CAPÍTULO 19
ANNA
Las cosas se estaban poniendo muy intensas, cuando vi a ese hombre tras la ventana de cristal con el rostro cubierto, la capucha negra y el arco apuntando hacia el príncipe casi muero del susto, por suerte me dio tiempo de advertirle y lanzarme sobre él, de otro modo no habría sobrevivido.
¡¿Quién usa flechas en este siglo?!
Quiero pensar que el ataque fue el acto inconsciente de una persona desequilibrada y no de algo peor, porque entonces si sería un gran peligro.
-¿Señorita, se encuentra bien? –pregunta Jennifer a quien le habían ordenado permanecer conmigo las veinticuatro horas.
-Solo pensaba en lo ocurrido hoy –le cuento y baja la cabeza.
-¿Se asustó mucho verdad?
-Me asusté más por el príncipe –digo y levanta la mirada.
-¡Fue usted muy valiente hoy! –me anima y a pesar de lo mal que me sentía y sonrío.
-Sabes Jennifer, en realidad solo hice lo que el instinto me ordenó que hiciera –le explico –mi abuela solía decir que siempre fui así desde pequeña porque lo llevaba en las venas.
-¿Cómo es eso? –pregunta curiosa –acaso es usted hija de algún boxeador o sus abuelos participaron en la guerra.
-Ni lo uno, ni lo otro –digo y me lanzo de espaldas sobe el colchón y animo a mi asistente a hacer lo mismo –mi abuela solía decir que su madre participó en la selección del príncipe Maxon y que aunque no ganó la consideraba la más fuerte y valiente de todas.
-¿En serio? –vuelve a preguntar -¿Y quién fue la madre de su abuela?
-Según ella Marlee Woodwork (Tames).
-¡Qué! La señorita Marlee de Kent.
-¡No te asombres tanto! –digo –mi abuela no estaba muy bien de la cabeza en sus últimos años de vida, lo que realmente sabemos es que su madre murió joven cuando ella tenía apenas 10 años y luego fue adoptada por una familia que no la trató muy bien.
-¡Qué triste!, lo siento mucho por tu abuela –se lamenta y me incorporo en la cama –a pesar de su sufrimiento de niña, encontró un buen marido que la amó hasta su muerte, después de eso empezó a desvariar y a decir esas cosas hasta que un día falleció dejándonos muy desolados –al decir esto una lágrima solitaria rueda por mi mejilla.
-No se ponga triste señorita, de seguro su abuela fue una gran mujer –me anima y se lo agradezco –le aconsejo que recuerde siempre los buenos momentos y deje los malos atrás.
Mientras limpiaba mis lágrimas alguien tocó tan fuerte a la puerta que consiguió que gritara por el susto que me propinó.
-¡Soy yo!, no se asusten.
-¡Príncipe Nathan! –exclamamos ambas al unísono al tiempo que nos poníamos de pie para hacer la reverencia correspondiente.
El príncipe escrutó mi rostro con la mirada y notó mis lágrimas al instante.
-¿Estás bien? –pregunta mientras se acerca a mí y pone sus manos sobre mis hombros desnudos.
Esa noche como las emociones estaban tan tensas y dado el hecho de que no íbamos a salir a ninguna parte, decidí ponerme el camisón tras el baño y éste se trataba de una blusa holgada de ceda a juego con un pequeño short, ambos color rosa.
-Sí, no te preocupes.
-¿Estabas llorando?
-Un poco, solo estaba recordando el pasado.
-Señorita Jennifer, ya puede retirarse –le ordena y esta obedece, se reverencia y se va.
Cuando quedamos solos en la habitación el príncipe se sentó en una equina de la cama y yo hice lo mismo. El silencio entre los dos se hizo presente hasta que de pronto se levantó y comenzó a dar vueltas de un lado a otro como si intentara decirme algo y no encontrara las palabras.
-¿Qué fue eso esta mañana? –pregunto al ver que seguía caminando y no decía nada.
Entonces detuvo la marcha, me miró por unos segundos y volvió a sentarse a mi lado.
-¡Prométeme que no saldrá de aquí! –me ruega al tiempo que me toma las manos.
-¿Tan grave es?
-Solo prométemelo para sentirme tranquilo.
-¡Lo prometo!
-¡Los Rebeldes regresaron! –me suelta y me levanto de un salto.
-¡¿Qué?!
¿Cómo era posible que esto estuviera pasando?, ¿Aun estábamos en la antigüedad? No podía creer lo que había escuchado, el estudio de tantos años de universidad que no había sido más que teoría se había convertido en una realidad.
-¿Saben quién es el líder? ¿La razón del ataque es....? –le pregunto y se para haciendo ademán de salir pero recuerda algo y se detiene.
-¿Cómo es que sabes los procedimientos para la investigación?
-Olvidaste que soy abogada recién graduada –le recuerdo –los conocimientos están muy frescos en mi memoria, sobre todo el tema de los rebeldes.
-¿Qué quieres decir exactamente? –pregunta mientras se acomoda el cabello.
-En mis años de estudio entré a varios seminarios, como parte de un programa optativo dirigido a que el estudiante adquiera una cultura general integral –le explico y me mira con atención –yo elegí el seminario que trataba el tema de los rebeldes y lo estudié a fondo.
-Eres toda una cajita de sorpresas –dice acercándose muy lentamente.
Nathan comenzó a caminar muy despacio mientras yo retrocedía, ese juego macabro solo logró que callera de espaldas sobre la cama mientras él se lanzaba sobre mí.
-¿Por qué te pones tan nerviosa cuando me acerco a ti? –murmura con la boca pegada en mi reja mientras una de sus manos sube por mi muslo izquierdo.
Al ver que no respondía su pregunta, sus labios bajaron hacia mi cuello mientras su lengua hacía círculos sobre mi clavícula.
-¿No responderás mi pregunta?
Estaba inmóvil, todo lo que estaba haciendo conmigo era tan placentero y desconocido para mí que solo podía disfrutar y dejarme hacer.
Sus labios volvieron a subir, besaron mi mejilla, mi nariz y mi frente y abrí la boca para recibir el beso, pero él sonrió, se levantó y se fue sin decirme nada dejándome jadeando y muy desconcertada.
Jueves 16 de julio
¿Que les pareció el capítulo de hoy?
¿Qué les parecieron las revelaciones?
¿Será Marlee familiar de Anna o solo eran delirios de su abuela?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro