𐙚ּ ֶָ֢.𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟒: 𝐀 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐚𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞.
—— No me agrada para nada lo que estás haciendo, Yeonjun.—— Sus pasos se detuvieron de forma abrupta, en medio de aquel túnel subterráneo. No le gustaba para nada que aquél sacerdote sea tan prepotente con él, incluso llamandolo con su nombre de pila sin respeto alguno.
El olor a humedad se instalaba por sus narices, al igual que vaho escapaba por sus bocas debido a las bajas temperaturas que estaban enfrentando. Sus ojos se encontraban fijos, sumergiéndose en una pequeña batalla de miradas, esperando que alguno de los dos cediera, pero lastimosamente ambos tienen el orgullo bastante alto, ninguno iba a ceder al otro, no de esta forma, ni mucho menos con un azabache totalmente molestó por las asquerosos fetiches que tenia Taehyung.
—— ¿Te molesta que haya decidido tomar aquella puta como mio? —— Un tono burlesco se hizo presente en aquella frase, recibiendo una fea mirada por el contrario.—— Te gane en eso, se que no te gusta que reclamen algo que ya es tuyo, pero lastimosamente ningún centimetro de su piel, habia algo que me diera señales de que es tuyo.
Taehyung se mantuvo en silencio, aceptando aquellas palabras que les eran lanzadas con veneno por parte de Yeonjun, aquél mocoso lo conocia bastante bien, desde que era un infante. Yeonjun conocia lo que era capaz de hacer Taehyung con las personas que llamaban su atención, a tal punto de obsesionarse y destruirlos por completo, tal y cómo lo hizo con su hermano menor. El castaño destruyó por completo a su hermano menor, siendo descubierto en el acto por un pequeño Yeonjun de apenas 11 años, a la vez que dejaba al descubierto el verdadero fetiche del sacerdote.
Amaba a los hombres y sobre todo si estos se veian inocentes.
No pensaba involucrarse, después de todo, Soobin es un muchacho de baja cuna que era tocado todas las noches por más de un hombre, ese era su trabajo y seguramente Taehyung perderia interés por aquel rubio de piel blanquecina, pero se equivocó, Taehyung se obsesiono más y más por Soobin, llegando al punto de visitarlo todas las noches en aquél burdel, haciéndose ver como una persona buena, sin segundas intenciones, mostrando por completo su piel de oveja.
Si sus padres vieran que estaba protegiendo a un pobre muerto de hambre, lo repudiarian incluso seria la burla para todos aquellos aristócratas de Versalles, debia de mantener una imagen impecable y a su vez, el odio fingido que tiene hacia la gente de París.
—— Si, odio que me roben mis cosas.—— La voz de Taehyung salio ronca, generándole escalofríos al contrario, los cuáles supo disimular.—— Soobin me pertenece, no permitiré que un loco que colecciona personas, me lo arrebate.
Yeonjun simplemente rodo sus ojos, no coleccionaba aquellas mujeres o al menos, él no lo veia asi, tal vez estaba loco o para los ricos de ese lugar era bastante normal su actuar infantil, simplemente sacaba mujeres de situaciones deplorables y crueles, llevandoselas a Versalles, haciéndolas pasar como sus esclavas y posibles prostitutas, cuándo la realidad era totalmente distinta. Obviamente las habia escogido con segundas intenciones, mujeres que le parecian atractivas a simple vista, las cuáles decide cuidar cómo si de flores se trataran, poniéndole apodos de flores con el consentimiento de ellas, pero ese era su límite, no las deseaba ni mucho menos las vendía, por dentro de su jardin simplemente las cuidaba, para que ninguna otra persona las lastime mientras que por afuera, decidía mentir sobre que eran sus esclavas y pasatiempo para mantener su reputación de aristócrata temido.
—— Seguramente ni siquiera le gustó aquella marca que le dejaste..—— Aquellas palabras lograron sacarlo de su ensoñación mental, elevando una vez más sus ojos rojizos hacia la persona que tenia al frente.
No podia evitar que la ira apareciera cada vez que observaba a Taehyung, su pobre hermano, no a vuelto a hablar desde lo que le hizo aquél sacerdote, tal vez solo tal vez no sólo sentia lastima hacia Soobin, también muy profundo en su ser, tenia miedo que aquél monstruo se le acercara y lo termine destruyendo. A paso lento y desprendiendo un aura aterradora se acercó más a Taehyung, tomando de forma brusca su rostro para luego estamparlo contra la pared, rápidamente el contrario no tardó en quejarse, dejándose caer en el suelo, cubriéndose su rostro recientemente lastimado.
—— No quiero que te acerques a Soobin, Taehyung.—— Fulminandolo con la mirada, no dudo en patear el cuerpo del contrario.—— Soobin ya es mio, rindete y busca a otra persona para molestar, tienes que tenerme respeto ya que pronto seré el rey de Francia ¿Entendido? Si llegas a dirigirte a mi con total confianza, no dudaré en mandarte a cortar tu puta cabeza.
Taehyung no soltó ninguna palabra, aún cubriéndose el rostro, se limito a soltar risas sarcásticas llenando de cólera al azabache, odiaba que no lo tomaran en serio y mucho peor, que se rieran en su cara.
