¿Cuánto tiempo ha pasado? Eso ninguno de los dos lo saben, recordar, eso es lo único que hace el rubio desde que su peli azul se fue de su lado, el tiempo en que aún eran felices parecería que no regresaría, coloco su mano sobre el cristal del espejo sin saber lo que ocurriría.

Mientras Kaito corría a toda prisa en dirección asía Len con todas sus fuerzas, recordó cuando aún eran solo unos niños, una ocasión Len estaba llorando, le acaricio la cabeza para consolarlo, pero al ver a su amor llorando los ojos comenzaron a inundársele y comenzó a llorar, al verlo Len comenzó a reír y poco después Kaito contento por verlo sonreír una vez más.

Len abrió los ojos también había recordado eso, pero enfrente suyo se encontraba la imagen de...-¿K-Kaito?- tartamudeo- si Len...soy yo- dijo alegre, ambos colocaron sus manos una sobre otra con el cristal interponiendoce, Len sonrió y comenzó a cantar, Kaito lo siguió, había escuchado muchas veces esa canción, se la sabia de memoria, pero Len dejo de cantar de momento, y cayo de rodillas al suelo mientras lloraba.

-no llores...por favor- le pidió Kaito mientras el también caía lentamente sobre el suelo a punto de llorar, se sentía impotente de ver al amor de su vida llorar y no poder estar a su lado. Ambos se sentaron de espaldas al otro.

-Kaito ¿recuerdas nuestra primera vez?- rompió el silencio- como olvidarla...- yo rogándote porque fueras más rápido y tu...- y yo con miedo de lastimarte- dijo- pero no lo hiciste, ni entonces ni nunca, tu jamás podrías lastimarme pero yo...todo esto es mi culpa- volvió a llorar- claro que no Len- sí, yo te pedí que hicieras todo eso y ...por mi culpa tú ya no estas....¡DARIA LO QUE FUERA PORQUE VOLVIERAS A ESTAR CONMIGO!- oculto su rostro entre sus rodillas- y yo- susurro el peli azul.

Una mano les toco la espalda, se trata de Miku vestida de otra manera, con un grupo de jóvenes atrás suyo, les extendió la mano y se pusieron de pie, se sonrieron mutuamente y volvieron a cantar mientras colocaban sus manos como antes.

Una por una las escenas de su vida pasada y de la que pudo ser su vida fueron surgiendo, pero el pasado te persigue y arriba de Kaito la llave que estaba en ese momento estaba ligeramente abierta, la princesa de verde lo vio todo, su felicidad el cómo se protegían mutuamente, como superaban todos los obstáculos por estar juntos, derramo una lagrima.

Kaito y Len volvieron a sentarse como antes, Kaito tenía la mirada baja, la princesa de verde se le acerco, su frialdad y crueldad desapareció, le susurro algo a Kaito al oído y el asintió, de un momento a otro el espejo desapareció y sus espaldas se tocaron, al sentir su calor Len volteo y se lanzó a los brazos de Kaito.

-¡KAITO TE EXTRAÑE TANTO!- le dijo abrazándolo con fuerza- TE AMO- le grito- y yo a ti- dijo al borde de las lágrimas ambos estaban tan felices, Len no lo pensó dos veces y lo beso, lo beso con desesperación tomándolo por el cuello para intensificar el beso, Kaito lo tomo por la cintura, se besaron hasta quedarse sin aire.

-ya me hacía falta un beso tuyo- dijo el rubio- y ama- dijo Kaito, la sonrisa de ambos se borró las manos de Len comenzaron a tornarse transparentes- ¿Qué pasa?- dijo con preocupación- no lo sé- trato de tocarlo pero fue inútil.

¨ustedes no podrán estar juntos en este mundo¨ fueron las palabras de la princesa ¨para que puedan estar juntos...¨

-Len debe de remediar lo que hiso-repitió Kaito- ¿Qué?- dijo sin entender- Len tu yo no podemos estar juntos...no en este mundo, yo ya cumplí mi sentencia, me perdonaron por el hecho de amarte, pero tú, tu causaste mucho daño Len, el único modo de que volvamos a estar juntos es...que regresemos- dijo y le tendió la mano- si aceptas volver conmigo a cuando todo esto comenzó y corriges tus errores estaremos juntos- le sonrió- ¿quieres ir conmigo?- le dijo.

