Extra-2.
Gabriel POV
Miro a mi querida Julia descansar le he dado su espació, mi rencor hacia Ros no ha disminuido después de cinco inigualables años, los mejores de mi vida por decirlo de cierta manera, porque con Paulina fue por un corto tiempo con ella fui feliz y de ese maravilloso tiempo nació Maia.
Me recrimino mentalmente ya que es una estupidez después de tantos años que peleemos por Rose, sé que es su hermana gemela y ese vínculo jamás podrá ser destruido. Aun con los años no la he logrado perdonar, sin embargo, mi querida esposa lo hizo desde hace tiempo ahora hemos discutido poque yo me niego a hacerlo.
- ¿Te quedarás ahí mirándome? – Me agarra infraganti mirándola.
-Si, señora Emerson- Al menos hasta que se le pase el enojo.
-Me abrasas por favor- Me ruega con sus ojos y el puchero que hace me doblega por completo, ella sabe que no puedo resistirme a ella. Me acerco, me quito los zapatos, me acuesto junto a ella para luego estrecharla entre mis brazos.
-Nena, sabes que te amo. No me agrada pelear contigo por nada ni por nadie. Con que tu y los gemelos se lleven bien con ella creo que es suficiente- Beso su cabeza pegándola más a mí.
-Tienes que aprender a perdonar, Gabriel. No necesariamente tendrá que ser ahora, pero medítalo, te lo pido por tu paz interior. Cerremos ese capítulo de nuestras vidas con el perdón para Rose y seamos felices -
-Haré lo posible amor y perdóname por ser como soy-
-Te amo tal cual eres, no quiero que cambies nada en ti – Me besa los labios con pasión.
-Yo también la amo señor Emerson y ahora se lo demostraré – Tomo su cuerpo una y otra vez como tanto me gusta.
Los meses han pasado rápidamente Maia está en secundaria, ha entrado en la etapa de que ella lo sabe todo y que soy un viejo anticuado por no dejarla ir con sus amigas de campamento, le dije que sí, pero con chaperona, sin embargo, dijo que no, que sería la burla de sus compañeros por ello. Entonces no se lo permití, Julia me dijo que todo se basaba en la confianza que le brindáramos a nuestra hija y tendría a aceptar que ella y sus hermanos crecerían algún día y formarían sus propias familias. Julia logro ver en mí el miedo a que nuestros hijos están creciendo y llegará lo inevitable. Tomo un fuerte suspiro y me dirijo a buscar a mi hija. La cual encuentro en la piscina disfrutando del verano junto a su madre y hermanos.
-Maia, crees que podamos hablar – Ella mira a su madre quien le sonríe y luego a mí.
-Si papá- Sale del agua para secarse luego se pone una bata de baños para seguirme a mi despacho.
Entramos uno tras del otro, yo me dirijo a la silla para tomar asiento. Tomo dos suspiros para luego empezar a hablar.
-Sé que estas por cumplir los doce años, soy consciente en la etapa por la que estas pasando; siendo honesto no me agrada para nada, porque tú y tus hermanos serán siempre mis bebes. Pero debo aceptar la realidad, de que no puedo encerrarte en una burbuja para que no te lastimen, es por ello por lo que debo aconsejarte. No todas las personas que dicen ser tus amigos lo son, no creas en todo lo que te dicen, si tienes alguna duda pregúntame o le preguntas a tu madre. Recuerda esto, un verdadero amigo es una luz en la oscuridad, un verdadero amigo nunca te pedirá que hagas cosas a escondidas o que mientas. Un verdadero amigo te guía por el camino a la rectitud –
-Lo sé papi, tu y mamá son mis únicos amigos. Yo sólo quiero saber que es ir de campamento con los compañeros del mi colegio, habrá profesores con nosotros, te prometo que si alguien me ofrece drogas, alcohol o sexo diré que no y les contaré a ustedes. ¿Eso quiere decir que si me dejaras ir al campamento? –
-Si, si irás – Aunque me esté muriendo de miedo por dentro.
****
Hoy me he sentido como la mierda, todo me cae mal, he devuelto el desayuno y el olor a desodorante ambiental me tiene con dolor de cabeza. Creo que Maia después de su viaje de campamento me ha pegado algún virus, me levanto de la silla para salir corriendo al cuarto de baño de la oficina para devolver todo mi almuerzo por segunda vez en el día he vomitado definitivamente algo no está bien en mí. La puerta de mi oficina se abre de golpe dejando ver a Thomas Mitchel, el hombre se ha tomado el papel de padre de Julia, él al igual que yo se le hace difícil perdonar a Rose, aunque Julia nos ha amenazado a ambos que debemos trabajar en el perdón.
