Capítulo 6: "Acercándome más a ti: Un amor que genera envidia"
Un moreno fingía sorpresa tras la repentina propuesta de una chica de lentes al tiempo que un par de pelinegros platicaban entre ellos en voz baja a unos metros de estos.
Parece que está interesada en tú primo, decía Milk en voz baja.
Si, eso parece, respondió Gokú haciendo una pausa para decir: Es extraño.
¿Qué mi príncipe?, dijo Milk en tono preocupado.
Esa chica, hay algo extraño en ella, tal vez deba......, decía Gokú.
¡Gokú¡ me prometiste que no usarías tú don para saber lo que los demás piensan además yo no le veo nada extraño, parece una chica buena y muy transparente, se le nota el interés por Túrles y no le da pena expresarlo a pesar de que él no parece interesado en ella, respondió Milk con dulzura.
Si, eso es cierto pero al decir extraña no me refería a su comportamiento, hay chicas que no esperan que sea el chico quien las conquiste, tal vez ella sea una de ellas, dijo Gokú haciendo una pausa para continuar diciendo: Hay algo en ella que me da desconfianza, es como un aura.
¿Un aura?, pregunto Milk intrigada.
Si, todos tenemos un aura que nos rodea, ella es imperceptible pero se puede sentir,......, decía Gokú mientras a unos metros suyos Túrles y Cirys platicaban en voz baja al mismo tiempo que los guardaespaldas encubiertos resguardaban a los pelinegros sin que estos lo notaran.
Bueno ya no tengo más tiempo, me voy pero finge que aceptas mi invitación y toma en cuenta todo en lo que quedamos decía Cirys.
Bien, aunque me es muy difícil mantener mi mente en blanco cuando él esta cerca, respondió Túrles en voz baja.
Lo imagino pero tienes que hacerlo, el no puede descubrir nuestra alianza, bueno, me voy, dijo Cirys acercándose a darle un beso en la mejilla al moreno para luego decir: Te espero.
Si, si, respondió Túrles fingiendo una sonrisa al tiempo que la supuesta joven de lentes camino hacia los pelinegros.
Un gusto, dijo Cirys.
¿Ya te vas?, pregunto Milk.
Si, Túrles no puede aceptar ahora mi invitación pero quedamos para vernos por la tarde, dijo Cirys fingiendo alegría mientras el joven de cabello alborotado la miraba.
Vaya, veo que te interesa mucho mi primo, dijo Gokú con calma.
Si, pero no se lo digan, respondió Cirys fingiendo una sonrisa nerviosa.
No, te preocupes no le diremos nada, dijo Milk con una cálida sonrisa.
¡Gokú¡ vamos a donde quedamos, dijo Túrles interrumpiendo la conversación.
Si, claro, respondió Gokú.
Un gusto, dijo Cirys.
De igual manera, respondió Gokú tomando la mano de la pelinegra para ir al lugar donde estaba el moreno.
Me gustaría ser tú amiga, siempre es bueno tener una aliada cercana a la persona que nos gusta, dijo Cirys mirando a Milk.
Claro, por mi no hay problema, de hecho nos encontraremos en la universidad, respondió Milk antes de caminar con su novio.
Así es y gracias por aceptarme como amiga, dijo Cirys antes de que la pelinegra se alejara al tiempo que un pensamiento vino a su cabeza: Ya está, ya caíste niña estúpida, ahora si con la ayuda de Túrles podré llevar a cabo mi plan claro primero tendré que hacerle creer al muy estúpido que estoy respetando nuestros acuerdos.
Una vez que los jóvenes se alejaron de la peli roja seguidos muy de cerca por los guardaespaldas encubiertos, esta se marcho también del lugar.
¿Te invito a cenar?, decía Gokú mientras caminaba.
Si, pero solo acepte del cansancio, ya no quería seguir escuchándola, si que esa mujer es insistente, respondió Túrles con molestia.
Pero parece buena chica, dijo Milk.
¿En verdad lo crees?, respondió Túrles.
Si, claro, dijo Milk.
Tal vez sea buena chica pero no es mi tipo, de igual manera le daré la oportunidad de cenar conmigo pues ella invita eso si ustedes tienen que acompañarme, respondió Túrles.
Nosotros, ¿por qué?, dijo Gokú con molestia.
Porque no me pensaran dejar solo con mi acosadora, ¿no?, dijo riendo el moreno.
No la llames así, respondió Milk con calma mientras detenía sus pasos junto a su novio.
Está bien, pero solo por que tú me lo pides, dijo Túrles mirando de manera seductora a la pelinegra.
Aquí es, dijo Gokú con firmeza mientras la pelinegra entrelazaba los dedos de su mano a la de su amado con mayor fuerza.
