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Capítulo 11

— ¡Por favor tengan piedad de nosotros!— rogó un hombre horrorizado por toda la masacre que cuatro personas llevaron a cabo.

— te lo suplico, no me mates...— rogó una señora moribunda mientras se arrastraba por el suelo tratando de huir de su atacante.

Una pequeña aldea fue abrasada por las llamas poderosas del purgatorio. Todos sus habitantes trataban de huir, con suerte unos pocos lograban sobrevivir, pero los causantes de la masacre se encargaron de llevar a los seres humanos de aquella aldea a la desesperación.

— Agus ¿Se supone que le llevemos algunos humanos a Alexander y Lauren?— preguntó Aron mientras devoraba el alma de una mujer embarazada.

— debemos, el plan requiere de mucha energía por parte de Lauren; someter a la reina demonio y destruir al rey demonio no es tarea fácil— respondió con tranquilidad Agus tras devorar varias almas. Sorprendentemente su ropa estaba intacta, sin una mancha de sangre.

Aron se volteó para ver cómo su hermana torturaba almas inocentes con una sádica sonrisa.

— Alía, no se juega con la comida— reprochó Aron mientras devoraba las almas torturadas anteriormente.

— ¡A-ron! Pero las almas saben mucho mejor cuando están desesperadas y en agonía— se justificó ella con un puchero— ¿Verdad que sí?

— bueno, tienen un distintivo sabor gracias a lo que dijiste— analizó Aron. Acarició la coronilla de su hermana—. Bien hecho Alía. Por esta vez te la dejaré pasar. Juega todo lo que quieras.

— ¡Gracias!— gritó entusiasmada.

A sus espaldas unos humanos estaban a punto de escapar, pero fueron atravesados cruelmente por las dagas cubiertas de fuego de la niña.

Un estruendo sonó bastante cerca de ellos gracias al mazo de la conocida Cornelia.

Ella arrastraba su arma, estaba bañada en sangre de sus víctimas, pero sus ojos reflejaban la satisfacción que le causaba devorar las almas y darse un pequeño placer de paso.

— ¿No deberíamos hacer algo con los metiches? Seguro vieron la señal de nuestra prima— cuestionó Cornelia tras sentarse en la pila de cadáveres que encontraba más cercana.

— según Lauren Alexander no quiere hacer nada al respecto, dice que podría usarse como carnada para el rey demonio— respondió Agus con simpleza—. El plan era atraerlo de diferente forma en otro momento, pero gracias a tu incompetencia tenemos que adelantar todo.

Cornelia bufó molesta por aquello. Recordar como fue cruelmente humillada por ________________ hacia que su sangre hirvíera con fervor.

— seguro están armando una estrategia para el rescate de la mujer, pero todo se les vendrá abajo cuando nos deshagamos aunque sea temporalmente de Meliodas— dijo Aron con tranquilidad recargado de un muro.

— para eliminarlos eficazmente debemos apegarnos al plan— dijo Agus arreglándose innecesariamente el saco—. Los Ocho Pecados Capitales son una piedra en el zapato para nuestra conquista. Para triunfar debemos eliminarlos a todos, especialmente a nuestros objetivos iniciales.

— Meliodas y su mujercita— dijo Alía con una voz cantora.

— también hay que recordar a Zeldris— dijo Aron seriamente—. Si Meliodas desaparece él sería el próximo rey demonio, además puede ser bastante poderoso.

— tranquilos, todo va a salir bien— dijo Cornelia confiada—. Al fin cobraremos venganza después de tres mil putos milenios.

— esa actitud tan confiada es lo que te llevará a la muerte pronto— susurró Aron. Vió el cielo y suspiró—. Hay que volver, pronto va a comenzar.

El resto del grupo asintió y desaparecieron sin dejar rastro de ellos, a excepción de los cadáveres.

[...]

— ¿Lista para comenzar?— preguntó con una sonrisa ladina Lauren.

— ¡Púdrete!— exclamó ______________ con cólera recorriendo sus venas.

— tomaré eso como un si— dijo la pelinegra con desdén.

Cargó como costal a la reina de los demonios y se la llevó al punto donde todo daría comienzo.

La castaña pataleaba sin cesar para lograr salir de su agarre, pero cada vez se sentía más débil. Aquel daño quedaría en su cuerpo y llevaría mucho tiempo de recuperación.

