Inicio Tercer Año en Hogwarts
Harry disfrutaba de su nueva libertad, lejos de los Dursley durante todo el verano; pero no podía dejar de pensar en sus amigos, los extrañaba mucho. El último día de vacaciones se le cumplió su deseo al chico de ver a sus amigos. Ron y Hermione estaban sentados en la terraza de la Heladería Florean Fortescue y los dos lo llaman con la mano; Harry se les acerco con una gran sonrisa en su rostro.
-Por fin te vemos -dijo Ron, sonriendo a su amigo cuando este se sentó-. Estábamos en el Caldero Chorreante pero nos dijeron que estabas aquí en el Callejón...
-La semana pasada compre todo el material escolar ¿Y cómo supieron que estoy hospedado en el Caldero Chorreante?
-Mi padre
Ron y Hermione comenzaron a interrogarlo sobre el incidente que tuvo con su tía Marge a finales de Julio; la había inflado en un ataque de rabia. A Ron le pareció divertido, pero Hermione se puso muy sería con el tema, recordado que Harry tuvo suerte de no ser expulsado y este decía que tenía suerte de no ser arrestado por hacer magia fuera de la escuela y les dijo lo sorprendido que estuvo ante el comportamiento tan amable del Ministro de Magia.
Entonces, se percato de que alguien faltaba en la mesa y comenzó a buscarla con la mirada.
-Oigan ¿Y Rini?
-Es cierto -dijo Ron, también mirando por todos lados
-¿Dónde...? -dijo Hermione
-¿Quién quería helado?
Rini llego con una charola y en ella había tres helados grandes y cremosos.
-Perdón por la... ¡Harry! -Dejó los helados en la mesa y se acercó a abrazar a su amigo-. ¡Que gusto verte!
-Lo mismo digo
-¡Que pena! Nosotros con helado y tú sin nada. Toma el mío, yo ahorita voy por otro
-No espera Rini, no hace... -pero su amiga ya se había ido a comprar otro.
Harry se sentó a al mesa entre Ron y Hermione
-Eso fue muy extraño -comento Harry
-Lo se, amigo. Se porta así desde que nos vimos esta mañana -concordó Ron
-Actúa como si alguien le hubiera dicho que no nos volvería a ver -dijo Hermione
Rini estaba viendo que helado escogería pero escuchaba con claridad la conversación de sus amigos y se sintió un poco mal por eso.
-¿Se te olvido un helado para ti? -pregunto el Sr. Florean al ver a Rini otra vez en la barra de helados
-Si, ¿podría darme uno de chocolate, por favor?
Pero de pronto se sintió extraña, los ojos se le volvieron dorados y hablo con una voz que no era la suya.
-¿Podría ponerle cobertura de chocolate y chispas de colores, por favor? ¡Ah! Y también alguna galletita, por favor
-Claro, creo que alguien trae hambre
De pronto Rini se puso tiesa y cerró los ojos, y al abrirlos volvían a ser castaño oscuro.
-Aquí tienes, son cinco sickles
La chica pago y dejó el helado en la mesa.
-Esperen un momento por favor chicos, tengo que ir al baño -y evitando correr, llego al baño
Se alegro de ver que no había nadie ahí dentro, se asomó para ver que nadie se acercara al baño y entonces explotó.
-¡XÓCHITL!
Brilló su marca del brazo izquierdo y un brillo apareció en pecho, del cual salió un resplandor púrpura haciendo que ante ella apareciera su brije.
Xóchitl solo la miraba de manera inocente
-Hola -saludo de manera inocente, levantando la pata y moviéndola a manera de saludo
Rini solo la miraba con el entrecejo fruncido y los brazos en jarra, Xóchitl bajo la pata al igual que las orejas a modo de tristeza y mirándola con ojos de perrito regañado.
Rini respiro profundamente.
-Xóchitl, si te deje venir de esta manera es porque quería que conocieras el Callejón Diagon. Pero por amor a Dios ¡quédate quieta y callada!
-Lo siento. Es que este lugar es genial y me dejo llevar por la emoción
-Pues quédate quieta y no dejes que te jale la emoción por Pepito Grillo
-Tan desesperadas estas con que este tranquila ¿Qué le pides ayuda a la conciencia de Pinocho?
-Pues no sería mala idea, tal vez a Pepito Grillo si le hagas mejor caso que a mí
Xóchitl ahogo una risa y Rini solo puso los ojos en blanco.