¡Ah¡ este es, respondió el moreno mirando el lugar sin prestarle importancia a la reacción de su primo.
Si, como te comente el pueblo es pequeño y pues no hay muchos gimnasios aquí, solo dos y este pues es el más grande, respondió Gokú.
Esta bien, entremos, dijo el moreno.
Túrles y los pelinegros entraron al lugar, el moreno se registro en el gimnasio y luego volvieron a la casa de Milk en el auto de los asistentes del padre de esta.
Durante el trayecto a la casa el par de pelinegros iban abrazados y hablándose de manera dulce causando molestia en Túrles que miraba hacia la ventana para que ninguno de los pelinegros notaran su actitud.
Como te envidió Kakaroto, pensaba el moreno mientras empuñaba sus manos para liberar la rabia que sentía al no ser él, el que estuviera en lugar de su primo.
Horas después: "Casa Ox"
¿Saldrán nuevamente?, decía el señor Ox.
Si papito acompañaremos a Túrles a un compromiso, dijo Milk con calma.
Si señor, ellos me acompañaran a una invitación pero no llegaremos tarde, lo prometo, agrego el moreno.
Bueno, está bien, pero vayan con cuidado, dijo el señor Ox.
Papá dijo que nos llevaría y nos recogería, agrego Gokú.
Que bueno, así estaré más tranquilo, dijo el señor Ox.
¿La ciudad es muy insegura señor Ox?, porque ello su temor, pregunto Túrles.
Si, es muy insegura al menos para unos jovencitos como ustedes, respondió el señor Ox con firmeza dando por concluida la plática.
Los tres jóvenes salieron de la oficina del gigantesco hombre y se dirigieron al lugar donde estaba el padre del joven de cabello alborotado esperándolos para llevarlos al pueblo.
En tanto:
En un discreto restaurante una joven de lentes y vestimenta bastante recatada se encontraba bebiendo de una copa mientras pensaba: Tengo que encontrar la manera de dañar su rostro así sea solo por unos días, esa será la primera parte de mi venganza luego pondré en marcha el plan separación solo para que el idiota de Túrles crea que estoy cumpliendo con el trato y por último pondré en marcha mi verdadero plan.
Señorita, dijo una mujer de uniforme.
¡Eh¡ si, respondió la peli roja.
Lo que me pidió, dijo la mesera colocando una botella y unos vasos sobre la mesa.
Bien gracias, respondió la peli roja.
Una vez que la mesera se alejo, Cirys saco de su cartera un pequeño frasquito, sirvió el contenido de la botella en uno de los vasos y sobre este agrego el contenido del frasquito al tiempo que pensaba: Si logro que ella se lo tome, cualquier alimento que ingrese posterior a beber la bebida le genera un proceso alérgico que acaba arruinando su bello rostro aunque sea por unos días. Para mi mala suerte no puedo usar brebajes para acabar con ella en lugares públicos, mucho menos puedo darle algún brebaje a Gokú, él lo detectaría inmediatamente y me descubriría por ello solo puedo arruinarte tú rostro por ahora.
Cirys movió el vaso una y otra vez, luego de unos minutos dejo el vaso sobre la mesa al ver entrar a las personas que estaba esperando al lugar.
Ya están aquí, pensó Cirys mientras fingía una calida sonrisa al tiempo que levantaba una de sus manos para que los jóvenes la ubicaran.
¡Buenas noches¡ dijo Milk al llegar junto a la joven de lentes.
¡Buenas noches¡ que gusto que ustedes también estén aquí, respondió Cirys sonriendo al tiempo que tomaba la copa con su brebaje.
¡Buenas noches Lía¡ dijo Gokú.
¡Hola¡ que gusto que hayas venido, respondió Cirys haciendo una pausa para mirar las manos entrelazadas de los pelinegros al tiempo que trataba de mantener su mente en blanco y evitar sentir envidia en ese momento. Luego de algunos segundos la peli roja dijo: Toma, para la sed.
¡Gracias¡ dijo Milk recibiendo el vaso.
¿Qué es?, dijo Gokú acercándose a oler el mismo.
Un refresco ahora les sirvo a ustedes, respondió Cirys mientras miraba con rabia a la pelinegra.
¿No piensas saludar a mi primo?, dijo Gokú mientras tomaba la copa que la pelinegra tenía en la mano.
¡Ah¡ si, si, Túrles que gusto que hayas cumplido con venir, decía Cirys fingiendo una sonrisa.
Pues yo siempre cumplo mi palabra, respondió el moreno mientras tomaba asiento al igual que los demás.
Te serviré una, esa es de Milk, dijo Cirys al ver que Gokú tenía en su mano la copa de la pelinegra.