-claro que quiero- dijo sin pensarlo y lo tomo de la mano, todo desapareció, el tiempo regreso, Len volvió a nacer y conoció a Kaito nada cambio hasta ese día- es por eso que debe hacerse así- le había dicho su concejero al joven rey- no- dijo mientras rompía la hoja en mil pedazos.

-esa pobre gente no tiene por qué sufrir- y arrojo las hojas- conseguiremos dinero de otro modo- pero majestad- sin peros, desde ahora Meito será mi concejero- dijo y su antiguo concejero salió indignado del lugar- ¡maldito mocoso! ¡Me las pagara!- susurro entre dientes, sin saber que su sirviente lo había escuchado.

Esa noche Kaito se hiso pasar por Len para terminar con ese hombre, como era de esperarse entro a su cuarto mientras dormía, Kaito se levantó para atacarlo pero...Meiko ya lo había hecho-¿Qué paso?- pregunto el peli azul- ¡KAAIITOO!- entro gritando Len y se lanzó a sus brazos - ¡qué bueno que no te paso nada!- le dijo preocupado- no pero...- mi esposo me dijo lo que tramaba este hombre así que...vine ayudar a nuestro rey- dijo con una sonrisa.

-sí, desde ahora Meiko comenzara mis tropas- dijo con una sonrisa. Era extraño para Len sentía que todo eso ya había pasado, se lo pregunto a Kaito pero- yo no recuerdo nada- dijo mientras le servía él te, aun así no estaba dispuesto a desperdiciar su última oportunidad.

-¿Qué quieres que?- que me acompañes al pueblo, quiero llevarles un flan a los niños- le pidió al peli azul- está bien si eso quieres iremos- si- grito feliz dando brinquitos, fueron en el carruaje hasta encontrar a un par de niños, se los entrego y jugo con ellos.

Len había cambiado pero...aún faltaba una cosa que sabía que le costaría mucho superar, siguió a Kaito hasta el bosque en la frontera, se escondió detrás de un árbol y espero a su amado, no tardó mucho en aparecer y al poco tiempo la princesa del reino de verde estaba con él.

Apretó los puños al verla- ¿Qué quería decirme?- le pregunto- quería ser sincera contigo, me agradas mucho pero...no como tú crees- ¿a qué se refiere?- a que tú me gustas- se acercó a él y le robo un beso enfrente del joven rey.

Len apretó los puños con más fuerza, las lágrimas comenzaron a fluir, sentía que ardía por dentro por los celos, quería matarla con sus propias manos pero, después de todo esa fue la razón por la cual Kaito murió.

-lo siento- dijo el peli azul y aparto a la princesa- pero yo ya tengo una vida aquí, ya tengo a la persona que amo, lo siento- Kaito- susurro Len con una sonrisa- ya veo, lo siento entonces- dijo y se marchó- Kaito- dejo Len después de que la princesa se fuera.

-Len ¿Qué haces aquí?- te espié Kaito...lo vi todo- ¿todo?- dijo nervioso- si- y ¿Qué opinas?- dijo con temor. El rubio se acercó a él y lo beso en los labios- que siempre me amaras y yo a ti, nada me hará querer dejarte- le dijo- ni a mí, yo te amo Len, te protegeré de lo que sea y daré mi vida de ser necesario- Len sonríen al recordarlo claro que le creía eso- claro que sí. Como yo cambiaria lo que fuera por estar a tu lado- le dijo y se besaron con la puesta del sol, así sirviente y rey vivirían juntos sin que nada ni nadie pudiera separarlos, el rey Len gobernó con sabiduría y gentileza y su sirviente siempre cuido de él y no solo eso sino que de algún modo lograron casarse.

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FIN¡¡¡¡