La brije volvió a entrar en su humana y las dos regresaron con sus tres amigos.
-Y ¿Qué platican?
-Le estábamos comentando a Harry que ya compramos todo los materiales escolares -dijo Hermione
-Oye Harry ¿Por qué no traes nada de lo que nos pusieron? -pregunto Rini, al ver que su amigo no traía ni siquiera una pluma en la mano
-Es que la semana pasada compré todo mi material escolar.
-Ah, ya. Que bueno
-¿A que materias se matricularon?
-Yo solo me matricule para Cuidado de Criaturas Mágicas y Adivinación -dijo Ron
-Yo también amigo -y los compadres chocaron los cinco-. ¿Y ustedes chicas?
-Pues yo me matricule en todas, incluyendo Estudios Muggles -contesto Hermione
-¿Y tú cómo para que lo necesitas? -pregunto Ron poniendo los ojos en blanco
-Porque me parece fascinante estudiarlos desde el punto de vista de los magos
-¿Y tú, Rini?
La chica sintió que Xóchitl saldría a flote pero logro contenerla a tiempo.
-Pues... apenas le voy a decir a McGonagall las materias que quiero matricularme. Aunque ya compré los de Adivinación, Runas Antiguas y Cuidado de Criaturas Mágicas
-¿Por que apenas le vas a decir?
-Digamos que en vacaciones tuve algunos inconvenientes que hicieron que creyera que no volvería a Hogwarts
-¿¡Qué!? -exclamaron sus amigos a la vez
-Eso explica porque te portas así con nosotros -dijo Hermione, algo escandalizada
-Pero ¿si te quedaras con nosotros? -pregunto Harry, todavía asustado
-Da... pues si. Si no, no habría comprado los libros
Los tres dejaron escapar un suspiro de alivio y Rini contuvo su risa.
Los cuatro amigos fueron a la Tienda de Mascotas para que revisaran a la rata de Ron porque desde hace unos días no se sentía bien (desde que los Weasley regresaron de sus vacaciones en Egipto) y justo cuando iba a pagar un Tónico para Ratas que la encargada le había entregado, un gato color canela -algo feo- se abalanzó sobre Ron, haciendo que Scabbers saliera huyendo de la tienda.
Hermione compró al gato color canela de nombre Crookshanks, lo que hizo que ella y Ron discutieran un poco. Regresaron al Caldero Chorreante, donde los esperaban los demás Weasley, quienes saludaron animadamente a Harry.
Después de cenar todos juntos, fueron a sus dormitorios para recoger sus cosas para mañana tener todo listo para su regreso a Hogwarts. Percy no encontraba su insignia de Premio Anual y no dejaba salir a Ron hasta que no la encontrara y el chico necesitaba salir, había dejado en al taberna el tónico para Scabbers; Harry y Rini se ofrecieron a ir por él, pero al bajar escucharon a los padres de Ron hablar y al parecer se trataba de Sirius Black.
Los chicos escucharon toda la conversación y se sorprendieron al descubrir que la razón por al que Black había escapado de Azkaban era para ir detrás de Harry, los dos se quedaron sorprendidos pero Harry más; los dos regresaron a sus respectivos dormitorios. Rini vio que Xóchitl seguía acostada en la cama esperándola y por la expresión de su cara, parecía molesta.
-¡Ya regrésenle su insignia, por piedad! -exclamó la brije, echándose por completo en la cama-. Solo es una insignia, no es... ¿pos hora, por que tienes esa cara?
Rini le explicó lo que habían escuchado hablar ella y Harry a los padres de Ron. Xóchitl se puso seria a cada palabra que la chica decía.
-Tendremos que estar alerta, uno nunca sabe que pueden ser capaces de hacer los asesinos
-¿"Tendremos"? tu te regresas a casa. Ya te dije que no me puedes acompañar
Xóchitl hizo ojitos de perro regañado para tratar de convencer a la chica.
-No. Y es mi ultima palabra. Ya mejor vamos a dormir
Se puso su pijama, hizo a un lado a Xóchitl, se quitó los lentes y trató de dormir.
-Bien, pero que quede en tú conciencia -dijo Xóchitl, bajándose de la cama y acomodándose en un rincón, para poder dormir.
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El viaje de camino a King's Cross fue tranquilo y rápido, gracias a que el Ministerio les proporciono coches (pero solo por la seguridad de Harry) y los vehículos eran grandes por dentro, lo que les facilitaba que todos pudieran caber en ellos sin problema.
