Capítulo 11: Fiesta de disfraces
Junto con Phoebe comenzamos a caminar hacia nuestras habitaciones, me detengo al ver que todo está listo, pero que al final no seré Caroline, sino que seré Emily. A un lado puedo ver el atuendo de Balder, que será Victor.
Antes de ir al baile se supone que debemos cenar con la familia de Balder, lo cual me está molestando un poco. Todo esto de la mentira es una locura, no sé cuánto tiempo más voy a soportar el mentirle a tanta gente.
Junto a Balder comenzamos a caminar por el recibidor, en una de las paredes blancas se encuentra la imagen de Balder y en frente se nota que por un tiempo hubo otra imagen, no sé si se trataría de su hermano, pero no quiero suponer nada.
—¿Te encuentras bien, Camila? —Cuestiona lo más bajo que puede para que su madre y cuñada no logren escuchar.
Hago un gesto de afirmación con la mirada y siento como una de sus manos me acerca más a él. Con cuidado nos vamos conduciendo hacia el comedor, debo confesar que la sofisticada decoración me cautiva por completo: la lámpara de araña ilumina una larga mesa cubierta por un mantel de color rojo con bordes dorados; las sillas hacen juego con el mantel y las tres vitrinas de cristal están repletas de suvenires, que se han traído de todos los viajes que han hecho a lo largo de sus vidas.
Mi estómago ruge ante el aroma exquisito de parrilla y cuando me doy la vuelta Evan hace acto de presencia con un peluche, ahora que lo noto siempre ha estado con el mismo.
—¡Tío! —Grita corriendo hacia Balder y el magnate, hijo del dios Odín, decide cargar al pequeño en brazos.
—Por favor, hay que sentarse, Evan saca tus modales —comenta la señora Smith y luego observa a su hijo con el ceño fruncido—. Balder, tú también.
Todo el mundo le hace caso a la señora de la casa y cuando ella ve que todos hacen lo que ella desea recién, en ese momento, es que Marie sale del comedor arreglándose la parte baja de su vestido de cenas importantes.
Balder retira la silla para mí, así que le doy las gracias y me siento reposando mis manos sobre mi regazo; él se sienta a mi lado mirándome atentamente con el ceño más que fruncido, siempre que él hace eso me pregunto en lo que debe estar pensando.
—¿Así que eres la nueva esposa? —Pregunta Evan con una pequeña sonrisa.
—¿Nueva esposa? —Cuestiono ante la pregunta del pequeño.
—Es mi novia, no es mi esposa. —Interrumpe Balder.
No tengo valentía suficiente para ver a la familia a la cara. No puedo seguir con este juego. No deseo que la familia me odie luego de que todo este juego macabro se acabe.
Cuando la madre regresa de la cocina trae el delicioso festín junto con una guarnición de ensalada rusa.
—Balder, me alegra saber que todo este tiempo en Argentina fue por una buena razón y no solo por los tontos negocios de tu padre. Espero que muy pronto esta relación se convierta en algo más duradero —desarrolla Marie con serenidad.
Phoebe sonríe mirándonos y le corta un pedazo de carne al pequeño.
—¿Cómo se conocieron? —Interroga la cuñada con entusiasmo.
Rasco mi cuello con diversión y luego miro a Balder con mucho más regocijo. Hago una mueca con mis labios y decido ser yo la que va a responder esa pregunta de un modo épico.
—Bueno, resulta que nos vimos varias veces, ya que él deseaba acabar con la empresa de mi mejor amiga Katherine. Balder quería ser el número uno, pero Katherine tenía lo que él deseaba. —Asiento con la cabeza más de una vez—. Entonces, un día, mi amiga Elena le dijo a uno de mis otros confidentes que conoceríamos a Balder en una fiesta de disfraces.
Balder asiente sin entender nada, así como los presentes.
—Sí, fue en una fiesta de disfraces —comenta Balder apretando mi pierna ante las palabras que comenté y al parecer no fueron de su agrado.
Los presentes asienten y el pequeño ríe.
—¿De qué se disfrazaron? —Pregunta Evan.
—Balder de hombre lobo y yo de una vampira.
Les brindo una mirada de soslayo a los presentes, pero ellos no se dan cuenta de nada. Los dedos de Balder se clavan en mi piel, tomo su mano con fuerza y sonrío mirando a los demás. Sin embargo, todos se ponen a platicar sobre distintos temas de la vida.