Llegaron al punto más alto del gran edificio, donde Alexander y el resto de la familia esperaban a las mujeres.

Lauren le encargó a Agus a la mujer que anteriormente tenía en su hombro.

— ¡¿Qué es esto? ¿Otra maldita reunión familiar?!— cuestionó molesta la castaña.

— no, esta vez no— dijo neutro Alexander—. ________________, como no cooperarás con nosotros en contra de aquellos que dices que son tu familia, no nos dejas de otra que usar medidas drásticas— dijo Alexander.

Frente a la castaña se lograba ver un gran tanque de vidrio que contenía una extraña sustancia negra burbujeante que la castaña no lograba identificar.

¿Qué... Es eso...?— se cuestionó la castaña.

— esto que vez aquí— Lauren tocó el cristal dos veces— es miasma manipulado para un hechizo especialmente para ti— su sonrisa se tornó tétrica—. Hazlo.

Tras escuchar eso Agus se aproximó al tanque con ________________ en sus brazos, ella pataleaba y trataba de liberarse inútilmente de aquel hombre, pero las heridas empezaban a doler lo suficiente como para debilitarla.

Agus, sin mucho esfuerzo lanzó a la mujer al tanque de miasma.

La castaña llegó hasta el fondo, trató de nadar para salir de aquella sustancia que normalmente era intangible, pero era tan pesada que le pedía mucho esfuerzo, pero aún así trataba de salir.

Lauren entrelazó sus manos y luego puso una de ellas en el tanque de miasma, donde manchas negras lograban verse en la parte superior del vidrio donde el miasma no llegaba.

Kurayami wa anata o genkaku ni otoshīre, nikushimi to urami ga araware, anata no tamashī o shōhi shi, anata no handan o kumorasemasu...— recitó Lauren con una grave voz.

El miasma atrapó a la castaña y la mantuvo sumergida contra su voluntad.

Kurayami wa anata o genkaku ni otoshīre, nikushimi to urami ga araware, anata no tamashī o shōhi shi, anata no handan o kumorasemasu...— volvió a repetir Lauren.

El miasma de Alexander cubrió el tanque, evitando la salida de la mujer dentro de él.

Esto es malo... Mis bebés...— pensó la castaña con miedo—. Llamas del purgatorio, aun en la inconsciencia, les suplico que cuiden a mis bebés...— pensó con sus últimos gramos de conciencia.

No aguantó la respiración por más tiempo y dejó que el miasma se adentrara en ella.

Kurayami wa anata o genkaku ni otoshīre, nikushimi to urami ga araware, anata no tamashī o shōhi shi, anata no handan o kumorasemasu...— murmuró por última vez Lauren.

Todos vieron el tanque con la guardia alta por si pasaba cualquier imprevisto.

— tranquilos, todo salió bien, el proceso se está llevando a cabo— dijo Lauren con una torcida sonrisa.

— ¿Podrías recordarme qué pasará cuando esté completado?— preguntó Aron viendo el cuerpo casi invisible de la castaña gracias a la oscuridad.

— el miasma la consumirá y la pasará a nuestro bando sin siquiera saberlo. Matará a todos sus queridos compañeros— respondió Lauren.

Alexander los miró con seriedad—. Mantenganse alerta, ellos están en camino y esto necesita un día para completarse. Conociendo la impaciencia de Meliodas estoy seguro que será el primero en pasar por esa puerta— dijo viendo la salida de la sala—. Lauren, tienes que estar aquí en todo momento para cuando él llegue. Los otros se mantendrán afuera y se aseguran de que Meliodas sea el único en entrar, en el peor de los casos el primero.

Todos aceptaron y se retiraron para prepararse para dicho momento.

Alexander se acercó a Lauren y sostuvo la mirada con ella—. No me decepciones Lauren, que todos estos años hayan valido la pena, porqué si no...— agarró su nuca con fuerza— ya sabes lo que pasará contigo.

— si Alexander, no te fallaré— murmuró ella intimidada por la fría mirada del hombre.

Era medio día, el tiempo pasaba sin siquiera pensarlo, y mientras más segundos, minutos y horas pasaban, _________________ era sometida en lo profundo de su alma.

*Ryota... Meliodas... Mis bebés... Y yo... Estaremos bien, estaremos juntos por siempre...*

[...]