Llegaron a la estación y cuando Rini coloco su baúl en uno de los carritos, le pareció ver que se movió al depositarlo ahí, pero pensó que solo era su imaginación.
Llegaron al anden 9 ¾ sin problema, buscaron un compartimiento vacío y dejaron sus cosas para después regresar y despedirse de los Sres. Weasley. Rini vio que Harry y el Sr. Weasley se apartaban de los demás y supuso que su amigo le diría al Sr. Weasley sobre la conversación que escucharon anoche sin querer.
Se escucho un pitido y el grito de la Sra. Weasley llamando a su marido ya que el tren comenzaba a moverse. Harry corrió hacia la puerta del vagón, y Ron le abrió la puerta y se echo para atrás para dejarlo pasar. Se asomaron por la ventanilla y dijeron adiós con la mano a los padres de los Weasley hasta que el tren dobló una curva y se perdieron de vista.
-Tengo que hablar con ustedes en privado -dijo entre dientes a Ron y a las chicas
-Vete, Ginny -dijo Ron
-¡Que agradable eres! -respondió Ginny de mal humor; y se marchó muy ofendida
Regresaron al último compartimiento donde habían dejado sus cosas y vieron que ahí había una persona dormida junto a la ventana y por su aspecto, daba a entender que era un nuevo docente y no alumno. Y llevaba la ropa muy raída y remendada; tenía aspecto enfermizo y exhausto.
-¿Quién es? -pregunto Ron en el momento que se sentaban y cerraban la puerta
-El profesor R.J. Lupin -susurro Hermione
-¿Cómo lo sabes?
-Ahí dice en su maleta
-Espero que sea un buen profesor de DCAO, y que no sea idiota como los anteriores. En fin, ¿Qué nos ibas a decir, Harry?
El azabache iba a empezar a hablar cuando un ruido extraño los sobresalto.
-¿Qué fue eso? -pregunto Ron
Todos miraron por todos lados buscando el origen del ruido
-Rini, ¿Qué tienes en tu baúl? -pregunto Hermione
Rini levantó la vista y se sorprendió de ver su baúl moverse, entonces no lo había imaginado hace rato. Lo tomó y entonces cayó en la cuenta de que pesaba más de lo debido. Lo dejó en el asiento y mal lo abrió, salió algo de él.
-¡No inventes, casi me ahogo ahí! Por favor dime que ya llegamos, que ya me estaba sofocando ahí adentro... -Xóchitl se calló de golpe al ver donde estaba-. ¿Qué? ¿Apenas abordamos el tren?
Los tres amigos miraban constantemente de Rini a Xóchitl y viceversa, como lo hacían en un partido de tenis. Rini estaba estática ¡Xóchitl se había colado entre sus cosas para entrar a Hogwarts! En cuanto reaccionó, tomó a Xóchitl de los hombros (como lo haría con una persona) y comenzó a zarandearla, molesta.
-¿¡Que rayos haces aquí!? ¡Te dije que regresaras a casa! ¡Ahora me vas a meter en problemas!
-Su... el... ta... me..., que... me... estoy... mareando... -pidió Xóchitl
-¡Yo te voy a dar razones para marearte!
-¡Rini!
La chica sintió que el alma se le iba a los pies; olvidó por completo que estaba en un vagón de tren con sus mejores amigos, con Xóchitl y el profesor Lupin (que por suerte, seguía dormido). Soltó a su brije y se volvió hacia sus amigos.
-¿Qué rayos esta pasando? -preguntaron sus amigos.
Rini dejó escapar un suspiro. Sacó a Xóchitl del baúl y lo volvió a dejar donde estaba; se sentaron, tomo aire y comenzó a contarles todo (omitiendo la oferta de estudio) y en cuanto termino de explicarles, vio que sus amigos no le quitaban los ojos de encima a Xóchitl.
-Eso es... ¡asombroso! -exclamó Ron-. Nunca había visto criaturas mágicas de otros continentes
-Es fascinante, debemos de ser los primeros ingleses en ver un brije -comento Hermione
-Segundos, recuerda que McGonagall y Dumbledore ya la vieron -le recordó Harry
-Debe de ser genial poder convertirse en una licántropa -comento Ron
-Sólo tomamos la forma de un licántropo al tomar la Forma Guerrera, pero no somos uno de verdad. De ser así no tendría mi personalidad humana -explicó Rini
-¿Podremos verte en esa forma? -preguntó Harry, esperanzado
-Lo dudo, porque llamaríamos demasiado la atención -dijo Rini
-Además de que la Sincronía Brije es solo en caso de emergencias, no para hacer un espectáculo -concluyó Xóchitl
-Que lastima -lamentó Hermione-. Entonces Harry ¿Qué querías decirnos?