—— No serás rey hasta que te cases, te recuerdo que ninguna mujer quiere casarse contigo, por el monstruo que eres. Asi que no tienes tanto poder cómo yo, para hacerme desaparecer.—— Una sonrisa vacilante se hizo presente en parte de su rostro descubierto.—— Me haré cargo de Soobin, deja de intrometerte, recuerda que tus padres confian más en la palabra de dios, que en la tuya.
Y con esas últimas palabras, lo dejó en aquel túnel, alejándose con dificultad por culpa del dolor que se hacía presente en sus costillas, debido a los golpes antes proporcionados en su cuerpo. Yeonjun quedó en completo soledad, aún con aquella antorcha en su mano, aquél sacerdote se escapó cómo una maldita rata arrinconada y eso lo dejo satisfecho, no importaba si Taehyung después conspiraba en su contra, estará atento a las consecuencias de sus actos.
Pero aún asi, no podia evitar cuestionarse si lo que realmente estaba haciendo, se encontraba bien. Soobin le teme y al igual que sus padres, dudara de su palabra, confiando ciegamente en el moreno por su aspecto tan bondadoso y gentil, siendo Yeonjun totalmente contrario con su aspecto. Chasqueo su lengua estresado, toda esta situación le generaria una gran jaqueca.
—— Solo lo alejaré un poco, luego Soobin decidirá cómo sacarselo encima..—— Murmuro para si mismo, retomando su camino.—— No puedo obligarlo a llevarmelo conmigo, tampoco se si las demás se tomaran bien con la llegada de un hombre al refugio, seguramente les dará mucho miedo.
Ya lo habia decidido, solo va a intervenir por un tiempo en los planes de Taehyung, lo demás, tendra que solucionarlo el rubio, después de todo, Soobin era un pobre prostituto siendo un foco estupendo para personas desquiciadas cómo el sacerdote, Yeonjun no podia ser su guardián para siempre.
Sus ojos azulados se encontraban enfocados en aquella marca, no se a despegado del gran espejo de su habitación, admirando por completo su cuello. Usualmente evita mirarse al espejo, incluso a la hora de atender clientes, decidia ocultar aquél pedazo de vidrio, pero está noche fue totalmente diferente, por primera vez se estaba observando ni siquiera sentía asco hacia aquella marca que se le fue hecha, a diferencia de otras marcas que se le eran dejadas por su piel por parte de sus clientes nocturnos. Por alguna razón, el chupón de Yeonjun no le molesto para nada, incluso lo habia disfrutado, provocando que varios sonrojos se hicieran presente durante el dia, con tan solo recordar el aliento cálido del menor contra su cuello.
Se supone que le gustan las mujeres, no los hombres entonces ¿Por qué estaba reaccionando de esa forma con tan solo pensar en el futuro rey de Francia? Aquél temido hombre, que se le era catálogado cómo una bestia, que veia a las mujeres como un simple objeto, siendo parte de su colección. Se supone que sentiría atracción por una mujer bondadosa, noble y alegre, no de una persona totalmente contraria tanto en aspecto, personalidad y sexo.
Guío su mirada hacia el ventanal, sintiéndose un completo tonto. Soobin odia a los aristócratas ¿Qué era lo que le hacía pensar que Yeonjun seria totalmente diferente? La gente de París nunca se a equivocado en aquellos rumores hacia la gente de Versalles, todos eran unas bestias, que disfrutan saciarse a costa de los más pobres además, ¿Cómo Yeonjun de llegaria fijar en él? Simplemente era una prostituto y por primera vez, estaba tomando en cuenta las palabras de Wonhee en cuánto en ser prostituto ¿Quién lo tomaria en cuenta al saberlo? Absolutamente nadie, mucho menos una persona que nació en cuna de oro.
Soobin simplemente suspiro, odiaba sobrepensar y menospreciarse de aquella manera, simplemente era un joven adulto que seguia nadando entre fantasías de su imaginación y no acordé a su realidad, nadie llegaría amarlo ni mucho menos lograria formar una linda familia, se va a pudrir en aquél burdel, siendo tocado por más de una persona, sumergiéndose más en su soledad.
—— Yeonjun...—— Musito en voz baja, llevando con delicadeza sus dedos a su cuello, justamente en la parte dónde la marca se encontraba.—— ¿Vendrás a verme de nuevo?
Más de un cliente le recriminó por aquella marca, algo típico en su día a día, personas que creian que por tener sexo pagado ya eras de su propiedad, pero en vez de molestarse cómo lo hacía siempre, simplemente sonrió, sintiéndose satisfecho, no le molestaba para nada que aquél azabache lo viera cómo su propiedad, ni que fuera posesivo con él.
Yeonjun era totalmente su tipo y odiaba que se fuera asi, se odiaba a si mismo por no ser alguien totalmente normal.
Se limito abrazarse a si mismo, como lo hace todas las noches una vez que su trabajo ya a terminado, pero está vez, ya no tenía en mente de no querer volver a despertar, está vez, su mente era ocupada por unos hermosos ojos rojizos y suave piel blanca, junto con un cabello tan oscuro cómo lo era la noche.
Soobin ya no volvería a fantasear con tener una familia tradicional, cambiaria su sueño por uno mucho más dulce, involucrando en aquella fantasía aquél principe que lo sacaba de aquél lugar tan asqueroso.
Una dulce fantasía, que evitaba que su mente volviera a sobrepensar y asimilara su realidad.
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