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Regreso a Londres, Flourish y Blotts

Rini paseaba por el patio de la escuela muggle donde seguiría estudiando si no hubiera ido a Hogwarts y ahora estaría estudiando 1° de Secundaria; no quería ir "de visita" a ese lugar, pero como unas compañeras la encontraron en el supermercado con su mamá y se pusieron a platicar, le hicieron prometer a Rini que iría de visita a la escuela mientras que no tuviera clases —o mas bien tuviera que regresar a Londres— y poder pasar un tiempo con sus ex compañeros. Pero es que el problema era que no se llevaba bien con todo, solo con unas cinco o seis chicas de su generación, pero de ahí en más... los demás seguían tratándola como un fenómeno.

Se la pasaba en el salón 1-B —que tal vez sería en el salón en el que ella hubiera estado de seguir en esa escuela— y veía las clases y por alguna razón, sentía que igual estaba tomando clases. Las que más le gustaba colarse era las de francés, desde que estaba en Londres, le gustaba investigar sobre otros países y quería aprender otros idiomas.

Estuvo yendo a la secundaria de visita solo dos semanas y ya había hecho nuevas amigas, pero no podía quedarse y mucho menos decirles la verdad, solo la versión que ya todos conocían: estudiaba en el extranjero, y ya tenía que regresar a Londres para comprar sus libros y materiales escolares y para el 1 de Septiembre regresar a Hogwarts, así que a la tercera semana de Agosto se fue con sus padres a Londres y se volvieron a quedar en el hotel Queen's

El domingo fueron al Callejón Diagon a comprar los materiales, los padres de Rini estaban impresionados por todo, desde el Caldero Chorreante hasta Gringotts (que era lo primero que se veía claramente en cuanto uno entraba al callejón) y las calles llenas de magos y brujas, pero en especial de niños y jóvenes que también iban por sus útiles escolares.

—Debo admitir que este lugar es impresionante —dijo el Sr. Macías

—Me hubiera gustado acompañarte la primera vez —dijo la Sra. Macías

—Bueno, mejor tarde que nunca —dijo Rini

Siguieron caminando por la calle principal hasta llegar a un edificio de mármol blanco y en los escalones, enfrente a la puerta principal, había una familia de tres integrantes que parecían que esperaban a alguien.

—¡Hermione! —llamó Rini

—No grites —la regañó su mamá

La aludida volteó y sonrió al ver a su amiga

—¡Rini! —respondió Hermione, levántalo la mano y la saludó

Rini y sus padres llegaron junto a los Granger y en cuanto las amigas se acercaron se abrazaron.

—¡Me da mucho gusto verte! —dijo Rini

—Lo mismo digo —dijo Hermione

—¿Van a venir Harry y los Weasley?

—Sí, quedamos de venos aquí

—¿Hace cuánto que estas aquí esperando con tus papás?

—Hace unos quince minutos ¿hace cuanto llegaron ustedes?

—Igual, hace quince minutos

Las dos amigas se pusieron a reír y entonces Hermione levantó la mano para saludar a alguien y comenzó a gritar.

—¡Harry! ¡Harry! ¡Aquí!

Rini se dio la vuelta y vio llegar a su amigo, todo cubierto de ceniza y con las gafas rotas, acompañado del guardabosques de Hogwarts, Hagrid.

—¡Harry! ¡Hagrid!

Los padres de las chicas volvieron la mirada hacia donde sus hijas miraban y se llevaron una gran sorpresa al ver a Hagrid. Las chicas bajaron corriendo las escaleras al encuentro de sus amigos.

—¡Que gusto verlos! —dijo Rini

—Opino lo mismo —concordó Hagrid

—¿Qué les pasó a tus gafas? —preguntó Hermione—. ¿Vienen a Gringotts?

—Nada más yo —dijo Harry—, pero iré tan pronto como encuentre a los Weasley

—No vas a tener que esperar mucho —dijo Hagrid con una sonrisa señalando hacia la calle.

Los tres miraron hacia donde señalaba el guardabosque y vieron que corriendo por la alborotada calle llegaban Ron, los gemelos, Percy y el Sr. Weasley

—Harry —dijo el Sr. Weasley jadeando—. Esperábamos que solo te hubieras pasado una chimenea. —Se limpio el sudor de la frente con la manga de la túnica—. Molly esta desesperada... ahora viene junto con Ginny.

—¿Por donde saliste? —preguntó Ron

—En el Callejón Knockturn —respondió Harry con voz triste

—¿Dónde? —preguntó Rini algo confundida

—¡Genial! —exclamaron los gemelos

—Anosotros nunca nos dejan entrar ni siquiera para asomarnos un poco —dijo Ron, con envidia

—Y han hecho bien —gruñó Hagrid

La Sra. Weasley apareció en aquel momento corriendo, agitando el bolso con una mano y sujetando a Ginny con la otra.

Después de que Hagrid dejó a Harry con los Weasley se fue. Los Weasley, Granger y Macías fueron hacia Gringotts y entonces Harry les contó que había visto a los Malfoy en el Callejón Knockturn en la tienda de Magia Tenebrosa Borgin y Burkes.

Harry y los Weasley fueron a las bóvedas subterráneas mientras que Rini y Hermione cambiaban dinero muggle por dinero mágico. Cuando Harry y los Weasley regresaron todos salieron del banco y se dividieron en grupos: Percy fue a comprar otra pluma. Los gemelos vieron a su amigo Lee Jordán y se fueron a reunir con él. La Sra. Weasley y Ginny fueron a una tienda de túnicas de segunda mano. Y el Sr. Weasley, quien estaba fascinado con los Sres. Granger y Macías por ser muggles, insistía en invitarlos a tomar algo en el Caldero Chorreante. Antes de irse la Sra. Weasley le dijo que se verían en una hora en la librería Flourish y Blotts.