Meliodas avanzaba al frente junto a su hijo vigilando todo a su alrededor que tuviera que ver con las personas que se habían llevado a su mujer. Estaba siendo muy cauteloso al tener a su hijo presente.

De repente sintió una extraña sensación de calidez en su corazón y una inquietud en sus manos. No explicaba la causa de aquello.

Observó a su hijo y notó como él jugaba de manera nerviosa con sus manos y sudaba frío.

— Ryota, si no te sientes bien estamos a tiempo de volver— le dijo Meliodas.

— ¡No, estoy bien!— dijo Ryota un poco más tranquilo al oír la voz de su padre—. Perdón papá, pero siento una extraña sensación...

Con que tú también...— pensó Meliodas.

— ¡Miren al frente!— gritó Lancelot al grupo apuntando el lugar de destino.

— la verdad no entiendo por qué de todos los lugares seleccionaron este para esconderse...— murmuró King bastante confuso.

— nadie hubiera pensado que estarían aquí, no es un lugar para habitar— dijo Gowther—. Tal vez solo planeaban prepararse para algo.

— ¿Cómo dicen que se llama este lugar...?— preguntó Hawk temblando levemente a espaldas de Ban.

— este es el Valle Zhuhur— respondió Meliodas justo a la entrada del valle.

Un gran valle se extendía frente a ellos.

— es-está muy oscuro para entrar...— murmuró Hawk notablemente nervioso, pero nadie decía nada para no hacerlo enojar.

Ban tomó a Hawk sin ningún aviso y todos se adentraron al extenso valle.

Cuando la oscuridad los recibió Hawk chilló de miedo al no poder ver nada a su alrededor.

— lanza sagrada Chastiefol, forma siete: luminosidad— dijo King.

Una esfera de luz iluminó el camino de los seis pecados presentes, los niños y el cerdito.

Hawk suspiró aliviado.

— vaya, esto me trae recuerdos— dijo Meliodas mientras esquivaba un moco de Ban.

Todos comenzaron a avanzar.

— si, como olvidar cuando nos enfrentamos a Hendrickson, llegamos a una cueva subterránea y fuimos nosotros cinco tras Hendrickson; Ban se sacaba un moco y el capitán tocaba el trasero de ______________— dijo Gowther con una sonrisa inocente y nostálgica.

— ¿Por qué tocabas el trasero de mamá?— preguntó extrañado Ryota.

— Ryota, es mejor que no preguntes esas clase de cosas a tu padre— le sugirió King recordando viejos tiempos—. La respuesta te puede perturbar.

— ¡¿Le hacías algo malo a mamá?!— cuestionó exaltado Ryota a su padre.

— ¿Ya ves, King? Ahora supone cosas horribles de mi— dijo Meliodas tras un suspiro—. Si ________________ llega a escuchar algo de esto de Ryota estás muerto— le dijo a King mientras avanzaba como si nada.

King tragó duro ante lo dicho, no quería ni imaginarse cómo se pondría ________________ con algo así.

Ban solo se reía de la expresión de King.

Lancelot tocó el hombro de Ryota para calmar su curiosidad—. Hay cosas que es mejor no preguntar.

Ryota comprendió y asintió estando de acuerdo.

Merlín, que iba muy callada fijó su atención en la silueta de un objeto al frente.

— caballeros, al frente— dijo la maga con una sonrisa relajada—. La base del enemigo.

— ¿Base?— cuestionaron los chicos desconcertados.

Una gran torre se visualiza al frente de ellos con al parecer más de treinta pisos.

— ¿Esto siempre estuvo aquí?— cuestionó King incrédulo.

— ¡Este no es lugar para construir un edificio! ¿Qué clase de persona habitaría en un lugar así?— dijo Gowther sorprendido.

— una demente, eso es obvio— dijo neutro Meliodas—. Chicos, nuestro único objetivo aquí es rescatar a _______________; hay que evitar confrontaciones por los niños.

— mamá está allá dentro— dijo Ryota contento. Por inercia empezó a correr hacia la torre, pero Meliodas lo alcanzó y lo detuvo antes de que tocara las puertas del lugar.

— Ryota, cálmate— pidió Meliodas serio—. Quédate detrás de mi.

Él se aproximó y abrió las puertas con cautela. Nadie estaba esperándolos en la sala principal.