Harry y Rini les explicaron la conversación entre los padres de Ron y las advertencias que el Sr. Weasley le acababa de dar a Harry. Cuando terminaron, Ron parecía atónito, Hermione se tapaba la boca con las manos y Xóchitl se le quedaba viendo extrañada, puesto que no sabía de que estaban hablando.
-Oigan ¿de que me perdí?
Rini le explicó rápidamente lo que estaba ocurriendo ahora mismo en el Mundo Mágico. Cuando termino, Xóchitl se le quedo viendo atónita.
-No pues si hay que tener cuidado. Pero... ¿Por qué Sirius Black escaparía de Azkaban para ir detrás de Harry? Que por cierto ¿Quién es quién?
-¡Ay, perdón! Mira, el pelirrojo es Ron, la castaña es Hermione y el moreno es Harry
-Ah, ya
-Oye ¿Cómo dijiste que se llama tú... brije? -pregunto Hermione
-Xóchitl
-¿Eh? -dijo Ron
-Xó-chi-tl -le recalcó silaba por silaba
-Que nombre tan raro
-Mira que ustedes no cantan mal las rancheras -dijo Xóchitl
-¿Qué?
-Significa "mira quien lo dice"
-Volviendo a lo de Black -les recordó Hermione-. Harry tiene que cuidarse muchísimo -se volvió hacia su amigo-. No vayas a buscar problemas...
-Los problemas me buscan a mi, yo no a ellos
Siguieron hablando sobre Sirius Black hasta que el tema se desvió hacia el pueblo de Hogsmeade y lo que había ahí. Ron y las chicas hablaban animadamente sobre las excursiones al pueblo, pero Harry estaba deprimido. Él no podría ir porque sus tíos no le firmaron el permiso para ir; pero sus amigos le prometieron que le traerían varias cosas del pueblo.
Llegó el carrito de las golosinas y los cuatro compraron algunos dulces, Rini compró unos extras para que Xóchitl los probara y a la brije le encanto todos. Escucharon que alguien venía por el pasillo y llegaron sus tres personas menos favoritas: Draco Malfoy y sus amigotes Vincent Crabbe y Gregory Goyle.
-Bueno, miren quienes están aquí -dijo Malfoy con su habitual arrastrada de palabras mientras abría la puerta del compartimiento-. El chalado y la rata. He ido que tu padre ha tocado oro este verano ¿se habrá muerto tu madre del susto?
Ron se levanto aprisa con la intención de golpearlo. Se escuchó el gruñido de un lobo y todos voltearon al asiento junto a Rini. Xóchitl le estaba mostrando los dientes a Malfoy y a sus amigotes con la intención de intimidarlos, lo cual logró hacer sin problema.
-¿Qué es esa cosa?
-Esta cosa tiene nombre -dijo Rini, sujetando a Xóchitl del cuello-. El cual no te incumbe pero yo que tu mejor me iba de aquí sin causar problemas. No querrás despertar al nuevo profesor ¿o si?
Los tres Slytherin repararon en el adulto que estaba al lado de la chica y su brije. Entonces se fueron no sin antes lanzarles una mirada asesina a cada uno.
-¿Quienes eran esos babosos?
-El rubio que arrastra las palabras el Draco Malfoy, un niño mimando que se cree mucho por ser sangre limpia -contesto Rini, con un dejo de fastidio-. Y esos grandulones son sus "amigotes" Crabbe y Goyle
-Se ve que son babosos a más no poder -los tres amigos de Rini rieron ante el comentario
-¿Tú crees?
Sintieron que el tren comenzaba a perder velocidad, al principio pensaron que iban llegando pero Hermione consulto su reloj y dijo que era imposible puesto que todavía les faltaba. El tren se detuvo por completo y las luces se apagaron de repente, haciendo que se quedaran a oscuras totalmente.