-Te ves como la mierda Emerson – El hijo de puta se burla de mí.
-Maia se fue de campamento y creo que me ha pegado un virus – Le cuento.
-Es extraño que sólo tu estes enfermo. Visité a Julia y a los niños los vi bien. ¿No será otra cosa? – Pregunta de manera inquisitiva.
-Puede que la cena me haya caído mal – Sugiero.
-Te sugiero que visites al médico si no se te pasa de aquí a mañana. No es normal – Concuerdo con él.
-Cambiando de tema. ¿Qué te trae a mi oficina? –
-Me ha contactado mi hermano. Él y su esposa desean contactarse con Julia y con Rose- Me comunica y eso me sorprende.
- ¿Sabes lo que buscan? – Inquiero.
-Mira es tan fácil como sumar dos mas dos. Tu tienes dinero y el italiano igual. Une los puntos, Emerson. Pero, conociendo a tu esposa creo que les dará la oportunidad – Y yo creo lo mismo.
-Aunque no me agrade hablare con Julia y que ella hable con Rose. No me involucrare en eso, igual tendré que aguantarlos si ella decide darles la oportunidad –
-La verdad es que tienes razón, dile a Julia que me avise cualquier decisión que tome, ahora me voy –
Después de que Tomas se marcha sigo trabajando un poco, pero mi malestar se vuelve a hacer presente por lo que decido marcharme a casa y descansar un poco.
Los días pasan y los malestares desaparecen de la misma manera en que aparecieron, lo extraño de todo es que sólo yo estuve enfermo.
Dos semanas después los malestares regresan más fuerte, vómitos, mareos, náuseas y hasta desvanecimientos, Julia no sabe de esto he tratado de mantenerla al margen para no preocuparla.
Sin embargo, todo se va a la mierda cuando es Julia quien se desmaya delante de nuestros hijos causando pánico general, la tomo entre mis brazos le pido a Jackson que nos lleve al hospital, la familia viene tras de nosotros.
Al llegar al hospital se llevan a Julia para examinarla, doy vueltas como león enjaulado, bajo la atenta mirada de mi madre, quien esta sonriendo, no le veo nada de gracia que mi esposa este siendo atendida por los médicos, debe de estar enferma, seguro ye le pase el virus que tiene.
-Tranquilo Gabriel, todo estará bien – Me dice sonriendo y yo la miro con mal gesto.
-Madre, no le veo la gracia a este asunto – Expreso mi disgusto.
-Tranquilo hermano espera que los médicos te traigan la noticia que mamá y yo creemos te darán- Rachel también ríe y yo no entiendo de lo que hablan.
- ¿Señor Emerson puede acompañarme? – Pregunta una enfermera, ya han pasado más de dos horas que no sabemos nada de Julia.
Al llegar a la habitación veo a una Julia muy sonriente con el doctor Dereck.
- ¿Qué está pasando, Dereck? ¿Qué le esta pasando a mi esposa? – Ambos me miran y ríen.
-No le veo gracia al asunto – Les digo molesto.
-Amor ya sabemos a que se deben tus malestares – No es lo que deseo saber.
-Julia no le veo lo gracioso del asunto estamos hablando de tu salud, no de la mía – Le digo molesto.
-Tranquilo Gabriel, te explico y toma asiento, por favor – Así lo hago.
-Tu condición se da en muy pocas veces, pero créeme que no es nada malo, es más lo amaras – Tanto Dereck como Julia se miran uno al otro y mi desconcierto crece.
-Estoy embarazada, Gabriel, y tu eres el que está sintiendo los síntomas del embarazo- Me quedo en shock, vamos a ser padres nuevamente.
-No es broma, ¿Verdad? - Pregunto emocionado.
-No amor, no es broma, es verdad –
-Al fin se me cumplirá el deseo de verte embarazada, cuidar de ambos y consentirlos – La beso importándome poco la presencia del médico.
-Bueno los dejo para que celebren, les dejare la salida de Julia en la recepción- Dice el médico dejándonos solos.
- Tendremos que dar la noticia. Pero no será hoy. Esperaremos el fin de semana –
-Gracias, amor por hacerme el hombre más feliz del mundo –
-Y tu me haces la mujer más feliz del mundo –
La beso y en ese beso le demuestro todo el amor que siento por ella, la mujer que me devolvió la esperanza en el amor.
Bueno mis lectores aquí les traigo el extra número dos, sólo queda uno para el final, espero les guste.
El poema compartido en la portada al inicio de este capítulo es una colaboración de mi amigo Álvaro, Albañil de letras; quien me lo presto para este capítulo. Espero que les guste el poema.
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