Hawk, con los nervios a punto de estallar se aproximó para hacer su trabajo. Con mucha lentitud se calmó y se armó de valor.

Recordó el aroma de la castaña y empezó a olfatear el lugar, siendo seguido por sus compañeros.

De repente se estremeció y tragó duro al persivir el olor a sangre.

— ¿Qué sucede Hawk? ¿Está aquí?— cuestionó impaciente Meliodas.

— huelo... sangre...— murmuró él con la voz temblando.

Todos se tensaron al escuchar eso.

— no puede ser de la pequeña...— se dijo a sí mismo Ban para calmar los nervios.

— papá...— murmuró Ryota con la voz y manos temblorosas. Estaba realmente asustado de que su madre estuviera muerta.

— tranquilo Ryota, tu mamá está bien. Tal vez la lastimaron, pero aún está viva— dijo Meliodas aparentando tranquilidad, lo que su hijo creyó; pero la realidad en su interior era que estaba carcomiendose por la angustia.

Hawk, creyendo fuertemente las palabras de Meliodas siguió olfateando, lo que lo llevó a las escaleras.

Todos empezaron a subir las escaleras con bastante prisa, ignorando el cansancio que les fue llegando a las patitas de Hawk ante tanto recorrido.

— es extraño, ella está aquí pero no siento su presencia en ningún sitio— dijo Gowther desconcertado.

— eso mismo pensaba— dijo Merlín.

— tal vez tratan de esconderla muy bien o ya se fueron de aquí al notarnos...— posibilitó King.

— ¡Ella está aquí!— gritó Meliodas convencido— yo siento que está aquí.

— ¡Yo también!— gritó Ryota.

— yo también— dijo Lancelot, a lo que su padre lo observó—; además, a pesar de que su presencia no es perceptible hay varias que si lo son.

— ahora que lo mencionas, tienes razón, hay personas aquí— dijo King.

Ban tomó al cerdito al ver lo cansado que estaba y siguieron avanzando.

Hawk pidió que se detuvieran, Ban lo bajó y el cerdito empezó a olfatear los alrededores.

— tantos días de oler sobras al fin sirven de algo— susurró Meliodas con una sonrisa al ver lo dedicado que está su amigo Hawk.

El cerdito llegó a un lugar en particular donde pudo observar un hoyo en la pared a su lado derecho; pero al seguir olfateando se topó con un rastro de sangre. Hawk lo siguió hasta que llegó a una puerta y la pateó sin cuidado, abriéndola fuertemente.

Una silla lograba verse en el centro de la desolada habitación.

— ¿Y esto?— cuestionó Ryota confundido.

— creo que _______________ estuvo aquí...— murmuró Hawk.

Gowther de aproximó a la puerta que estaba junto a la habitación a la que fueron guiados—. Chicos, creo que hay alguien aquí— dijo con cautela.

Meliodas fue el primero en acercarse, abrió con lentitud la puerta y al tenerla finalmente abierta logró ver a la subordinada principal de su mujer, Mazikeen, amarrada a una silla con bastantes heridas.

— ¡Mazikeen!— gritó Ryota al llegar y verla en ese estado. Se acercó para liberarla de sus ataduras.

La mujer inconsciente cayó al suelo, y aún así no reaccionó.

— ¿Esta mujer quién es?— cuestionó Merlín.

— es Mazikeen, ella es la soldado que asigné para estar con _________________ cuando se embarazó— respondió Meliodas—. La mandé a informarle a Zeldris de la situación pero ella nunca llegó; tal parece que la interceptaron antes de poder llegar a dar el mensaje.

— bueno, como no es una enemiga la ayudaremos— dijo Merlín.

Antes de que pudiera hacer levitar el cuerpo de la pelinegra, Mazikeen entre abrió los ojos y a pesar de ver borroso logró ver a Ryota y Meliodas, detrás de ellos a unas siluetas.

— está... En peligro....— murmuró Mazikeen como pudo.

— ¿De qué hablas Mazikeen?— cuestionó Ryota.

— perdóneme.... Traté de huir... Con la reina.... Pero ellos... No lo permitieron...— murmuró con dolor Mazikeen— arriba... En el nivel más alto...— fueron sus últimas palabras antes de desmayarse.

Merlín la hizo levitar.

— hablaba de _________________— concluyó Merlín—. Ella debe estar en el nivel más alto.