De la oscuridad llegaron Neville y Ginny; y a falta de luz, todos se estaban golpeando y/o pisando sin querer, hasta que todos lograron sentarse y gracias al ajetreo, el profesor Lupin finalmente despertó. De pronto vieron que alguien o algo estaba en el pasillo y se acercaba al compartimiento en donde ellos estaban; la puerta se abrió lentamente y en el umbral vieron una figura cubierta con capa y que llegaba hasta el techo. Tenía la cara cubierta por una capucha, vieron que de la capa surgía una mano gris, viscosa y con pústulas como si estuviera muerto y se hubiera corrompido bajo el agua.
Sólo estuvo a la vista una fracción de segundo. Como si el ser que se ocultaba bajo la capa hubiera notado la mirada de los chicos, la mano se metió entre los pliegues de la tela negra.
Y entonces aspiró larga, lenta, ruidosamente, como si quisiera succionar algo más que aire. Un frío intenso se extendió por encima de todos. Rini fue consciente del aire que retenía en el pecho. El frío penetró más allá de su piel, le penetró en el pecho, en el corazón...
Los ojos de Harry y Rini se quedaron en blanco. No podían ver nada. Se ahogaban de frío.
Oyeron correr agua. Algo los arrastraba hacia abajo y el rugido del agua se hacía más fuerte...
Y entonces, a lo lejos, oyeron unos aterrorizados gritos de súplica. Querían ayudar a quien fuera. Intentaron mover los brazos, pero no pudieron. Una niebla espesa y blanca los rodeaba, y también estaba dentro de ellos...
-¡Harry! ¡Rini! ¿Están bien?
Alguien les daba palmadas en la cara. Rini sintió algo húmedo en su mejilla
-¿Qué?
Los dos abrieron los ojos. El expreso de Hogwarts volvía a estar en movimiento y también se dieron cuenta que se habían resbalado del asiento; Ron y Hermione estaban arrodillados junto a ellos, y por encima de ellos vieron a Neville, Ginny y al profesor Lupin.
Rini volvió a sentir algo húmedo en su mejilla, volteo la cabeza y vio que era Xóchitl acariciándola con su hocico.
-¿Los dos están bien? -pregunto Ron asustado
-Si -dijo Harry, mirando rápidamente hacia la puerta. El ser encapuchado había desaparecido-. ¿Qué ha sucedido? ¿Dónde esta ese... ese ser? ¿Quién gritaba?
-No gritaba nadie, amigo
-Como no -dijo Rini-. Yo también escuche que alguien gritaba
-Pero nadie gritaba -dijo Xóchitl ayudándola a incorporarse
Todos se sobresaltaron al escuchar un chasquido, pero solo era le profesor Lupin partiendo una tabla de chocolate en trozos y comenzó a repartirlo a los chicos, incluso le dio un trozo a Xóchitl.
Les explico sobre la criatura que acababan de ver, era un Dementor (uno de los guardias de Azkaban) que buscaba a Sirius Black en el tren. Luego los dejó solos por un momento para poder ir a hablar con que maquinista.
Siguieron hablando sobre lo que hacían sentido cuando el Dementor apareció; y todos opinaban lo mismo: un frío espeluznante y que ya no volverían a ser felices, como si la felicidad hubiera desaparecido.
Llegaron a la estación de Hogsmeade, y se formó mucho barullo para salir del tren. En el pequeño andén hacia un frío que pelaba; la lluvia era una ducha de hielo.
Los cuatro amigos escucharon a su gigante amigo Hagrid, llamando a gritos a los de primer año. El guardabosque, al ver a los chicos, se acerco a saludarlos; pero se sorprendió al ver a Xóchitl junto a ellos (Rini trato de hacer que entrara en ella pero la brije no quiso, y menos quiso regresar a entrar al baúl),
-Impresionante, había escuchado antes sobre los brijes, pero nunca había visto uno
-Ha, y tú querías que me escondiera
-Todavía quiero
Muchos alumnos se quedaban mirando a Xóchitl al pasar y murmuraban sobre que clase de criatura era.
-¿Se les perdió algo? -decía Rini a los mirones, ya estando molesta
Los chicos y Xóchitl se subieron a uno de los coches que los llevaría al castillo. Bajaron del coche al llegar y se encontraron con Malfoy y sus compinches, quienes comenzaron a fastidiar a Harry y Rini porque se habían desmayado en el tren. Lupin llego a interferir, pero Malfoy no le tomo seriedad por la ropa que traía, y se fue seguido por sus compinches.
