Capítulo 22: "Tratando de conectarte: ¿Dónde estás amor?
Un joven de cabello alborotado, que tenía la mirada somnolienta del cansancio que sentía, se encontraba parado en medio de un inmenso bosque mirando a todas las cuevas que estaban frente de él, al tiempo que unas ráfagas de aire levantaban las hojas de los árboles y las hacían volar por el lugar, mientras él pensaba: Me siento muy, muy cansado, llevo muchas horas de búsqueda, es más creo que pronto anochecerá, además está haciendo tanto frío que incluso parece que lloverá, tal vez deba buscar un lugar seguro para protegerme de una posible lluvia y descansar un poco. Si, buscare ese lugar y descansare un poco.
El apuesto jovencito continuo su camino hacia una de las cuevas que había en el lugar, al tiempo que el cielo oscureció y gotas gruesas de lluvia empezaron a caer sobre su cuerpo.
Está lloviendo, pensó Gokú mientras caminaba presuroso hacia a la cueva más cercana.
El joven entro a la cueva, la cual estaba iluminada por unos pequeños insectos voladores que parecían generar luz propia y le daban un aspecto místico al lugar.
Vaya, al menos no estoy solo como aquella vez, pensó Gokú al estar dentro de la cueva, al tiempo que recuerdos del tiempo en que él estuvo en una cueva debido a uno de los malvados hechizos de Cirys vinieron a su mente, generando en él cierta nostalgia y rabia a la vez.
Ello ya pasó, ya no volverá a repetirse, Cirys ya recibió su castigo, ella ya no podrá hacer más daño, ahora solo tengo que encontrar a mi niña, para irnos de aquí y ambos ser muy, muy felices, pensaba Gokú mientras se sentaba en el frio piso de la cueva, al tiempo que algunas luciérnagas sobrevolaban sobre él
Al menos ustedes me darán algo de abrigo, decía el apuesto joven de cabello alborotado mientras se frotaba los brazos, para generarse calor.
Milk, mi niña, ¿dónde estás amor?, dijo Gokú mientras miraba a las luciérnagas.
En tanto:
Una pelinegra que estaba dentro de una cueva que estaba tras de una cascada parpadeaba, mientras pronunciaba entre sueños el nombre de su amado.
¡Gokú¡ ¡Gokú¡ ven, ven por mí, decía Milk, mientras su voz era acallada por el ruido del agua.
Al día siguiente:
El apuesto de joven de cabello alborotado despertaba tallándose los ojos mientras pensaba: Dormí cuál roca, creo que el calor emanado por esos pequeños insectos luminosos me hizo dormir tanto.
Gokú tomo su pequeña mochila que estaba junto a él, la abrió y de ella saco una botella de agua y empezó a beberla, mientras pensaba: Esté lugar es inmenso, pero según lo que dijo Cirys, mi niña cayó en este lugar, lo extraño es que su cuerpo no esté en él, con el equipo de rescate se patrullo toda esta zona y yo ahora por mi cuenta lo estoy volviendo hacer, pero no estás mi niña, aunque aún me quedan algunas cuevas, tal vez alguna de ellas tenga escondites y en alguno de ellos estés tú, mi niña. Si de seguro tú madre te llevo a alguna cueva con escondite para protegerte de la maldad de Cirys.
Una vez que acabo de beber su agua, tomo de su mochila una manzana y le dio un mordisco, al tiempo que se ponía de pie.
A continuar con tú búsqueda mi niña, pensó Gokú.
Paoz:
Un moreno de cicatriz en el rostro platicaba en el jardín de una hermosa casa, con un joven cabello de flama, una peli azul y una rubia.
¿Entonces no hay novedades de mi amiga?, decía la rubia con nostalgia.
No, ninguna, respondió Túrles.
¿Entonces Gokú se ha comunicado con ustedes?, dijo Bulma.
No, tampoco, por ello digo que no hay novedades, respondió el moreno.
No será sencillo, dijo Vegueta.
¿A qué te refieres?, pregunto Bulma.
Él está solo, y así la búsqueda de Milk, le tomará más tiempo, dijo Vegueta.
Si, ya lo sabemos, pero también sabemos porque él tuvo que ir solo, respondió Túrles mientras las chicas asentían.
Sí, es cierto, solo queda ser pacientes y esperar a que él se comunique con el señor Ox, dijo Vegueta al tiempo que un lujoso auto entraba a la mansión.
¿Y esos?, dijo Túrles al ver a los jóvenes que venían dentro del auto.
Mi hermanito de seguro, se los dijo, disculpen, sé que él señor Ox no quería que la desaparición de Milk sea noticia publica, pero mi hermanito me escucho hablando contigo Bulma, respondió Dieciocho mirando a la peli azul.
No te preocupes, son los ahijados del señor Ox, no creo que se moleste porque estén aquí, dijo Bulma.
