Capítulo 18: Ella es mi hermana
Comenzamos a caminar hacia uno de los autos de la policía, cuando me siento apoyo mi cabeza sobre el hombro del señor Smith, y cierro los ojos sin querer pensar en nada de todo lo que ha ocurrido. No tardamos en llegar a la casa, en donde me espera Lucía, así que al verla corro en dirección a mi amiga y no la suelto. Balder ve a Dean y se ponen a platicar con la policía sobre la situación.
Mi mejor amiga limpia mis lágrimas y me obliga a sentarme a su lado, no lo dudo ni dos segundos, ya que necesito pasar tiempo con mi hermana. La abrazo y observo su enorme vientre a punto de explotar. Mi mejor amiga no pregunta nada, se nota que no es necesario decir palabra alguna. Ella solo está a mi lado; me observa; me apoya, y me brinda su amor incondicional.
El tiempo pasa, pero no me doy ni cuenta de lo que acontece a mi alrededor. Sé que tengo que reaccionar, pero no puedo; me siento del asco al pensar en todo lo que ocurrió por mi culpa.
Balder se sienta junto a mí y toma mi mano con delicadeza, tomo la mano de mi prometido y la mano de mi mejor amiga. Me quedo en silencio pensando en todo y queriendo olvidar por completo el dolor que todo me ha causado.
Phoebe se hace presente en la casa señalándome con el dedo índice; se acerca corriendo hacia mí y se lanza a golpearme, pero no siento nada. Ni siquiera su peso: no soy capaz de sentir nada.
Cierro los ojos y los abro para ver los suyos: su mirada está llena de oscuridad y dolor, así que me obliga a sonreír. Me armo de valor y acaricio su mejilla con la yema de mis dedos.
—Ten cuidado, Phoebe —susurro antes de darle un fuerte golpe, donde antes había acariciado su rostro.
—Camila... —Murmura Lu—. No lo hagas, no te dejes llevar por la oscuridad de tu alma.
Sonrío mirando a Lucía y niego.
—No puedes reparar lo que ya está destruido... —Respondo viendo a Phoebe en el suelo—. Nunca me vuelvas a tocar. Yo no soy como vos, me tocas y yo te reviento. —Me agacho tomando su rostro entre mis manos y le dedico una sonrisa ladina—. No te metas con los que quiero.
Me alejo caminando rumbo a la habitación; me lanzo a la cama y dejo que la vida pase, pero solo pasa un segundo y Lucía se hace presente en el cuarto. Parece que está llena de preocupación por todo lo que ocurre; no puedo culparla.
—¿Qué fue lo que pasó? —Consulta sentándose a mi lado—. Sabés que podés decirme cualquier cosa, ¿verdad?
Asiento con la cabeza tan solo una vez.
—Lo sé...
—¿Entonces?
—Alec planeó algo con Enzo y funcionó... Alexander me dejó en coma por un mes, me metió una droga extraña en el cuerpo... —Confieso y mis ojos se llenan de lágrimas al recordar cosas que ni siquiera yo sabía que habían ocurrido—. Enzo se aprovechó de mí: él me violó.
—Amiga, por Dios. ¿Cómo no me dijiste nada antes?
Me encojo de hombros ante su pregunta y niego sin saber cómo responder su cuestión. Ni siquiera yo sé responder todo lo me pasa, no puedo darle una respuesta a ella, primero necesito una para mí.
—No sé... Yo no lo sé, Lu.
—¿No lo sabés? Ni siquiera me llamaste.
Alzo ambas cejas ante su respuesta, casi de inmediato, niego más de una vez. Yo la llamé antes de venir a USA. Ella nunca me atendió, después no intenté llamar más, por miedo a que se hubiera enojado conmigo o algo como eso.
Lo que está pasando es algo muy raro, pero no se me ocurre nada para comprobar que realmente está pasando algo peculiar.
—Lu, yo te llamé un montón de veces.
—¿Qué? Pero nunca me llegó nada tuyo, yo también te llamé un millón de veces y ninguna me atendiste —responde ella llena de seguridad en su tono de voz—. ¿Qué está pasando?
—No tengo idea, pero estoy más que segura de que algo pasó.
—¿Tendrá que ver con Dean y Balder? —Cuestiona Lu.
Me quedo pensando seriamente en sus palabras, por supuesto; primero no creo que eso sea así. No me puedo imaginar a Balder creando un plan para separarme de mi mejor amiga, eso sería muy estúpido de su parte. Y segundo, Dean no se ve un hombre que le sigue los juegos a otro.
