Después de una extenuante batalla entre los intrusos y los guardias que era dirigidos por Petrus, finalmente Gastón cayó, no podía creer el nuevo rostro que tenía la Bestia que había arrebatado a su amada de su lado y que lo había vencido dejándolo en el suelo moribundo mientras ordenaba a los guardias limpiar todo y asegurarse de que nadie se enterara de lo ocurrido.

Tras irse, el príncipe se encontró con su madre y Elvi quienes celebraron la buena noticia y lo abrazaron con alegría, pero la felicidad de la hechicera se desmorono en cuanto escucho a su amor pedir que de inmediato comenzaran los preparativos para su boda y coronación.

—No te casarás con ella ¿Verdad?— Pregunto Elvi asombrada por la petición —¡Es una campesina!

—Es tu futura reina, Elvi. Trátala como tal si no quieres perder la lengua— Amenazó Petrus rompiendo el corazón de la hechicera que se acercó a él y tomo su mano con gentileza consiguiendo que el príncipe la empujara haciéndola caer al suelo con lágrimas en los ojos.

—¡Ella no te ama, está hechizada!

—¡Silencio!— Grito el hombre enfurecido asustando a ambas mujeres de la habitación —Tengo que arreglar un asunto, si me disculpas madre— Escucharon decir tras un momento de silencio cuando por fin Petrus entro en calma.

Cuando Elvi se tranquilizó y por fin se levantó, la chica salió tras Petrus encontrándose con los rebeldes muertos y el cuerpo de Gastón, el verdadero amor de Bella quien al verlo seguramente saldría del hechizo de amor y dejara de ser un estorbo en su vida.