La cena es toda una delicia; a pesar de todo lo ocurrido no pude parar de comer todo lo que me sirvió la madre de Balder. Yo sé que ella no fue la persona que cocinó, pero debo confesar que el chef sabe cómo hacer un buen asado.
El postre es mucho más liviano, un poco de helado frutal, supongo que para bajar todo lo que nos hemos cenado. Yo decido que quiero de sabor melón acompañado de limón, mientras que Balder decide un poco de frutilla al agua y chocolate; su madre solo come de vainilla igual que Evan, mientras que Phoebe hace el honor de elegir un gusto peculiar como su nombre: Crema del cielo.
—Mamá, ya es hora casi de ir a la fiesta —notifica Balder con una pequeña sonrisa sobre sus labios antes de ponerse de pie.
Sonrío del mismo modo y me pongo de pie para comenzar a caminar junto a él rumbo a nuestra habitación, antes de llegar, él toma mi brazo y me detiene en seco cerca del pasillo del cuarto.
—Suéltame, Balder, ¿todo está bien? —Pregunto sin tener mucha idea de lo que está ocurriendo.
—Cami...
—¿Qué? Juro que me vas a volver loca. Dime lo que te ocurre, Balder.
—Tenemos que ir a cambiarnos para el baile.
Asiento más de una vez y camino junto a él hacia la habitación, él se detiene y hace entrar a una mujer al cuarto para que me maquille como Emily. Tarda un par de horas en dejarme perfecta, pero lo hace. Al concluir con su tarea, la mujer sale y me deja sola en el cuarto.
—Yo haré eso y vos te la llevas.
Salgo del cuarto cuando comienzo a oír voces, pero no hay nadie. Ya debo de estar alucinando, rasco mi mejilla y me vuelvo a adentrar. Me dirijo hacia el baño de la habitación, me lavo los dientes y me observo en el espejo con una enorme sonrisa al ver mi rostro celeste. Ya estoy lista, solo falta ponerme el vestido y fin.
Salgo del baño cuando veo que Balder se adentra. Comienzo a cambiarme, ya que escucho el sonido de la ducha, por lo tanto, me imagino que va a tardar un poco. Justo como me lo imaginaba, el baño de Balder tardó más tiempo del que suelo darme yo, y eso ya es demasiado.
Cuando salgo del cuarto, me observo en el espejo que se encuentra justo en el medio del pasillo, lo que veo me deja sin palabras: mi cabello también es azul oscuro y enredado; tengo un vestido de novia desgarrado, sucio y sin mangas que le pertenecía a la madre de Balder, y un velo que lo combina junto con unos guantes y un par de tacones blancos; mi brazo izquierdo y pierna derecha son de esqueleto, excepto por una parte mi pie derecho en donde hay carne trozada que parece una calceta. Tengo una marca oscura en la cabeza mostrando el lugar donde mi personaje fue golpeado cuando "todo se hizo negro". Parte de mis costillas son visibles por debajo de mi seno derecho, donde a mi personaje lo habían llevado a la muerte después de ser golpeada inconsciente. Y, para concluir, también hay un pequeño hoyo en mi mejilla izquierda, donde mi piel se ha descompuesto.
La historia de mi personaje es muy interesante y oscura, ya que Emily era una dama muy hermosa nacida en una extremadamente rica familia. Cuando un misterioso hombre llegó a la ciudad, ella quedó perdidamente enamorada de él, pero su padre no aprobaba a la pareja y no los dejó casarse. Así que, enojada, Emily secretamente planea un escape con su misterioso amante sin que su padre se entere. Vestida con el vestido de novia de su madre, escapa al bosque tarde esa noche y espera a su prometido para que pudieran irse juntos como pareja. Sin embargo, su prometido la asesina cuando llega y ella descubre que escapó con el dinero y las joyas que tenía al despertar en el mundo de los muertos. Entonces, decide esperar bajo un árbol hasta que otro hombre (que fue Victor) viniera y la "dejara libre".
Sonrío amplia pensando que realmente luzco perfecta para la ocasión. Giro al ver a Balder, luce idéntico a Victor, hasta me da un poco de miedo, se ve apuesto con su cuerpo larguirucho y tez pálida. Su ostro delgado, grandes ojos castaños oscuros y cabello corto, desordenado, completamente negro.
