Anastasia POV

Habían pasado unos días desde nuestro rescate, tanto Cristian padre como hijo ya estaban mucho mejor, la falta de comida adecuada mi hijo estaba sufriendo inanición y su padre estaba mejor de su herida. Recordar ese día, el día que lo volvía a ver después de creerlo muerto, mi corazón saltó de alegría.

Ya no quería estar en otro lado, en esos días del secuestro había descubierto que mi lugar favorito es estar en los brazos de Cristian el padre de mi hijo. Cristian tenía miedo de dejarme que sola, estaba preocupado de que Jack tuviera aun amigos que lo dejaran salir de la cárcel y viniera por mí. El FBI después de tomar nuestras declaraciones dejaron de venir, con la información de que le entregamos de mi secuestro, sin embargo, no me libraría de asistir a la corte en el juicio de Jack y su padre por la muerte de Elena y Lynch, también debería de atestiguar en los juicios de Olivia y su padre; Cristian se había negado en rotundo, no obstante, Carrick le habría explicado que mi testimonio sería relevante para su condena.

-Señor, su padre viene subiendo por el elevador -Nos interrumpió Taylor mientras descasábamos en la alfombra de la sala de televisión. Cristian había decidido tomarse unas cortas vacaciones mientras se recupera.

-Bien, guíalo aquí -Esperamos por Carrick, mientras mi hijo dormía.

-Buen día -Saluda mi suegro con una sonrisa al ver a su nieto.

-Señor, Grey -Lo salude todavía no me acostumbro a llamarlo por su nombre.

-Papá -Se levantó Cristian para darle un abrazo.

-Los dejo para que hablen -Traté de levantarme, Cristian me dio la mano para ayudarme.

-No te vallas Ana, es por ti que estoy aquí -Lo miré confundida.

-Papá si por lo de Hyde. Ana ya dio su declaración. ¿Qué quieren esos buitres ahora? -Cristian está molesto y yo incómoda.

-El abogado de Jack vino a verme. Exigía ver a la esposa de su cliente. Al ver que no entendía lo que hablaba me mostró un acta de matrimonio; tuya y de él Ana. Luego también me mostro un acta de adopción de tu hijo, con el nombre de Jack Hyde hijo -Me tape la cara con las manos, había olvidado ese detalle.

-Lo siento, se me había olvidado ese hecho -Comencé a llorar.

-Tranquila, Ana. Solo háblame para poder actuar con propiedad -Carrick me tranquiliza, más lo que me inquieta es el rostro de Cristian.

-Ana, como pudiste olvidar esa información -Cristian se nota alterado.

-Una mañana, Jack dejo un vestido en mi habitación.... -Les cuento como sucedieron las cosas y la razón por la que se me había olvidado.

-Bien, Ana. ¿Recuerdas quien fue el abogado? -Negue con la cabeza.

-Cuando llegue a la sala él ya se encontraba ahí. Le dije que la que estaba haciendo era ilegal ya que estaba siendo forzada. Igualmente, continuo y me obligaron a firmar bajo la amenaza de dañar a mi hijo. Era la única manera de Jack para obligarme hacer lo que él quería -Cristian gruño por el enojo.

-Te mostraré la foto del hombre que me visito -Carrick me muestra una fotografía de un hombre.

-Si este es el abogado que oficio nuestra falsa boda -Confirmé.

-Lo imaginé. Este abogado es reconocido por ser deshonesto. Invalidaré todos esos documentos. Vine a hablar contigo por protocolo. Vi los testigos, ninguno es válido por las implicaciones de todos ellos en el caso de secuestro -Lo vi le ventarse para acercarse a su nieto.

-Nunca pienses que dudaría de la paternidad de mi hijo. Mi nieto es tan parecido a su padre que con solo mirarlo no hay duda -Me dio un beso en la frente, se despidió de su hijo y se marchó.

El resto del día fue tenso, sabía que Cristian se había molestado al enterarse que Jack me había obligado a casarme con él y no comunicárselo. Por la noche decidí darle su espacio, tomé a mi hijo y nos fuimos a dormir a su habitación mientras su padre trabajaba en su despacho. Me llevo mucho rato dormirme, está habitación guardaba un recuerdo que jamás se borraría de mi memoria.

- Lo siento nena. Soy un tonto. Entiendo porque te casaste con el infeliz de Jack. Mis celos me ganaron -Mi cuerpo se relajo al escuchar su voz, no he dudado de su amor y entiendo que le cuesta gestionar sus sentimientos. Me acomoda en nuestra cama.

-No vuelvas a alejarte de mí, Ana. No estoy molesto contigo, sino conmigo mismo por no darte el lugar que te corresponde -Se acuesta a mi espalda entechándome entre sus brazos, vuelvo a dormirme, ahora más relajada.

֎֎֎

-Ana, ¿Estás lista? Vamos a llegar tarde -Cristian preguntaba desde la puerta.

-Ya voy saliendo -Ese día en particular no me estaba sintiendo bien. Había decidido cambiar el método anticonceptivo, el doctor me dijo que podía tener algunos cambios y uno de ellos era este, un cambio hormonal que me provocaría náuseas y vómitos.

-Estás pálida -Cristian me tomo la mano.

-Estás fría. ¿Qué sucede nena? Háblame -Me miro preocupado.

-Son las píldoras, la doctora Greene me lo dijo, es parte de los efectos secundarios. Mi cuerpo pronto se ajustará al cambio -Habíamos decidido esperar a que Cristian cumpliera tres años para valorar la posibilidad de encargar a nuestro próximo hijo.

-Si no te sientes bien en el transcurso de la noche solo dímelo y regresaremos a casa -Asentí con la cabeza.

Al llegar a la mansión Grey no tardamos ni diez minutos, hace un mes nos mudamos a la que fue mi casa, Cristian ya no se fiaba del personal del Escala, cuando descubrió que el personal de seguridad habían vendido a un alto precio nuestra seguridad.

-Bien venidos -Nos recibió Grace en la entrada.

-Buenas noches, madre -Cristian le dio un beso a su madre.

-Buenas señora, Grey -Dijimos Phillip y yo, Phillip venía en su auto tras de nosotros.

-Grace por favor, estamos en familia ¿Puedo tener a mi nieto? -Preguntó mi suegra después de regañarnos por decirle señora Grey.

-Ve con la abuela pequeño -Cristian quien llevaba a nuestro hijo se lo entrego, mientras nuestro hijo se lanzaba a los brazos de Grace.

Al llegar al salón, mis padres ya estaban en el lugar, Mia con Ethan y Kate con Elliot.

-¡Cristian! -Gritaron mis amigas, caminando hacia mi hijo.

-Hola, estamos bien. Gracias por preguntar -Cristian se quejo al ser ignorado por su hermana.

-Hermanito, ya está muy grande, es hora de consentir a pequeño de la casa -Bromeo Mia. Saludamos a la familia. Salude a mis padres, Ray y Roberth eran mis padres, tenía que asumirlo.

Grace ha tomado un roll muy importante en mi vida, me contó que ella había conocido a mi madre. Me dijo que mi madre se sentiría decepcionada conmigo si no perdonaba a ambos, que los amo a los dos. Que solo tengo una vida para malgastarla en resentimientos, por situaciones que habían sido ajenos a mi y que no debía de negarle la oportunidad a mi hijo de relacionarse con sus dos abuelos. Eso me llevo a reflexionar. Decidí irlos aceptando de apoco, dejando de lado los reproches. Prometí perdonarlos, quiero vivir mi nueva vida dejando atrás lo malo y quedarme con lo bueno.

Cenamos entre bromas y burlas de Elliot hacia Cristian, de pronto Cristian se puso de pie y llamó la atención de todos.

-Sé que esto debió haber sucedido hace un tiempo por lo que no puedo esperar más. Ana, sé que no soy el hombre perfecto, que todavía tengo que mejorar un poco en como expresar lo que siento. Tu y mi hijo me han hecho un mejor hombre. Es por ello por lo que aquí delante de nuestra familia como testigo y con la bendición de tus padres te pregunto. ¿Quieres ser mi esposa? -La respiración se me atasca, miro a Cristian ponerse de rodillas a mi lado y sacar una cajita con un anillo dentro. Mis lágrimas corren a mares por mis mejillas.

-Si, si acepto -Cristian pone en mi dedo el anillo de compromiso.

Nos ponemos de pie y nos damos un beso sellando nuestro compromiso, dos aplauden, luego nos felicitan.

-¿Cuándo será la boda? -Pregunta Mia.

-Bueno el primer cumpleaños de Cristian es en un mes, el juicio será la otra semana. Dentro de dos meses. Claro está si Ana está de acuerdo -Cristian me mira.

-Si, será perfecto -Concedí con alegría.

-Bueno, hay un cumpleaños y una boda en los que hay que trabajar -Dijeron Mia y Kate.

Cuando regresamos a casa acomodamos a nuestro hijo en su cuna, lo cubrimos para dirigirnos a nuestra habitación, donde tomamos un baño juntos, luego de salir de la ducha decidimos continuar la celebración a nuestra manera, nos hicimos el amor hasta que nuestro hijo comenzó a llorar por un cambio de pañal.