—No creo, ellos son personas más adultas, no puedo creer que hayan hecho algo como eso... ¿Por qué nos querrían separar?
Me lleno de preguntas ante la simple idea de que eso sea cierto.
¿Por qué Balder y Dean nos querrían separar?
¿Por qué perderían el tiempo haciendo planes sin sentido?
¿Para qué harían tal cosa?
¿Qué pueden conseguir a cambio?
—No siento que ellos sean capaces de hacer eso, no puedo creerlo. Es muy infantil para ellos.
Asiento con la cabeza y luego hago una mueca con mis labios.
—No quiero pensar en esas cosas ahora. —Hago una pausa y la miro a los ojos con una enorme sonrisa sobre mis labios—. Me tenés que ayudar a planificar mi boda.
Lucía abre la boca sin poder creer lo que acaba de escuchar, bueno, yo tampoco lo hubiera creído hace unos meses atrás, pero... ¿Quién diría que la vida te hace cambiar tan rápido?
—¿Una boda? —Pregunta alzando ambas cejas.
Asiento.
—Sí, sí, mi boda. Quiero que mañana vengas a casa y me ayudes con todo, porque dudo mucho que Phoebe o Marie quieran ayudarme —respondo llena de sinceridad en mi tono de voz—. Encima, vos sos mi mejor amiga, así que no va a haber mejor persona para ayudarme que vos.
—Es que no me lo trago, ¿te vas a casar con Balder Smith?
Asiento una vez más.
—Así es, me voy a casar con Balder Smith.
—Esto es muy... No lo sé, no puedo creerlo —dice ella negando con la cabeza—. Es que debemos descubrir lo que sucedió y si todo fue culpa de ellos dos, yo no me pienso casar con Dean.
Suelto una risita divertida ante el comentario de mi amiga, pero ahora que lo pienso mejor, ella tiene razón. ¿Cómo podríamos confiar en estos hombres?
Siempre nos están engañando, ¿Balder de verdad se estará muriendo?
Millones de dudas comienzan a surgir en mi mente; hago una mueca con mis labios; miro a mi hermana del alma y suelto una carcajada sonora de mis adentros. Ella me mira sin comprender, pero se ríe conmigo y asiente, casi de inmediato, sabe lo que estoy pensando.
—Tenemos que idear un plan, tenemos que estar listas, Lu.
—¿A qué te refieres? —Pregunta alzando ambas cejas, seguido de una risita.
Llevo mi mano a la pera y hago posición de pensamiento, la miro fijamente a los ojos y asiento con la cabeza tan solo una vez.
—Tenemos que tener una salida triunfal. Si ellos nos quieren separar, juremos que nos iremos a lo Zayn Malik —comento llena de seguridad.
Su cara cambia radicalmente ante mi comparación, no sabe a quién me refiero, así busco mi celular y le muestro uno de sus videos cantando.
—¿Y de dónde se fue este? —Cuestiona llena de intriga.
—De... Olvídalo.
Hace una mueca no muy contenta por mi comentario y se sienta mejor en la cama, mejor dicho, se recuesta mirando el techo.
—¿Qué haremos antes? Digo, tenemos que descubrir sus razones...
—No tengo ideas. Balder se está muriendo, no veo la razón por la que nos quiera separar, encima... —Alzo ambas cejas—. Nadie podría hacer eso.
Soltamos una carcajada sonora.
Veo que la puerta se abre y es Balder con Dean, ambos se miran y luego a nosotras, así que nosotras imitamos aquella acción.
—¿Qué sucede aquí? ¿Hay una fiesta? —Indaga Dean.
Frunzo el entrecejo como lo hace Balder, observo que hace lo mismo que yo y eso me divierte un poco.
—¿Crees realmente que esto es una fiesta? —La voz de Lu se hace presente.
Sé que se va venir una pelea, así que me levanto y tomo el brazo de Balder para guiarlo fuera de allí. Me detengo en seco cuando veo entrar por la puerta al señor Michelini.
—¿Señor Michelini? —Abro la boca para decir algo, pero solo me quedo observando—. ¿Qué hace usted aquí?
Balder se cruza de brazos no muy contento con la situación, casi me suelta para ir a pelear con el señor Michelini. Tomo más fuerte el brazo de Balder y le dedico una sonrisa ladina.
