Capítulo 17
Rose POV
Miro al techo mientras recupero la respiración después del maratón de sexo que he tenido con Simón, él es apuesto más no como Gabriel, es socio de la compañía de mi esposo más no es tan rico y poderoso como yo quisiera, ¿Tengo sentimientos hacia él? No, no los tengo; lo nuestro es meramente sexual, me complace que el tipo de sexo que me gusta, el cual no obtengo con Gabriel.
Más el comportamiento de Gabriel es inusualmente extraño, después de mi regreso, para ser exactos una semana comenzó a esquivarme, cuando antes me suplicaba se fuera a dormir con él y que hiciéramos el amor. Eso ahora es nulo, se va ha dormir con la mocosa molesta, inventa de que tiene trabajo por hacer y se encierra en su despacho disque a trabajar; lo he encontrado durmiendo en el sofá de su despacho y lo que más me sorprende que no le importa loa que hago con mi tiempo. El único que puede responder a mis inquietudes es el hombre a mi lado, es su mejor amigo y confidente.
-Simón, ¿Sabes que le pasa a Gabriel? –
- ¿A qué te refieres Rose? –
-A la razón de que en casa se ha comportado algo extraño –
-Bueno, viéndolo de esta manera creo que sí. Últimamente se la pasa con Jackson por mucho tiempo, sé que ha llamado muchas veces a un tipo Thomas. Su hermano le ha llamado muchas veces desde hace unas semanas y a mi creo que sí me ha ignorado sutilmente – El escuchar el nombre Thomas me pone alerta.
- ¿Sabes el apellido de ese tal Thomas? –
-No, sólo escuche el nombre por casualidad. A demás se callaron cuando pasé a su lado. Algo está pasando Rose –
-Yo, también pienso lo mismo, es por ello por lo que no nos vamos a volver a ver, al menos mientras no sepamos lo que esta pasando, con seguridad – Le dije con seguridad.
-Estoy de acuerdo con eso. A mí no me conviene la ruptura con las empresas Emerson, mi familia ha sido a llegada a la de Gabriel y ahora que mi padre se lanzara para cenador, necesita el apoyo de una empresa poderosa como esta. ¿Debemos saber que esta pasando? –
-Si. Tengo que ver de que manera le saco la información a alguien. Empezare con Rachel, por lo que sé Julia se estaba llevando bien con ella así jugaré ese papel a ver que averiguo-
-Bien, yo veré que le saco a Scott y Richard, sé que hoy tendrán una cena en mi casa por algo de la postulación de mi padre, si logro algo te aviso-
Mientras hablábamos nos vestimos para luego salir de la habitación y marcharnos cada uno, por su lado, el beneficio de no tener chofer es que no tienes a un espía del enemigo informando de cada paso quedas. Tomo mi móvil y llamo a Rachel, uno, dos, tres tonos y contesta.
- ¿Qué se te ofrece Rose? – Me pregunta directamente sin saludar. ¡Nada ha cambiado! No obstante, tengo que seguir con mi teatro.
-Es sólo que quería ver si teníamos una tarde de chicas con mi única cuñada- Digo con voz dulce. Y hay un silencio de unos segundos, pero cuando comencé a pensar que me diría que no me sorprende.
-Claro, ¿Dónde nos vemos? – Inquiere alegre.
-En la cafetería francesa sobre la quinta a venida, a las dos de la tarde – Le menciono esa porque según escuché a Gabriel es su favorita.
-Me parece genial. Nos vemos ahí. Adiós, Rose –
Me dirijo a casa para desayunar bañarme y dormir una siesta al menos hasta medio día y no parecer un mapache con las ojeras de no dormir por dos días, espero Gabriel no se haya enterado de mi ausencia.
Llego a la casa encontrándome con el ama de llaves quien me mira con una mirada acusadora, sin embargo, ella no dice nada.
- ¿Gabriel, ya se marchó a la oficina? -
-Si se ha marchado muy temprano – Contesta ella en tono neutro.
-Bien ya iré a la oficina más tarde. Prepárame mi desayuno lo mismo de siempre-
No espero ninguna palabra más de ella y me marcho a darme una ducha, al haberme ido me aseguré de meter ropa deportiva en mi auto para mantener mi teatro de ir al gimnasio, de todos modos, me vale una mierda lo que piense al servicio, no se les paga por opinar o meterse en nuestras vidas. Luego del baño y desayunar me pongo ropa de dormir para luego arreglarme para salida con Rachell.
Mientras espero a Rachell recibo un mensaje de Simón, el cual procedo a leer con detenimiento.
<< Gabriel se ha marchado de la oficina y ha cancelado todas sus reuniones de la semana. Quise hablar con él, pero fue imposible.>>
Un carraspeo llamo mi atención.
- ¡Hola, Rachell! -
- ¡Hola, Rose! -
-Me alegra que hayas venido Rachell. ¿Qué tal esta Aaron? – Aaron era el hermano de la difunta Paulina la primera esposa de Gabriel. Es un tipo guapísimo el cual he querido follar, pero está tan enamorado de mi cuñada que ni me vuelve a ver.
-Muy bien, Rose. ¿A que hemos venido Rose? – Siempre tan directa.
-Oye, tranquila. Sólo quiero que llevemos la fiesta en paz, Rachell. Soy parte de la familia y se que me he comportado como una perra y quiero mejorar la relación –
-Digamos que te creo, Rose. ¿Qué necesitas de mí? –
-Siempre tan directa. Mujer – Sonrío hipócritamente.
-Bien lo admito. Pero es sólo por que me preocupo por Gabriel. Tiene un tiempo que se ha vuelto muy frio conmigo, no compartimos en nada, inventa escusas para llegar tarde a la casa y no compartir intimidad conmigo. ¿Sabes algo que yo no sepa y haya compartido con tus padres? – Me mira de manera inquisitiva y con curiosidad.
-No Rose, sabes como es él. Hermético y solitario –
-Me preocupa que algo le este pasando y no quiera decírmelo para no preocuparme-
-Bueno, sí, es así. Lo ha ocultado de nosotros muy bien. Por que mis padres no saben nada-
No sigo insistiendo en el tema, si sabe algo nunca me lo dirá. Terminamos nuestra reunión y cada quién se marcha a su casa. En el auto una idea surge en mi cabeza, si Gabriel logró enterarse del cambio que hice con Julia y me esta investigando y lo peor que podría suceder sería que descubra mi engaño. Mientras divago en mis pensamientos miro por el retrovisor, notando un auto extraño. Sin embargo, al doblar a la esquina el auto ya no me sigue, estoy tan nerviosa que ya me estoy imaginando cosas.
Al día siguiente decido ser la esposa abnegada y trato de acercarme a Maia, no obstante, obtengo una reacción negativa de ella. Voy en busca de Gabriel y lo encuentro desayunando como si nada, lo beso en la mejilla abrazándolo por la espalda, no me pasa desapercibida su regides muscular, pero no me aparta de su lado.
-Te fui a buscar ayer a la oficina y no estabas. Tu secretaria no me supo decir ¿Dónde habías ido? – Le hablo en tono suabe sin dejar de hacer notar mi malestar.
-Tuve asuntos que atender, Rose. No tengo que informar a mi secretaria cada uno de mis movimientos diarios –
-Lo siento, tienes razón, Gabriel. Quiero que recuerdes que soy tu esposa – Esboza una sonrisa que no sé cómo descifrar.
-Es extraño que lo digas, ¿Sabes? Porque tu olvidas constantemente que soy tu esposo y me estoy cansando de esto – No logro identificar con exactitud su referencia y me deja perpleja.
- ¿A qué te refieres Gabriel? – El me mira y me sonríe como tiene tiempo de no hacerlo.
-Discúlpame, amor. Son cosas mías no te preocupes- Me da un beso en la frente para luego marcharse.
Subo a nuestra habitación y busco en el closet de Gabriel algo que me indique que ha estado pasando con él. Gabriel no me va a engañar. La especialista en esa rama soy yo. Busco en todos los estantes, repisas y gavetas, nada no encuentro nada que sea sospechoso. Me marcho dejando todo en su lugar y me dirijo a su despacho.
Busco en el lugar igual que en la habitación y nada. De mi móvil llamo a Simón quien me atiende de inmediato.
- ¿Has sabido algo? ¿Qué han dicho los Emerson? – Pregunto atropelladamente.
-Estuve en la cena con ellos y no saben absolutamente nada de Gabriel y de ti – Inquiere a mis preguntas.
-Simón, sé que algo pasa, Gabriel no me puede engañar. He buscado en la habitación en su despacho, nada. ¿Puedes buscar algo que me sirva? –
- ¿No sé qué pretendes encontrar, Rose? –
-Fotos, videos, míos en situaciones comprometedoras. Eso es lo que busco Simón, mira que si fuese ese el caso tu aparecerías en muchas de ellas- Le informo para que me ayude en esta situación.
Porque algo me dice que pronto sabré que esta pasando y quiero saber como debo de afrontarlo o mejor dicho como desmentir cualquier cosa con la que me salga Gabriel.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro