27
Capitulo 27
Por poco y se arma una guerra de escupitajos luego de que Kevin le quitará la copa a Alejandra le dió un sorbo a la copa viendo como su novia reía como loca no entendía por qué tanta risa pero hasta se le estaba contagiando.
Hasta que ella dijo - Nuestra Barbara se nos va a casar.- eso fue suficiente para que el contenido que tenía en la boca fuera expulsado a una velocidad increíble, en serio era asqueroso ver cómo se escupían el vino, pero no fue algo intencional claro está, fue... Un daño colateral, en fin. Kevin Se disculpo con su chica, tomo su pañuelo de se bolsillo y le seco la cara para luego dirigirse a Barbara.
-¿Es en serio?- le preguntó
—Si ¿Porque no?, sabes que siempre soñe con casarme con un gran hombre, en la playa y todo esas cosas.- dijo mirando a Eros, este se acercó a ella y la beso.
—Pues tendrás la boda de tus sueños mi Barbie.- dijo Eros
—No lo puedo creer— dijo Ale abanicandose la cara tratando de despejar las lágrimas que estaban por salir. Su amiga casi hermana se iba a casar, bueno ya está casada ahora sería más bien como un arenobaciin de votos pero a lo grande. — sería más bien como una renovación de votos pero a lo Hollywood.
—Nada, extravagante, solo será algo entre familia y amigos, pero bien bonito— dijo Barbara dandole un trago a su copa, que sabía horrible por cierto, capaz y por eso Alejandra y Kevin la habían escupido. Pero al ver que bebían de sus copas como si fuera el mejor de los elixir dedujo que solo a ella le sabía espantoso
—¿Porque esa cara?—pregunto Kevin al verle la cara de asco que cargaba- si quieres una bida sencilla pues está bien.
—No es por eso, es solo que este vino es horrible, no deberíamos de tener esto en la bodega—Vio la etiqueta y definitivamente estaba pasado de viejo, se supone que un vino mientras más añejo mejor ¿No? Pero este se pasó de añejado, en definitiva no era su gusto.
Todos la vieron como si tuviera tres cabezas, estaba loca, si era el mejor vino que tenían.
—¿Estas loca cierto? Este vino es de los mejores. — le dijo Ale a Barbara.
—Si no te gusta prueba este, a ver, no es tan fuerte— dijo Eros llenando una nueva copa con un vino color rosa, Barbara lo olió y luego dió un pequeño sorbo, no estaba mal, de echo sabía dulce.— ¿Y?
—Me gusta— dijo dando otro sorbo a su copa.
...
Habían pasado un par de horas entre chistes y planes para la renovación de votos o mejor dijo la boda, según Alejandra el echo de que no se haya echo una boda como se debe en un principio no contaba así que está era la mejor forma de redimir el daño causado.
Luego de un rato sus amigos se fueron a su casa. Kevin estaba ansioso de que amaneciera y ver la cara de la madrastra de Barbara al decirle cuáles iban a ser sus funciones, Kevin no era una mala persona, de hecho no quería ser tan duro con la señora pero no podía evitar sentir un poco de satisfacción al saber que la señora no se salió con las suyas al querer chantajear a su amiga.
Solo esperaba que la mujer hiciera bien su trabajo porque de ella dependía de que todos los licenciados estuvieran a gusto, porque su trabajo era nada más y nada menos que de encargarse de llevar y traer los cafés de los abogados del bufete dónde él trabajaba, iba a ser la señora del carrito así le decían de cariño a la antigua señora que tenía el cargo, que por desgracia estaba muy mayor para seguir trabajando.
Ella se iba a encargar de estar todo el día con el carrito ofreciéndoles agua, jugos, cafés, tés y galletas tanto a los abogados como a los clientes que estuvieran en el despacho, si algún licenciado quería almorzam en su oficina ella sería la encargada de llevársela.
Realmente esperaba que el trabajo no le quedará grande, porque ni loco le ofrecía un cargo de secretaria.
—vamos a casa amor, tengo mucho sueño — le dijo Barbara luego de beber media copa de ese delicioso vino rosa
—claro que lo vas a tener, si te bebiste media botella.
—es que está bien bueno ese vino.
—vamos a casa
Tomo a su esposa por la cadera y la saco del lugar y le dijo al hombre de la entrada que se encargará de cerrar.
Barbara sentía que todo le giraba, no podía creer que media botella le haya hecho tanto estrago en su sistema, era una estúpidez.
Eros vio que no estaba bien y la encamino a la camioneta, le abrió la puerta de copiloto y Barbara subió, no tardó ni dos minutos cuánto sintió su estómago revuelto, rápidamente abrió la puerta y se inclino para vomitar.
-¿Que rayos?-dijo Eros dijo Eros quien estaba abriendo la puerta para tomar el volante, corrió a dónde estaba Barbara justo a tiempo porque se había desmayado e iba caer al piso.
-Hey... preciosa...- le daba leves toques en la mejilla para que reaccionara. Y nada.
Esto no estaba bien, nada bien, ¿Su corazón estaba fallando? Pero si todo estaba bien ¿No? Estaba tomando las medicinas cristianamente, se ejercitaba y alimentaba debidamente. ¿Porque no reaccionaba?
La desesperación lo inundó, acomodo a Barbara en el asiento y la llevo al hospital, estaba desesperado y eso se reflejaba en su cara cuando llegó con ella en brazos aún desmayada.
-Vamos muñeca despierta. ¡Necesito un doctor! -grito con ella en la entrada de emergencia. Al ver quién era la sala de emergencia se revolucionó.
Un camillero llegó junto con una enfermera y una doctora, Eros rápidamente con ayuda del camillero la acomodaron en la camilla y la llevaron a un cubículo para atenderla.
..
Parecía un animal enjaulado dando vueltas en la sala de emergencia.
-calma viejo, me estás mareando.- le dijo Kevin acercándose a él y deteniendolo por el hombro.
-No se porque no me dan respuesta Kevin, si a mi esposa le pasa algo me muero.- dijo con con un nudo en la garganta, esto no podía estar pasando no ahora que estaban tan bien, se supone que su nuevo corazón no estaba fallando pero ¿Que paso? ¿Porque el desmayo? Seguramente algo tuvo que haber hecho el vino por los medicamentos que tomaba.
-Ella va a estar bien, ya lo verás, seguro estaba ebria y por eso es todo esto.
Kevin trataba de calmarlo desde que llegó. Y es que desde que las enfermeras le pidieron a Eros que esperara en la sala de espera ya que a Barbara le iban a realizar algunos exámenes no dudo en llamar a Kevin primeramente porque no quería que se armara la última guerra mundial por no informarle nada acerca de lo que le estaba ocurriendo a ella y segundo porque no quería estar solo en ese momento, llamar a sus papás no era tan crucial como llamarlo a él que aparte de ser un amigo para él era como un hermano para ella, y pues, tenía el mismo derecho que el de saber por el bienestar de ella.
Cuando Alejandra regreso los vio sentados con cara de preocupación, ella había llegado con Kevin ambos tenían ropa de pijama, no quisieron perder el tiempo cambiándose así que prefirieron salir así y en pantuflas. Había ido por unos cafés para tratar de calmar los nervios, el cual le dió uno a cada uno y se sentó junto a su novio.
-Familiares de la señora Adams - dijo un doctor, al rato de haber terminado con su cafe.
-Si, doctor soy su esposo.
-Bien, la señora está bien, por ahora está dormida, en una hora me tendré los exámenes de laboratorio y les informaré como tiene los valores, ya pueden pasar a verla.
-Gracias doctor.
Entraron y vieron a Barbara dormir estaba con una suero pegado a su brazo y dormía de lado como si estuviera en su cama, Alejandra se acostó en el sillón que estaba en la habitación, tenía sueño y mucho, el saber que su amiga no estaba en peligro hiso que sintiera de pronto un sueño terrible por el cansancio, kenvin se sentó a su lado viendo a l pareja que tenía en frente, su amiga merecía ese amor bonito que Eros le podía dar.
Eros acaricio su mejilla y dió un pequeño beso en sus labios tratando de no despertarla.
Ella estaba bien, eso fue lo que dijo el médico.
Barbara se movió inquieta y despertó, lo primero que vio al abrir sus ojos fue esos hermosos ojos grises que tanto le gustaba, y esa hermosa sonrisa que le encantaba.
-hola bella durmiente- le dijo Eros cerca de sus labios, Barbara no pudo evitar apretar los labios, su aliento olía al vino asqueroso que bebió unas horas atrás.
-No vuelvas a beber de ese vino, hasta huele horrible.- dijo tapándose la nariz de manera dramática y Eros rio por eso, para luego abrazarla.
Pero Kevin que estaba viendo toda la escena solo se cruzó de brazos y alzó una de sus cejas.
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