Entraron al castillo y se dirigieron al Gran Comedor, pero antes de entrar McGonagall los intercepto.
-¡Potter, Granger, Macías, quiero hablar con ustedes! Ve con los demás, Weasley. Y Macías, trae a tu brije contigo
Harry, las chicas y Xóchitl siguieron a McGonagall hasta su despacho (una pequeña habitación que tenía una chimenea en la que ardía un fuego abundante y acogedor). McGonagall les comentó que Lupin le había avisado de lo que les había pasado en el tren cuando el Dementor apareció; y antes de que alguno de los dos pudiera contestar, Madame Pomfrey había llegado para revisar a los chicos; y se quejaba de los Dementores.
Después de ver que los chicos estuvieran bien, McGonagall le pidió a Harry que esperara afuera en lo que hablaba con las chicas sobre sus horarios y sobre Xóchitl. Harry miró por un momento a sus amigas y después salió, cerrando la puerta tras él.
-Bueno chicas, como es obvio, las dos tienen más clases que sus compañeros juntos; en especial usted Srta. Granger. -Hermione bajó un poco la cabeza apenada-. No es para que se avergüence, ustedes dos son las mejores de sus cursos; por lo que le pedí al Ministerio de Magia que nos permitiera darles a cada una un Giratiempos.
-¿Un gira que? -pregunto Xóchitl
-¡No seas grosera!
-No, está bien. Además, de seguro usted querría preguntarme eso
Ahora fue Rini la que bajó la cabeza avergonzada.
McGonagall sacó una cajita de la madera del cajón del escritorio. La abrió y de él saco dos relojes de arena y se las dio a las chicas.
-Estos relojes les permitirá regresar en el tiempo, solo tienen que darle varios giros. Un giro equivale a una hora; pero debo advertirles, no pueden decírselo a nadie (y eso incluye a Potter y Weasley) y deben tener mucho cuidado cuando lo uses, no deben interferir en el tiempo y no deben verse así mismas ¿entendido? -Las chicas se colgaron los Giratiempos, escondiéndolos debajo de la ropa, y asintieron-. Bueno, ahora solo queda un asunto que atender con usted, Srta. Macías
Rini y Xóchitl se miraron y después a McGonagall.
-El profesor Dumbledore autorizó que su brije pueda estar en el castillo, con la condición que su brije se comporte y no estén alardeando de su poder.
-¿Quiere que, básicamente, me comporte como mascota?
-No exactamente, solo que se comporte de manera civilizada ¿de acuerdo?
Tanto humana como brije asintieron, con una sonrisa.
-Bueno, será mejor que vayamos al banquete. Ya hicimos esperar demasiado tiempo al Sr. Potter.
Salieron al encuentro del chico y regresaron al Gran Comedor. Pero cuando entraron, todos en el Gran Comedor (incluyendo a los profesores) miraban entre sorprendidos e interesados a Xóchitl.
-Esto es incomodo -murmuró Xóchitl
-Te lo advertí
-Que ayuda
Al llegar, se sentaron a ambos lados de Harry y al frente de Ron
-¿De que estaban hablando con McGonagall? -le preguntó a Harry
El azabache iba a hablar cuando el director se puso en pie para hablar y Harry se calló.
Les dio la bienvenida, les presentó al profesor Lupin como el nuevo profesor de DCAO y que Hagrid sería el nuevo profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas; también les dijo sobre la orden del Ministerio de Magia, de que enviarían dementores a custodiar los terrenos de Hogwarts y sus alrededores.
Después de los anuncios, el banquete transcurrió con normalidad. Al terminar, los alumnos se fueron a sus Salas Comunes. De camino, Xóchitl no lograba quitarle los ojos de encima a todo lo que se encontrara, ya que le parecía fascinante.
Llegaron al cuadro de la Señora Gorda y se sorprendió al ver que era la entrada a la Torre de Gryffindor y tenían que decir una contraseña. Le encantó la estancia y cuando llegaron a los dormitorios de las chicas, no pudo evitar saltar a la cama de Rini.
-¿Y es peligrosa? -preguntó Lavender, al ver como Xóchitl exploraba el cuarto
-No. Solo es algo traviesa; y más cuando descubre cosas nuevas.
Todas se alistaron para irse a dormir. Rini dejó que Xóchitl durmiera al pie de su cama y con un pequeño buenas noches, todas cayeron en un profundo sueño.
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