Existen muy pocas especies de animales en el castillo, claro, eso no contando a los estudiantes.

Merlin me castigará por eso.

Sigo caminando por el pasillo hacia el gran comedor, es hora de la cena y no sólo para los estudiantes también para mi.

Las lechuzas vuelan de un lado a otro arrojando paquetes, observo a Fawkes estar al lado de Dumbledore y al verme vuela hacia mi. Los estudiantes tienes su propia vida y nosotros los animales también, saltó a Nagini, la gran serpiente mascota de Victor Ryddle y me enseña los colmillos.

Fawkes llega hasta mi y me observa.

—Dumbledore quiere hablar contigo.

Veo al ave algunos momentos y luego coloco mi vista en el director quien me sonríe.

—No quiero ser el segundo Harry Potter y que me crié como cerdo para el matadero— contesto y corro por el pasillo hasta llegar a la mesa de los profesores.

Con confianza, saltó a la mesa y Dumbledore me sonríe.

—Señora Norris— saludo el director mirandome— ¿Como te la has pasado este primeros días de clase?

—Harta de ver a los estudiantes pero feliz de escuchar ruido– contesto y comienzo mi rutina de baño.

Miro a los profesores que me observan, el único que me mira con una sonrisa a parte de Dumbledore es Hagrid, es un buen profesor y se preocupa mucho por nosotros los animales.

—Entiendo Norris—me sonríe el hombre.

Ante la mirada de Dumbledore puede entender mi maullido pero no entendí hasta ese momento que todos solo escuchan una gata loca maullando sin comprensión.

—Te tengo una tarea— hablo Dumbledore atrayendo mi atencion— Ven a mi despacho después de la cena, estoy seguro que te encantará ayudarme con esto.

—Mientras no sea vigilar a Harry Potter y sus amigos, esta todo bien.

Dumbledore me observa y luego me sonríe, esa sonrisa me hizo darme cuenta que era lo que quería el hombre y que me iba a convertir en una niñera.