—Hola. Bueno, resulta que voy a trabajar con Balder.
Alzo ambas cejas mirando la cara de Phoebe que no entiende el español.
—¿Vas a trabajar con Balder?
Él asiente.
—Serás su jefa —responde Balder.
Niego.
—Balder, no creo que esto sea una buena idea, vos...
Balder me mira con una enorme sonrisa.
—Lo estoy haciendo bien, no me hagas cambiar de opinión.
Hago una mueca con mis labios y vuelvo a negar. No puedo creer lo que está ocurriendo. Todo esto es demasiado para mí. Veo a Phoebe hablar con Guido y asiento, no estoy muy segura de esta situación.
Vuelvo a tomar el brazo de Balder y lo guío hacia el balcón, ya que sé que allí no va nadie más que el que limpia y nosotros.
—¿Esta es tu idea de ayudar a las personas? Yo no sé lo que te habrá hecho el señor Michelini, pero él es muy buena persona —comento con seriedad en mi tono de voz.
—Mmm... No, algo así. Cuando nos vayamos de luna de miel, quiero recorrer todos los países a los que lastime a la gente... —Hace una mueca con sus labios y luego sonríe—. Para remendar el dolor que les provoqué.
Suelto una risita divertida y niego.
—Balder, esa gente no quiere dinero, no vas a poder hacer nada.
Él se endereza y me mira a los ojos con el ceño fruncido.
—No les voy a dar dinero, voy hacer algo mejor por ellos.
Asiento sin tener idea de lo que él habla, pero es su deseo y no quiero que se quede con las ganas.
—Está bien, suena un buen plan. —Sonrío amplia—. ¿Qué fue lo que le hiciste al señor Michelini?
Balder me dedica una sonrisa ladina.
—Yo...
—Sí, vos, Balder, ¿qué le hiciste?
—Arruiné su presentación, ¿recuerdas?
Es verdad, todo se había terminado muy rápido y por nuestra culpa. No es justo lo que le pasó al señor Michelini. No puedo creer que no me haya dado cuenta antes, Balder tiene toda la razón.
—Lo recuerdo.
—Por eso lo estoy ayudando.
—Iré a hablar con él —me comunica comenzando a caminar rumbo a Guido.
Rápidamente, corro en dirección a la habitación y veo a Lu hablando tranquila con Dean, pero cuando me ve me hace una seña para que me adentre. No lo dudo ni dos veces y me adentro.
—¿Esa era la voz de Guido?
—Sí, Balder lo quiere ayudar.
Dean suelta una risita nerviosa.
—¿Sucede algo, Dean? —Pregunta Lucía.
Él niega y se pone de pie para salir del cuarto. Me siento junto a mi amiga del alma y la miro a los ojos, sé lo que está pensando. Ella piensa que Dean sabe cosas que, nadie más tiene idea sobre Balder.
—Ocultan algo entre ellos.
Asiento.
—¿Qué será? —Alzo ambas cejas.
Ella niega.
—No tengo idea, pero no me gusta que me oculten nada.
Rasco mi cabeza con la yema de mis dedos; la miro y me pongo de pie con rapidez. Ella imita mi acción y sonríe.
—Tenemos que descubrirlo.
—¿Cuándo? —Pregunta ella.
Niego más de una vez con la cabeza.
—Bueno, podríamos hacerlo cuando vengas a planear las cosas de la boda. Seguro que ellos se van a planear sus cosas, mientras tanto, nosotras hacemos los artilugios de la boda y vemos un plan para descubrir el suyo.
Ella asiente.
—Me gusta tu idea.
Alzo ambas cejas con diversión.
—Mis ideas siempre son buenas ¿Por qué crees que me soportas durante tanto tiempo? —Pregunto divertida—. Lu, vos te cansas de la gente y de las cosas cada dos segundos, menos de mí.
Ella suelta una carcajada sonora cediéndome la razón.
—Tenemos que idear algo perfecto. Puedo ayudar con mis experiencias como policía, ¿no crees? —Cuestiona con una enorme sonrisa sobre sus labios y se acomoda mejor—. Sí, también podríamos unir a Guido, él estará cerca de los chicos, como un infiltrado o un...
—Sí. Me encanta el plan, nadie lo va a ver venir, ¿verdad? Bueno, yo pienso que todo es posible, pero... —Hago una mueca—. ¿Funcionará?
—Por supuesto, va a funcionar. —Ella asiente más de una vez.
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