Victor, o mejor dicho, Balder, toma mi brazo y me obliga a caminar a su lado. Ambos caminamos rumbo a la salida de su casa, en la entrada nos espera un carruaje, y es en ese momento, cuando casi me muero de un ataque cardiaco por la emoción. Con su ayuda me dispongo a subir y observo todo desde arriba. La noche nos alumbra y es la testigo de todo lo que está sucediendo.
Luego de unos minutos, llegamos al hotel, que lleva las iniciales de todos los centros de Smith. Al llagar, la recepcionista vestida de Harley Quinn, nos comenta que debemos tomar un par de máscaras. Agarro la que solo cubre parte de mis ojos, es muy bonita. Balder toma la que tiene un color como el oro mismo. Cuando ya estamos listos, nos dirigimos hacia el salón.
Observamos a un montón de personas, que seguro que Balder ni debe conocer, pero de igual manera saluda como si lo hiciera. Es extraño actuar así, pero a él no le importa y le sale muy bien. Él emite de sus labios un sonido muy peculiar cuando ve a su gente, se transforma en un ser irreconocible.
Cuando me tiende la mano para bailar, hago una mueca con mis labios, pero termino aceptando y yendo junto a él hacia la pista. En ese momento, nos damos cuenta de que todos los invitados nos están observando con una hermosa sonrisa sobre sus labios, hasta que ellos se dan cuenta de que los estamos viendo, entonces, cambian por completo lo que están haciendo y se ponen a bailar.
Todo parece estar saliendo a la perfección, al menos la gente ni sabe quiénes somos, ya que con las masticaras solo pueden imaginar. Balder se detiene en seco cuando observa llegar a un hombre, que lleva puesto un traje común y corriente, ya que no está disfrazado: en sus manos lleva dos botellas de alcohol.
—¡Tú! —Grita el hombre corriendo en dirección hacia Balder—. ¿Te piensas que no sé lo que planean?
Balder le cruza la cara de una bofetada y la escena da un gran giro dramático.
El joven, que no sé quién es, casi le parte una de las botellas de alcohol en la cabeza a Balder, pero se detiene y lanza ambas al suelo. La gente se queda callada, pero muriendo por el miedo que los consume.
—Ya cállate, Alexander —murmura Balder lleno de furia en su voz.
El joven lo observa a los ojos y luego lo empuja con ambas manos para subir al escenario, agarra el micrófono y dice:
—Apuesto a que nadie aquí me conoce, excepto ella. —Señala a Phoebe.
Toda la gente se pregunta quién es ese joven, rubio, con ojos de color azul y vestido con un elegante traje hecho a su medida, que llegó de la nada para arruinar una hermosa celebración.
—¿Quién soy? ¿Todos quieren saber eso? —Pregunta el joven.
Balder se sube al escenario y fulmina al joven con la mirada, lo toma como puede y trata de llevárselo, pero el otro joven se detiene y corre en dirección a Marie. Solo unos pocos apreciados podemos notar el movimiento de los labios del joven que le dice: Hola, madre.
Antes que Marie pueda decir algo, Balder saca al joven del lugar, y Phoebe corre en su dirección. Comienzo a caminar hacia ellos, pero Balder me detiene, no me dice nada, pero me lleva nuevamente en dirección a la pista de baile.
—¿Balder, todo está bien? —Pregunto con el ceño fruncido al sentir algo extraño que recorre cada parte de mi ser—. ¿Qué pasó? ¿Necesitas ayuda?
Él simplemente niega, lo cual me resulta demasiado extraño, ya que siempre responde cuando alguien le hace una pregunta. Todo esto es muy extraño, no comprendo lo que está ocurriendo. El movimiento en su cuerpo es diferente, se mueve libre, suelto: parece un ser humano diferente.
—¿Estás seguro de que no prefieres estar allí con él?
Él vuelve a negar con la cabeza, me preocupa que no sale nada de sus labios.
Llevo mi mano hacia su mejilla y la acaricio con delicadeza, pero él se acerca todavía más, uniendo nuestros labios. Me quedo inconsciente por un instante, hasta que lo empujo con brusquedad y niego más de una vez.
—¿Estás loco? —Pregunto mirándolo directamente y notando la oscuridad de un color amielado que los cubre—. Te he dicho que no quería volver a verte, Enzo.