Pues yo no veo solo a los ahijados, acoto Vegueta.
Bueno, Diecisiete y Cell, fueron amigos de Milk, aunque se hayan distanciado de ella, fueron sus amigos, tal vez estén preocupados por ello están aquí, dijo Bulma.
Si, tienes razón, dijo Vegueta mientras veía bajar a los jóvenes del auto.
¿Quiénes son los ahijados del señor Ox?, dijo Túrles por curiosidad.
Esos dos, respondió Vegueta dirigiendo su mirada a un par de jóvenes que estaban elegantemente vestidos.
Ellos son Broly y Freezer, dijo Bulma, haciendo una pausa para decir: Broly es el más alto.
El grupo de jóvenes entraron a la casa, bajo la mirada del moreno, el joven cabello de flama y el par de chicas.
Valle Encantado:
Gokú salía de una cueva con la mirada entristecida, mientras pensaba: ¿Y si intento conectarte?, si, si eso haré, intentare poner mi mente en blanco para poder conectarme contigo.
El joven de cabello alborotado cerro sus ojos, respiro profundamente, tras algunos segundos, ya con su mente despejada, Gokú intento buscar algún indicio de presencia de su amada en el lugar, pero no sintió nada, entonces empezó a hablar en voz baja: Milk, mi niña, ¿dónde estás?, ¿dónde amor?, yo he venido por ti, estoy aquí por ti, déjame sentirte, déjame hacerlo.
Luego de decir ello, aún con los ojos cerrados, Gokú permaneció en silencio durante varios minutos esperando alguna señal de su amada.
Los minutos pasaban y pasaban y esa señal no llegaba. El joven de cabello alborotado abrió sus parparos lentamente, al hacerlo pudo sentir los fuertes rayos solares sobre su rostro y cuerpo.
Tendré que continuar con la búsqueda, parece que no podre conectarte, tal vez Cirys mintió y no caíste aquí, de ser así, ¿Dónde caíste?, ¿dónde amor?, pensó Gokú.
Paoz:
Un gigantesco hombre platicaba con un grupo de chicos dentro de su sala.
Agradezco mucho su preocupación y apoyo hijos, pero como les digo, nadie más que él puede estar allá, decía el señor Ox.
Pero padrino, ese chico, solo no podrá encontrarla, decía Broly.
Si, lo hará, una vez mi hija, busco sola a él, y lo encontró,....., decía el señor Ox mientras el grupo de jóvenes escuchaban sorprendidos la confesión del gigantesco hombre.
Minutos después:
Comprendo padrino, lo que nos comentaste es algo asombroso, parece sacado de un cuento mágico, decía Freezer.
Pues no es un cuento mágico hijo, fue algo real, respondió el señor Ox.
Entonces, ¿él que nos asustaba en su casa cuando nos quedamos aquí, fue el que ahora es prometido de Milk?, dijo Diecisiete.
Así es, respondió el señor Ox.
Vaya, que increíble, y yo que no creía en brujas y brujos, dijo Cell.
Pues ahora abra que creer más amigo, añadió Broly con una ligera sonrisa en su rostro.
Si, tienes razón, acoto Cell.
Bueno hijos, agradezco su presencia y su ofrecimiento, pero como les dije, no podemos hacer nada, dijo el señor Ox.
Claro padrino, no se preocupe, de igual manera, si no le incomoda nos gustaría quedarnos hasta esperar el regreso de Milk, dijo Freezer.
Claro hijo, mandare a acomodarles unas habitaciones, respondió el señor Ox, al tiempo que Túrles entraba a la sala.
¿Y las chicas y tu amigo?, dijo el señor Ox al notar la presencia del moreno.
Ya se fueron, vendrán mañana, si hoy no hay novedades, respondió Túrles.
Claro, dijo el señor Ox, haciendo una pausa para decir: Acércate.
Sí, respondió el moreno mientras caminaba hacia el lugar donde estaba el señor Ox.
Una vez que el moreno llego junto al gigantesco hombre, este dijo: Ellos son mis ahijados, Broly y Freezer, hijos, él es Túrles, primo del prometido de mi hija.
Un gusto, dijo el moreno al mismo tiempo que el par de jóvenes.
Ellos son unos amigos de mi niña, Cell y Diecisiete, acoto el señor Ox.
Mucho gusto, dijeron los mencionados mientras el moreno asentía.
Bueno chicos, voy a pedir a la servidumbre que les preparen sus habitaciones, dijo el señor Ox, antes de retirarse del lugar.
El señor Ox antes de ir con la servidumbre camino por el pasillo hasta llegar a una de las últimas habitaciones que había en la casa.
Señor Ox, dijo Kanato.
Tendremos visita en casa, no vaya a permitir que nadie quiera entrar aquí, así sea para buscar algo, las llaves que le di, nadie puede tomarlas, solo usted, respondió el señor Ox.
No se preocupe, así será, dijo Kanato.
Valle Encantado:
Gokú detenía nuevamente sus pasos tras varios minutos de camino, después de haber salido de una nueva cueva.
Lo intentare nuevamente, pensó Gokú mientras cerraba los ojos y trataba de poner toda su mente en blanco mientras decía: Milk, Milk, mi niña, escúchame, yo sé que estás en algún lugar de este valle, yo sé que puedes oírme, sé que puedes hacerlo. Mi niña, te pido me guíes hacia ti, tú puedes hacerlo, tú puedes hacerlo.
El joven de cabello alborotado tras decir ello, guardo silencio y trato de ubicar alguna señal que lo lleve donde su niña.
En tanto:
Dentro de una cueva una pelinegra que estaba aparentemente profundamente dormida, movía su cabeza de un lado para otro mientras escuchaba una voz que le decía:
Milk, Milk, mi niña, escúchame, yo sé que estás en algún lugar de este valle, yo sé que puedes oírme, sé que puedes hacerlo. Mi niña, te pido me guíes hacia ti, tú puedes hacerlo, tú puedes hacerlo.
¡Gokú¡ ¡Gokú¡ mi amor, ¿dónde estás?, ¿dónde estás?, tengo miedo, tengo miedo, ya no puedo más contra las ramas, ya no tengo fuerzas, ven, ven a ayudarme, antes que ellas me asfixien, decía la pelinegra entre sueños.
Mi niña, mi niña, escúchame, escúchame, yo estoy aquí, he venido por ti, pero necesito que me ayudes a llegar contigo.
Eran los ecos que Milk escuchaba a pesar de estar dormida, al tiempo que su rostro se empezaba a tornar pálido, y ella decía mientras balbuceaba con cierta dificultad: Ven, ven pronto, ven pronto.
En el Bosque:
Gokú abría sus ojos tras haber vuelto a intentar conectarse con su amada de manera frustrada.
No, no me rendiré, no me rendiré, tiene que funcionar, tiene que funcionar, pensaba Gokú.
El joven de cabello alborotado se dirigió a una nueva cueva para continuar con su búsqueda.
Paoz: "Casa Ox"
El gigantesco hombre platicaba con los padres del joven de cabello alborotado en su despacho.
Entonces estamos con visita, dijo Bardock.
Si, mis ahijados y sus amigos, respondió el señor Ox.
¿Le dijo al señor Kanato?, dijo Gine.
Si, él le pondrá al tanto al señor Michiro, para que estén más atentos al cuidado de la habitación, no vaya hacer que mis ahijados quieran ir por algo a ella, respondió el señor Ox.
Qué bueno que lo pusiste al tanto, dijo Bardock.
Esa malvada hechicera siempre nos tendrá en tensión, dijo Gine con nostalgia haciendo que su esposo pose su mirada en ella.
¿Por qué dices eso mujer?, yo no pienso ello, esa bruja ya no es un peligro para nosotros, respondió Bardock.
Así es Gine, no te preocupes, esa malvada hechicera, ya no es un riesgo para nosotros, ella nunca podrá salir del lugar donde está, dijo el señor Ox.
Es cierto, acoto Bardock.
Tal vez tengan razón, aunque hubiera preferido que ese talismán se hubiera destruido, pero ya ven todos los riesgos, esa mujer de hecho fue muy precavida, dijo Gine.
No, más que nosotros mujer, la maldad de esa mujer acabo, acabo, respondió Bardock mientras el gigantesco hombre asentía.
Valle Encantado:
Gokú estaba sentado frente a un lago mirando el mismo mientras pensaba: No pensé que sería tan difícil dar contigo amor, si tan solo a tú madre le hubiera alcanzado el tiempo para decirme dónde estabas, ahora estaríamos juntos, disfrutando de nuestro amor, pero lamentablemente no le alcanzo el tiempo, lo único que alcanzo a decirme era que no habías muerto, que estaba bien, solo dormida y que yo era el único que podría romper el hechizo de protección del cual eres presa, aunque tampoco me dijo como lo rompería, bueno, ello ahora es lo de menos, lo primero es dar contigo mi niña, es encontrarte, encontrarte.
El joven de cabello alborotado se puso de pie, tomo un poco de agua en sus manos, se mojó con ello el rostro, sus cabellos, respiro hondamente y continuó con su búsqueda mientras pensaba: Milk amor mío, ayúdame a dar contigo, ayúdame mi niña.
Nota:
¡Gracias de antemano a todas las personas que estén leyendo está historia¡ ¡gracias por sus votos y comentarios por anticipado¡
Gokú continua con la búsqueda de su amada, y cada vez esta más cerca de ella, aunque él aún no lo sepa. Si quieres saber como continua está historia, te invito a seguir "La Señal - Segunda Temporada".
Con mucho cariño.
PrincesaLirio.
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