Los cuatro amigos se pusieron a pasear por la tortuosa calle adoquinada. Harry compró cuatro helados de fresa con mantequilla de cacahuate, los chicos se quedaron viendo algunas cosas de Quidditch en la tienda Artículos de Calidad para el juego de Quidditch hasta que las chicas se hartaron y los sacaron de ahí a rastras ahí para ir a comprar tinta y pergamino. Vieron a los gemelos y a Jordán en la tienda de bromas Gambol y Japes comprando las Fabulosas Bengalas el Doctor Filibuster, que no se necesitan fuego porque se prenden con la humedad y en una tienda de trastos viejos vieron a Percy completamente absorto en la lectura de un libro demasiado aburrido.

Una hora después fueron a la librería, pero vieron que no eran los únicos que iban ahí. Al acercarse, vieron una sorprendente multitud que se apretujaba en la puerta, tratando de entrar. Colgando en la ventana del primer piso vieron un letrero que decía:

GILDEROY LOCKHART

Firmara hoy ejemplares de su autobiografía

EL ENCANTADOR

De 12:30 a 4:30 p.m.

—¡Podremos conocerlo en persona! —chilló Hermione emocionada—. ¡Es el que ha escrito casi todos los libros de la lista!

La multitud lo formaba personas de la edad de la Sra. Weasley y en la puerta un mago encargado de la tienda trataba de poner orden, pero le era inútil.

Los cuatro amigos al fin consiguieron entrar y vieron que en el interior del local, una larga cola serpenteaba hasta el fondo donde Gilderoy Lockhart estaba firmando los libros. Cada uno cogió un ejemplar de Recreo con la banshee y se unieron con disimulo al grupo de los Weasley y los padres de Rini y Hermione.

—No puedo creer que toda esta gente venga a ver a Lockhart —se quejó Ron frotándose el pie ya que el reportero del Diario El Profeta lo había pisado al pasar.

—Ni que fuera güerito de ojo claro —comentó Rini tratando de ver a Lockhart entre la multitud.

Para sorpresa de Rini, Lockhart resultó ser de cabello rubio ondulado y de ojos azules.

—Y si es güero de ojo claro —murmuró la chica rodando los ojos con fastidio

—¿Güero de ojo claro? -preguntaron Harry y Ron sin entender lo que quiso decir su amiga

—Así en México nos referimos a las personas rubias de ojos azules

—¿Podrías hablarnos normal, por favor? Tu manera de hablar no la entendemos —se quejó Ron

—Pues perdón por hablar de la manera como se habla en América Latina —reclamó Rini

Lockhart levantó la vista al escuchar la discusión y se sorprendió de ver a Harry y exclamó el nombre del chico haciendo que todas las miradas se posaran en ellos. El reportero tomó a Harry del brazo y lo llevó junto al hombre rubio para que les tomaran fotos; Lockhart hizo el anuncio de que sería el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras y ante toda la multitud le regaló todas sus obras.

Cuando finalmente se liberó del hombre, le dio a Ginny sus libros y fue por otras para comprarlos, pero se topó con la persona que menos quería ver en ese momento.

—La fama te fascina ¿verdad, Potter? —dijo una voz que arrastraba las palabras detrás del chico y todos vieron que se trataba de Draco Malfoy—. El famoso Harry Potter no puede entrar en un local sin ser el centro de atención.

—Cállate Malfoy, que Harry no lo buscó —dijo Rini de manera desafiante. Iba saliendo de la multitud con los libros de Lockhart en las manos y había alcanzado a escuchar todo lo que Malfoy decía.

—Tú no te metas en esto, Macías

—¡Vaya, eres tú! —dijo Ron, mirando a Malfoy con desprecio

—Me sorprende verte en una tienda, Weasley —replicó Malfoy con una sonrisa burlona—. Supongo que tus padres pasarán hambre por un tiempo para poder pagarte los libros

Ron trató de abalanzarse sobre Malfoy, pero entre Harry y las chicas lo retuvieron

—¡Ron! ¿Qué esta pasando ahí? —preguntó el Sr. Weasley pasando a duras penas con los gemelos detrás de él

–Vaya, vaya... ¡si es Arthur Weasley!

El Sr. Malfoy había cogido a su hijo del hombro y miraba con desprecio al Sr. Weasley, el cual le respondía el gesto.

–Lucius —saludó el Sr. Weasley con un tono frío, muy extraño en él

Lucius Malfoy comenzó a provocar a Arthur Weasley a tal punto que en plena librería se agarraron a golpes hasta que Hagrid, apareciendo de la nada, los separó. Malfoy padre e hijo salieron de la tienda seguidos por los Weasley, los Granger y los Macías.

—¿Qué fue eso, Ale? ¿Por qué esos señores se agarraron a golpes? —preguntó la Sra. Macías entre preocupada y asustada

–Es que el padre de un compañero que nos cae muy mal a mis amigos y a mi comenzó a provoca al Sr. Weasley a tal punto que se le abalanzó.

—Pues si debió de haber hecho que se encabronara bastante, porque para que se lo madreara de esa manera... —dijo el padre de Rini

—¡Martín! No digas eso en frente de la niña, no quiero que empiece a hablar de esa manera

—No te preocupes mamá, en mi otra escuela los chavos ya empiezan a hablar así y creo que peor

Eso no hizo que se animara un poco la Sra. Macías, pero el ambiente se calmó cuando el grupo llegó a la chimenea del Caldero Chorreante para despedirse de Harry y los Weasley. Cuando se fueron, los Granger y los Macías salieron por la calle muggle, afuera del local se despidieron y cada quien se fue por su lado.

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EDITADO: 18—Julio—2017

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