No gracias, Milk y yo somos alérgicos a los cítricos, ¿no mi niña bella?, dijo Gokú mirando dulcemente a la pelinegra mientras la peli roja empuñaba sus manos de rabia, actitud que no paso desapercibida por el moreno.
Sí, acoto Milk.
Preferimos agua, dijo Gokú.
Bueno, entonces pediré agua, respondió Cirys tragándose su molestia.
Si, mejor, dijo Gokú.
La cena transcurrió con aparente normalidad, Cirys trataba de controlar la envidia que le provocaba ver al par de pelinegros juntos, ella para tratar de romper su romanticismos trataba en todo momento de entablar platica con la pelinegra.
¿Entonces si puedo ir a visitarte?, decía sonriendo Cirys.
Si, por supuesto, dijo Milk.
¡Gracias¡ no sabes lo feliz que me siento, yo se que con tú ayuda podré conseguir que Túrles se fije en mí, decía en voz baja Cirys mientras el moreno trataba de platicar de lo que sea con Gokú para que de esa manera la peli roja pueda ganarse la amistad de Milk.
No agradezcas, yo con gusto te ayudare, eso sí los sentimientos no se pueden forzar, respondió la pelinegra.
Lo sé, por eso quiero ganarme de a poco su corazón, ¿crees que lo logre?, decía Cirys.
Creo que sí, eres linda, dijo Milk con una cálida sonrisa.
¡Gracias¡ tú también lo eres, respondió Cirys con una sonrisa fingida mientras pensaba: Que mala suerte tuve hoy, no pude dañarte el rostro pero ya abra otra oportunidad en que no estés con Gokú para lograr mi cometido.
Luego de algunos minutos, ya con la cena terminada, la joven de lentes se puso de pie y se despidió de los jóvenes, Túrles por sugerencia de Milk acompaño a la joven de lentes a tomar un taxi mientras ella y su novio se quedaban a esperar a Bardock dentro del restaurante.
Fuera del local:
¿Qué pretendías?, decía con firmeza Túrles.
¿A qué te refieres?, dijo con molestia Cirys.
No te hagas, bien que lo sabes, respondió el moreno.
No, se ha que te refieres, dijo Cirys tratando de pasar junto al moreno.
¿Qué le pusiste a la bebida que le ofrecías a Milk?, pregunto Túrles mientras tomaba del brazo a la peli roja para impedir su avance.
¿Qué?, dijo Cirys fingiendo desconocimiento.
¿Qué le pusiste a la bebida?, volvió a preguntar Túrles.
Nada, nada, que le voy a poner, dijo con molestia Cirys.
No te hagas, le pusiste algo, respondió furioso Túrles.
No seas paranoico, yo no le puse nada, quede contigo que no la atacaría, que solo me acercaría a ella para hablarme mal de Gokusito y alejarla de él, así me vengo de él por su desprecio, dijo Cirys con firmeza.
Si, eso quedamos, respondió Túrles con firmeza.
Mira no me levantes la voz, dijo Cirys con firmeza.
Pues tú tampoco lo hagas, tenemos un trato y tienes que respetarlo, el hecho de que tú tengas poderes sobrenaturales no te hace más fuerte que yo, si intentas hacerle daño a Milk yo....., decía Túrles.
Yo no le haré daño, ella será para ti, no te preocupes, eso sí tal vez tengamos que recurrir a su pasado para que nos de una ayudadita, ya que nosotros solos no podremos, ellos dos están muy enamorados, dijo con rabia Cirys.
Lo sé, respondió Túrles.
Ponte en contacto con ese tal Vegueta, quiero conocerlo personalmente, dijo Cirys.
Está bien, respondió Túrles.
Empezare a visitarte en casa de la chiquilla, necesito seguir ganándome su confianza, dijo la peli roja.
Como digas, respondió el moreno haciendo una pausa para decir: ¿Cuándo mi primito se encontrara contigo de verdad?.
Aún falta para ello, primero quiero que Lía se gane la confianza de Milk, dijo Cirys con calma.
Bien, respondió Túrles quedándose callado repentinamente.
¿Qué sucede?, dijo Cirys.
Ya llego mi tío, respondió Túrles.
Bueno entonces ya me voy, dijo Cirys haciendo parar un taxi para subir a este. Una vez que estuvo dentro giro su rostro hacia el moreno y dijo: Pronto estaré visitándote.
Te estaré esperando, respondió Túrles.
Luego de ello el auto donde estaba la peli roja partió y el moreno fue a darle el encuentro a su tío.
Tío, ya estás aquí, dijo Túrles sonriendo.
Si hijo, Gokú y Milk ya están saliendo también, respondió Bardock al tiempo que el par de pelinegros salían del restaurante.
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