Sin decir otra palabra los pecados y compañía corrieron hacia las escaleras como si sus vidas dependieran de ello. Estaban nerviosos y emocionados de ver a la mujer castaña, sea como sea, mientras esté viva.

Meliodas fue el primero en llegar a la gran sala, como el enemigo lo estimó.

Todo pasó en cuestión de segundos.

Meliodas, al abrir de golpe la gran puerta y dar un paso dentro de la sala sintió que lanzaban un hechizo en él que lo detuvo al instante.

— ¡Idiota! ¿A quién se le ocurre entrar al lugar donde está el enemigo sin cuidado?— dijo King viendo la espalda de su capitán con reproche.

Sin embargo el aludido no respondió a eso, ni siquiera movió un músculo para tratar de verlo.

— cayó directo el muy idiota— se carcajeó una voz femenina que estaba detrás del tanque de miasma.

— ¿papá...?— llamó dudoso Ryota de lo que estaba sucediendo.

El rubio mayor cayó al suelo sin más, sorprendiendo a todos y alarmandolos al ver el rostro sereno de su capitán.

Estaba inconsciente.

— mierda, tenían una trampa elaborada para el capitán— se quejó Merlín.

Ban se acercó a su mejor amigo y trató de hacerlo reaccionar moviendo su cuerpo inerte.

— capitán, no es hora de jugar al muertito— dijo Ban burlón, tratando de ocultar su preocupación.

— lamentablemente no está jugando al muertito— dijo la misma voz femenina de antes.

Un grito desgarrador salió de Meliodas, preocupando considerablemente a su hijo.

Ryota se acercó a él y trató de despertarlo, pero sus intentos fueron inútiles.

Por ese grito y la expresión de Meliodas parecía que estaba teniendo una pesadilla.

Tras unos segundos Meliodas volvió a una expresión más relajada, la misma que tuvo al principio de su inconsciencia; como si nada hubiese pasado.

— ¿Qué le pasa a mi papá?— preguntó Ryota molesto.

— tu querido papi está viendo la peor pesadilla del mundo como si la estuviera viviendo en carne propia— respondió ladina la desconocida—; la pesadilla se repite una y otra vez de diferentes formas; mientras más tiempo pase sufriendo, más desgastada quedará su alma, y cuando su alma se desgaste por completo...— se carcajeó con mucha burla hacia los pecados— ese cuerpo solo será un cascarón vacío.

Ryota sintió la sangre helada, entendía perfectamente todo lo dicho por aquella desconocida. Sacudió lo más que pudo el cuerpo inerte de su padre, que luego se tenso y volvió a gritar con mucha ira.

— si yo fuera ustedes me iría y encontraría una solución— dijo la desconocida entre sonoras carcajadas.

— ¡Odio admitirlo pero esa persona tiene razón, tenemos que irnos de inmediato!— anunció Merlín con frustración.

— ¡¿Qué pasará con la pequeña?!— cuestionó Ban preocupado.

— ¡¿Qué pasará con el capitán?!— cuestionó Merlín con el ceño fruncido— Ban, es una pelea perdida. Necesitamos al capitán para actuar.

Ban bufó, se sentía impotente al no poder ayudar a personas valiosas para él.

— papá, volveremos por la tía, solo necesitamos tiempo— dijo Lancelot sosteniendo la mano de su padre.

Ban lo vió, transmitiendo su preocupación por ______________ y Meliodas, Lancelot lo entendió.

— Ban, tenemos que salir de aquí, los niños podrían estar en medio de una fuerte batalla— dijo Gowther para hacer razonar a Ban.

El albino se resignó y asintió.

Sin más que agregar Merlín los teletransportó a todos de vuelta al castillo de Liones.

— tenías razón, huyeron de inmediato a salvar a su capitán— dijo Aron apareciendo en la sala—. Pero ¿Y si logran sacarlo de esa ilusión inmediatamente?

— tranquilo, el muñeco Gowther y la maga Merlín representan un problema para nuestros planes, pero me aseguré de que fuera tan difícil salvarlo para que nos de tiempo el proceso de __________________, en el mejor de los casos que sea demasiado tarde para él— dijo Lauren con superioridad—. Estimo que Meliodas durará un día máximo en esa ilusión.

— justo el tiempo que necesitamos para que _________________ esté completa. Y quién sabe, tal vez contemos con más tiempo— dijo Aron.

