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Day 2. Multiple rounds (can we go again?)

N/A: Publico un poco tarde pero seguimos en pie. Este capítulo se cementan mejor la obvia  relación de Ash y Eiji. 

Muchas gracias por todo el apoyo, espero que tengan una buena lectura. ♥

『♡』•『♡』•『♡』•『♡』

Un día ha pasado ese desliz en el trasero de Eiji y ninguno de los dos ha comentado algo al respecto.

Es más, no pudieron dormir esa noche y pretendían estarlo por el nerviosismo invadiendo sus sentidos.

En general, ellos compartían una cama porque su presupuesto solamente se ajustaba a uno pequeño de una habitación.

En un inicio no lo hallaban fuera de lo común, en los últimos días en Nueva York, antes de que Eiji sufriera la balacera, dormían en el mismo colchón y no hubo problemas.

¿Aunque ahora...?

Esa noche, apagaron las luces y ambos se acostaron sin mediar palabra. Solamente hablaron lo necesario ese día sin recalcar lo rojo que andaban sus rostros.

Había un elefante en la habitación.

¿Obvio, no?

¿Quién era el más atrevido de ellos?

—Ash.

—Eiji.

Dijeron al unísono.

Rápidamente giraron sus rostros para verse estupefactos y comenzaron a reír para romper la tensión e hizo eco dentro de las cuatros paredes.

—En serio... —Eiji suspiró, limpiándose sus lágrimas de felicidad. —, no puedo creer que habláramos al mismo tiempo...

—Sí —Ash exhaló, enternecido al contemplar al japonés más relajado. Esa incomodidad entre ellos lo estaba matando. —. Lo lamento, fui un estúpido ayer...

En eso, Eiji negó con la cabeza.

—Me gustó — bajó la mirada, sorprendido de su valentía en haber soltado su confesión tan fácil. —, es la verdad...

—Eiji — abrió sus ojos de par en par.

—Creo que nunca hemos hablado sobre nuestros sentimientos, sobre nosotros... —sonrió sutilmente. —. Perdona si saqué a colación este tema...

—No, no... Tienes razón — Ash rápidamente lo confortó al tomarle las manos. —. Soy el bruto... te he hecho esperar una respuesta...

—¿Cómo? —Eiji lució anonadado.

—Tu carta — lo interrumpió y llevó las manos del japonés a su pecho, específicamente donde estaba su corazón latiendo fuertemente. —. La conservo, tus sentimientos me salvaron... Me siguen salvando en querer ser mejor cada día...

Las miradas de ellos se atrajeron y sus manos se entrelazaron.

—Ash... — musitó, sintiendo nuevamente la ansiedad.

—Eiji, soy feliz aquí — endureció su rostro. —, tengo miedo de que esto sea un sueño... —relajó sus músculos. —, no quiero perderte... — exhaló pausadamente para ordenar sus ideas. —, pero te deseo... y... estoy que voy a explotar todas las emociones que tengo dentro y... me siento fatal a pesar de que me diste permiso y... estoy en un abismo sin respuestas que no sé si serán contestadas y...

En eso, Eiji dio una carcajada fuerte, ganándose un pequeño golpe de Ash sobre su hombro.

—¡AY!

—¡Hey, estaba abriendo mi corazón! — gritó ofendido. —. ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Por qué te ríes?!

—Te complicas la vida, no eres Salinger o Hemingway para adornar tu confesión — encogió su cuerpo y procuró sonreír divertidamente. —. Ya sabes sobre mis sentimientos... —se ruborizó. —, solo dime si me correspondes. Dímelo cuando estés preparado... No te presiono para nada. Para mí, yo recibo todo lo que quieras darme —torció sus labios y la pena fue palpable. —, incluido lo de ayer...

Ash le dio un pequeño tic en el ojo. Japonés de mierda, no sabe apreciar el arte.

Y aún así, pone en primer lugar sus sentimientos porque le importa su bienestar. ¿Cómo podía ser considerado, tierno y lindo pero a la vez jodido, ignorante e irrespetuoso?

Entonces, Ash giró el cuerpo de Eiji hacia él, lo colocó sobre su pecho mientras que su trasero quedara al aire, aprovechando el momento de tomar ambos glúteos con sus manos.

