruparse mientras formaban una frase que decía: ¡Feliz cumpleaños Goten¡

El pequeño niño de cabello alborotado, sonreía al ver su nombre en el cielo, al tiempo que, dentro de su bolsillo, un talismán brillaba mientras decía:

Goten, ese es nombre del hijo menor de los dos, ese es el nombre del niño que me saco de ese maldito baúl, ja ja ja, ni siquiera imaginan que su propio hijo, me ayudara a vengarme de ustedes, ni siquiera lo imaginan....

¡Qué bonito! expreso el niño de cabello alborotado.

Si, fue una sorpresa para Goten, muy linda, agrego Gohan.

Los Son continuaron disfrutando de la fiesta por unos minutos más, luego de los cuales tras despedir a sus invitados los Son ingresaron al interior de la casa, para ir a sus habitaciones.

Dulces sueños querido Goten, decía Milk, depositando un beso en la frente de su hijo menor.

Dulces sueños mami, expreso el pequeño pelinegro, antes de ingresar a su habitación.

Ahora nos toca a nosotros ir a descansar, pronunció Gokú con dulzura, tomando la mano de su esposa.

Sí, respondió Milk.

Dentro de la habitación de Goten:

El pequeño niño se sacaba sus prendas para cambiárselas por su pijama, al hacerlo, de uno de los bolsillos de su pantalón cayó al piso una pequeña bolsita, que el niño de cabello alborotado inmediatamente recogió.

Ábreme, escucho.

¿Qué?, dijo el niño, mirando a todos lados.

Ábreme, volvió a escuchar, al tiempo que la bolsita empezó a emitir una luz.

Ante ello, el niño asustado soltó la bolsita al piso, y echo a correr hacia la puerta de su habitación, sin importarle, que estuviera solo en shorts, pero su avance fue detenido al escuchar mencionar su nombre.

Goten, no me tengas miedo, yo solo quiero ser tu amiga, escucho.

¿Quién eres?, ¿Dónde estás?, respondió el pequeño intrigado, girando sus pasos.

Ya te lo dije una amiga, y necesito de tu ayuda, escucho.

¿De mi ayuda?, contesto el niño confundido.

Si, de tu ayuda, pero para ello primero recógeme y abre la bolsa, yo estoy dentro de la bolsa que encontraste, escucho.

Dentro de la bolsa, dijo Goten, sorprendido, mientras caminaba a recoger la bolsa de piso.

Sí, dentro de la bolsa, escucho.

Pero, ¿Cómo puedes caber en ella si la bolsa es muy chiquita?, agrego el niño confundido.

¿Has escuchado el cuento de Aladino y la lámpara maravillosa?, escucho.

La del genio que concede 3 deseos, dijo Goten emocionado.

Sí, esa, por lo visto si conoces ese cuento, escucho.

Claro que lo conozco, es uno de los cuentos que mi mami me cuenta cuando no puedo dormir, pronunció el niño de cabello alborotado.

Yo podría concederte 3 deseos si me ayudas a salir de aquí, escucho.

¿Eres un genio?, pronunció el niño.

Algo así, escucho.

¿Y qué debo hacer para que me concedas los 3 deseos?, decía Goten con ilusión, mientras pensaba: Le pediré una pista de autos como la que tiene Trunks, un set de aviones de control remoto y...

Sacar el talismán que está en la bolsa y pronunciar unas palabras que yo te diré para que pueda aparecer frente a ti, escucho.

Eso es fácil, dijo Goten.

Pero no puedes sacarme acá, necesito que lo hagas fuera de tu casa, escucho.

Bien, ello haré, pronunció el niño.

Algo más, escucho.

¿Qué?, dijo Goten.

No puedes comentarle a nadie lo que hablamos, ni lo que verás, ni siquiera a tus padres, este será nuestro secreto, si tu incumples ello no solo se desaparecerá lo que me hayas pedido, sino además ya no podré concederte más deseos, porque yo a diferencia del genio de la lámpara del cuento, puedo concederte muchísimos deseos, pero ello dependerá de lo buen amigo que seas conmigo, ¿entiendes?, escucho.

Sí, pronunció el niño.

¿Qué dices?, ¿me ayudaras?, escucho.

Me concederás más de 3 deseos, dijo Goten con inocencia.

Si, te concederé todos los deseos que gustes, escucho.

Entonces, vamos al jardín de la casa, aunque antes me tengo que poner mi pantaloncito, expreso el niño sonriendo.

Claro, póntelo, y asegúrate que no haya ya nadie despierto, antes de que me lleves al jardín, escucho.

¿Por qué?, dijo Goten.

Porque nadie más que tu puede verme, si no, no podré cumplirte tus deseos, escucho.

No, eso no, yo quiero que se cumplan mis deseos, respondió el niño.

Entonces ya sabes lo que debes de hacer, escucho.

Sí, no te preocupes genio, yo te sacare de donde estás y seré muy cuidadoso, nadie te verá, solo yo, dijo Goten, mientras en su rostro se plasmaba una bella sonrisa.

Al fin, al fin podré salir de este talismán, al fin podre vengarme de Gokú y la maldita Milk Ox, al fin podré vengarme de ellos, pero también me vengaré de los traidores de Túrles y Vegueta, ellos pagaran por todos estos años de impotencia, ellos pagaran por ello, decía Cirys, pero el pequeño Goten, no llego a escucharla.

Nota:

Aquí les dejo el primer capítulo de esta historia, la cuál como ya mencione en el prólogo, solo será actualizada los fines de semana, 1 a 2 capítulos por semana según mis avances. Esta semana solo publicaré un capítulo, y espero este sea de su agrado.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.