— mientras más tiempo mejor, así __________________ será una obra maestra y no una defectuosa— dijo Lauren esperanzada de contar con suficiente tiempo para su proyecto—. En fin. Agus ¿Preparaste a nuestros esclavos?— cuestionó.

— tal como me lo pediste, los tengo a todos sometidos. Esperamos las órdenes de Alexander para empezar a atacar— dijo Agus con formalidad.

— excelente. A Alexander le encantará la guerra que causaremos— dijo Lauren fascinada con la idea.

[...]


— ¿Qué haremos ahora?— cuestionó Hawk bastante nervioso— no sabemos el estado de _________________ y ahora Meliodas está fuera de servicio.

Todos en el castillo estaban bastante tensos con lo informado. No esperaban que el rescate fracasara.

— debemos salvar al capitán de una vez, si realmente es como dijo esa persona y conociendo al capitán, no durará mucho en esa pesadilla— dijo Merlín.

— ¿No puedes deshacerlo?— le preguntó Elizabeth a Merlín notablemente preocupada por Meliodas.

— no, no es algo que pueda hacer con mi magia— respondió Merlín.

— yo trataré. Entraré a la mente del capitán y lo convenceré de que solo es una pesadilla, así despertará— dijo Gowther seguro de sí mismo. Una luz rosa lo envolvió a él y a Meliodas—. ¡Invasión!

Después de hacer eso Gowther no reaccionó a ninguna voz.

Estaban muy preocupados por su capitán, pensar en la idea de que él podría desaparecer aterraba a todos, especialmente a Ryota.

Igual, estaban bastante intrigados por saber cuál era aquella cruel pesadilla; pero Ban y Merlín tenían una leve sospecha.

Desde que Gowther ingresó a la mente del capitán el tiempo pasaba tan lentamente para los presentes que les parecía una tortura.

Ryota no se apartaba de su padre por nada del mundo, agarraba su mano esperando que de alguna forma él reaccionara. Igual estaba preocupado por su madre, a la cual no logró ver a pesar de estar en el mismo lugar que ella.

No quería perder a sus padres, a ninguno de ellos.

Lancelot y Margarita estaban junto a él, apoyándolo con sus presencias. Ninguno de apartaría.

Ryota se sentía culpable por todo lo que estaba sucediendo. Pensaba que si no fuera por su insistencia en venir al mundo humano su padre no hubiera roto el sello y ninguno de los demonios los hubiera atacado.

[...]

Estaba oscureciendo, habían pasado algunas horas desde todo lo acontecido con Meliodas.

Los pecados estaban impacientes por el despertar del capitán, lo necesitaban lo más rápido posible para acabar con la pesadilla que ellos si estaban viviendo.

Escuchar los gritos desgarradores de Meliodas los enloquecía al no poder hacer nada al respecto, en especial Ryota, quien al igual que su padre, sufría por aquellos gritos.

De repente Gowther volvió, alarmando a todos.

— ¿Qué pasó? ¿Mi papá está bien?— cuestionó de inmediato Ryota.

— no pude hacer nada, por más que trataba de razonar con el capitán él no me creía— dijo Gowther—; pero se decía a sí mismo que era una pesadilla. No entiendo mucho lo que sucede allá.

— ¿Pero qué es lo que pasa en la mente de Meliodas como para desconcertar a Gowther?— se preguntó Elizabeth preocupada.

— si Gowther, ¿Cuál es la pesadilla del capitán?— preguntó King intrigado.

Gowther bajó la mirada al recordar todo lo que vió, comprendía el sufrimiento de Meliodas.

Con gran pesar, miró a sus compañeros y compartió lo que vió, aún con Ryota presente.

— el capitán ve como _________________ y Ryota mueren frente a él repetitivamente de diferentes formas, y algunas pueden ser las peores que cualquier ser vivo pueda imaginar...

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Hola!
Espero que se encuentren bien personas hermosas de la vida :3

Ya les he traído el capítulo del día!

Y ya que me siento capaz, les publicaré el siguiente este mismo día!
(Con suerte serán tres capítulos en un día. Crucen los dedos jaja)

Espero les agrade la idea :3

Sin más que agregar, nos leemos en el próximo capítulo!

Bye bye!
(◍•ᴗ•◍)❤






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