Eiji jadeó avergonzado pero nunca ofendido.

—¿Esto te desagrada? —Ash comenzó a amasarlos sobre el delgado pantalón de pijama. Eran grandes, fornidos y perfectos.

Sus caras estaban a centímetros de tocarse de tan cerca que estaban.

—N-No... —Eiji tragó saliva mientras se retorcía de placer.

—¿Qué crees que somos si haces esto? — murmuró en su oído, siendo más atrevido en meter sus manos para sentir la sensible piel de los glúteos de Eiji y las sobó con delicadeza. En un principio sintió la tensión en sus músculos pero paulatinamente se acostumbró a sus mimos afectuosos. No era cachondeo, simplemente movía sus dedos en adoración por lo perfecto que se sentía el momento íntimo. —. ¿Qué piensas de mí si te hago esto, eh, chico listo?

Ambos jadearon complacidos.

Los ojos de Eiji se nublaron de mansedumbre, ternura y llenos de virtud, mirada qué solamente podía dedicarse a Ash mientras tocaba su cuerpo con veneración pura.

—Qué me amas... — murmuró con voz quebradiza de júbilo contenido. —. Que soy correspondido...

El oportuno y evidente momento del vulnerable cariño hizo que Ash aproximara hacia Eiji, dándole tiempo prudencial para que decidiera continuar o alejarse.

Era increíble que siendo dotado intelectualmente no sabía que proceder con sus sentimientos o qué decirle a Eiji.

—Sí... —Ash sintió que se le cerró la garganta. Había tantas marañas de pendientes que hablar, su falta de comunicación con Eiji lo ha venido arrastrando desde que lo conoce pero ahora estaba tímido por haber sido descubierto sus evidentes sentimientos.

Quería sentir más cerca a Eiji, y no solo en los continuos toques a su cuerpo en los cuales sus manos contornean su magnífica cintura y descubrían la fuerte y suave piel de la espalda.

Entonces, los ojos almendrados dejaron caer sus párpados ante el escalofrío placentero en su ser luego de ser presa de la mirada amorosa de Ash.

Y así, Eiji fundió sus labios con los del rubio en un beso delicado y torpe.

—Otro, otro... —imploró Eiji buscando sus labios y estremeciéndose cada vez que Ash sobaba con lentitud sus puntos sensibles en su cuerpo. —. Por favor... De nuevo...

Los suaves suspiros y las pequeñas miradas de ternura de ellos llenaban la habitación oscura a una claridad inmaculada de fogosidad y cercanía.

Mientras sus labios se acariciaban y estallaban de emoción dentro de sus corazones, añorando el agradable hormigueo en sus cuerpos; Ash seguía tocando cada rincón de Eiji hasta quitarle la ropa, quedando expuesto frente a él.

En realidad, Ash solamente quedó contemplando por un rato lo hermoso que era Eiji, y no permitió que este se cubriera con sus brazos por sentir vergüenza.

—No hay nada que temer... —musitó Ash al momento que él mismo se despojó de sus pijamas; su desnudez dejó a Eiji asombrado. —. Está bien... Estoy bien...

Ash exhaló después de separarse de sus labios, besar firmemente el entrecejo de Eiji y toparse apacible contra la misma con su propia frente mientras aún lo sostenía en sus brazos.

La calentura no traspasó más allá que toques esporádicos en sus cuerpos y permitirse dormir en plena paz. Fue una forma de catarsis para Ash en tomar a la fuerza y hacerla propia su intimidad sexual de una manera distinta: grato, sin expectativas o impotencia a cumplir satisfacciones.

 Solo... Sentir a Eiji vivo y ahora como pareja. 

『♡』•『♡』•『♡』•『♡』

N/A: a diferencia de otras historias en mi haber, en esta no esperen un desarrollo complejo o caótico con respecta a Ash o Eiji por todos los traumas que los sujetan, es para una lectura más relajada. A la vez, quiero crear un ambiente más bonito y no solo puro nopor sin sentido, espero que lo esté logrando akldjalsk. 

Estos primeros capítulos han sido cortos, los siguientes son un poco más largos y candentes 🔥

¡Muchas gracias por todo! Nos vemos mañana ♥

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