Él se quita la máscara y me muestra una enorme sonrisa que se apodera de sus labios a más no poder, niega con la cabeza tan solo una vez y luego vuelve a verme a los ojos con el ceño más que fruncido por mi elección de palabras. Yo siento que fui clara con él, le dije que le daría una oportunidad para que me cuente todo este domingo, pero no pudo aguantar.
—¿Cómo supiste que era yo? —Interpela Enzo con ganas de saber la razón.
Alzo ambas cejas para pensar cómo responder eso, creo que he dado cuenta por diferentes razones. La verdad es que por un segundo creo que me hubiera gustado creer que se trataba de Balder, pero casi en dos segundos, me di cuenta de que eso era imposible.
—Creo que eso no es importante, solo sé que... —Él niega con la cabeza, callando mis palabras, pero lo ignoro y continúo—: Supe que no se trataba de Balder por tus acciones.
Enzo se queda en completo shock ante mis palabras, se nota que no le gustó que le diga eso y no puedo negarlo, tampoco me gustaría que me digan algo como eso.
—Yo sé que me amas más que a ese magnate.
Niego con la cabeza ante la situación.
—Sos muy divertido cuando querés, pero estás equivocado. Jamás me hubiera vestido así por ti o decir que eres mi novio cuando, en realidad, te odio. —Niego más de una vez al oír mis propias palabras—. Nunca te amé como a Balder.
—¿Es por el dinero? Si es por eso, tengo que contarte las verdaderas razones por la que me fui de la casa de mi hermana —comenta con seguridad ante sus palabras—. Tengo que decirte todo. Te necesito a mi lado, Camila.
Suelto una carcajada sonora ante sus palabras y niego más de una vez.
—¿No te parece que es demasiado tarde para eso? Yo estoy rehaciendo mi vida, no quiero volver al pasado.
—Tienes que regresar, porque tienes que tener una explicación.
Niego con la cabeza y miro la puerta, luego los ojos de Enzo y niego de nueva cuenta. No pienso en nada y salgo corriendo lo más rápido posible. No me doy vuelta, pero me detengo en seco cuando choco contra el cuerpo de alguien.
—Lo siento...
—No te preocupes, fue mi error —comenta la voz del hermano de Balder.
¿Y ahora qué? ¿En qué me he metido?
Observo los ojos de color azul del joven frente a mí, le dedico una dulce sonrisa y niego con la cabeza tan solo una vez. Puede que él esté ebrio, pero también fue mi error el chocarlo. Iba corriendo sin mirar, así que es en parte mi culpa.
—Créeme. Yo venía corriendo, así que... —Hago una mueca con mis labios—. No fue exactamente tu culpa.
—¿Por qué corrías? —Pregunta él sin comprender mis acciones, aunque se nota que él tampoco entiende las suyas—. Me está mirando como si nunca hubiera visto a un sujeto ebrio, señorita.
—Bueno, quizás es una de las primeras veces que veo a alguien en sus condiciones.
Siento una mano sobre mi hombro, lo que me obliga a girar, por suerte para mí, se trata de Balder, así que no tengo que seguir teniendo una conversación extraña con su hermano.
—Lo siento, Camila, mi hermano ha fastidiado la noche.
Me encojo de hombros negando con la cabeza para demostrar negación hacia las palabras del magnate, hijo de Odín.
—No, no hay problema. Es más, la noche para mí, ya había terminado.
El ceño de Balder se frunce al oír mis palabras, no le agrada lo que dije, pero yo no deseo seguir en esta fiesta. Me quiero ir a descansar y dejar de pensar en Enzo.
—¿Por qué dices eso? —Cuestiona Balder.
Casi de inmediato, su hermano interviene negando con la cabeza.
—¿No me vas a presentar a esta hermosa mujer, hermano?
Balder observa a su hermano de un modo que nunca vi que alguien hiciera, era como si él supiera que su hermano sabe algo que no puede decirle al resto. Creo que por eso frenó el discurso de bienvenida del ebrio.
—Ella es Camila, mi novia —dice explicando—. Camila, él es mi hermano, Alexander, mejor conocido como el estúpido ebrio de la familia Smith.
—Prefiero que medigan Alec —murmura Alexander con tristeza en su tono de voz—. No te preocupes,más tarde la familia se va a reunir para aclarar muchas cosas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro